9: Nada mas que hacer

─... y es por eso que no voy a poder ayudar a nadie hasta que se mejore mi pie─ dije con cara de consternación

─No te preocupes por eso ─ Dijo la señora Esmeralda muy amable como siempre─ yo puedo curar tu pie. Sabes que los ungüentos siempre funcionan.

─No. No gracias. Se mejorará solo. Usted y los demás siempre se preocupan por mí, no quisiera seguir molestándolos.

Le había dicho que ayer en la noche mientras venia hacia la cabaña me había lastimado el pie. Que me dolía tanto que no podía levantarme y por eso no podría hacer nada el día de hoy, y que me quedaría aquí descansando. Es por eso no quiero dejar que me "cure" el pie.

─ ¿Seguir molestando? ¿Pero qué cosas dices pequeña? Claro que no es ninguna molestia. Podría quedarme contigo si quieres?

─No, lo digo en serio. Estaré bien. Yo sé que usted siempre tiene cosas que hacer─ su cara pareció cambiar a un gesto más... comprensible por un momento pero luego desapareció, trayendo de nuevo su radiante sonrisa─ Así que no se preocupe.

─ Está bien ─ dijo finalmente─ Pero...─ Claro!! debí suponerlo. Siempre hay un "Pero"─ enviare a alguien para traerte el desayuno y que te lleve al arroyo para que te bañes luego.

─ ¿No puedo quedarme así? No tengo ganas de bañarme hoy. Además... usted no quiero bañarme si usted no está allí, por... ya sabe─ le hago un gesto hacia mis piernas vendadas.

Pareció por un momento que no comprendía, hasta que se le ilumino la cara con un claro gesto de haber entendido lo que quería decir.

─Mmmm bien, pero solo por hoy

─Gracias, gracias. No se preocupe, me quedare aquí, no iré a ningún lado.

─Bien aguarda aquí, ya vendrá alguien con tu comida─ diciendo eso salió de la cabaña como siempre lo hacía, segura y con pasos silenciosos.

Estando sola en la habitación y a la luz del día me di cuenta que esta cabaña era muy bonita, tenía tres habitaciones, una era donde era el dormitorio, estaban las camas y un pequeño mueble en medio de estas, he visto que allí guarda las velas con las que se iluminan las habitaciones en la noche, tenía dos ventanas.

Otra de las habitaciones era un armario, así lo había llamado ella, allí habían toda clase de vestidos de hermosos y deferentes tonos de azules, tenía muchas zapatillas hermosas, todo eso era ropa de la señora; también aquí tenía mi ropa, suaves blusas de algodón y bonitos pantalones de manta, también tenía cuatro pares de zapatos.

Y la última habitación que no sabía que era lo que tenía, puesto que nunca he entrado. No es que no haya querido, si no que la misma Señora me había dicho que no podía entrar allí. Y me da mucha curiosidad ver que hay pero claramente tengo miedo de que me vallan a encontrar fisgoneando en lo que me advirtieron que no hiciera.

Aunque claro, hoy no habrá nadie por aquí, así que tal vez, solo tal vez, pueda entrar y ver que es lo que se supone que no quiera que vea.

El sonido de voces entrando en la cabaña me distrae de mis pensamientos. Debe ser la persona o las personas, suponiendo que son varias porque se escuchan varias voces, que la Señora envió. Aunque no entiendo para que tantas personas solo para traer un plato de comida.

─ ¿Dónde está nuestra pequeña?─ dice alguien muy alegre apareciendo en mi campo de visión.

─Podrías dejar de hacer tanto escándalo, por favor─ dice con cara de irritado

─Si no se callan los dos, saldrán inmediatamente de aquí, además, se supone que solo yo debería de estar aquí─ dice un tercero

─Milton!!, Rigo!! Rubén!!─ no lo iba a negar, me alegra que ellos estén aquí.

Todos estaban mejor, ya se habían recuperado, aunque no completamente, pero ya habían dejado de estar postrados en la cama.

─ Shadow!! Pequeña!! ¿Qué fue lo que te sucedió esta vez?─ dice Rigo muy sonriente, aunque presiento que es en forma de burla

─Bue..─ me aclaro la garganta antes de seguir tartamudeando─ Bueno, ayer mien...

─Buenos días─ un muy sereno Brandon se une a esta amena conversación

─Buenos días─ respondemos al unísono, algo que me causa un poco de gracia

─Veo que no es tan grave lo que te ha sucedido, ¿o si?

