Grace:

   Era una tarde de verano como cualquier otro, yo estaba sentaba en una perezosa recostada, leyendo una de mis novelas gráficas favoritas. Estaba tan perdida en mi lectura que casi se me olvida la ruidosa música que salen de los parlantes, que están en una de las esquinas de la piscina;  estaba tan concentrada en mis pensamientos. Que no me doy cuenta cuando alguien me arrebata mi precioso libro, giro la cabeza para ver a aquella persona tan grosera en interrumpir mi lectura.

   Cuando logro ver, por encima de mi hombro a aquella persona, no es nada mas ni nada menos que Angelo, uno de mis mejores amigos y el chico más molesto y fastidioso que conozco.

 —¡Oye!, ¡¿que rayos crees que haces?!. —le pregunto totalmente molesta.

 —Pues devolviendo te a este mundo daah, —me responde con un tono de voz relagado. Con mi libro en la mano izquierda.

—¿Si sabes que es de mala educación, quitarle un libro a una persona que lo esta leyendo?.

    El solo se encoje de hombro, haciendo como que no le importa nada de lo que le diga.

Suspira —Perdón, —se disculpa— pero solo intentamos hacer que te diviertas Grace —me explica.

—¿Intentamos?. —alzo una ceja, intrigada.

    Antes de que pueda volver a preguntar, veo a Angela y Angel, salir de la piscina algo así como Ariel de la Sirenita. Pero a Angela se le pega todo el cabello a la cara, evitando que pueda ver; suelto una carcajada al verla se ve muy graciosa, cuando por fin se logra quitar todos los mechones de cabello de la cara me mira con una cara muy seria. Seguramente esta molesta por burlarme de ella.

—Grace calla —gruñe.

—Bueno para que hicieron esa entrada tan tonta —les pregunto cambiando el tema, para que Angela deje de mirarme como una asesina a su presa.

—Bueno estamos aquí para que te olvides de tus libros y te diviertas un rato Grace, —Angel me responde.— Haz estado literalmente todo el verano, pegada a esos libros.—dijo con una voz seria.

—Lo dices como que si fuera algo malo.

—Pues lo es —Angela exclama.

 Yo alzo una ceja y me cruzo de brazos, esperando a que termine de hablar.

Suspira— Grace, se supone que estamos a una semana de que las vacaciones terminen. Y este es nuestro ultimo momento e divertirnos juntos.  —me explica .

— Y no queremos que te la pases leyendo— agrega Angel.

—Chicos agradezco sus intenciones pero en primer lugar: estudiamos en el mismo colegio, y nada de lo que hagan me separara de mi silla y mi juguito de fresa, —les digo, tomando un sorbo del jugo.

Los trillizos se miran entre si.

—Eso es lo que tu crees, —me dicen al unísono con una voz aterradora.

En un abrir y cerrar de ojos, Angelo me quita el vaso de vidrio de la mano rápidamente, y yo me pongo a la defensiva. Y mi única opción es aferrarme a la silla como si mi vida dependiera de ello, pero Angelo es mas fuerte que yo y logra sacarme de la silla; agarrándome y montándome sobre su hombro.

— ¡Ey!, ¡bájame! —pataleo fuertemente. —¡No soy un saco de papas! ,¡bájame! —exijo.

Pero el no me hace caso, y se lanza a la piscina conmigo aun encima. Nado hacia la superficie, cuando salgo me limpio el agua de la cara con las manos; veo a Angelo salir de la piscina y adentrarse al interior de la casa, y Angel que esta a mi derecha lo veo aguantándose la risa.

—¿Por qué te ríes?, —le pregunto. Ya saliendo de la piscina y sentándome a la orilla de la misma.

—Porque la cara que pusiste cuando mi hermano te lanzo a la piscina fue muy graciosa, —cuando termina de hablar suelta una risa; muy contagiosa —tu cara fue tipo: ¡Uy, sálvenme tengo miedo! —suelta un chirrido, intenta imitar mi voz. Pero no le sale y dramatiza la escena como una damisela en apuros.

—¡Ey!, —le regaño muy divertida —¡yo no sueno así!.

—Claro que si, —dice con una gran sonrisa — mira —me hice mostrando un video desde su teléfono, de lo que acababa de pasar hace unos segundos.

Cuando veo el video, me doy cuenta que efectivamente si sueno así.

