Capitulo 9: Querido paciente


El azabache centraba su vista al frente, con una sonrisa de oreja a oreja que podría encantar a cualquiera. Extrañaba un poco ese hospital, fue el lugar donde por primera vez en mucho tiempo puedo descansar sin tener que encargarse del desastre de otra persona. Perspectiva muy diferente al peli-naranja quien tenia el seño fruncido mirando todo con sospecha, si su ex psicóloga estaba ahí no debía ser nada bueno, lo ultimo que supo de ella es que también ayudo a Ren a salir, espera, ¿Pidió que la llamen Sra.Yamai?, ¿Ese no era el apellido de Ren?

-Llegamos, ¿Estas listo?- Pregunto el peli-negro sacándolo de sus dudas. -Eh, claro.- Hablo lo más calmado que pudo, tal vez solo rehízo su vida y se topo de casualidad con Tadano, después de todo este no reacciono cuando pidió que la llamen por ese apellido. 

El par entro después de escuchar un pase, quedándose parados en la puerta, una para saludar y el otro para paralizarse por 4 vez en el día. La oficina tenia 2 estantes en cada pared repletos de libros, 2 sillas apartadas para cuando tenga que atender a alguien, un cuadro con tulipanes pintados junto con otro de un hombre el cual le recordaba a su amiga, en la otra pared solo se encontraba un relog junto un calendario, mientras que en la al frente estaba un medico peli-negro trenzado sentado en el escritorio el cual tenia como decoración un ramo de Narcisos. 

La razón por la cual la zanahoria se sorprendió fue porque reconocía a ese doctor, apareciendo en el anuncio que con el que choco 30 veces de camino a casa, vaya ironía conocerlo ahora. -Cuanto tiempo Tadano y ¿Tu amigo?- Saludo el doctor dirigiendo su mirada a las manos de ambos jóvenes las cuales seguían entrelazadas, separándolas inmediatamente al ver la mirada del medico. -S-si, el es Shigeo Chiarai, un amigo de la academia y con quien estoy organizando el baile.- Presento poniendo rígido al mencionado, que por alguna razón se sintió raro ante la acción. -Ahora que lo pienso hablaste un poco de el, pero no importa, ¿Vinieron aquí por qué les pidieron seguridad?, ¿No?- Menciono recibiendo una mirada acusadora de uno y un asentimiento del otro. 

-Al menos quieren evitar que otro de sus alumnos salga herido, ¿Verdad?- Cuestiono recibiendo el silencio de su ex paciente, Shigeo no entendió la reacción del chico, después de todo se las pidieron para evitar la broma de la otra vez. -Me lo imaginaba, ¿Cuanto necesitan y donde?- Interrogo, continuando con esa sonrisa amplia, sonrisa que empezaba a inquietar al otro, pues era muy parecida a la que Tadano puso cuando le hicieron esa broma. -Necesitaríamos 2 para la entrada del gimnasio, 2 para la parte de arriba de este y otros 2 para la parte trasera del escenario, asique serian 6 en total.- Explico Chiarai sorprendiendo en parte a su contrario al escucharlo hablar tan serio con un adulto, lo más cercano que vio a eso fue cuando hablo con la enfermera. 

El doctor cerro el libro calmadamente. -¡Perfecto!, Tengan por seguro que estarán el día del baile, ahora que ya esta listo, ¿Puedo hablar en privado contigo Hitohito?- Pidió, sobresaltando al par, uno porque ya sabia a que se debía y el otro ya se empezaba a sospechar del estado de salud mental del doctor. El peli-naranja estaba a punto de objetar algo cuando sintió la mano del contrario sostener la suya. 

Lo volteo a ver confundido, siendo guiado a la salida del cuarto. -Solo me va a preguntar como me fue adaptándome a la academia, no te preocupes.- Le susurro ya en la puerta, mirando de reojo al doctor. Este solo suspiro pesado, depositándole un beso en la frente para que después solo tener la puerta al frente. 

Rápidamente saco su celular mandándole un mensaje a Ren.

-Che, ¿Recuerdas a la psiquíatra qué nos ayudo a salir?                                                                                                                                                                                                    

                                                                                                                                      *Escribiendo*

                                                                                                                                       Mira al frente por respuestas-                                                                                                                                   


Alzo la vista extrañado, topándose con la psicóloga sentada al frente, teniendo en mano el celular de su amiga. -¿Qué le hiciste a--No le hice nada, solo la castigue sin celular porque llamaron de la academia y alumnos reportaron que la vieron intentando obtener pornografía de una de sus compañeras, quizás la conozcan.- Explico mostrándole una foto de Shouko en el celular de la antes mencionada. -Entonces si la adoptaste.- Pensó en voz alta lo único que le sorprendía de la situación, después de todo ya sabia lo poco discreta que era con su obsesión a la Diosa Komi. 

