12: La Nueva Llegada


Los árboles se mecían con la brisa de la tarde, los búhos empezaban a salir de los árboles para entonar sus escalofriantes sinfonías que me hacen poner la piel de punta mientras el silencio hacia acto de presencia, a excepción de cualquier cosa que perteneciera abiertamente a la zona boscosa de entrenamiento.

Me encantaba esta parte de "la cueva", después de haber salido por primera vez había entendido porque le decían así. Resulta que en realidad el lugar hace honor a su nombre; porque se encuentra detrás de una cueva escondida tras la cascada, desde cualquier lugar es imposible saber que otro lugar secreto se esconda tras una enorme roca tras la cascada a menos que ya lo supieras.

Y todo era misterioso en el lugar, pero sobretodo, muy acogedor. Sin embargo el silencio me sigue incomodando, esta parte nunca esta silenciosa, pero hoy pareciera que hubiera estado abandonado, incluso el sonido de mis pisadas es muy ruidosa.

─¡Oigan!─ grito a todo pulmón─ ¡No es divertido que yo este sola aquí! ¡Salgan!

Pero nadie me escucha y sigue habiendo eso horrible silencio.

─Será mejor que regrese y le pregunte a alguien si hoy se canceló el entrenamiento─ hablo para mí misma─ Haashhh! Pero si se canceló y nadie me lo dijo ya verán todos cuando s...!!

No termino mis protestas porque escucho como un búho hace su característico sonido cortando el silencio.

─De verdad que odio esos horribles anim...

El sonido de lo que parecen ser pisadas hace que me calle nuevamente de golpe para poder escuchar claramente. Espero pacientemente a escuchar algún nuevo movimiento o cualquier cosa que altere el silencio pero no escucho nada.

De acuerdo, será mejor que regrese. Empiezo a caminar bastante rápido antes de que todos esos horribles animales salgan y se pongan a cantar o yo que se que es lo que hacen. No he andado mucho cuando escucho el característico sonido de una estrella de metal cortando el aire.

Pongo toda mi atención para saber de dónde viene y me hago hacia atrás al ver por el rabillo de mi ojo como se acerca a toda velocidad desde mi derecha. Caigo de espaldas debido a que el suelo es traicionero y me ha hecho tropezar una rama. Antes de poder levantarme y protestar escucho como se acercan tres más. Solo me da tiempo de esquivar dos y el tercero corta parte de la tela de mi camisa. Antes de poder escuchar si otro se acerca saco un kunai y tomo las cuatro estrellas que han caído en el suelo y trato de averiguar de dónde han venido.

El primero ha venido desde mi derecha y por la forma en la que se ha enterrado en el suelo también noto que ha venido desde lo alto, por lo tanto deduzco que quien lo ha tirado estaba en lo alto de un árbol, y los otros tres de diferentes direcciones.

Nuevamente el sonido del viento siendo cortado me advierte que se acercan más artefactos y utilizo el arma que he sacado para tratar de esquivar las que se avecinan.

En este momento donde me encuentro sudando debido al gran esfuerzo, tanto mental como físico, me doy cuenta de lo que realmente sucede: Es entrenamiento, y al igual que las seis veces anteriores me doy cuenta que nadie me avisó.

Pero se equivocan si creen que esta vez voy a salir corriendo fuera de la zona de entrenamiento cuando sienta que ya no pueda más para tratar de salvarme. Esta vez lo voy a tomar muy enserio. Lo que realmente pasó en esas veces fue que siempre me atacaban desprevenida y siempre resultaba herida porque como nadie me avisaba lo que realmente pasaba no sabía que hacer debido a que estaba desprevenida.

Observo como desde un punto estratégico en un árbol se encuentra, el que supongo que es, Dilan.

─Ya te vi─ susurro a mí misma

Esta vez tomo tres de mis estrellas y las lanzo hacia la rama haciendo que Dilan salga de su escondite y lanzándole otra directamente hacia él. Se perfectamente que la esquivará, y tal y como lo supuse lo hizo y se tambaleo hacia atrás y lo único que pudo hacer fue sostenerse con ambos brazos. Empecé a reírme de situación.

