Me encontraba en mi habitación llorando no era justo. Estaba bien en París en mi amada Beauxbatons. Tenía toda mi vida aquí era la chica popular, mis excelentes calificaciones. Rodeada de gente distinguidas. Pero también estaba mi padre el había recibido un buen puesto en el ministerio mágico tenía que hacerlo por él.

«Vamos que puede ser tan malo en hogwarts.» —se que mis lágrimas y me levanté de mi gran cama — no será tan malo estar... rodeada de vagos —me volví a tirar en la cama a llorar cuando sonó la puerta de mi habitación.

—¿Hija puedo pasar?— escuché hablar a mi madre del otro lado de la puerta.

—Pasa.

Ella entro a la habitación y se sentó a mi lado.

—Vamos hija no es tan malo Londres, te encantará a demás de que Hogwarts es una buena escuela.

—Si llena de vagos.

—No es así hija, además tu padre y yo estudiamos ahí no lo olvides.— me miro y yo solo desvíe la mirada

—Es fácil para ti. Yo nací, crecí en París y amo Beauxbatons además seguro que en Hogwarts estará rodeado de gente pobre y llenos de delicuentes

—Tu padre hizo muy mal en consentirte en todo Hermione. No tienes que juzgar a las personas sin conocerlas a demás de que no tienes que expresarte de esa manera de nadie.

—Si sí lo que digas madre. —puso los ojos en blanco y se levantó de su lugar.

—Bien espero y que esto te haga cambiar de actitud. Estoy segura que amarás igual o más que tú Beauxbatons, termina de guardar las cosas.

—Si.

Por fin había terminado la última maleta no me había dado cuenta de cuánta ropa tenía. Tendré que dar alguna a la caridad.
La familia Granger apareció en una gran y lujosa mansión. Era enorme a decir verdad no estaba tan mal

—¿Qué opinas princesa?— hablo el señor Granger

—Me encanta, papi..pero extraño París y Beauxbatons —suspiro y bajo la mirada.

—hija hablamos de eso... Quizás en vacaciones podamos ir

—¿de verdad?— pregunto emocionada.

—Claro hermosa. Pero ya ve a tu habitación

—Si papi.

La castaña subió apresurada por las escaleras llegó a una puerta color blanca con destellos dorados que decía "Hermione".
Al entrar vio su enorme habitación, muebles color blanco y una gran cama. En su armario era más grande que el de su anterior casa al igual el baño. Era simplemente precioso.

—Hija

—pasa mamá.

—¿Que tal tu habitación princesa?—se sentó un pequeño sillón

—Me encanta —hablo la castaña saliendo del armario.

—Me alegra mucho pequeña, ya ahora descansa y duerme mañana iremos al callejón Diagon, para comprar tu túnica y uniforme aún que aún no sabemos que casa serás —hablo emocionada.

—¿casa?

—Si, hay cuatro casas que te mandan según tú forma de ser. Son Gryffindor donde yo estuve —dijo con una enorme y orgullosa sonrisa —Slytherin dónde estaba tu padre,Hufflepuff y Ravenclaw

—Ha que interesante —hablo sarcástica.

—te va a gustar hija. Ahora dormir, hasta mañana princesa —la mujer se acercó y beso la frente de su hija y salió de la habitación.

. . .

—Papá de verdad tenemos que venir aquí—dijo con su tono arrogante que la caracterizaba

—Si hija. Aquí encontrarás todo.

—ya veo —hablo mirando a su alrededor con desagradó.— iré a ver alguna tienda donde allá...cosas ....bonitas. —la castaña se fue dejando a su padre con las palabras en la boca.

— ¡Alexander!— hablo un hombre de cabellos largos rubios acercándose a ellos con su típico andar arrogante

—¡Lucius!— dijo amistoso acercandose también.

— que agradable sorpresa. No pensé que volverías —dijo amable el hombre rubio.

— y aquí estoy amigo. Cuánto tiempo—suspiro

—Asi es amigo. Y vienes de vacaciones?

—Vine a quedarme me mandaron a ese ministerio.

—Mucho mejor todos los que están son unos ineptos.

— También lo creo Lucius— ambos rieron y un joven aclaraba la garganta

— Oh te presento mi hijo, Draco — era un rubio alto, delgado , ojos grises y una gran sonrisa. —Draco el es mi mejor amigo de toda la vida íbamos en la misma casa Slytherin

— Mira que grande estás muchacho. Igual de elegante que tu padre —saludo el hombre y este también saludo.  — Soy Alexander Granger y me imagino que también estás en la mejor casa Slytherin.