Su contrario asintió. -Si quieres saber como pasaron las cosas pregúntaselo en persona, pero no es por eso que vuelvo a hablarte.- Inicio, recibiendo una mueca de cansancio del ex-paciente, le aburría volver a pasar por un interrogatorio. -Cambia de objetivo de conquista si quieres seguir libre, porque mientras que Hitohito siga siendo paciente del hospital estarás más cerca de cavar tu tumba y con eso la mía.- Advirtió confundiendo al otro. -¿Ese doctor también esta chiflado como nosotros o cómo?- Interrogo. 

-Chiflado si, a nuestra manera no, pero es igual de calculador que un asesino, por eso enamórate de otra persona para no tener que ir a la cárcel.- Aclaro, causándole un gran sonrojo a Shigeo. -N-no me gusta, simplemente lo necesito para algo, ¿Por qué todo el mundo piensa eso?- Dijo empezando a jugar con un mechón de su cabello. -No sabia que los compañeros hablaban entre risas, se abrazan, toman de la mano, dan besos en la mejillas, manos y/o frente y salen a lugares donde, ¿Lo suyo es algo sin compromiso, o?- Interrogo la mujer viendo las fotos que Ren le había sacado a la distancia. 

Shigeo le arrebato el teléfono de sus manos, pasando por cada foto que tenia la chica, en casi por no decir todas estaban editadas con la cara tachado de ambos e insultos, sorprendentemente más a el que a Tadano, seguramente por lo mal que se ven si no tienen el contexto de la situación. {Segun el, pero detalles.} 

-Ni el se lo cree.-

-Solo están sacadas fuera de contexto, Tadano y yo no somos ni queremos ser na- .Paro en seco al ver una de las pocas fotos que no editada, en la cual aparecían ellos 2 de fondo platicando mientras que su Diosa Komi sonreía. 

-Da...........; ¿De dónde salió esta foto?- Cuestiono, no se acordaba de ningún momento donde allá estado así con el azabache mientras que su Diosa estaba presente. -No tengo los detalles, cuando le pregunte me dijo que su ¿Diosa?, Le pidió que le pasara la foto.- Comento, aun no entendía mucho porque la llamaban así, pero suponía que eran cosas de yanderes jóvenes.  

El chico se quedo mirando la foto unos momentos por sus sentimientos encontrados, se extrañaba de ver a su Diosa ahí y no averse dado cuanta, le molestaba en parte que hasta ella pudiera pensar que son algo, pero al mismo tiempo le ¿Calmaba?, Ver que su Diosa no seria un problema, espera, ¿Por qué seria un problema?, El mismo lo había dicho, no era ni quería nada con Tadano. 

Solo investigaba porque la gente le gustaba el chico, eso y nada más, nunca seria algo más....   ¿Verdad?

-Hablando del rey de roma ya salió del consultorio.-

-Chiarai, el doctor quiere verte.- Aviso el peli-negro, notándose su confusión en su tono de voz. Su contrario entro, no sin antes mirar de reojo el narciso que ahora portaba en la cabeza. -¿Me llamaba, doctor?- Pregunto con cierto tono de molestia. -Si, quería saber más de Shigeo Chiarai, causante de varias desapariciones de alumnos y alumnas en su vieja academia y uno de los pocos a los cuales se les diagnosticaron el instinto yandere.- Relato de forma relajada, agarrando unos periódicos de su cajón. -¿Me falto algo? ¡Ah si!, actualmente acosas a Shouko Komi y bulleaste a mi..... Paciente.- Extendió, diciendo con dificultad la ultima palabra.

El peli-naranja estaba plasmado, prácticamente sabia todo lo que nadie se debía enterar de el, o al menos en ámbitos legales. -Lamento informante, pero esas 2 ultimas cosas están desactualizadas, aunque en lo demás conseguiste a un buen informante, ¿Quien es el de la bocotá?- Menciono juguetón y molesto. -No es de tu incumbencia......; Augh, sere claro, te quiero lejos de mi pa-ciente.- Pidió, no, exigió parándose de su escritorio dejando los periódicos en el mismo. -Para ser un doctor me sorprende que tenga intenciones tan enfermas.- Declaro enfurecido. 

