14. ¿Visitar a mamá?

— ¿Que vas a hacer estos días que estes en España? — Es lo primero que pregunta Rivers cuando contesto el teléfono.

— Buenos días, Samantha, yo estoy muy bien, gracias por preguntar, ¿Y tú? — Digo con sarcasmo.

— Si, si, a la chingada — Dice y ruedo los ojos — ¿Y?

— Planeo salir, hacer stream con gente española, quizás tirarme un viajecito a Andorra para visitar a mis papis virtuales — Contesto pensando — ¿Por qué?

— El 13, o sea, mañana, juegan las pollas y el 14 los pollos, me gustaría que fueras a apoyarlos — Me dice — Y se que las jugadoras te aman, en especial una, y así serias buena motivación.

— ¿Tú me quieres meter en problemas con Victoria, verdad? — Suelto un bufido.

— Te dije que fueras a apoyar al equipo, no que te fueras a casar con Mar — Puedo jurar que rueda los ojos — Pero no estas obligada a nada, ya que.

— Ya, ya, deja el drama — Ruedo los ojos — Si iré, no te preocupes.

— Gracias, eres bien chingona — Siento el cambio de voz y suelto una risa — Oye, Riri.

— ¿Mhm?

— ¿Irás a visitar a tu madre?

Todo iba muy bien.

— No lo sé — Contesto — Lo pensaré.

— Si necesitas hablar de algo, sabes que siempre puedes llamarme, a no ser de que esté dormida, allí si te chingas.

Suelto una carcajada pero sonrió con ternura, amaba a mis amigas, hasta la más mamona era un sol.

Pero no le digan que yo dije esto, ¿Ok?

— Lo sé, Rivis — Digo en un tono de agradecimiento — Debo irme, tengo que hacer un par de cosas.

— Okis, acuérdate que mañana y pasado lo tienes ocupado, eh — Me recuerda y cuelga.

Ruedo los ojos con diversión y entró a WhatsApp, donde tengo algunos mensajes recientes de Vic.

Ojitos 💙

Te extraño ;(

Riri S.

¿Estás tratando de seducirme para que regrese? 🤨

Ojitos 💙

Si, ¿Como lo descubriste? 😔

Riri S.

Intuición, dah 🙄

Oye, mañana iré a ver a Pío jugar, ¿Te molesta?

Veo como no contesta nada por un par de minutos y me preocupo, aunque una llamada de ella entra a mi teléfono.

— Hola ojitos — La saludo.

— Hello diablita — Me dice y sonrió estúpidamente por el apodo — Así que irás a ver al equipo de Rivers jugar.

— Si, hoy me pidió que fuera y acepté, las chicas me caen bien — Le explico — Y también iré al de Pío masculino pasado mañana.

— Espero la pases bien — Dice y alzó una ceja extrañada — ¿No te quieres llevar alguno de mis hoodies que te llevaste?

Claro que sí.

Marcando territorio.

Ya se me hacía raro que no dijera nada.

— Eres una celosa — Digo riendo mientras ruedo los ojos — Está bien, lo haré.

— Perfect — La puedo sentir sonreír — Baby, debo salir con Mari.

— Oh, entiendo — Hago una ligera mueca — Diviértanse.

— Igualmente, te amo.

— Yo más, ojitos.

Colgamos la llamada y salgo al pequeño balcón del hotel, no sabía que hacer.

Podría prender stream.

O ir a molestar a Pol y Axo.

... O podría ir a visitar a madre.

Aunque las dos primeras opciones eran las que más me llamaban la atención, sabía que en cualquier momento debía hacer la última.

Mejor salir de esto de una vez.

Me preparo para luego llamar a un Uber, sabía que a esta hora ella estaría en su repostería.

Se la vive metida allí desde que papá murió.

Media hora después, ya estaba parada frente al local, el cual seguía igual de aesthetic como la ultima vez que lo vi.

Empuje la puerta para entrar y una típica campana de película sonó, cliché.

En este momento debería chocarme con el amor de mi vida.

Lastima que esté a kilómetros de distancia.

Mi mirada recorre el lugar, el cual está medianamente lleno, hay gente comprando y otra sentada comiendo.