─No creas que ya ganaste solo porque decidiste no huir esta vez─ me dice aun colgado

─Eso ya lo veremos─ le respondo

Y me alejo aun riéndome de él. Pero voy tan distraída que no noto que en el camino hay una cuerda. Y lo único que puedo sentir es el tirón de mis pies y el fuerte golpe en la cabeza. Escucho una risa un poco escandalosa y solo le puede pertenecer a una persona.

─ ¿Y cómo pretendes continuar si sigues descansando?─ se mofa de mí

Lo ignoro y dijo que cortar la cuerda no es mala idea. Podría soportar el golpe de la caída y seguir. Llevo mi mano a la parte trasera de mi cinturón y no siento nada más que la tela. Se me han caído todas mis armas debido a la forma en la que me encuentro. De cabeza. Y solo hay una solución si me quiero bajar de aquí.

─Bájame de aquí, por favor Dilan─ le suplico

Al principio solo me observa, pero luego toma mi mano y pienso que lo que hará es ayudarme, pero estoy muy equivocada al pensar eso, pues empieza mecerme mientras me encuentro de cabeza.

─ ¡¡¡NOOO!!!─ Le suplico─ ¡¡Para por favor. No lo Hagas!!─ él solo sigue riéndose de mí.

─ ¿A caso no recuerdas las reglas?

─ ¡¡Detente. No sigas!!

─No te confíes hasta que la batalla realmente haya acabado─ Dilan deja de mecerme al escuchar la fuerte voz que se escucha desde los matorrales a mi derecha. Efectivamente es Ben, quien viene con una cara muy seria como siempre, saliendo con Bruno y Antony.

─Por favor Ben ayúdame a bajar de aquí

─No mi niña─ dice aun con su cara seria ─es tu castigo por haber huido de los seis entrenamientos anteriores. No debiste haberlo hecho─ una sonrisa de burla se forma en su cara─ te hubiera enseñado como bajar fácilmente.

Se da la vuelta para ir a quien sabe dónde y me deja allí colgada.

─Por favor bájame y no volveré a huir de algún entrenamiento por más horrible que sea esto.

Antes de que pueda responderme Argon se aparece frente a nosotros.

─Hoy no había entrenamiento ¿A caso nadie lo recordó?─ nos dice. Y por su cara me doy cuenta que habla muy enserio, cosa que es muy extraña en él.

─Era una pequeña práctica,─ le responde Ben─ algo así como un pequeño examen para Shadow

─Bien, pues tendrán que dejarlo para otro día─ dice Argon─ Shadow─ se dirige a mi─ la Señora me pidió que te informara que Resalí te espera y luego te encuentres con ella en su cabaña

─Claro. Enseguida voy. Ahora mismo bajo.

─Faltaste a un par de entrenamientos, ─me hace ver─ no sabes cómo hacerlo por ti misma─ resalta al mismo tiempo que lanza una cuchilla de doble filo a la cuerda que me mantenía colgada y caigo de espaldas sobre la tierra.

─Más vale que te des prisa─ me dice Antony

Asiento mientras me levanto y me sacudo la tierra. Al levantar la cabeza veo que Argon está esperándome a varios metros de distancia y su mirada me indica que no se ve feliz al hacerlo esperar.

***

Era de noche y todos estábamos en el centro de la plaza. Estábamos todos, no hacía falta nadie, a excepción del grupo al que le tocaba estar fuera, el cual era liderado Por Bandon. Nos encontrábamos reunidos alrededor de un pequeño estanque el cual, por cierto nunca había visto. Parecía tener un fulgor en el centro que era como de color esmeralda y se iba volviendo de un azul más oscuro a medida que iba llegando a la orilla. Era simplemente hermoso. Formábamos una media luna alrededor del estanque, quedando al frente todas la mujeres y atrás los hombres en medio de la formación de bancas de madera había un espacio considerable por el cual podrían pasar cuatro personas hombro a hombro.

