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smut.

batman au!

jisoo top [g!p], lisa bottom.

alteración de estaturas.


adaptación. todos los créditos corresponden a ©MARKFR0GZ

❝Si un ____ se llama año y sus 12 ____ son los meses del año, ¿Cómo se llama el ascensor?❞

La pelinegra llegó al edificio decorado de forma dulce, pero que por nada no tenía dentro. 12 pisos que se veían llenos pero una vez entrabas, llegaba esa vibra solitaria. Supo que llegó al lugar correcto cuando notó corazones rojos, pero que eran salpicados por la tinta negra, como una explosión.

Jisoo suspiró, tallando sus ojos, removiendo un poco el maquillaje negro que tenía en ellos y ahí se quejó al darse cuenta de lo que acababa de hacer, pero de todos modos no le importó porque sostuvo la carta llena de corazones, ahora morados y rosas, y su nombre rodeado en uno gigante.

''Para mi Batwoman, ¡Resuélvelo por mí, que no he podido!''

Ahora llenó esa nota de su sombra negra, pero llegó al piso deseado. Sacó su paleta de emergencia, presionando el negro con su dedo índice y volvió a maquillarse el ojo, tragando saliva, limpiándose el dedo lleno del producto negro en su capa. ¿Ahora qué? ¿Volvería a llenarla de pantallas mientras pasaba cómo planeaba matar a alguien mientras coloreaba y escribía algo en sus 2 pantallas?

Jisoo estaba algo estresada ese día, sabía que apenas llegara y viera algo, ELLA haría algo, por lo menos algo con lo que dejara ese estrés de lado. Un dolor de espalda por caer en ese callejón hace unos días, su cuello, sus piernas agotadas, y suspiró.

Oh, acertijo, de alguna u otra forma ibas a recibir el estrés de Batwoman.

Achicó su ojo, entrando a la sala oscura, levantando sus manos, gritando con su voz ronca.

-Sea lo que sea, hazlo rápido, por favor, cuéntame de una vez tu decimoquinto plan para hacer volar la ciudad, bla bla bla-

-¡Mi vampirita!-torció sus ojos, acariciando su frente, la cubierta por su máscara, cansada-¿¡Cuál es la respuesta de mi acertijo?!-de todos modos esa voz la hizo aterrizar.

No estaba a través de una pantalla, en un stream, ahora estaba ahí mismo. Jisoo frunció su ceño, fingiendo que esa mano que acariciaba su frente se dirigía a rascar su cuello, pero prendió esa mira de vista nocturna, divisando un rastro de calor...

Ahí iba su furia.

Sin preguntar saltó y pateó esa zona de calor que estaba frente a ella, pero sólo recibió un ardor en su pierna que al final disminuyó por toda la armadura, pero aparte, recibió una carcajada.

Una risa burlona que se escuchó y resonó en todo el lugar, que se movía pero siempre tenía un destino. Su nuca.

La de negro tragó saliva, alzando su ceja...

Dios, ¿Estaba cantando, ahora? Jisoo se agachó, pero después se sentó por completo en el suelo, rendida, suspirando cansada mientras se apoyaba en su mano, y ahí salió la de sudadera y chaqueta verde, viéndola, con su cabeza ladeada.-¿Qué? ¿No me vas a patear, ahorcar hasta que gima, excitarme y después marcharte? Ay, tanto que esperé este encuentro...-ni se tuvo que volver a quejar porque sintió esa gran mano cubierta por negro, en su cuello, apretándolo, subiéndola para estrellarla contra la pared más cercana. La castaña gimió, aferrándose a esa mano-a eso me refiero, cariño...

-¿Qué quieres, que por fin te pueda mandar al manicomio, donde mereces estar?-la otra sólo sonrió, aunque la de negro no lo vio por la estúpida máscara.

La máscara que dividía sobre si por fin podría estrechar sus labios para besarla, morderla, y sacarle algo de sangre, un poco, bajo esa máscara.

-Tan divina, cariño mío, pero la verdad lo que quiero es que... sentirte... te he extrañado, no es lo mismo desde que llegó ese payaso entre nosotras, no me divierto cómo antes, te necesito-era la oportunidad. Jisoo sólo rió, negando, dejando en el suelo a Lalisa que volvió a respirar con regularidad, subiendo un poco su máscara, hasta su nariz para dejar el aire ir y salir.

Escuchó la carcajada.

