016- Graduation Day.

Días después de aquel día en casa de Ale, me encontraba en el medico para algunos chequeos sobre la herida que llevaba en mi abdomen debido a una de las tantas torturas que Nick me hizo en el almacen. ¿Por qué me examinaban? Buena pregunta, lo hacían puesto a que pase por una infección debido a las armas usadas por aquel monstruo , las cuales estaban totalmente oxidadas.

Por su parte, Ale ya se encontraba mejor, ya podía caminar con normalidad y su mano había mejorado un montón. El avance que llevaba en la superación de sus traumas era satisfactorio y yo conocía su esfuerzo, sabía que no sería fácil superar el trauma a algo tan normal como lo es bañarse o tocar una simple gota de agua.

Nuestra graduación se encontraba en camino, faltaban solamente unas cuantas horas para poder graduarnos y realmente pensaba que lo mereciamos, el sufrimiento que pasamos antes valió la pena para estar ahí y presenciar como el sueño de toda la vida se nos hacía realidad luego de morir, casi morir, volver a la vida y regresar a ser los mismos.

Eramos la viva representación de un ave fénix, salimos de las cenizas y volvimos a ser nosotros, las heridas del pasado eran solo eso: heridas.

Volvimos a nacer.

Mi familia había aceptado mi relación con Alexandra, se habían dado cuenta de lo tanto que ella me ayudo a cambiar esa tan fría y borde actitud que llevaba conmigo antes, me di cuenta que si, me había convertido en lo que más detestaba y gracias a ella pude cambiar.

Estaba de camino a dejar de ser un adolescente puberto con miedo al mundo que se escondía detrás de una capucha y cientos de libros, deje de usar aquella máscara que me generaba dolor, pase de ser un crío sin experiencia a convertirme en un adulto responsable de sus acciones. Deje de ser un niño, puedo testificar que vivi lo peor que un ser humano puede vivir, que mi vida estuvo a punto de acabar en dos ocasiones; pero aquí estoy y agradezco hacer luchado tanto para vivir cuando quise, agradezco tanto haberle hecho caso a Ale cuando me decía todas aquellas cosas que me impulsaron a ser quién soy ahora.

—Joder.—Alargué la ultima letra lo más que pude, estaba totalmente estresado.

—¿Qué ocurre, Hyunjin?—Preguntó Jenn.

—Alexandra no llega, ¿Habrá ocurrido algo?

—No seas imbecil, Hwang.—Murmuró Sharon.—Las mujeres nos tardamos arreglandonos, probablemente esta tarde y ya.

—Pero, la graduación esta por empezar.

—Lo sabemos, relajate y espera, Alexandra llegará dentro de poco.

Pasaban los minutos y el estres me hacía cabrearme más, hasta que a lo lejos pude identificar aquella figura familiar, vistiendo nuestra toga azul con dorado, con su birrete de los mismos colores, corriendo torpemente debido a los altos tacones que llevaba puestos. Su maquillaje resaltaba mucho más su belleza, se veía totalmente maravillosa.

Esa es mi novia.

—Hola chicas.—Saludo a cada una de ellas con un beso en la mejilla, inclinandose un poco más hacía Jenn para decirle algo, intente acercarme a escuchar pero la antes mencionada me alejo con su mano.

—No seas cotilla, Hwang.—Murmuró atenta a lo que mi chica le decía.

—Sin culparme, eh. Que mi linda novia se demoro veinte minutos antes de lo establecido y llego sin saludarme.—Dije fingiendo estar cabreado.

—Te ves un poco cutre haciendote el cabreado.—Expresó Sharon.

—Callense ambos.—Dijo deteniendo la pequeña riña entre Shron y yo.—Hola, mi amor.—Sonreí al escuchar el apodo, antes de sentir el casto beso que la chica dejo en mis labios.

—Hola princesa.

—Me dais asco, ¿Sabeis?—Mencionó Sharon.

—¿Te pregunté?—Respondió Ale con el mismo tono sarcastico que uso la antes mencionada, estallando todos en una risa.