Los hombres, a diferencia de los pantalones gastados y las camisas de mantas hoy vestían un limpio pantalón negro, una bonita y brillante camisa manga larga azul y encima un chaleco color gris con bordados celestes, y por ultimo unas lúcidas botas color negro arriba de la pantorrilla. A diferencia de ellos, las mujeres llevaban elegantes vestidos color celestes con mangas azules, incluso yo llevaba uno igual. Rosalì me había confeccionado uno muy hermoso con piedras grises en el bordillo y era muy suave y bonito, pero no me sentía muy cómoda sin mi ropa habitual, a pesar de ello no había dejado mis vendajes.

Todo el lugar estaba iluminado por un sinfín de velas alrededor del lugar y de las ramas de los árboles que sobrepasaban el estanque colgaban dos lienzos con el emblema que todos llevamos: lo que yo creo que se parece a una gota de agua sobre dos líneas horizontales, todo esto dentro de un círculo.

─Shadow, ya es hora─ me informa Bruno─ ve a tu lugar.

Asiento y me dirijo al lugar que me corresponde. Después de haber ido a recoger mi vestido, había pasado a hablar con la Señora como me lo había indicado Argon. Ella me había dado un montón de instrucciones sobre lo que tenía que hacer en este "glorioso día", como ella lo había descrito.

Me siento donde me corresponde, en la primera fila, al lado de Marissa, quien no deja de darme miradas disimuladas. Todos los demás también se sitúan en sus puestos.

Tumb.

Se escucha el claro y fuerte sonido del tambor acompañado de trompetas

Tumb.

Todos nos ponemos de pie.

Tumb tumb

Nos giramos hacia el camino que hay entre las bancas. Hacemos una inclinación mientras la Señora Esmeralda se dirige hacia el frente. Su vestido no era muy diferente de los nuestros, solo por el hecho que el de ella era completamente azul y tenía una cinta color gris en la cintura.

Tumb tumb tumbt tumb

El golpeteo de los tambores se hace con un constante ritmo y todos alzan sus voces en un canto:

Los rayos de sol en la madrugada

anuncian alegremente tu llegada.

La tierra es testigo de tu nacimiento

y en ella siempre encontraras aliento.

Para que predomine la felicidad

el torrente se llevara toda calamidad.

Con coronas de flores acogemos tu maravilloso ser

para que la paz se regocije en tu esencia con placer.

La brisa te circunda este gran día

Porque hoy se elogia tu nueva vida

Dos hombres se aproximan y detrás otros dos. Pero en medio veo a Brandon quien lleva del brazo a alguien a quien no veo debido a que va cubierto de pies a cabeza con un velo blanco.

Los hombres de la derecha se colocan a la derecha de la Señora y los de la izquierda a la izquierda. Brandon llega al frente de la Señora i se inclina.

─Mi Señora─ le dice─ E llegado al final de mi encomienda. Y como muestra de verdad le traigo la nueva posesión de la estirpe en su más pura forma.

Sus palabras están cargadas de un profundo respeto y verdad.

─ Has cumplido con tu deber justo como te lo he pedido y no podría haber esperado menos de ti.─ le responde─ Ahora levántate vasallo fiel y toma tu lugar.

Brandon se levanta, hace una reverencia y se sitúa en la primera fila al otro lado, en donde se encuentran todos los hombres.

─¡¡Nos hemos reunido en este sagrado santuario el día de hoy─ la vos de la Señora es fuerte y no se parece nada a la dulce voz que emplea para hablar todos los días─ para darle la bienvenida a un nuevo miembro de esta importante comunidad!!

Le dio vuelta a la persona con el velo, de modo que ahora estaba de frente a nosotros, aunque aún con la cara tapada.

