011- Now i feel like i was an old cardigan.

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La tranquilidad ahora era nuestro sentimiento más profundo. Pero supongo que todas las cosas no pueden ser siempre tranquilas.

—Hyunjin.—Llamo ale, a través de aquella video llamada.—Hay un tipo afuera de casa.

—¿Uhm?—Murmure.—Muéstrame.—Dije y ella cambió la cámara para mostrarme y si, allí había un hombre raro.

—Hyun, estoy asustada.—Me dijo en aquel tono que detestaba, no porque fuese ella, sino porque sabía que estaba asustada.

—Lo se, preciosa.—Murmuré.—Ire para allá en unos minutos, encierrate en tu habitación y no hagas mucho ruido, ¿Vale? Y si ocurre algo, me llamas inmediatamente.—Espeté, ella solto un sonido de asentimiento para luego colgar la llamada.

Tome mis cosas y un hoodie que sabia que a Ale le gustaba, sentía esa necesidad de protegerla a toda costa. Salí rápidamente de casa sin siquiera avisar a donde iría, me importaba más mi novia que el resto. Llegue a sentirme frustrado al saber que no podría llegar a tiempo pero, corrí lo más que pude hacía su casa.

Al llegar, ya no había nadie acechando su casa, así que la llame para decirle que ya estaba aquí, que podía salir.

—Dios mío.—Murmuré cuando ella abrió la puerta.—¿Te encuentras bien?

—Solo estoy asustada.—Suspiró.

—Alexandra.—Dije su nombre y ella me miró con cierto miedo.—Puedes contar conmigo siempre.

—Lo se.—Dijo haciéndose a un lado para que yo pudiese entrar.

Ella cerró la puerta y segundos después ya se encontraba abrazándome, jamás podría olvidar como se sentían sus abrazos, como sus brazos eran lo que más anhelaba.

Cuando eres joven, asumen que no sabes nada.

Pero lo sabes todo.

Y ahora, ahora me siento como si fuera un viejo cárdigan, debajo de la cama de alguien.

—Todo estará bien, bonita.—Murmure en su oído.

—Prométeme que si en algún momento nos separamos siempre regresaras a mi.—Dijo con la voz quebrada.

—Siempre lo haré, bonita, lo prometo.—Dije con una sonrisa confortante, mientas la dirigía lentamente hacia el sofá.

¿Que estaba ocurriendo?

Todas las chicas que amabas antes, te hicieron el chico que ahora amo, te estoy enseñando como el amor puede cambiar todo.

Cada callejón sin salida te llevó directamente a mí, ahora eres todo lo que necesito, estoy muy agradecida por todas las chicas que amabas antes, pero te amo más.

—Hyun...—Murmuré al notar como su cuerpo estaba sobre el mío, sin hacerme mucha presión.

—Ale...—Imito mi acción.—¿Por qué siento esta necesidad repentina de besarte?

—Y-Yo..., también siento lo mismo.—Murmuré.

Tensión sexual, imbecil.

Luego de unos segundos de quedarnos viendo fijamente, sentí una pequeña presión en mis labios. Eran sus labios presionando los míos, era impresionante la manera en la que podía hacer eso sin siquiera consultarlo antes. Era cierto que estaba cansada de estar sola en casa y que quería que el se quedase pero también me daba miedo no tener mi corazón a salvo.

Sus manos lentamente fueron recorriendo lentamente mi cuerpo, sin hacerme sentir incomoda. Mientras que aquella repentina sensación en mi vientre empezaba a hacerse presente, si, era la primera vez que me ocurría esto pero, nunca pensé que podría ocurrir con Hyunjin.

Cambio de posiciones, dejándome en su regazo, como siempre. No se sentía para nada incomodo, simplemente eramos el y yo dándonos besos, besos que pasarían a algo más, quizás.

Pude sentir como un pequeño bulto creció debajo de mi, supe inmediatamente lo que era, no era difícil de intuir. La desesperación se hizo presente entre los dos y la ropa poco a poco empezó a molestar, el calor empezó a molestarnos. Mis mejillas se encontraban rojas y las suyas, ni hablar.