—Asi es señor —sonrio — Mucho gusto.

—Es un orgullo tu hijo Lucius

—¡Papá! Por fin encontré una tienda digna de mi —hablo una castaña quien se acercaba a ellos con varias bolsas.

—Oh que bien princesa. Te presento. Él es Lucius Malfoy el es mi mejor amigo nos conocemos desde Hogwarts. — la castaña estendio su mano

—Mucho gusto señor Malfoy.—saludo

—El gusto es mío.— saludo él.

— y él es su hijo Draco Malfoy —el muchacho la miro nervioso Draco siempre fue así se ponía nervioso con las mujeres...y más con alguien como Hermione— ella es mi Hija Hermione Jean Granger.

—Mucho gusto— saludo de nuevo al rubio y le guiñó el ojo al ojigris

—y tu hija me imagino estudiara este año en Hogwarts?— hablo el rubio mayor.

—Asi es, estaba estudiando en Beauxbatons pero dadas las circunstancias ahora iniciará en Hogwarts

— ¡Que alegría! Espero y quedé en Slytherin una digna —dijo Lucius.

—Lo mismo digo, ahora que lo veo van en la misma generación que Draco así que lo más probable es que ambos estén juntos— dijo el señor Granger con orgullo.

— Así es Alexander, te parece si vamos a tomar una cerveza de mantequilla.

—Perfecto Lucius así nos ponemos al día. Chicos ustedes pueden quedarse

—Draco deberías mostrarle el lugar a la señorita Hermione —el chico asintió y rodo los ojos le molestaba cuando su padre se ponía en ese plan.

—Bien, muchacho te encargo a mi princesa. Nos vemos más tarde

Sin más ambos hombres caminaron hasta que se perdieron de la vista de los dos muchachos.

— y bien Draco ¿Cuántos años tienes guapo?—le sonrió coqueta y se acercó a él

—16—dijo sin alguna expresión

—Somos de la edad entonces. Y bien que me quieres mostrar?—mordio su labio y el rubio solo soltó un bufido

—No se.

—Uy.

El rubio comenzó a caminar mientras la castaña lo seguía. Lo miraba atentamente era un dios para Hermione. Rubio, alto , unos hermosos ojos grises era perfecto.

Caminaron un par de minutos en silencio Draco solo deseaba ya irse a su casa. La castaña solo la pasaba aburrida y callada era desesperante.

— ¿y que te gusta hacer?—rompio el silencio el chico se quedó callado y respondió.

—Me gusta leer y practicar Quidditch

— Que interesante y que más?

—nada más.

—Solo eso?— levantó una ceja y lo miro el solo asintió con la cabeza. — y que tal Hogwarts?

—Bien. Interesante.

— y que casa eres?— ella se acercó un poco más y el chico solo retrocedía

—Slytherin

—Me imagino que tienes muchos amigos y eres popular. He leído que tú familia tiene un linaje muy interesante y poderoso.

— al igual que el tuyo. Y no solo tengo dos amigos y no soy para nada popular.

—¿Que? O sea eres tipo un dios y guapísimo y demás y no lo eres.

—No; no soy un cabeza hueca. Solo me interesa tener buenas calificaciones y buen comportamiento.

—Vaya eso es de ver y no creerse. —dijo sorprendida sentándose en una roca cercana.

— A ti me imagino que es lo que menos te interesa. Lo más seguro es que te guste Potter. El si es muy popular y es casi como tú—solto su veneno y la chica solo sonrió con malicia.

— será interesante conocerlo.

—te aseguro que te gustará. Es igual de falso.

— Uy soltando ya el veneno.— se burló— digno de un Slytherin.— el rubio solo rodo los ojos en blanco y la ignoro— pero sabes no te quita lo sexy que eres —se acercó a él y susurro en su oído mordiendo un poco

A Draco solo se le herizo la piel al tener a si de cerca a una chica. Era verdad casi todas las mujeres siempre buscaban a Potter, algunas veces a él pero este siempre las aburría con sus pláticas y demás.

— Sabes Draco se que piensas que soy una hueca y falsa pero soy muy distinta... Era el mejor promedio y sabes aún así sabía divertirme y lo se —sonrio orgullosa — Soy astuta cariño. Se lo que quieres causar en mi. Y sabes yo no estoy para rogar.

Al decir esto ella se alejo del rubio y comenzó a caminar sexualmente.. el sabía que iba a comenzar un juego de parte de la castaña y no iba a caer...o eso quería pensar