-Lalisa, ¿Qué quieres?

-¡Ódiame pero no me dejes, mujer vampiro! Por favor, Jisoo, tú sabes que... la otra vez...

-La otra vez fue de despecho, aparte, no sabía que eras esa loca que quiere explotar a media ciudad-la otra se quitó la máscara, riendo, acercándose para acariciar la mandíbula tan marcada que parecía cortar entre ella y su dedo.

Esa risa cínica, jodida, que se notaba entre lo retorcida que era esa pequeña castaña que ocultaba su pequeño cuerpo entre su chaqueta grande y máscara. Pero de todos modos esos labios que se subieron en una sonrisa enfermiza, ese dedo que la acarició... Jisoo tragó saliva, suspirando.

No se debió descuidar, porque en ese suspiro que dejó salir el deseo la otra tomó sus manos y las esposó, tirándola a la silla que estaba en esa esquina específica.

La misma sonrisa desquiciada que aparecía cuando ganaba, cuando ganaba cualquier cosa apareció mientras la señalaba, prendiendo las luces, mostrando una pequeña cama.

Se subió y se sentó en las piernas de la esposada, acariciando su rostro con un deseo que pudo expresar de esa forma, en el mismo suspiro lleno de deseo que expulsó su mujer vampiro. Sonrió, abultando sus labios, moviendo sus lentes, haciéndolos brillar.

-Cariño mío, sólo dime que me deseas y todo será mejor, ¡Viviremos juntas, felices! Por siempre... tú y yo-sus dedos suaves en el rostro... Jisoo mordió sus labios, sintiendo unos dedos ahora viajar a su entrepierna-y yo sé que aquí hay sorpresita, la otra vez que hicimos el amor de aqu-

-¡No fue el amor, fue por despe-

-Shhh... shhh, mi amor-juntó sus frentes-shh, sé que estás confundida, pero puedo ayudarte, ¿Sabes? Yo puedo ayudarte a hacerte recordar todo lo que pasó, fue que me viste, te enamoraste, y después en mi departamento hicimos el amor tooda la noche, sólo que en el día te espantaste al ver mi notificación de stream, pero eso se puede arreglar.

-¿Ah, sí?-la otra asintió, haciendo un mohín?-¿Y cómo?

-Sólo necesito unas palabras mágicas que me harán saber que esto no es violación... o un dubcon mínimo

No mentiría. Estaba pasando algo en sus pantalones. Jisoo rió, relamiendo sus labios, recordando el cuerpo de la mujer el otro día. ¿Importaba mucho que fuera una amenaza? Pero si esa chica de 1,58 y 46 kg no podría hacer mucho, lo que si podía hacer era chuparla como nadie y montarla como nadie. Aparte, no había hecho nada, sólo palabras.

Ahora rió, asintiendo, ganándose una gran sonrisa de la castaña que aplaudió.

Porque antes de la acción previa, se acercó a besar sus labios, acariciando su rostro de una forma que detonaba todo el deseo que tenía dentro que parecía arder. Su deseo de morder los labios de la otra, de chupar, de hacer casi salir la saliva por el beso, por sus lenguas acariciarse mientras las manos de la otra apretaban el cuello de la de negro, haciéndola soltar un poco el beso para agarrar aire, pero que la otra volvía a besarla.

La movilidad del cuello de la otra era casi nula, pero de todos modos se las podía arreglar para poder acercarse a su cuello y besarla, pero no era suficiente para la de chaqueta verde gruesa, por lo que en un arrancón le quitó la máscara y la aventó, riendo por la sombra negra corrida de ese rostro moreno, lindo, hermoso, perfecto.

Esos labios hinchados que se presentaron y ese leve rastro más rojizo que mostraba la mordida de los labios llenos de deseo de Lalisa, que se acercó y volvió a morder, volver a chupar, volver a besar de esa forma desquiciada que sólo ella podía para hacerle saber cuánto la extrañaba y cuánto la deseaba, porque joder, lo hacía.

Si con ese beso lleno de deseo no se enteró, Lalisa supo cómo lo haría, pero eso sería después de que la otra dejara de relamer su pecho entre la gruesa sudadera, que se rindió para subir al cuello y morder, chupar, tratar de dejar alguna marca que no podía alcanzar más por las manos esposadas.

Lalisa rió, tomando su rostro de nuevo para besarla y ahora, bajar.

