Capítulo 10: Ridícula confesión

Ambos subieron al cuarto, volviendo a buscar algo para el baile de bienvenida. El silencio prevalecía, pero era eso, simplemente silencio. Todo iba con normalidad hasta que Hitohito sintió como es que Shigeo se apego "un poco" y con un poco me refiero a agarrarle de la cintura con una mano, pegarse a su costado y apoyar su cabeza sobro su hombro. El azabache se sonrojo levemente con la acción, decidiéndose concentrar más en la búsqueda. 

-Punto de vista de Shigeo.-

-Estaba cansado y no veía bien.

Las cosas siguieron así, iban viendo opciones para el acto de advertura  y mientras el tiempo pasaba ya iban quedando 2 opciones, una empresa dedicada al tango y el otro a la música clásica. -¿Cual crees qué les valla a gustar?- Pregunto el peli-negro. -Mmmm, el tango, aunque su preparatoria sea elegante los alumnos parecían agobiados por el uniforme.- Pensó el voz alta sin darse cuenta. -Entonces Tango sera, cuando se lo digamos a los profesores ya habremos terminado......- Menciono decaído.

En ese momento algo hizo click en el peli-naranja, antes del trabajo no habían hablado nada, en realidad no tenían la mejor impresión del otro, pero ahora que el trabajo iba a terminar, ¿Qué tocaba ahora? Pensó que estaría feliz por ese momento, pero se sentía más frustrado. Miro de reojo al azabache, el cual se estaba fijando la hora. 

Aun le quedaba pendiente saber exactamente que sentía por el peli-negro, estaba seguro que amaba a su Diosa y no se interesaba en los trios o cosas por el estilo. Aunque si terminara sintiendo esa atracción con el,  ¿Qué haría?, Termino su  amistad con Shinobino por haber estado con el, ¡Ni hablar de los demás!, Sabia perfectamente que esas palabras de apoyo solo eran por estar enamorado, otra cosa muy diferente era salir con el, pero al mismo tiempo necesitaba con urgencia tenerlo cerca. Su piel aspera, su pelo negro, su flor adorablemente cursi, ni hablar de sus ojos que ambos eran estúpidamente atrayentes y sumándole la ternura que daba estando enojado o preocupado eran indescriptibles.

Había estado enamorado antes, si, pero nunca tuvo la oportunidad de que fuera mutuo sin que alguien se interponga o al menos que no afecte la relación. Miro de reojo al chico, con el cual cruzo mirada, desviándola mutuamente, ¿Cómo terminaron así? 

Después de unos minutos de silencio, Hitohito fue el primero en tratar de romper el hielo. -..........¿Estas libre esta semana?- Pregunto, siendo notorio el nerviosismo de este. Su contrario se limito a asentir y el silencio volvió. Shigeo ya incomodo con la situación, busco algo para hacer tema de conversación, fijando su mirada en el narciso y volviéndole el recuerdo de su.... Acercamiento. Agarro cuidadosamente la flor, entregándosela sin decir ninguna palabra. 

El azabache miro la flor y después a Shigeo, confundiendo a este. Rápidamente se acerco, sujetando su trenza y empezando a enredar el tallo en esta. El peli-naranja no sabia que estaba haciendo, pero tampoco le estaba incomodando. -Y, ¡Listo!- Dijo alegremente, la flor estaba perfectamente colocada al final de la tranza, sin dejarse ver ninguna parte del tallo. Chiarai admiro asombrado la flor, si le quedaba bien. -Ahora entiendo porque siempre tienes esa flor en la cabeza.- Bromeo avergonzando a Hitohito, el cual inflo su cachetes como un globo mientras se coloraban. 

El peli-naranja rio por lo bajo. Coloco su mano en su mejilla captando la completa atención del peli-negro. -¿Por qué sos tan ridículamente lindo?- Pregunto en voz alta, desviando su mirada sus labios. Hitohito imito la acción, acercándose lentamente a los del contrario, hasta que ambos terminaron con la distancia, uniendo sus labios en un beso bastante intenso. Al poco tiempo Tadano ya estaba encima de Shigeo, apoyando su mano derecha en su hombro y con la izquierda jugaba con el pelo contrario. Mientras el peli-naranja lo sostenía de la cintura, aproximándolo más y más a el. 

