Grace:

Cuando Angela, me suelta de su agarre dejo caer mi bolso al piso, y me siento en el mueble grande de la sala, Angela se aleja hacia la cocina en busca de unos snacks. Yo saco mi celular del bolsillo de mis short para distraerme mientras espero a que An vuelva, me estoy riendo de un meme muy chistoso sobre una de mis series favoritas cuando escucho a alguien bajando de la escalera.

— Vaya, vaya, tenemos carne fresca esta noche— desvió la mirada de mi celular para ver a Angelo al pie de la escalera— ¿Que te trae por aquí, pequeña?.— lo veo sonreír con arrogancia.

— Oh nada, solo vengo a limpiar la piscina— le responde sarcásticamente, volviendo a ver la pantalla de mi teléfono, ignorándolo finalmente.

Siento que se acerca a mi, caminando con pasos cortos pero firmes, lo miro por el rabillo del ojo y noto que sus manos están posadas en el espaldar del mueble en donde estoy sentada.

— ¿Que haces alli detras?— preguntó girándome sobre el mueble para verlo.

— Nada, realmente— se encojé de hombros.

— Bueno puedes ir a hacer "nada", en otra parte— lo corro— es que estas en mi espacio personal.

Él se inclina hacia al frente, poniendo nuestros rostros a unos cuantos centímetros de distancia. Sinceramente su cercanía me pone un poco nerviosa.

— ¡¿Qué crees que haces?!— intentó hablar con firmeza pero mi voz tiembla.

El no me responde y solo se me queda mirando fijamente, yo intentó mirarlo a los ojos, pero mi mirada baja vagamente hacia su pecho, en donde puedo ver sus grandes y marcados músculos. Siento mis mejillas arder de tan solo verlos, retiró la mirada de allí  un poco avergonzada para volver a verle la cara a Angelo, cuando veo que su mirada está fija en mis labios, haciendo que una sensación de incomodidad me recorrer por todo el cuerpo; Gracias a Dios alguien pega un pequeño grito, asiento que  Angelo se aleje ambos volteamos a ver a hacia la cocina de donde provino ese ruido.

Al ver a Angela de regreso me levanto de un salto para ir a ayudarla ya que se le cayó una bolsa, ella me pasa la mitad y nos dirigimos hacia la mesa que está en el medio de los muebles. Todos nos sentamos sobre los muebles para ver un película, agarro el control y presiono el boton donde dice Netflix.

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— ¿Entonces?, ¿Verdad o Reto?— Angel mira a Angelo con una mirada expectante.

Levantó la mirada de mi libro, para ver a mi mejor amigo pensando en que responder. Después que vimos la película y ya no teníamos nada que hacer, nos pusimos a jugar juegos dé mesa pero no habían suficiente asi que agarre agarre mi libro del mueble y me puse a leer esperando a que los trillizos se les ocurriera algo interesante que hacer. Hasta que se les ocurrió esto.

— Verdad,— afirma Angelo seguro de su elección.

Al parecer Angel ya sabia que preguntarle a su hermano, ya que no piensa mucho y suelta una pregunta de una vez.

— ¿Te gusta alguien?— Angelo se hecha hacia adelante, esperando a que su hermano responda.

— Eh...— un tono rojo oscuro se posa sobre las mejillas de Angelo, haciendo que yo suelte una pequeña risa por la diversión.

— A ver, Ange— bajo el libro a mi regazo— ¿quién es la afortunada?.

— Ah,— veo que se rasca la nuca incómodo.— ya son muchas preguntas, ¡el siguiente!.

Todos nos reímos a carcajadas, por la actitud nerviosa de Angelo.

— Si, si muy gracioso— dice sin humor— ya podemos seguir con el juego.

Todos paramos de reir, recuperando el aire.

— Grace— dice mi nombre, haciendo que voltee para verlo— ¿Verdad o Reto?.

Dudo al hablar— Reto.

Lo veo pensando, sonríe de lado para luego mirarme.

— Cuenta hasta treinta al revés, si te equivocas cumples otro reto— sonríe, con autosuficiencia.

— Ok— empiezo— treinta,veintinueve,veintiocho, veintisiete— hago una mueca— veinticinco.

— Perdiste,— celebra— te toca otro reto,— vuelve a pensar— Sal afuera de la casa, y te pararas en la calle y le pedirás a la primera persona que veas y le pides un beso.