No supo cómo recordó de esa manera el zipper, pero lo bajó y ahora estaba bombeando su polla de una forma lenta, moviendo con cuidado su palma hasta la punta para sacar con cuidado el líquido pre seminal que salía de forma lenta, pero poco a poco comenzó a gotear más y más para parecer explotar, pero no tanto como una venida.

Su respiración comenzó a agitarse, su pecho comenzó a agitarse de esa forma cuando sintió cómo la otra poco a poco comenzaba a meter más de su gorda polla en su boca, casi rozando con sus dientes, con esos colmillos que acariciaban sus venas y esa lengua que de forma mágica se enredaba en ella.

Ahora, cuando se enredó, la de chaqueta verde comenzó a hacer un pequeño viaje de subida y bajada, tragando la polla y sacando ruidos de succión. Unos ruidos que parecían casi húmedos y cuando salía, cuando la dejaba escapar de su boca, sonaba un gran bop vacío que la hacía reír, volver a bombear esa carne que poco a poco comenzó a ser algo rojiza y húmeda.

Habló, con la punta en la boca-delicioso, Jichu.

¿Qué era el acertijo? La mencionada lo dejó ir cuando se arqueó al momento de sentir la mano rápida de la otra comenzar a subir y bajar en su propio tronco una vez que lo sintió verdaderamente húmedo para poder proceder sin dañar a la preciada polla.

A la polla que goteaba líquido y lo dejaba salir de una forma deliciosa, que hacía a Lalisa relamer sus labios mientras subía a verla y besarla, haciendo a la otra fruncir el ceño. La castaña sonrió, sosteniendo su rostro, acariciándolo.

-Te dejaré las manos libres si prometes ser buena, Soosoo-la otra asintió repetidas veces, pero ésta sostuvo su rostro mientras otra mano se dirigía a las bolas-te lo juro, si no eres buena explotaré media ciudad...

-¿Por qué esto sería una trampa, Lalisa? Joder, sólo quiero cogerte bruscamente para que la próxima vez recuerdes todo esto y lo que haces por rogar mi polla.

Los ojos de la otra brillaron, sonriendo, corriendo por las esposas a su mochila que tenía uno que otro juguete en ella y se acercó con las llaves, riendo, saltando mientras se dirigía a su brutal destino.

Ser follada de esa forma brusca, casi bestial, por Jisoo estresada.

Relamió sus labios cuando sintió a la otra tumbarla a la cama, apretando su cabeza, pero separando sus piernas con su pie, con el que tenía la bota. Rogó porque se dejara el traje...

Pero sus rezos y el ave maría se fueron cuando sintió cómo la tumbó e inmovilizó sus piernas con sus manos de una forma brusca, apretando.

La voz gruesa habló.

-¿Quieres que folle este coño, eh? ¿Quieres que lo devore para que gimas tan sucio, para que cada una de tus cuerdas vocales griten y exclamen lo bien que te estoy comiendo?-cómo las desesperadas manos de la otra trataban de desabrochar ese pantalón y cuando no pudo, rompió esas bragas en modo de desesperación, para después acercarse y no ser nada amable.

Apenas su boca rozó la entrada de la otra su lengua se aventuró y comenzó a acariciar y morder el clítoris malditamente hinchado y rojo, haciéndola suspira mientras apretaba la cobija y trataba de removerse, pero las fuertes manos de la otra inmovilizaron sus piernas. Ahora estaba en cuatro, con la cobija en su boca y se recostó, gimiendo alto de nuevo cuando sintió la lengua de la otra separar sus labios inferiores.

Dios... gritó cuando sintió esos dientes agresivos se atrevieron a morder, un poco, sin llegar a ser doloroso, sus pliegues y de nuevo clítoris, el punto donde las caricias suaves pero después agresivas llegaban para hacerlo quedar más hinchado y rojizo.

Bon apetit, Batwoman, porque estás comiendo como niña buena, sin dejar nada escapar de su boca y tragando cada uno de los fluidos que salían por la reciente excitación, y qué excelente trabajo.

Lalisa se aferró más a la cobija cuando sintió cómo el dedo pulgar comenzó a tentar su entrada pero después este fue a su clítoris para acariciarlo de forma ruda, pero lenta, mientras sus labios se dirigían a sus muslos para morder y dejar moretones, en caso extremo, morder salvaje hasta dejar marca morada, rozando a roja.

Esa vocesita habló, después de volver a tentar.