Siguieron así por un buen rato, hasta que por falta de aire y la saliva empezaba a "desbordarse" por así decirlo, se separaron. Se miraron unos segundos, para después procesar lo que acababa de pasar desviando la mirada y separándose levemente, ya ni hablar de lo rojos que estaban. Hubo un silencio incomodo hasta que nuestro ojo-gris favorito se armo de valor, rompiendo el silencio. 

-Shigeo......¿Qué sientes por mi?- Soltó confundiendo al pelo de zanahoria, ¿En serio se lo estaba preguntando? -¿A qué te refieres?- Cuestiono. -Bueno, una cosa es que nos tengamos ganas y otra es que nos gustemos.- Explico resacándose la nuca mientras desviaba la mirada. Chiarai se quedo pensando unos momentos aclarando sus ideas. -Siento que sos ridículo.- Contesto, inquietando al otro por completo. -¿Qué?- Cuestiono seco y en enfadado. 

El peli-naranja asintió. -Si, sos ridículo.- Repitió alegremente ofendiendo más al otro. -Ridículamente risueño;- Empezó confundiendo a Tadano al no saber si era un insulto o un halago. -Ridículamente,  paciente, ridículamente amable, ridículamente lindo y ridículamente inocente.- Terminó, diciendo lo ultimo un poco más cansado recordando su encuentro con los del 1-2. Mientras Hitohito se moría de la ternura, vergüenza y confusión. -Ah y también ridículamente tierno.- Finalizó terminando de matara al azabache. -¿Y tú?, ¿Qué sientes por mi?- Interrogó volviendo su voz más ronca. 

Este respiro hondo. -Siento que las cosas han pasado demasiado rápido, hace unos meses ni nos hablábamos y ahora me cuesta pensar........ No puedo pensar en una forma distinta a la que como estamos ahora, pero, no se porque exactamente.-Se sincero o mejor dicho confeso, contagiando de su sonrojo al contrario. -Me siento halagado florecita.- Respondio dandole un piquito al azabache, el cual soltó una risa. -El sentimiento es mutuo, zanahoria.- Dijo para devolveré el pique. 

El momento hubiera seguido así si no fuera porque escucharon el rechinido de la puerta, viendo como la Hitomi trataba de retirarse sin interrumpir la situación, cosa que salió notoriamente mal. -Eh, prometo no contárselo a mamá?- Balbuceó al no saber qué decir ante la incómoda situación. 


-Al final le hizo un "par" de preguntas al Shigeo.


Al día siguiente en la academia Itan, Hitohito guardaba sus zapatos en el mini casillero, notando una carta en este, la cual estaba sellada con un corazón. La agarro mirándola confuso, solo decía "Para: Hitohito Tadano", tal vez sería de Shigeo. Al recordarlo se sonrojó, tapándose la cara con la carta. -¿De quién es?- Interrogó molesto el peli-naranja, ahora que empezaba algo con el azabache no quería lidiar tan pronto con un rival. Su contrario dio un salto por la sorpresa. -¿No es tuya?- Pregunto calmando de cierta manera al otro. -Después de ayer no voy a dejarte una carta.- Mencionó. 

-*¿Por qué dejarías una carta?*

Mostró Shouko espantando a la pareja por la sorpresa. 

Mientras el par trataba de explicarle a Komi sin mencionar que eran algo, un tercero miraba con rabia al pelo de zanahoria. -¿Qué tanto miras Suki?- Pregunto Kaito al ver que su compañero estaba distraído. -Ah, es ese chico, ¿Verdad?, Solo habla con Tadano por trabajo o interés en su Diosa esa, no tienes de qué preocuparte.- Trato de tranquilizar, yéndose al escuchar como la llamaban.  El pelirrojo aumento su agarre a la pared, no le agradaba ese chico de trenza. 

-Disfruta tu ventaja, zanahoria parasitaria.- Hablo asqueado dirigiéndose a su salón con el ceño fruncido, ahora tendría una molestia más.




1209 palabras.

Gracias por su apoyo y seguir la historia, si tienen dudas o quieren compartir una opinion los comentarios estan abiertos, por favor aganlo. Bye, bye❣



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