Sus frías manos fueron quitando mi cárdigan, fue tan lento que se sentía como si fuese una especie de tortura. Finalmente me dejó solamente con mis shorts y mi top deportivo.

Aquellos labios tan dulces abarcaron una nueva parte de mi cuerpo, dejando aquellos fogosos besos en mi cuello bajandolos cada vez más, hasta llegar a mi pecho. Tenía miedo, no lo podía negar, pero también aquella sensación nueva me intrigaba y quería saber porqué me sentía así. Hyunjin también se había encargado de si mismo, enseñándome a como hacer las cosas con el, finalmente se encontraba sin camiseta y pude ver aquellas marcas de todas aquellas cosas que me contaba que le hacían, sin contar de quedarme embobada con su grandioso cuerpo.

—¿Linda vista?—Dijo con su voz gruesa, ¿A quien no le pondría cachonda esa voz?

—Cállate.

Volvimos a lo nuestro, me dejo cuidadosamente sobre el sofá y sus besos fueron bajando lentamente hasta mi abdomen, con sus dientes bajo mis shorts y mi ropa interior, haciendo que un pequeño siseo saliera de mi boca.

La vergüenza me cayó como un balde de agua fría, me encontraba desnuda y no es que me diese vergüenza mi cuerpo, sino que me daba vergüenza mostrárselo a él.

—Eres perfecta, ¿Lo sabes?—Dijo y pude sentir su aliento allí, ALLÍ.

Mis nervios aumentaron al ver como su mirada sobre mi se oscurecia, su mirada me pedía permiso para hacerlo.

¿Que podría salir mal?

Más que perder la virginidad con el chico al que más amo.

Asentí con cuidado para luego sentir como su lengua hacia contacto con aquel punto dulce, era simplemente maravilloso. Mis ojos se dieron vuelta al notar como su lengua iba más allá de mis límites, estaba rompiendo mis límites. Luego, sus dedos se unieron a la batalla, siempre me había dado cuenta de que sus dedos eran largos, pero jamás pude imaginármelo haciendo una cosa de este tipo con aquellos largos datos. Su mirada buscaba la mia con desesperacion, mientras que me hacía gemir bajo, dirigí una de mis manos hacia su cabello, tomándolo suavemente para hundirlo más en mi, era una sensación inexplicable.

Mis ojos volvieron a darse vuelta cuando senti una oleada de placer llegar a mi, no podía creer que tan solo con sus dedos y su lengua podía hacerme llegar al orgasmo. Pude notar como aquella erección se hacía más grande, Dios, como amo ser team sangre.

El me miró y no dude en lo más mínimo, desabroche su pantalón lentamente, lo cual parecía ser una tortura para el así que intente hacerlo lo más rápido posible.

Esto de verdad está ocurriendo.

Nuestros cuerpos llenos de sudor y su pecho y el mío rozando cada que saltaba sobre el, sus besos sobre mi cuello calmaban aquella sensación de necesidad y cuando estuvimos a punto, llegamos juntos.

Siempre juntos.

Y si, si que me sentía valorada.

Para ser mi primera vez, no estuve tan mal.

—Eres totalmente perfecta.—Murmuró con aquella voz y con su respiración entre cortada.

—Tu tambien lo eres.—Sonreí.

—Te amo mucho, ¿Lo sabes?

—Lo se. Yo también te amo.—Le di un pequeño beso, mientras que con sus fuertes brazos rodeaba mi cuerpo.

Me sentía segura estando en su pecho, en aquella seguridad que su gran cuerpo me daba. Aquellas palabras me hicieron sentir tan feliz, feliz de que por fin fuéramos totalmente del otro.

Me sentía completa.

Pero, no todo es perfección.
















Todos moriremos.

-Author's Note ♡

QUE FINALLLLLL.
Dios mío, no me lo creo.
Esta corto este capítulo porque en el que sigue pasarán cositas.

-With love, Danna Kim 💕

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