Gracias al cielo que la graduación no había empezado.

Tenía el deber de dar nuestro discurso de graduación y no tenía idea de como iba a hacer eso. Los nervios me consumían y estaba hecha un desastre por los nervios, cosa que Hyunjin no tardo en notar.

Joder, no le había contado a Hyunjin.

—¿Esta todo bien, mi amor?—Prguntó preocupado.

—Claro que si, solo son nervios.—Murmuré. Mentirosa.

—Te conozco, se que mientes.—Tomó mis manos e hizo que lo mirara.—¿Que ocurre?

—Voy a dar el discurso de graduación.—Solté de la nada.—Los nervios me están ganando.

—¿Por qué no me habías contado?

—Tenía la cabeza hecha un lío.

El chico se quedó mirandome por unos segundos para luego reaccionar y darme un fuerte apreton en la mano que no tenía herida seguido de un beso en la mejilla.

—Confío en ti, se que lo harás.

Sonreí, como una imbecil.

Escuche mi nombre y desde luego era el director, quien me había llamado para dar nuestro discurso final, tome mi movil entre mis manos y lo lleve conmigo, ahí tenía el discurso. Al llegar allí arriba saludé a todos y me dirigí hacía donde debía estar.

—Buenas tardes a todo el publico presente.—Empecé.—cuando empezamos con toda esta locura para graduarnos, nunca pensamos en las tantas cosas que nos pasarían como promoción, creanme que jamás nos pensamos que viviríamos tantas cosas como lo hicimos, pero lo hicimos juntos. En cierto punto del camino pensamos en rendirnos, pero nos dimos cuenta de que una persona exitosa siempre sabe decir que no y eso fue lo que aprendimos, me siento orgullosa de todos y cada uno de nosotros, porque de no ser por nuestra valentía y nuestras ganas de vivir, no seguiríamos aquí con todos vosotros. Me siento sumamente orgullosa de cada una de las personas que conforman nuestra promoción, también de los que ya no están, estoy agradecida de haber escogido vivir y de haber luchado por hacerlo, porque ahora que estoy de pie aquí, me doy cuenta de todas las cosas que hice para lograrlo y de todo que nos esforzamos para una vez más, ser victoriosos. Esto es para ti, Han, ninguno de nosotros pensó en algún momento la posibilidad de perderte, creeme que lidiar con eso jamás fue fácil. Todos los que estamos aquí te imaginamos con una gran sonrisa sea donde sea que estés, graduandote con nosotros como siempre lo soñaste.—Tome aire, ya que las lagrimas me abordaron.—Esto es por ti, Jenn, que lloraste incanzablemente luego de tan tragico suceso, que sufriste cada noche mientras estudiabas para rendir examenes finales y que lo estabas haciendo todo por amor. Esto es por ti, Sharon, que jamás supiste como manejar que uno de nosotros ya no estaba y te quedaste a mi lado cuando las cosas emporaban, que estudiaste día y noche para finalmente decir que te graduaste. Esto es por ti, Hyunjin, que lograste superar todos y cada uno de tus traumas y problemas y abriste la posibilidad de que alguien te amase tal y como eres. Esto es por todos y cada uno de ustedes, gracias por escoger vivir y luchar por ello.—Los aplausos invadieron el lugar al igual que muchas de las lagrimas de mis compañeros, de mis amigos y de mi novio.

Mis ojos chocaron con los de Hyunjin y el me miraba con una sonrisa que denotaba orgullo y que denotaba todos y cada uno de los sentimientos que tenía por mi. Siempre supe que podría encontrarlo, me sorprende la manera en la que las personas se enamoran, de formas misteriosas. Baje de la tarima y me dirigi hacía mi lugar con una sonrisa satisfecha, di nuestro discurso de graduación y me sentía tan orgullosa de haberlo hecho.