El mayor tardo unos segundos en procesar lo dicho, cambiando su expresión a una asqueada, hasta vomitando en el piso con solo pensarlo. -No, no, no, no, no, pluag.- Volvió a vomitar. -Ustedes los yanderes siempre tienen los celos más repugnantes, me dan asco con.... Mejor no, simplemente, no voy a permitir que contagies a mi paciente con tu enfermedad o mentalidad, no me importa como la llamen.- Explico volviéndose a sentar mareado. El estudiante se estaba yendo, parando un momento. -Lo are cuando el quiera.- Comento saliendo finalmente del estudio.

Al salir vio a su ex-psiquíatra y Tadano hablando alegremente. -Tal vez si me gustaría, digo no que terminemos siendo algo, pero si llagar más lejos con este trabajo.- Terminaba el peli-negro de lo que sea que allá respondido. -¿Algo más con quién?- Pregunto Shigeo tocándole el hombro, sobresaltando al contrario. -¡Nadie de nada!- Balbuceo con la cara completamente roja e hirviendo de la vergüenza. -Quiero decir, ¿De qué te quería hablar?- Corrigió moviendo levemente la cabeza. -De lo mismo de como te fue adaptándote y cual era nuestra relación.- Mintió, tampoco tenia muchas alternativas de que decirle. 

-En ese caso nos vamos, podemos ir a mi casa si seguimos organizando hoy.- Menciono parándose y agarrando su mochila. -Claro.- Dijo sin aliento, nunca había ido a la casa del chico durante todo ese tiempo, solo se habían reunido en cafes o en su casa hasta el momento. 

Se despidieron de la psicóloga empezando el camino a la casa de Tadano. Durante el camino Chiarai empezó a divagar, ¿Estaría su familia?, Esperaba que no, ¿Su cuarto estará ordenado?, Seguramente tratándose en el presidente de la clase, aunque el peli-negro no era la imagen de la perfección como se esperaría. ¿Conseguiría algo más para su investigación? Probablemente.

-Llegamos, bienvenido a mi humilde morada.- Hablo alegremente abriendo la puerta, dejando ver una casa bastante limpia, se lograba ver el salon donde estaban un hombre junto a una chica más joven. -¿Tan temprano hermanito?, Pensé que tardarías más en tu ciii-y hablando del rey de roma.- Comento la hermana del azabache alegremente. -¿Cita?, ¿No dijiste qué era por un trabajo escolar?- Interrogo el hombre dejando de dibujar. -Así es, solo qué Hitomi le gusta imaginar cosas.- Aclaro revolviéndole el pelo a su hermana. -¡Oye, me lo enriadas!- Se quejo apartándole la mano y de paso sacándole una la lengua. 

El peli-naranja estaba confundido con la escena, se imaginaba a la familia de Tadano mucho más calculadora por lo vidente que el es. -Jeanne esta en el super, asique mantén mi vista como sorpresa.- Menciono alegre. -¿Visita?- Balbuceó Shigeo, ¿Sus padres estaban separados? -Ah si, Chiarai el es Vector Magaka, el novio de mi mamá y Vector, el es Shigeo Chiarai, el compañero del que te hable.- Presento Hitohito normalmente, mientras que su compañero se confundía más al ver la cara y risa que soltó el señor.

¿Qué conto sobre el para esa reacción? Miro de reojo al mismo el cual estaba levemente avergonzado. -En ese caso no destrocen el cuarto y trabajen con cuidado.- Pidió divertido avergonzando más a Hitohito. -Y solo es trabajar Vector, los veo en un rato.- Respondió empujando al pelo de zanahoria hacia el cuarto mientras qué los demás se reían y el otro se confundía. 

Ya en la habitación el azabache cerro la puerta con cierta fuerza, odiaba que su familia malinterpretará su relación con el chico. El mismo iba a preguntar, viéndose interrumpido por el otro. -Antes de qué preguntes, Hitomi y Vector les gusta molestarme con sus interpretaciones de mi vida amorosa.- Menciono cansado sentándose en su cama. Su contrario aguanto la risa, recibiendo un puchero en respuesta. -A mi no me da gracia.- Expreso cruzándose de brazos.

Shigeo se sentó a su lado lo más calmada que puedo, le recordaba un poco cuando se reunieron por primera vez, solo que esta vez el era el que reía. -Claro, solo me recordó a mis hermanos, son igual de molestos con el tema.- Menciono risueño.