-Te iba a preparar, pero este coño sucio espera tanto mi polla que va a ser lo primero que sienta entrar, Lalisa, te va a destrozar, pero de todos modos te va a encantar y lo vas a disfrutar, vas a gritar y gemir por más como la perra que eres, rogar por esta polla gorda-la dureza golpeó su muslo y comenzó a tentar la entrada, goteando el líquido, pero después se separó-aunque mejor te dejo con las ganas... no creo que lo quieras tanto...

-¡Dios, sí lo quiero, por favor, Soosoo!, lo he ansiado tanto que ya estoy lista para ti, estoy goteando, este coño quiere tu polla-gimió de nuevo cuando sintió ese pulgar tentar, por tercera vez, y esa risita.

-Sí, por favor, lléname, Jichu-¿Las palabras sucias eran lo que prendían más a la de negro? Porque sintió cómo estaba un poco más dura, aún después de lo previo, Lalisa sonrió con dientes, pero sólo sintió cómo la otra la movía hasta hacerla quedar enfrente de ella.

Relamió sus labios, acercándose a besar a la morena, llevando sus manos a su nuca mientras sus labios volvían a soltar ruidos húmedos que comenzaron a llenar la habitación al mismo tiempo que la otra le comenzaba a quitar esa sudadera para dejarla con una camisa.

Rió al ver el 'I <3 BATWOMAN' grabado en la camisa blanca, para después quitársela e ir a donde quería.

Ver esos pechos con los pezones rosados para acercarse y chupar uno mientras apretaba en sus dedos uno a su gusto, lo moldeaba, estiraba, jalaba, mientras en su boca la saliva goteaba por tener el pecho mordiendo, jalando, también, chupando y después iba al otro para jugar con sus dedos, haciendo a Lalisa gemir.

Su mano derecha se acercó a la cabellera pelinegra de Jisoo, jalándola un poco pero no tanto para separarla de su destino, sus pechos, sus pechos donde ahora estaba mordiendo y chupando en medio para separarse en un 'pop' y mostrar la marca que tenía entre ellos. Mismo destino que corrieron sus pezones y ahora, entre ellos, se veían esa marca de mordida.

Después viajó a su vientre, mordiendo, dejando ciertas zonas rojizas entre cada espacio para finalmente, dejarla totalmente llena de marcas de sus dientes.

Jisoo sonrió, viendo la retorcida sonrisa de la castaña que arqueó su espalda, mordiendo sus labios mientras volvía a abrazar a la pelinegra por la nuca, acercándose a besarla con todo y lengua, haciendo que esta la muerda, un poco, para generar un pequeño ardor. No hizo nada más que sonreír, relamer sus labios, y abrir sus piernas, viendo la polla de la otra.

Era tan grande, imponente, que quería tomarle una foto y mostrarla a todo el mundo pero sabía que esa polla sólo podía ser de ella. Esa polla sólo podía entrar en ella y en nadie más, porque eran la una para la otra.

Debe haber alguien que detenga al mal, debe haber una persona que la folle tan bien que la haga tener múltiples orgasmos y que después la abrace de esa forma cálida, debe haber alguien que sea su Jichu, y esa, es ella, obviamente, duh.

Lalisa sonrió, viendo la polla ser bombeada de una forma rápida y dulce para expulsar líquido pre seminal en su coño, que estaba tan húmedo que se podría deslizar tan fácil... y así lo hizo.

Su sonrisa se amplió más cuando sintió esa monstruosidad entrar en ella para abrir entre sus paredes, latir, y entre esa calidez casi explotar, porque llevó su cabeza detrás, moviendo sus lentes, pero, suspiró y abrió más sus piernas, sosteniéndolas. Hasta habló.

-Dios, que coño, Lisa-sonrió orgullosa, sintiéndola moverse de una forma brusca en ella mientras se abría entre sus húmedas paredes, dejando salir y salir su líquido para empapar su propio traje y la cobija, hasta el propio vientre de la otra por el contacto, y Jisoo rió-dilo.

-Decir, ¿Qué? ¿Cuál cosa de todas?-ver la vena marcada en el cuello de la otra, que gimió al moverse dentro de ella más fuerte, ganándose un gemido entrecortado de Lalisa. La pelinegra sostuvo su brazo, jalándola un poco, pero riendo.