─Pfff─ un bufido es emitido por parte de Milton Quien se gira a ver a Brandon─ No nos has dejado escuchar lo que le ha sucedido. Cuéntanos pequeña ¿Qué te sucedió?─ dice esta vez girándose hacia mí.

─Oh! Nada grave en realidad, ─ digo, y por un momento empiezo a creer que saben que miento─ ayer mientras venia hacia acá se me trabo el pie en unas raíces de un árbol y se me torció el tobillo, pero nada que no se arregle con un poco de descanso─ descarto mis dudas en el momento en que terminé, con mucha seguridad por cierto, mi pequeña mentirilla.

─Pero sí que eres bastante tonta!!

─Es que no te fijas en tu camino!!

─Deberías fijarte por donde caminas!!

─Para que tienes ojos si no los usas!!!!

─ No hablen todos al mismo tiempo por favor, no les entiendo!!!─ protesto, al escuchar que todos gritan sin entenderle claramente a cada uno

─ Bien. Ya. Estamos callados. ─ dice Milton─ pero es que en serio ¿Para qué tienes ojos si no los usas?

─Si los uso─ digo cruzándome de brazos─ es solo que anoche estaba un poco oscuro, y no fije, ¿Bien?

─Bien─ dice levantando los brazos en señal de rendición

─Y ¿Quién trae mi comida? Tengo hambre

─Yo─ dice Rubén, abriéndose paso entre todos─ toma, son panecillos con mermelada y jugo de naranja.

─ Espera!!─ dice Milton colocando una flor amarilla en la bandeja─ Listo, ahora si!! Solo es de decoración─ afirma. A lo que yo empiezo a reír.

─Gracias chicos─ digo

─No es nada, tú nos ibas a visitar cuando estábamos en la enfermería, es nuestro turno de venir a visitarte aquí─ dice Rigo, con su sonrisa encantadora

─Así es─ lo apoya Brandon─ Sabes que nos preocupa lo que te pase. ¿Y sabes porque?─niego─ Porque nos hemos encariñado contigo y te queremos mucho─ una enorme sonrisa se planta en mi cara al escuchar sus palabras

─Bien, ya es mucho amor. ─ Interrumpe Rigo─ Nosotros tenemos cosas que hacer, nos vemos luego─ se acerca a mi cama y deposita un beso en mi frente.

─ Adiós pequeña─ Rubén hace lo mismo

─Adiós─ Brandon besa mi cabeza─ mejórate

─Adiós, pequeña ciega─ dice Milton al último, besa mi cabeza para luego despeinar mi cabello y salir detrás de todos los demás por la puerta.

Me quedo sentada en la cama, con la sonrisa aun en mi cara, a disfrutar de mi desayuno que se ve delicioso.

Al terminar me dispongo a sacar ropa limpia, y me encamino al armario. Pero al llegar noto que la otra puerta está un poco abierta. Me muerdo el labio al notar que ni siquiera hay alguien cerca de la cabaña y me doy cuenta que el corazón parece se me quiere salir del pecho por lo que estoy haciendo.

Lentamente pongo mi mano en la puerta y la empujo. Un leve chirrido es emito por esta a medida que se va abriendo. Un halo de luz ilumina la habitación. Al entrar puedo notar que hay varios estantes, todos llenos de frascos de diferentes tamaños y diferentes colores. En una esquina de la habitación puedo notar que hay un estante diferente, es más alto que los demás y se encuentra cubierto por una manta. Dejo los estantes repletos de frascos y lentamente me encamino a ese estante.

Con el corazón perforando mi pecho y las manos sudorosas y temblorosas tomo un lado de la manta que cubre el estante y lo muevo lentamente. Noto que ningún sonido es perceptible para mí. Descubro que lo que posee el estante no es nada más que... libros. No hay muchos. Hay como doce o trece en la parte de la mitad hacia arriba y en la parte inferior hay un pequeño mueble que tiene un libro muy grande y muy grueso. Tan grueso como tener que apilar ocho o nueve de los libros que hay en la parte superior del estante.