— ¿Pero que?, estas loco ¿si sabes que es tarde?, ¿y estoy en pijama?.

— ¿Y?— se encojé de hombros.

— Como que y que "Y",— me molesto— afuera hace frío.

— Te pones una chaqueta.— dice— Si quieres te puedo prestar una de las mías.

— Ok— suspiro derrotada— pero si muero de hipotermia, es tu cumpla.

— Si Grace, yo te llevaré flores y ayudare a servir el café en tu funeral— se burla.

Y lo veo levantarse, y dirigirse hacia las escaleras, unos cuantos minutos despues lo veo bajar con una chaqueta. Roja con cuadros blancos y negros, así como de leñador, me la pongo y salgo de la casa caminando hacia la sera de la carretera; rogando para que la primera persona que vea sea conocida. Para mi buena o mala suerte nadie caminó por esta calle por como cinco minutos y me estaba congelando, mentalmente estaba pensando en como matar a Angelo y que nadie nunca lo encontrarán, cuando ya me estaba muriendo de frío veo a unos cuantos metros de mí a alguien acercándose;no se si alegrarme o estar triste.

Intento ver bien a la persona acercándose, por su silueta al parecer es un chico y lleva puesto un suéter con capucha color celeste, mientras se acerca puedo verle mejor la cara. Como a cuatro metros de distancia de mí puedo verle la cara y resulta ser Erick el chico de la guitarra me alegró al verlo, sinceramente este chico ya me esta callendo muy muy bien, nos estuvimos mensajeando y he podido conocer más sobre el. Por ejemplo, aprendí que aparte de tocar la guitarra, tambien toca un poco de piano, y ama todo lo que tenga que ver con Spiderman y ama mucho a los gatos, en especial a su gatita Melany.

— Hola— le digo, abrazándome por el frío.

El se hacerca a mi, a una distancia prudente de un metro.

— Hola— levanta la mano, saludándome.— ¿Que haces aquí afuera, tan tarde?.

— Una historia un poco tonta— le respondo al recordar, el reto.

— Bueno creo, que esa historia no es lo suficientemente tonta como para que estés, aquí afuera llevando frío— se acerca más a mi.

— Por cierto, ¿tu que haces aquí tambien es de noche y hace frio?— le digo cruzándome de brazos.

— Bueno, me gusta dar paseos nocturnos— admite.

— Ah, eso tiene sentido.

— ¿Y tu?— me mira alzando una ceja.

— Un reto— digo sin más.

— ¿Y en que consiste el reto?— pregunta serio, cruzándose de brazos.

— Bueno, se trata de pedirle un,— me quedo callada al recordarlo, y noto que se me queda mirando esperando.

— ¿Un?— imita mi voz.

— Un beso, a la primera persona que vea— me averguenzo ya que como él es la primera persona que vi, el beso le toca a él.

Sus mejillas se sonrojan levemente,— Oh.

Nos quedamos callados por unos segundos en un pequeño momento incomodo, cuando a él le suena el celular. Lo revisa y me vuelve a mirar.

— Ya es tarde, ya tengo que volver a casa.

Yo asiento levemente bajando la cabeza, bueno creo que tendré que esperar que otra persona se atreviese para poder cumplir ese estúpido reto. Cuando levanto la cabeza para mirarlo y despedirme, él planta un pequeño y suave beso en mi mejilla provocando que me quede en shock porque no estoy acostumbrada a que alguien me de besos en las mejillas, lo miró fijamente. Y algo confundida

—  Bueno creo que ya cumpliste el reto,— dice alejándose— ahora es tiempo de que entres a tu casa, para que no te enfermes— me sonríe, mostrando sus blancos dientes.

Yo solo asiento aun en shock, bueno técnicamente si ya cumpli el reto, me despido de él con la mano y vuelvo a entrar. Cierro la puerta de la casa y veo a los hermanos un poco agitados, excepto por Angelo que está sentado en una de las esquinas del mueble grande mirando su celular.

— Volví— anuncio quitándome la chaqueta de mi mejor amigo.

— Te tardaste— Angelo me dice, con la vista fija en su celular.

— Tuve que esperar, por esta calle no pasan muchas personas y menos a esta hora.

Veo a Angelo fruncir un poco el ceño, sin despegar la vista del teléfono.

Creo que esta será una larga noche, pienso.

Si solo hubiera sabido lo que seguía a continuación.