-Que este coño es mío y sólo yo puedo follarlo, porque sólo yo te hago gemir así, sólo yo te hago rogar de esta forma y sólo yo, Lalisa, escúchame bien, sólo yo puedo follarte, puedo estar en ti y hacerte sentir así-oh Dios, la castaña gimió un poco más alto y comenzó a gemir seguido, para disponerse a hablar entrecortada.

-Oh, Dios, sí, Jichu, sólo tú puedes follarme así, sólo tú puedes follarlo, sólo tú puedes tomarme así, éste coño es tuyo, Jisoo, lo es, só-sólo tú... ¡Agh, ahí!-fue la señal para que Jisoo levantara esa pierna y la posicionara sobre su hombro para hacerla retorcerse debajo de ella de esa forma que hacía sentir, dura, de nuevo. La castaña paró, ganándose un gemido de queja por parte de la retorcida castaña que la vio agresiva, pero no se quejó cuándo sintió cómo la levantó y la volvió a estampar contra la pared.

-No lo dijiste, Lalisa-la otra sonrió al sentir la polla dentro de ella de nuevo, pero ahora Jisoo no fue considerada.

Ahora comenzó a follarla hasta hacer sus pieles resonar en toda la habitación, escuchar ella misma cómo sus fluidos caían al suelo de forma agresiva, de escuchar los quejidos, gemidos y suspiros que salían de la otra por la forma de follar y sólo alzó la voz, negando, riendo, poniendo sus brazos debajo de las piernas de la castaña.

-Puedo ver en tu vientre mi polla, Lalisa, ¿Acaso alguien más te ha follado así?-la otra tenía pura envidia porque la otra llevó su mano a palpar, a sentir su movimiento, y ella estaba siendo inmovilizada en la pared sin poder mover sus manos más que para acariciar los hombros o entrelazar sus manos en la nuca de la pelinegra alta.

Sólo abrió su boca, tratando de hablar, pero sentir a la otra tocar su punto sólo la hizo gemir más, elevando un poco más su cabeza, sin pensar nada más que en la polla que la estaba follando tan bien, y joder, no era tan grosera pero podía maldecir si eso significaba que estaba mostrando qué tanto estaba disfrutando esa maldita follada.

Una donde sentía cómo la otra casi dejaba su estrés y empeño, pero que de todos modos se merecía algo, y obvio, se merecía todo el aprecio de ella por follarla de esa forma.

Por hacerla sentir cómo esa polla se movía y agitaba casi todo de ella, cómo la levantaba y su propio peso se dejaba caer en ella, pasaba entre sus paredes y se bañaba de sus propios fluidos, fluidos que caían al suelo y estaba segura, que ya había un charco.

Lalisa sintió un rastro de saliva salir de su boca, y la mano de la otra sostuvo su rostro, viéndolo burlona, apretando sus mejillas mientras casi soltaba una carcajada. Sólo sintió sus cejas alzadas, y sus ojos caídos por la brutal follada. Habló.

-De-deberías mirarte, en total deseo por mi polla, Lis, por ésta polla-después de lo dicho, la dejó caer un poco, sólo para ahora sostenerla por la cintura mientras reía al verla torcer sus ojos y aferrarse más a ella, al punto donde ella misma era la que comenzó a saltar al no sentir las estocadas. Sólo le prendió el foco a la otra-¿Quieres moverte tú?

Ansiosa estaba. Lalisa sólo asintió cómo pudo y después, sintió cómo la otra se sentó en la silla donde anteriormente estaba atada, riendo, sosteniendo su cintura-entonces hazlo.

Oh, cariño.

Lalisa limpió el rastro de saliva que estaba por su boca y besó a Jisoo, ganándose el beso de respondida pero también, distrayéndola, por lo que ella misma comenzó a menear esas caderas para hacer a la otra gemir desprevenida, abriendo sus ojos y achicando uno, por placer y sorpresa.

Entonces así iban a jugar, pero no pudo hacer mucho porque las caderas de Lalisa se movían a un ritmo sorprendente, cómo si hubiera practicado para eso, y habló, viéndola fija mientras trataba de encontrar palabras.

-¿Có-cóm... Dios, Lis, ¿Cómo conseguiste esta práctica?-la otra rió al ver a la mayor ver sus pechos saltar enfrente de ella, hipnotizándola casi al instante que perdió que había hecho una reciente pregunta y que había tenido la respuesta hace unos segundos. Ahora la vio, menor perdida.

-Sólo... estoy montándote, Soosoo, me estoy dejando llevar...