Se encuentra abierto y pareciera que las páginas son tan delgadas que con el hecho de tocarlas se desbarataran, se romperán y se convertirán en polvo que el viento se llevará. Lo cierro y noto que es de un hermoso color azul con detalles en celeste y plateado, paso mis dedos por la pasta y es tan hermoso y suave. El dibujo en el libro es tan hermoso y me reprendo a mí misma por no haberlo notado antes. Es una hermosa estrella dentro de un círculo que brilla bastante debido a la luz del sol reflejado en su color plateado, como que si ese hermoso color fuera extraído del polvo de las estrellas que iluminan la noche oscura; en el centro de la estrella se encuentra un símbolo, uno que reconozco de inmediato. Es el mismo que tienen todas las personas en esta aldea. Es un dibujo parecido a una gota, sobre dos lineas rectas. Debajo de ese dibujo se perciben unos extraños símbolos que no tengo ni la menor idea de lo que signifiquen; son de mismos color plateado que adorna la pasta del libro, y mi curiosidad por saber su significado incrementa a cada segundo al igual que mi fascinación por el hermoso objeto que esta ante mis ojos.

El tiempo parece haberse detenido ante la idea de querer saber que significan esos símbolos que parecen llamarme e invitarme a leer cada una de sus páginas, pero el sonido de alguien entrando en la cabaña me saca de mi ensoñación y me obligo a correr directo a mi cama.

En el camino lucho conmigo misma para no regresar y tomar el libro. Alguien lo notaria y ahí sí que estaría en problemas. Llego a la cama y me meto en mis sabanas fingiendo terminar mi desayuno.

Escucho los pasos apresurados de la persona llegar a la habitación, que supongo es, en la que me encontraba anteriormente y la escucho susurrar algunas cosas, por la voz, puedo notar que es una mujer. Inmediatamente reconozco que es Marissa:

Solo tomo el libro y me voy, solo tomo el libro y me voy, solo tomo el libro y me voy...

─¿Hola?─ digo en voz alta. Sus susurros cesan al igual que sus movimientos.

─S-si, ¿Se te ofrece alguna cosa, niña?─ esta última palabra la pronuncia con un temblor en su voz más pronunciado que en el resto de la pregunta.

─ ¿Qué haces ahí? Nadie puede entrar allí más que la señora─ le espeto. Ella se asoma en el umbral de la puerta. Mis ojos se posan en el libro que lleva en sus manos. Es uno de los tantos que había en el mueble. Ella al notarlo, lo esconde detrás de su espalda y evita mi mirada a toda costa, como siempre lo hace desde el primer día que llegué aquí.

─ E-ella me mando a buscar algo.─ dice aun sin verme─ S-si no quieres nada m-me voy─ se da la vuelta y sale casi corriendo.

Ella ha sido así conmigo desde que llegué aquí, como dije, no me mira y casi nunca me ha hablado. La verdad, ya ni siquiera me interesa que no me hable.

Olvido todo este asunto, me visto lo más rápido que puedo y salgo corriendo a la zona de entrenamiento. Al llegar camino con cuidado de no hacer ningún ruido. Porque a pesar de que no vea ni escuche a nadie, sé que están aquí.

A medida que me adentro al bosque, un poco más de donde llegue ayer mientras me escondía de Axel, escucho voces.

─ Como ya sabemos –es Ben, el que ayer me dijo que no me debía estar aquí y esas cosas. Se encuentra en medio de un círculo de hombres sentados en el suelo que le ponen mucha atención, está hablándoles, al parecer, sobre armas ─ las armas son parte esencial de nosotros, los cazadores. Debemos estar preparados para cualquier amenaza que se presente, se debe prestar atención a cualquier anomalía en el entorno que los rodea. Deben prepararse para cualquier cosa que se encuentre allá afuera.

─¿Entonces es cierto─ está vez desconozco al joven que habla, a pesar de que lo he visto dos veces ─ que es a nosotros a quienes les toca salir?

─Así es ─ confirma, y un murmullo se desata entre los hombres que lo rodean─ Calma, calma─ el murmullo cesa y el continua─ es por eso que quiero que todos ustedes se preparen, ellos llegaran en tres días y nosotros seremos su relevo en esta búsqueda.

¿Tres días? Pero pensaba que llegarían en seis. Esto me pone en una situación difícil. No podre aprender nada en tres días. Y dudo que si le digo que me enseñe él, o alguien, quiera hacerlo.

Lo que probablemente pueda hacer es irme con ellos, pero me estaría arriesgando a que se den cuenta y eso solo implicaría tener problemas con la Señora.