— Buenos días, ¿En qué la podemos ayudar? — Me saluda la chica que está al otro lado del mostrador.

— Quiero hablar con la señora Santos, por favor — Le pido amablemente.

— Oh, ¿Tiene alguna cita con ella?

— No te preocupes, Abril, ella no necesita cita — Dice un hombre acercándose — Hola Riri.

— Hola Alex — Saludo entredientes.

Con ustedes señores y señoras, niños y adolescentes, mi padrastro.

— No sabíamos que ibas a venir — Dice cálidamente — Ven, pasa, tú madre se contentará de verte.

— Fue un viaje de imprevisto — Contesto y entró a la parte de atrás del mostrador.

Aun recuerdo cuando trabajaba acá.

Diría que buenos momentos, pero mi salud mental no me permitía disfrutar de las cosas buenas.

— Me alegra que pasaras por acá — Dice sonriente.

Alex es una persona muy dulce y se que es maravilloso para mí madre, pero aún no supero que mamá remplazará a papá.

Se que no podía vivir de luto toda la vida, pero me duele.

— No podía irme sin probar mis postres favoritos — Le sonrió amablemente.

— Te los traeré — Dice con ilusión.

Llegamos a una puerta de madera y Alex tocó tres veces, para luego escuchar un "adelante" de mi madre.

— Cariño, a qué no sabes quién vino a visitarte — Dice Alex entrando de primero.

— ¿Quién? — Escucho la voz curiosa de mi madre.

Vamos, Riri, tú puedes, es solo tu madre.

Entro a la oficina de mamá y la veo por primera vez luego de un largo tiempo, sigue igual que siempre, más hermosa diría yo.

— Hola mamá — Saludo.

— Riri — Dice con una sonrisa, para luego acercarse a mi y abrazarme.

Me quedo paralizada por un momento y correspondo el abrazo lentamente.

No te autosabotes, Rina, es tu mamá.

— ¿Que haces acá? ¿Por qué no me dijiste que vendrías? — Pregunta luego de separarse — Estás preciosa, hija.

Mi estómago se revolvió.

¿Por qué soy tan mala hija?

¿Por qué tengo que ser tan arisca con mi propia madre?

— Ibai me pidió el favor de que le ayudara a conducir un programa de último momento, llegué ayer — Le explico y noto que Alex ya no está en la oficina — ¿Que tal haz estado? Veo que la tienda va subiendo cada vez más.

— Oh sí, ya estoy por abrir una nueva sucursal en el centro de la ciudad — Me dice con emoción — Ven, siéntate.

Tomó asiento a la silla que está frente a su escritorio, y veo algunos marcos que tiene en este.

Tiene una foto con Alex, otra conmigo, y otra de papá, ella y yo, cuando yo estaba pequeña.

— ¿Enserio? Eso es un gran logro, felicitaciones — La felicito — Me alegro mucho que al fin pudieras cumplir tu sueño.

— Yo también me alegro mucho, amo mi trabajo y es mi lugar seguro — Dice con una sonrisa — Y todo se lo debo a tu padre, fue uno de sus últimos deseos y no podía decepcionarlo.

Me undo en la silla y hago una mueca.

— He visto que cada vez estás más famosa, me alegro mucho por eso, tú comunidad te quiere mucho — Cambia de tema.

— Si, son increíbles — Sonrió honestamente — Todo lo que me ha pasado gracias al mundo del stream es maravilloso.

— Me pone muy feliz verte contenta, volviendo a tener esa luz que tenías antes — Dice con nostalgia — Quería hablar contigo.

Antes de que pudiera decir algo más, unos golpecitos en la puerta la interrumpen y entra Alex.

— Permiso, ¿Alguien pidió un trozo de tarta de cereza y unas galletas de chispa de chocolate blanco?

— Yo, yo — Digo como niña chiquita y tomó una de las galletas cuando acerca el plato — Mmm, deliciosas con siempre.

— Gracias, cariño — Dice mi mamá cuando Alex deja la tarta frente de ella.

— Gracias, Alex — Le agradezco agarrando otra galleta, tratándola como si fuera oro.

— No agradezcan, señoritas — Nos guiña un ojo — Riri, si quiere algo más, pegame un grito y te lo traigo.

— Gracias — Le sonrió y me como el último trozo de mi primera galleta.