-Entonces qué bien te dejas llevar, Lalisa-gimió de nuevo al sentir el meneo de caderas rápido en su polla que, de nuevo, comenzó a brotar los fluidos, Lalisa supo que la otra estaba algo cerca, pero ella también. De todos modos sólo mantuvo el ritmo mientras llevaba sus brazos al hombro de la otra y ladeaba su cadera, dejándole más espacio y nuevos rincones que tocar, sólo logró que la otra acariciara esa parte y se acercara a besar su hombro.

Ahora era Jisoo la que estaba sufriendo levemente, la que alzaba sus cejas de una forma dolorosa y sus gemidos salían de sus labios en un suspiro, en algo que sólo soltó de forma inconsciente mientras Lalisa, mientras ella estaba sintiendo esa polla llegar profundo en ella, tocando ese punto que sólo con alcanzarlo la volvía loca de esa forma que sólo se retorcía y gemía, pero antes de que ella pudiera llegar, Jisoo la volvió a tumbar en la cama, moviendo su fleco lleno de sudor, ese fleco que caía en sus ojos.

Habló, cansada.

-De-deja que yo...-sostuvo sus piernas, y ahí, comenzó a follarla en ese ritmo que estaba teniendo mientras la montaba, uno rápido, fuerte, pero que no era excesivo ni nada por el estilo. Jisoo rió, viendo los pechos de la otra rebotar enfrente de ella que ahí se decidió por llevar uno a su boca mientras mordía y con la otra mano sostenía la pequeña cintura de la otra.

Oh, sí, ahí estaba ese bulto en el vientre que se movía poco a poco mientras su polla relucía de nuevo, haciéndola gemir y sentirse más dura por la simple imagen de ver su carne en el pequeño y delgado cuerpo de la chica que sólo comenzó a arquearse más, gimiendo, rogando mientras sus manos se dirigían a las sábanas y las apretaba.

Habló, entrecortada.

-¡Ug-ugh, es-estoy cerca, Jichu, me-me voy a venir!-palabras que la hicieron mantener el ritmo, y después, sus manos bajar al clítoris de la otra para ayudarla.

Leves espasmos que la hicieron gemir a ella también, por sentir su polla apretada pero de esa forma deliciosa, que también la exprimía y ordeñaba, los gemidos y cómo la otra se estaba removiendo de una forma casi salvaje frente a ella. Jisoo sólo se siguió moviendo, hasta por fin, correrse dentro de la pequeña castaña.

Apenas salió de ella, con su dedo índice y medio abrió levemente esos labios inferiores para ver la entrada de la otra gotear su líquido, expulsándolo, pero dándole una imagen que siempre guardaría.

Jisoo se subió la bragueta, recordando que seguía teniendo el traje, pero sonrió al verlo lleno de los fluidos de Lalisa y después de explotar, de ella también.

Al ver los ojitos de la castaña, de verla acomodarse sus lentes de nuevo, la hizo suspirar y que se quite su traje, tirándolo en el suelo, quedándose en ropa interior mientras se acostaba en la cama, pero la otra rió, parándose a su pequeña mochila, entregándole una camisa y a ella una más grande, acostándose a su lado, abrazando su brazo fuerte.

Jisoo sólo sonrió, viéndola. Ella misma le acomodó los lentes.

-¿No destruirás la ciudad?

-Esa es sólo una excusa para hacerte ir a cualquier lugar donde estoy, por favor, ¿Yo?-dijo mientras apretaba el botón que le enviaba a sus seguidores el 'se cancela todo plan relacionado a eso, pero el jueves armaremos manualidades en directo + face reveal!'

Entonces, eso hace que la pelinegra se sienta un poco más segura mientras la castaña se acostaba en su pecho y hacía signos de interrogación en ellos, como caricias. Sólo rió, cerrando sus ojos, esperando que cuando despertara, la ciudad no estuviera explotada.

Pero antes de dormitar exhausta, habló.

-Se llama con el botón.

-¿Qué?-la pequeña castaña volvió a buscar sus lentes en el cajón, viendo a la emo pelinegra hablar.

-El edificio se llama año y sus edificios son 12, meses del año, el ascensor se llama con el botón...-hace que la otra tuerza sus ojos, tapando su rostro, evitando gritar.

-¡Qué estúpido acertijo!

Sí, ella también lo pensó pero de todos modos, terminó en una buena follada.

¡gracias por leer!

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