─...y como dije anteriormente deben estar atentos con lo que suceda a su al rededor...─ por estar perdida en mis pensamientos, me he perdido parte de la charla y al instante que me vuelvo a acomodar en la rama del árbol en el que me encuentro, una flecha da justamente en medio de mis pies y esta cede ante el peso de mi cuerpo haciendo que caiga del árbol. Al caer, caigo de pie y siento como si fuera fuego el que se instala en mi tobillo derecho. Creo que ahora si me lo lastime muy fuerte. ─ ¿Qué crees que estas haciendo?─ es Ben quien se encuentra de pie frente a mí.

─Yo...─ todas las palabras se encuentran atascadas en algún lugar que desconosco, porque ninguna sale de mi boca

─¿Tú...?─ hace un ademan con su mano incitándome a seguir, pero nada que pueda justificar que yo esté en este lugar me puede ayudar─ Sabes perfectamente que debes estar aquí. Te lo dije ayer ¿Es que acaso no entiendes? ¿No te quedo claro?─ su tono de voz es muy duro y siento ganas de llorar

─Yo lo sie...

─No me interesan tus inútiles disculpas─ sin darme cuenta una lagrima se desliza por mi mejilla derecha y luego otra por la izquierda─ No me vengas con tus falsas lágrimas. ¿Qué pretendías al estar allí escondida? ¿Qué es lo que realmente quieres?

─Nada, yo, yo─ hago una pausa para sorber mis mocos antes de que me lleguen a la boca ─solo quería ver...

─ ¿Solo querías ver? ¿Qué querías ver?─ no soy capaz de responder a esa pregunta y solo me dedico a llorar mas fuerte ─ Cállate y vete de aquí.

─No puedo ─digo en un sollozo al mismo tiempo que limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano─ me lastime el tobillo

Por un momento no se mueve y solo se queda parado frente a mi, hasta que extiende su mano en mi dirección.

─Ven, te llevare con Marisa, ella te curara ─ tomo su mano, y hace fuerza al levantarme─ Camina─ me ordena─ ni creas que te voy a cargar.

─Pero me duele─ me quejo

─Eso te mereces por venir a donde te llaman─ dice, y pasa mi brazo por su cintura para que tenga de donde sostenerme

No importa que proteste, sé que él no me hará caso. Lo mejor para mi en este momento es quedarme callada y tratar de seguirle el paso.

─ ¿Qué es lo que pretendías? ¿He?─ su pregunta me toma por sorpresa y no sé qué responderle

─Pues nada

Pues ve que caro te a salido tu "nada"─ debido a su comentario opto por decir una verdad a medias

─yo solo quería ver...

─No importa, sabias perfectamente que no debías estar en ese lugar

─ ¿Pero porque no? Solo iba ver, ni siquiera iba a tocar nada

─Porque podrías haber salido herida debido a que no puedes defenderte─ ese tonto argumento solo hace que yo suelte un resoplido─ No te quiero ver cerca de la zona de entrenamiento nuevamente

─ ¿Qué es lo que ha sucedido, Ben?─ la voz de la señora Esmeralda me toma por sorpresa. Debido a los tontos regaños de Ben no note que estábamos en su cabaña

─La niña estaba en la zona de entrenamiento, señora

─ ¿Cuál es tu explicación para esto Shadow?─ esta vez parece estar realmente furiosa, lo noto por la forma en la que acaba de pronunciar mi nombre

─Yo solo quería ver que es lo que hacían y porque no me dejaban estar allí─ Ben ya me había delatado, entonces ¿Cuál era el sentido de mentirle?

─Ve a tu cama y espérame allí─ ordena ─ Ben, espera. Necesito hablar contigo.

Ben me suelta y me dirijo a mi cama. Sin embargo el dolor en mi pie no me deja avanzar muy rápido y puedo escuchar su conversación

─ ¿Tus hombres ya están listos?

─Si señora, en cuanto el otro equipo regrese y nos den sus informes partiremos

─Muy bien, porque ellos regresan hoy

¿Hoy?

─ ¿Hoy? Pero pensé que llegarían en tres días─ pregunta Ben un poco sorprendido. Claro, yo también pensé lo mismo

─La búsqueda no dio resultados─ le informa─ Espero que tu equipo lo logre. Así que prepárense y descansen que partirán mañana.

Oh! Esto es genial. No me queda más que esperar noticias cuando regresen. Tal vez me de tiempo de hacer otras cosas en este lugar.

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Hola hola!!! Como están? 

Solo quería pedir su opinión de la historia

Les gusta?  No les gusta? 

Puede que tal vez no les parezca interesante (aun) pero creanme que ya se viene lo bueno

Espero su opinion ♥♥♥

Bye...

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