015-Scars.

luego de dos semanas en el hospital me encontraba finalmente en mi casa, en mi hogar. Observaba todo a mi alrededor, en un vago intento de grabarme las mayores partes posibles de mi casa.

Sin duda este lugar era lo mas preciado en mi vida.

Aún mi cuerpo dolía demasiado, pero sabía que era algo temporal, que en algún instante volvería a ser la misma, con algunas heridas. Hyunjin se había mejorado rápidamente y por esa misma razón ya estaba de pie y podía caminar a la perfección, se encontraba conmigo acompañandome de regreso a casa.


—A ver linda, ¿Qué tal si tomas tu primer baño?—Preguntó Hyunjin entusiasmado.

—Ehm...Jinnie.—Murmuré nerviosa.—¿Podríamos dejar eso para luego?

—¿Qué ocurre preciosa?—Me miró dubitativo—Sabes que puedes decirme lo que sea, linda.

—Es que...es muy estupido.—Susurré.

—Nada que se trate de ti es estupido, Alexandra.—Dijo mientras se ponía de rodillas frente a mi.—¿Qué pasa?

—Desde que...Desde que Nick opto por torturarme con el agua no he vuelto a tocarla. Me aterra demasiado y se me vienen los recuerdos.—Suspiré con lagrimas en mis ojos.

—Mi niña...—Murmuró mientras besaba el dorso de mi mano derecha.—A ver, hagamos una cosa, entrarás conmigo y te ayudaré en lo que sea, ¿Si, mi amor?

—Está bien...—Dije mientras lo miraba con un poco de miedo en mis ojos—Si me da mucho miedo, ¿Nos saldremos?

—Todo lo que tu desees, mi amor.—Expresó mientras que se quitaba lentamente su camiseta, dejando a la vista su marcado abdomen y las pequeñas cicatrices que poseia del accidente.

Mi novio si que esta bueno, Dios.

Ignoré todos aquellos pensamientos mientras lo observaba ayudarme con mi ropa, empezando por mi camiseta holgada que a decir verdad era suya, era de Hyunjin. Prosiguió con mis shorts y junto a ellos mi ropa interior, dejando mi nucleo totalmente expuesto a su mirada y aunque el ya lo haya visto antes, me avergonzaba un poco.

Me tomó de la cintura con sumo cuidado y me cargó al estilo princesa llevandome hacía mi baño, con el mismo cuidado con el que me subío a su cuerpo me dejo en el suelo tambaleandome un poco ya que aún no podía caminar correctamente. Abrio el grifo y el agua empezó a caer directamente a la tina, simple acto que me asusto inmeidatamente haciendo que intentase moverme y soltase un chillido de dolor.

—Joder Alexandra.—Murmuró mientras me tomaba de la cintura preocupado.—¿Duele?

—N-no, solo me a-asuste.—Dije en un tono bajo.

—Necesito que me ayudes, ¿Vale? Solo no podré hacer esto, mi amor.—Dejo un casto beso en mi frente y me ayudo a caminar hasta la tina.

De tan solo estar al frente de aquella tina, con el agua cayendo sobre ella mis recuerdos llegaron como un rayo de luz a mi mente, aterrandome al instante. Las lagrimas se apoderaron de mi, dejando mi campo de visión nublado y la razón totalmente perdida; Hyunjin se posiciono frente a mi y tomó mis manos con sumo cuidado, recordando que también llevaba heridas allí.

—Vas a escucharme solo a mi, preciosa, ¿Está bien?—Preguntó y yo solo asentí.—Vas a empezar por tus brazos, tus piernas y luego tu hermosa cabecita, ¿Me escuchas?—Repetí la misma acción, haciéndole caso en todo momento.

Ya me encontraba dentro de la tina, debilmente de pie mientras mojaba aquellas partes de mi cuerpo con los ojos cerrados. Tenía mis manos sobre el pecho de Hyunjin quien se encontraba ya mojado.

Llegó el punto decisivo, introducir mi cabeza dentro del agua. 

Esa era la peor parte.

—Ale...—Dijo Hyunjin envalentonado en un suspiro.—Vamos, chiquita, tu puedes.

—N-no puedo.—Susurré.—Tengo miedo.

—Si puedes mi amor, relajate.

Suspiré nerviosa mientras que las lagrimas recorrían mis mejillas, finalmente tome valor e introduje mi cabeza en el agua mientras que estallaba en llanto. Los brazos de Hyunjin me rodearon y acariciaron mi espalda baja, por mi parte descargaba todo lo que llevaba dentro, lloraba con mucho enojo y también tristeza por el miedo que algo simple me provocaba.

—Lo lograste, chiquita, lo hiciste.—Susurró Hyunjin en mi oído mientras acariciaba mi cabello con su otra mano libre, su voz sonaba grave y gruesa, eso volvía a provocar mariposas en mi estómago.

—Te adoro, Hyunjin.—Expresé mientras abría los ojos y lo observaba. Su cabello rubio mojado cayendo sobre su frente haciendo una sombra sobre su mirada, su pecho mojado y esa mirada que siempre me había gustado.—Te amo mucho, ¿Lo sabes?

—Lo sé. Yo te amo muchísimo más, mi luna.—Con su mano derecha subio mi menton y me beso.

Sabía que lo amaba, ¿Por qué? Porqué sus besos aún seguían siendo de lo más especiales, aún seguía sintiendo mariposas cada que me miraba, porqué era la unica persona que podía tocarme tan malditamente bien sin hacerme sentir verguenza. Era simplemente él, su escencia era lo que a mi me mataba y esos ojos de cervatillo diciendome "al carajo todo esto, te necesito a ti".

Y yo si que lo necesitaba, más de lo que quería.

—¿Todo bien?—Murmuró en mi oído, sacandome un suspiro.

—Todo esta bien, corazón.—Sonreí genuina, dandole un poco más de confianza.—Sueltate, estas tenso.

—Me da miedo lastimarte.—Acaricio mi mejilla castamente.—No sabes cuantas cosas estoy pensando en este momento.

—¿Qué es lo que pasa por esa hermosa cabecita?—Hice que me mirase, sus ojos llenos de una oscuridad perpetua, sin dejar a un lado sus tan lindos ojos de cervatillo.

—Si te lo digo, probablemente terminemos en otra cosa.—Murmuró nervioso.

—¿Hwang Hyunjin nervioso?—Reí.—¿Nervioso por confesarme que quieres follar porque llevas tiempo sin hacerlo?—Susurré en su oído.

—Me pones nervioso, como la primera vez que te tuve abierta de piernas.—Dijo nuevamente en un tono bajo.—Yo de ti, me callo.

—¿Ah si?—Lo reté.—¿Qué harás si no lo hago?

—Te tendré poca consideración, Ale.—Susurró en mi oído.

—Mmh, no me da miedo que no me tengas consideración. Lo hemos hecho antes y quién ha terminado rogandome por más has sido tu, mi amor.—Sonreí mientras abría nuevamente el agua, cayendole agua fría.—Esto ayuda a la calentura, rey.—Reí sonoramente.

—Que cabrona.—Dijo con un sonrisa.

Sus ojos brillaban, tal y como lo había imaginado antes, como siempre lo había soñado.

Él definitivamente era mi sueño y siempre lo había sido, con su ayuda, sé que lograré cerrar todas aquellas heridas abiertas, dejando solo cicatrices para que el bese y acaricie una vez más.

-With love, Danna Kim <3

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