002- Kill me.
"Y si me miento es pa' ayudarme, porque tengo que olvidarte."
Nunca pensé que mi vida se iría cuesta abajo en los últimos días.
Todo había sido tan fríamente calculado que ni me di cuenta de cuando los disparos empezaron a retumbar los pasillos de mi escuela.
Y yo empezaba a ver rojo, no solo por la sangre que se escurria en el suelo de los pasillos de la escuela.
También por la ira.
Días antes.
—El jodido examen de matemáticas me tiene pensando en que carajos voy a hacer si lo pierdo.—Solto mi mejor amigo.
—No seas vago, Han. Estudia.
—Es que es complicado y aburre.
—Al menos de que quieras que tu madre te tenga todo un mes sin salir, yo de ti estudiaría.
—Tienes razón.
—Ahora camina, tenemos química y vamos a llegar tarde.
—Que flojera con la química, carajo.
—Muévete, no seas vago.
Ese día las clases fueron normales, nuestras vidas iban de maravilla y nunca fallabamos en nada, siempre era perfecto.
A no ser por una cosa...La actitud de Nick.
Siempre he mencionado que los ruidos fuertes son mi debilidad y aunque a muchos les parezca tonto, todo eso tiene una razón de ser, un trauma.
Pero nunca me ha gustado mencionar el hecho de que casi muero en un tiroteo en una farmacia, porque duele, porque ahí también perdí.
Al escuchar lo que nick decía que quería hacer, todo dentro de mi tembló y empeze a temer por mi vida.
¿Estaba loco?
Era imposible que quisiera imitar aquellos tiroteos escolares que se presentaban por la ciudad y que aunque nunca pensé que fuese capaz, el lo estaba diciendo, salía de su boca.
Me asuste, porque pensé por un momento en que ocurriría si a Nick se le cruzasen los cables y cometiera una jodida locura, ¿que no le jode?
Pero Han supo cómo desconcentrar mi mente de aquel altercado en nuestro salón, que también pasaba por una etapa de miedo, bajo las sombras.
Miami no estaba pasando por un buen momento.
Y yo tampoco.
—Right Of Passage, classic maverick, match in the gas tank, oh that's wretched.—Tararee felizmente.
—¿Por qué tan feliz?—Pregunto Han.
—Logre que Hwang Hyunjin me sonriera. Carajo, soy una experta.
—Wow, ¿Ese? ¿Sonriendo? Carajo, el mundo se caerá.
—Silencio, Han, no tienes idea de lo que me costo que lo hiciera.
—Ya debes de caerle bien, supongo.
—Yo espero que si, además, se ve que es un tío muy agradable. No se mete en pleitos ni nada por el estilo.
—Eso es que te gusta, tira pa' acá.
—Silencio, animal, que a ti te gusta la Jenn.
—Silencio, carajo. ¿Quieres que lo sepa?
—Ya deberías decírselo, ¿No te jode?
—Pues, no tengo el valor suficiente como para hacerlo.
—¡Ay vamos! No es nada, es simplemente sentarla en algo cómodo y contarle todo.
—Eso es complicado. Además quizás y le guste el loco de Nick.
—Hablando de él...¿Recuerdas lo que dijo en clases de historia?
—¿Lo del tiroteo? Me acuerdo perfectamente.
—Eso no es algo muy normal en el.—Me sente en uno de los sillones de la sala de descanso.
—No te preocupes, Ale. Eso es de lo mas normal en Nick.
—No, Han, no. No es normal querer iniciar el caos en el lugar en el que estudias, no me jodas.
—Tienes razón, pero, esos comentarios siempre los hace.
—Pues ponedle atención. Que no cualquiera dice esas idioteces.
—No entiendo porque te preocupa tanto.
—Porque estas en esta misma escuela, porque yo lo estoy, porque Hyunjin lo esta. Por eso me preocupa.
—Ale, ¿Tienes miedo de revivir tu trauma?
—Calla esa boca, no me jodas.
—Dime la verdad, Alexandra Grey, se supone que ya lo habías olvidado.
—Mis cojones 33.
—Ale, por favor.
—Está bien. Me rindo, no lo he superado.
—Me dijiste que si, me mentiste.
—Lo siento, Han. No quería preocuparte con estas cosas, se que cansan.
—Eres mi mejor amiga, nada cambiara, Ale.
—Está bien, supongo.
Al pasar de los días el ambiente se iba poniendo tenso, ya que la semana de exámenes se acercaba y todos los estudiantes estaban preparándose para aquellos acontecimientos, sin saber lo que ocurriría días después.
Ale y Han estuvieron juntos toda aquella semana, intentando descubrir más cosas sobre el misterioso Hwang Hyunjin, quien aún seguía siendo aquel gilipollas del que Ale antes hablaba con tanto odio y desprecio, pero que ahora su desconcertante actitud le atraía.
Y Nick, no hablar de el, estaba distraído, triste y sin alguna razón buena para sonreír, su aula estaba preocupada por saber que ocurría con el. Preocupados por aquellas amenazas de Nick, su agresividad y aquellas señales ignoradas por sus mayores, personas que debían cuidarlos, que debían protegerlos y tener sis ojos sobre ellos, sin embargo fueron ignorados todas aquellas veces en las que Ale denunció aquellas actitudes de su compañero de toda la vida.