—Ves.

—Cállate —le pego con la toalla que esta en mi silla.

—¡Auch! —se queja.

Angela que solo estaba viendo la escena, muy divertida por primera vez habla.

—Grace, déjalo eso es maltrato animal. —pone su mano en mi hombro — Y además aun no lo hemos vacunado, —bromea.

—¡Pero si no soy un perro!.

—Pero parece uno, —Angelo que aparece de la nada, habla — y además hueles como uno.

Angel abre la boca para protestar, pero no dice nada y cierra la boca nuevamente.

—Ves no puedes decir que no hueles a perro, si ni te bañas.

—Tu cállate, —Angel le dice molesto y avergonzado.

—Respeta a tu hermano mayor.

—Solo me llevas seis minutos de diferencia.

Angela y yo solo nos quedamos, viendo este divertido momento. Mientras no bebemos nuestros jugos.

—Seis minutos más maduro que tu, niño —se le acerca a la cara.

—Sera seis minutos mas tonto, —imita el movimiento que hizo Angelo. Mientras, noto que el tensa la mandíbula.

Angela que seguía sentada a mi lado, se levanta para evitar que sus hermanos; se agarren a golpes.

—Chicos cálmense, o los acuso con mamá, —se mete en el medio de ellos separándolos.

—Pero si el empezó —Angel señala a Angelo, con el dedo a lo que el solo le saca la lengua como niño pequeño.

—Si no me importa quien empezó, solo compórtense o llamo a mi mamá. —les amenaza.

—Sapa, —Angelo le dice.

Angela hace como si los fuera a acusar, y los dos se van Angel se sumerge en la piscina. Y Angelo solo se va al otro lado de la misma a hablar con un grupo de chicas.

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3 horas mas tarde...

—Bueno nos vemos chicos —los abrazo a los tres.

Me despido de ellos, camino hacia el carro de mi madre, quien ya estaba esperando por mi hace un rato. Mientras yo estaba hablando con Angela y cuadrando una salida. Abro la puerta del vehículo y me siento en el asiento del copiloto; abrochándome el cinturón de seguridad.

Mi madre arranca el motor, y nos comenzamos a mover. Veo por el espejo retrovisor a los chicos que se están despidiendo con la mano, a lo que yo hago lo mismo.

Me quedo mirando por la ventana el camino, de regreso a casa las calles oscuras; una señal de que la noche ya había caído sobre la ciudad. No había tanto trafico seguramente, porque ya eran como las 7:20 de la noche y seguramente todos ya estaban en sus casas calientitos; sigo mirando el camino, cuando escucho la voz de mi madre llamándome.

—Grace, cariño ¿cómo te fue?, —me pregunta, sin despegar los ojos del camino.

—Pues muy bien la verdad.  

—¿Y Maxi aun no te a escrito?.

—No ma, —le digo un poco triste — tiene como tres días que no se nada de el.

—Ay cariño de seguro debe de estar muy ocupado con su trabajo, y por eso no te contesta — despega una de sus manos del volante la coloca sobre la mía, la cual esta sosteniendo mi celular. — Ya veras que Maxi te responderá cuando se desocupe.

—Si, a lo mejor —miro mi celular triste, luego miro a mi madre y le cambio el tema para no ponerla triste. Ella también se preocupa cuando Max no aparece —mamá recuerda que a el no le gusta que le digan Maxi.

—A entonces no puedo llamar a mi hijo, con el apodo que tiene de bebé. —quita la mano de la mía y la vuelve a colocar, sobre el volante.

—Pero a el no le gusta.

—Y a mi que me importa que a el no le guste, le diré así hasta que tenga 58 años. Así que es mejor que se vaya acostumbrando —me dice entre risas.

El resto del camino, me estuvo contando cono le fue en el trabajo. Y un pequeño problema que tiene con uno de sus colegas.

 o  o  o  o  o  o

(Nota de la autora): Holis como están todos, mucho tiempo sin leerme ;3 . Bueno esta es una nueva historia que estoy creando como ya o dice el titulo, esta nueva historia será un mar de emociones encontradas con nuestra protagonista Grace, se que a primera instancia ; a muchos no les llamara la atención pero les pido que porfis le den una oportunidad  plisss.

Bueno no leeremos en el siguiente capitulo de esta historia byeeeeeee

Att: Mar <3