Así como lo dije en el discurso, esto es por Han, por todas las sonrisas robadas de todos aquellos estudiantes que también querían ser como nosotros, estar en nuestro lugar antes de dicho suceso. Estas sonrisas valen la pena, siempre lo harán. Pensé en mi mejor amigo, en que habría dicho si estuviese aquí, como me hubiese mirado y también pensé en la forma en la que el habría estado vestido, pensé en las miles de veces que me trajo de vuelta a la vida, quise imaginarme una vez más su sonrisa ensanchada de la felicidad y sus cachetitos regordetes todos abultados por la gran sonrisa que portaría. Llegue hacía mis amigos y mi novio, quienes me esperaban con los brazos abiertos, cuanto desearía que Han estuviese aquí, siempre lo haré. Mi corazón latía con fuerza mientras los tres me abrazaban fuertemente sabiendo lo doloroso que era para mi que Han no estuviese a mi lado en el momento más importante de toda mi vida.

A pesar de toda la tristeza que sentía, también sabía que el odiaría verme llorar, así que no lo hice, por primera vez no lo hice. Le dedique mi vida entera a este sueño y ya lo había cumplido, una vez más.

—El estaría orgulloso.—Escuché entre todo el ruido del lugar. Era el señor Lucks.—El siempre te quiso como una hermana, Ale, siempre.

—Señor Lucks...—Murmuré.

—Han te dejo esto, con todo lo del secuestro y tu recuperación no pude entregartelo.—Me extendió una caja, que a decir verdad, estaba pesada.

—Gracias...—Dije mientras limpiaba mi nariz y aquel hombre se retiro.

Deje la caja a un lado de mi silla y empezaron a darnos nuestros titulos de graduación.

A decir verdad, estaba muy orgullosa de haberlo logrado. Lo logré, joder.

Todos nos acomodamos para nuestra última foto grupal, la última de la promoción. La tristeza invadió nuevamente mi pecho.

Uno, Dos y Tres. Los birretes al aire, oficialmente estabamos graduados.

No quería que esto se acabase, aún no.

El after graduación había comenzado, todos portabamos vestidos de gala, algunos mucho más elegantes que todos. Esta era nuestra última fiesta juntos.

Ale portaba un vestido negro, que a decir verdad le quedaba de maravilla. Su cuerpo era una maravilla del cual era dueño.

Siempre me preguntaba el porque ella me había escogido a mi, habiendo muchisimas otras personas mejores que yo, pero me di cuenta de que ella era una flor rodeada de un campo de flores y yo era aquel jardinero que podía cuidarla sin problema alguno, juré que siempre la protegería incluso de mi mismo y ahora, ahora es mi cielo.

Cuando mis pies no tocaron el suelo y mi propio corazón me subestimó, ella estuvo allí incondicionalmente sin dejar que alguna de mis actitudes la dañase. Aunque eventualmente lo hice, cosa de la cual me arrepiento demasiado, ella estuvo ahí.

—Hyunjin, ¿ocurre algo?—Preguntó ella mientras se acercaba a mi.—Luces decaído.

—No ocurre nada preciosa.—Se sento a mi lado con el ceño fruncido, sabía que le había molestado que le mintiera, me conoce bien.

—¿Por qué me mientes?—Dijo mientras suspiraba.

—No lo hago.

—Cada que me mientes muerdes tu labio intentando contener tu mentira.—Me conoce demasiado bien.

—Debes dejar de intentar buscar algo donde no lo hay.—Murmuré, me sentí extraño.

—La última vez que me dijiste eso terminaste distanciandote de mi y terminé gritandote en los juzgados.—Imitó mi acción.

—No es mi culpa que seas tan cotilla.

—¿Soy cotilla?—Murmuró y sentí como se le rompió la voz. La cagué monumentalmente.—No necesito que me lo recuerdes, Jinnie.—Se levanto dejandome con miles de preguntas.

Eres mi wild flower, Ale...

Palabras que se quedaron estancadas en mi pecho.

Y probablemente se quedarán por mucho tiempo allí.


-With love, Danna.

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