─Denle un alabado recibimiento a esta persona, quien, el dia de hoy─hizo una pausa para ver a la multitud detenidamente─ se une a nosotros y se convierte en una parte de nosotros.

Todos extienden sus brazos en dirección a esa persona. Yo dirijo mi mirada a la Señora y ella me indica que también debo hacerlo, justo como en las instrucciones que ya me había dado. Así que también lo hago.

Dos de los hombres que estaban a ambos lados de la Señora, tomaron a la misteriosa persona y lentamente se introdujeron al estanque, se detuvieron cuando el agua les había llegado hasta la cintura. Entonces también entró la Señora y la tomó de los hombros y la empujó hacia abajo.

¿A caso, era capaz de ahogarla? ¿Por qué lo haría cundo dijo que era un nuevo miembro? ¿Lo iba a hacer o eran ideas mías? ¿Cómo podía yo, desconfiar de la persona mas buena, quien me había acogido bajo su cuidado y que era como una madre para mí?

Estaba tan tensa y aguantaba tanto la respiración que la cabeza empezaba a darme vueltas. Y quería ir y ayudarla, pero el fuerte agarre y la dura mirada que Marissa me estaba dando me lo impedía.

Esto no era una muerte, era algo mas. Pero no sabia qué.

De pronto, la mujer salió poco a poco del agua, y lo que antes era un velo blanco, ahora se había convertido en azul. Su vestido, el cual también había sido blanco, ahora también era azul oscuro lleno de pequeños puntitos plateados y se parecía mucho al cielo mas estrellado que jamás hubiera visto.

Me sentía tan impresionada y mi cuerpo se relajó de nuevo volviendo mi respiración respiración a la normalidad de nuevo. No entendia como había sido eso posible, pero en realidad, no me importaba saberlo.

Todos aguardaban expectantes pero tranquilos en un suave silencio que envolvía todo el lugar, no se escuchaba sonido alguno mas que el suave silbido del aire.

Pronto todos los demás también salieron y se volvieron a colocar en sus puestos anteriores, frente a nosotros.

Aun teníamos nuestros brazos extendidos al frente cuando la fuerte, pero esta vez suave, voz de la Señora volvió a elevarse.

─Es hora de que muestres tu nuevo ser a la comunidad que te acompañara el resto de tu vida terrenal.─ dicho esto, le levanto el velo. Una joven de labios finos, y un hermoso rostro se encontraba parada allí con los ojos cubiertos con un trozo de seda negra. Brandon se levantó de su asiento y se colocó al otro lado de joven─ Desde este momento veras el mundo como es en realidad. Prepárate para entregarte ante tan descomunal realidad.

Todos levantamos nuestros brazos al cielo y empezamos a tararear la melodía que anteriormente había sido una canción. Brandon suavemente desanudo la seda de sus ojos y se la colocó en las manos. A pesar d eso ella aun no abría sus ojos.

─El cielo te acepta como una hija y te indica que ya estas lista para ver. Abre tus ojos ¡Ho hija mía!

Ella lentamente levanto su cabeza y abrió sus ojos, que a pesar de estar lejos, pude distinguir que eran del más profundo azul y estaban llenos de admiración y una interminable gratitud. Se colocó de rodillas y la seda que anteriormente había estado en sus ojos, lo introdujo en un recipiente con agua. La Señora se colocó frente a ella y con una mirada me indico que era hora.

Me levante de mi lugar y Edgar me acompañó hasta mi cabaña (si, tenía mi propia cabaña. Estaba al lado de la de la Señora pero al fin y al cabo era mía, propia, solo para mi) y luego se regresó a la ceremonia. Esto era parte de las instrucciones que me había dado. No podía quedarme toda la ceremonia de bienvenida porque aún era una niña pero que con el paso de los años, cuando ya entendiera y comprendiera lo que significaba cada cosa, podría presenciar una ceremonia completa. Pero tenía que estar allí para presenciar la llegada de un nuevo miembro. También dijo que durante los siguientes años ella iba ser su estudiante, ya que sería ella quien tomara su lugar como líder de la comunidad en caso de que tuviera que dejar el lugar. Por lo tanto ella merecía el mismo respeto que la Señora.