— Come más despacio — Me regaña mamá tomando un trozo de su tarta.

— Mamá, déjame disfrutar — Me quejo mordiendo la otra galleta — ¿De que querías hablar?

— Estaba pensando en regresar a Puerto Rico por vacaciones, quizás podamos ir a buscar a los Ramírez y explicarles todo.

Ja, si supiera.

— No hace falta explicar nada, ya lo saben — Contesto dejando mi galleta a la mitad en el plato.

— ¿Que? — Pregunta confundida.

— ¿Te suena el nombre de Young Miko?

— Creo que es una cantante, he escuchado algunas de sus canciones por la radio, ¿Pero que con eso?

— Young Miko es Victoria, mamá — Le digo y está me mira sorprendida.

— ¿Enserio?

Asiento con la cabeza — Yo también quedé en shock, la descubrí por los streams, allí volvimos a contactar y hace poco fui a PR, estaba con ella cuando Ibai me llamó y me tocó venir para acá, podría jurar que tuve un deja vu.

— Oh, que fuerte es el destino — Dice mamá sorprendida — Me alegra mucho que volvieras a hablar con Vicky.

— Si — Sonrió estúpidamente.

Mamá me mira por unos largos segundos — ¿Volvieron a estar juntas?

— ¿Que? — Pregunta sonrojada.

— Tienes esa mirada de amor que tenías cuando estabas con ella, se te ilumina la mirada al hablar o pensar en ella — me explica con una sonrisa — Y soy tú mamá, Rina, no soy estupida.

— Estamos intentando algo — Admito con una sonrisa — Pero ahora ella empezará su gira y yo debo volver a Monterrey, tengo muchos eventos a los cuales asistir y promociones que hacer, pero trataremos de vernos en ese tiempo. Y en Agosto ella dará un concierto en Monterrey, al cual Ari, Rivis y Ama me van a arrastrar.

— Dudo mucho que no quieras ir — Bromea y yo me sonrojo — Ojalá las cosas funcionen con Vicky está vez.

— Espero que así sea, no quiero volver a perderla — Hago una mueca — Volví a ver a mai Eve y a Carli, Juan y Carlos están grandísimos, son todos unos hombres. También vi a Andy, me cuida como su hermana menor igual que siempre, pareciera como si nunca me hubiera ido.

— Porque a pesar de que pasen los años, ellos siempre te amaran igual que siempre, Ri — Me dice con una sonrisa — Eso es amor verdadero.

La miró por unos momentos y asiento con la cabeza con una pequeña sonrisa.

— Deberías ir a PR de vacaciones, te haría bien — Le digo mientras me levanto — Debo irme ya, quedé en ir a la casa de una amiga.

— Oh, ¿Cuando te irás de España? — Dice mamá parándose.

— A principios del próximo mes — Contesto.

— Si puedes volver a venir a visitarme, sabes que las puertas estarán siempre abiertas para ti — Me dice con una pequeña sonrisa mientras salimos de su oficina.

Cuando llegamos al local, el olor a dulce me invade, amaba este lugar.

— ¿Ya te vas? — Me pregunta Alex.

— Si, iré a lo de una amiga — Le contesto.

— Toma, llévate algunas cosas — Dice dándome una bolsa.

— Gracias, Alex.

— De nada, Riri — Me sonríe y se voltea cuando lleva un cliente — Espero volver a verte pronto, cuidate.

— Claro.

Salgo del local con mamá pisandome los talones.

— Me alegro que tengas a Alex en tu vida — Le digo con una sonrisa — El te hace bien.

— Si, lo hace — Me dice con una sonrisa — Gracias por aceptarlo, se que es difícil para ti.

— Si — Murmuró y veo mi Uber llegar — Ya llegó mi Uber, gracias por las cosas.

— No agradezcas, hija, gracias por venir.

Me envuelve en sus brazos y suelto un suspiro pequeño, para luego corresponderlo.

— Te amo, Riri, nunca lo olvides — Me murmura contra mi oído.

— Yo también, mamá — Le digo para luego separarme.

Le doy una media sonrisa y me voy con rapidez al Uber, subiéndome para luego soltar un suspiro de alivio.

Bueno, no fue tan malo.
























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