Hitohito sonrió bobamente, amaba esa sonrisa. El peli-naranja se acerco a las flores de su cabeza para agarrar el narciso, acortando la distancia entre ambos. Con la flor en mano, noto lo cerca que estaba del azabache, admirando la cara embobada del chico. Empezo a acariciar su mejilla con la mano que tenia libre, bajando poco a poco esas caricias a su cuello, notando el carmesí que empezaba a adornar las mejillas del peli-negro y las suyas. 

Ahora misma la poca distancia que quedaba era molesta, siendo el peli-naranja quien empezaba a cortarla más y más, siendo seguido por el azabache que hasta este punto solo se estaba dejando llevar por la situación. Las caricias pararon hasta llegar a su cintura, rodeando el cuello del contrario con sus brazos, sintiendo la respiración del otro por la mayor cercanía que pronto se terminaría.

-¡Hitohito, mamá ya llego!, ¡Baja y ayúdanos a guardar!- Llamo Hitomi espantando al par, separándose inmediatamente yendo cada uno a un lado opuesto de la cama. -¡Ya voy!- Respondió el peli-negro abandonando la habitación.

-¿Me ayudas a-¿Por qué estas tan agitado?- Interrogo la chica al ver lo acelerado que estaba su hermano, ni hablar de lo rojo. -E-en qué querías ayuda?- Pregunto esquivando la pregunta. -¿Eh?, Ya no importa, ayúdame a entrar el reto de compras, están en la entrada.- Pidió sin tomarle mucha importancia al tema, tampoco es que quería arrepentirse de saber porque estaba así. 

Hitohito entro las compras restantes, entrando a la cocina para terminar de guardarlas. -Por cierto, ¿No venias con un amigo?- Pregunto su madre recordando qué se lo había preguntado por mensaje. -Ah, si, Shigeo esta en el cuarto.- Menciono sin tomarle tanta importancia. Agarro la harina la cual era más de la normal, guardándolo en la almacena de arriba. Mientras trataba de llegar, sus piernas se enredaron desequilibrándolo. 

Hiba a caer si no fuera porque lo terminaron atrapando. -¿Estas bien?- Pregunto el peli-naranja, volviendo a estabilizar, continuando su agarre en las caderas, acción que hacia sonrojar al contrario, en especial por la situación de hace uno minutos. -No se olviden de la harina tortolos.- Comento la menor quien salvo la harina de una inminente caída y desperdicio, a palabras de ella. Shigeo guardo la harina alegremente mientras que Hitohito seguía procesando la situación. -Hitohito ve a descansar un poco, ¿Vale?- Pidió su madre. 

-Estoy bien mamá solo fue torpe--Oh, no, no, no, ya me se esta historia, agale caso a la jefa y siéntate un momento, además tenemos un para de preguntas.- Interrumpió su hermana arrastrándolo al salon. La mujer suspiro cansada, volteando a ver a la visita. -Tu sos Shiego, ¿No es así?- Pregunto alegremente. 

El estudiante asintió tímidamente. -Ya veo, Hitohito nos hablo mucho de ti desde que se integro a la academia.- Siguió volteando a ver a su familia, la cual estaba en medio de un interrogatorio. -Espero qué hallan sido cosas buenas.- Comento alegremente a pesar de morirse de los nervios. -Si lo son;........ Gracias por cuidar a mi hijo después de lo que sucedió.- Agradeció la señora con cierta melancolía, aun no entendía porque le aria tanto daño a alguien como su hijo. El chico la miro confundida. -¿Cómo?- Soltó sin entender a que se refería. 

-Cuando volvió nos dijo sobre el trabajo y como es que le diste la bienvenida pensando que eras alguien nuevo, en realidad parecía estar muy contento, pero aun no se porque.- Menciono, Chiarai ya se le ocurrían un par de razones. -Y también que lo llevaste a la enfermería cuando le hicieron esa ridícula broma.- Sito lo ultimo mucho más molesta. El peli-naranja dirigió su mirada al azabache, cuando se lo ponía a pensar no podría estar más feliz de tener que organizar el baile con el, tal vez fue bueno ese fracaso anterior, al menos para el.


¿Cuanto tiempo no?, Antes de terminar un saludo especial a @Mikaaaa756 por votar la mayoría de caps. Gracias por el apoyo que hasta el momento que vi son 240 lecturas en total del libro, Good Bye, Blue Sky 🤍








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