A pesar de no haberme quedado hasta el final, fue algo que no olvidaré.

***

Solo escuché como todos volvían a sus cabañas cerca del amanecer. La señora había venido a asegurarse de que estuviera en la cama y darme las buenas noches. También dijo que después de desayunar quería verme.

Así que hacia allí era donde me dirigía. Estaba lo más presentable posible. Sabía que quería presentarme con la joven de anoche. Toqué la puerta y rápidamente se abrió.

─Con su permiso mi señora.

─Adelante Shadow, te estaba esperando. Pasa. Siéntate.

Entro y me siento en una de las tres sillas que hay alrededor de la mesa. Una ya está ocupada por la joven y la otra supongo que es para la Señora Esmeralda.

─Bien─ dice la calmadamente la Señora─ Shadow, ella es Claire. Como ya sabrás es mi estudiante y deberás mostrar respeto tanto como con los demás, como con migo. ¿Comprendes?

─Si mi Señora, comprendo─ me giro hacia la joven, que ahora se que se llama Claire y le hago una inclinación con la cabeza. Había recibido unas largas clases de conducta y sabia que también debía utilizarlos con ella.─ Le ofrezco una cómoda bienvenida. Estoy a su disposición en lo que [ueda ayudarle señorita Claire.

─Claire─ se dirige ahora a ella─ ella es Shadow. Es de quien te hablé. Está bajo mi meticuloso cuidado. Es como una hija para mi, por lo tanto deberás tratarla como una persona como todas las demás. ¿Comprendes?

Un largo silencio se prolonga cada vez mas y mas a medida que solo me escudriña con su mirada profundamente y no dice palabra alguna. Pero si sus ojos. Esos demuestran un leve terror, casi como Marissa pero mas disimulado. Me observa tanto que sin querer arrastro mi silla hacia donde está la Señora en busca de su protección.

─¿Comprendes─ le repite nuevamente

─¿Es ella?─ pregunta informalmente─ Parece una niña normal ─Me confunden sus palabras, y busco la mirada de la Señora para saber si sabe de qué habla. Lo único que hace es tomar mi mano suavemente. Y una de sus miradas severas y duras se sitúa sobre Claire de una forma muy aterradora y pesada. Ella capta su mirada y rápidamente me sonríe cálidamente─ Lo que quiero decir es que, no imagine que una niña como tú, quien hace tantas cosas, sea además de generosa, muy educada y bonita.

Me mantengo en mi lugar y me limito a responder con un respetuoso:

─Gracias

─Bien Shadow─ le dedico mi atención a la Señora, para distraerme de la extraña mujer que tengo al frente─ Mía me pidió que te avisara que necesita tu ayuda en la cocina el día de hoy. Necesitaremos mucha comida para el festín del día de hoy. Por lo tanto, te dedicaras a su ayuda nada más el día de hoy.

─Como usted diga─ me levanto de mi silla y le hago una reverencia─ Si me permite, me retiro.

─Claro─ dice sin prestarme mucha atención. En realidad se veía un poco molesta.

Hago una inclinación hacia Claire también, salgo y cierro la puerta a mis espaldas.

Sin embargo no estoy muy lejos y logro escuchar como la furia aborda las palabras de la Señora.

─Te lo advertí Claire. No puedes dar ningún indicio de la conversación que tuvimos. Es una persona normal. Es mi resguardada, y te prohíbo que le hables de esa manera. Serás castigada si ella se entera de cosas que no debe. Espero que esto si te haya quedado muy claro, estarás en tu tumba antes de que te des cuenta si sigues con esa actitud.

Escucho como se acerca a la puerta y salgo corriendo a toda prisa hacia la cocina con Mía, pensando en, lo que claramente, no tenía que haber escuchado. Pero que sin embargo me intriga mucho.

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