Aún así, siguieron con la rutina, normal, como si nada hubiese ocurrido. Pero aquel 14 de febrero, sí, San Valentín se acercaba con aires de peligro, aires de dolor y sangre derramada en el piso. Un dia que se supone que debería ser de amor y amistad, un día que las personas debían disfrutar cada pequeño minuto, cada pequeño segundo, cada cosa que sucediera, pero lamentablemente así no fue.
—Ale, hija.—Dijo su mamá mientras le tocaba el hombro.
—¿Señora?—Viro su cuerpo y poso sus ojos en su madre.
—No se porque, pero tengo un pequeño mal presentimiento.
—¿a qué te refieres, mama?
—Solo se que no quiero que vayas a la escuela.
—Ma, estate tranquila, quizás solo estás sobrepensando todo.
—Hija, este sentimiento de madre no se me quita. Ese compañero tuyo, Nick, hará algo, estoy segura.
—Mama, por favor, estaré bien. Además puedes escribirme, yo responderé.
—Está bien, cuidate muchísimo el día de hoy.
—Si ma, si, adiós.—Movió la mano en forma de despedida, tomo su mochila y salió de casa.
Al llegar a la escuela, tensión se sentía ante aquella advertencia de su madre, pero decidió seguir con su vida y encontrarse con su mejor amigo Han y seguir con las clases, pero aquella chica no olvidaba esa advertencia que le puso los pelos de punta.
—Mi madre me ha hecho una advertencia con Nick.
—¿Y eso?
—No lo sé, malos presentimientos yo supongo.
—Esos malos presentimientos son aterradores, aunque las mamás siempre tienen razón.
—Lo entiendo, pero me menciono a Nick.
—Quizas sea por lo que Nick menciono la última vez, pero no te preocupes, no sucederá nada.
Pasadas las horas, Han y Ale se encontraban en su clase de Arte, intentando dibujar cuerpos humanos mientras bromeaban sobre la forma de él dibujo de Han.
Hyunjin como siempre, se encontraba solo en su puesto mirando a Ale, quien reía con su mejor amigo sobre las bromas que este decía. El no podía negar que aquella sonrisa de Ale le atraía, muchísimo, pero su vida no iba con la de ella y muchísimo menos con la de Han, su mejor amigo. El creía que no debía sonreír, ya que mostraba su lado más tierno y cursi y lo tomaba como debilidad aunque no lo fuese.
Pensaba que Nick era un idiota solitario con ganas de llamar la atención, aunque se había dado cuenta del peculiar gusto de este por los genocidios, lo sabia gracias a su padre ya que era compañero del padre de Nick en la base militar, por eso cambiaban constantemente de casa y ciudad, y eso hacia que los dos fuesen un tanto solitarios, demostraba su odio constantemente ante las personas y decía que estaba lleno de odio..Y que aquello le gustaba de alguna forma.
En cambio Hyunjin sufría la frialdad y la distancia de sus dos padres, poco cariñosos y simpáticos con el, les hacía falta aquel amor que su hijo necesitaba, escribía en su diario amargura con tendencias suicidas. Quería morir, no le parecía justo, quería ser feliz pero nunca lo había sido. Tenia una frase que podía asustar a cualquiera y por eso había decidido no relacionarse, "Resumamos mi vida, la existencia más miserable de la historia del tiempo."
Decía que las amistades no duraban, ya que o lo traicionaban o el se iba y no los volvía a ver, el amor le parecía algo un poco estúpido, ya que nadie en los últimos años había logrado ganar su confianza a excepción de Ale...Aquella chica que dio todo de ella para que él sonriera así fuese una vez y lo logro, de una forma un tanto estúpida, pero lo logro. Había ganado cierto terreno en el corazón de Hyunjin y eso era algo que el siempre le agradecería a aquella chica, hacerlo sonreír.
Los ojos de ella eran algo que lo hacían derretirse como un helado, su sonrisa le paralizaba los huesos y cuando un saludo se avecinaba por parte de ella, bajaba la cabeza y escondía sus sentimientos, no quería ser ilusionado de nuevo.
Al paso de los minutos aquella clase fue acabando, justo cuando los estudiantes estaban por irse, la alarma de incendios sonó y estos empezaban a salir por la puerta rápidamente.
Ale y Han estaban asustados ya que no sabían que ocurriría o porque se había desatado el incendio, pero de algo de lo que sí estaban seguros era de que tenían que sobrevivir. Hyunjin, por su parte, no se encontraba asustado ni alterado, ya que sabia de que sobreviviría...Pero las palabras de sus maestros fueron interrumpidos por ráfagas de disparos retumbando en las paredes de aquel lugar.
Entre tanto disturbio y enredo, Hyunjin y Ale quedaron al descubierto en los disparos y lograron divisar a aquel tirador.
Nick Huddy.
Ale se paralizó por completo y al no poder reaccionar, fue rozada por una de las balas pertenecientes a la ráfaga de balas desprendidas del arma de largo alcance de Nick. El dolor empezaba a llenar cada uno de los sentidos de Ale y este era combinado con miedo y angustia, hasta que reaccionó, al sentir un jalón de su compañero Hyunjin, dirigiéndolos hacia los baños.
-With love, Danna Kim <3
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