🔥

Finalmente, llegó el tan esperado día de tu graduación, en la cual tuviste tu sesión de besos para bajar un poco el estrés y luego Rengoku te dió un premio por tu buen desempeño en la materia.

En ese momento estabas con tu grupo habitual al cual se le sumó Kanao, la cual no era tan sociable con ustedes ya que prefería estar aparten excepto cuando se trataba de Tanjiro. Todos en la mesa menos Nezuko-chan estaban bastante borrachos. Irónicamente, la dulce pelinegra era la que contaba con la mejor tolerancia al alcohol.

Hasta Tanjiro estaba ebrio, regañando a Inosuke mientras Zenitsu contaba sus penas como un viejo divorciado y Kanao solo miraba a la ventana, a juzgar por su mirada, probablemente estuviese viendo un elefante albino fuera debido al estado de ebriedad.

De repente el tema de conversación cambió a la universidad. Estaban ebrios, por lo que no se entendían una mierda, pero hacían como que si sabían de lo que hablaban.

Par de horas después, las cosas se pusieron feas. Inosuke le vómito encima a Zenitsu y este ya estaba medio dormido, por lo que no entendía que pasaba a su alrededor. Tanjiro estaba dormido sobre Nezuko y Kanao solo estaba ahí, sentada, mirando hacia el frente con la misma expresión de siempre, pero en sus ojos se veía como moría por dentro.

Tu solo bebías y pensabas en pura estupidez. Nezuko-chan ya había tenido suficiente con eso. Sacó su teléfono y marcó un par de números mientras pedía la cuenta y sacaba la billetera de los cuatro para tomar la parte que le correspondía a cada uno y devolverselas. Claro que de ninguna manera tocó a Inosuke o a Zenitsu.

Minutos después de pagar la cuenta, Shinobu-sensei y Tomioka-sensei entraron al establecimiento recogiendo a sus pupilos y segundos después, Rengoku-sensei vino por tí. Te cargó en sus brazos y salió del establecimiento llevandote a su auto.

Miraste como Kanao se caía mientras Shinobu la ayudaba a entrar a su auto y como Tomioka ataba a Zenitsu del techo del auto, no te estrañaba, ya que ni muerto Tomioka-sensei dejaría entrar al rubio lleno de vómito a su auto ni aunque este se estuviese desangrando.

Rengoku te dejó suavemente en el asiento del copiloto y se despidió de sus compañeros para emprender camino a tu hogar. Una vez llegó, tomó tus llaves, te cargó con tus cosas y entró en tu casa contigo en brazos cerrando la puerta detrás de él.

Te recostó en tu cama dejando las llaves en la mesita de noche y se dispuso a irse, pero tu sostuviste la manga de su camisa con fuerza, evitandolo.

----¿Que pasa querida?----El rubio te sonrió acariciando tu mejilla.

----Quédate conmigo...----Murmuraste con los ojos entreabiertos debido al sueño que te causaba tu estado actual.

----No puedo, querid---- Tomaste su mano y lo jalaste para hacerlo caer sobre ti. Abrazaste su cintura con tus piernas y con tus brazos abrazaste su cuello.

----Quédate por favor...no quiero que te vayas..----

----¿A que te refieres?---- El rubio cedió abrazandote suavemente.

----E-es que...ya me gradué...ya no podremos vernos todos los días..----Unas finas lágrimitas brotaron de tus ojos mientras sollozabas en silencio. Al parecer el alcohol también te ponía muy sensible. ----No quiero que te vayas...----

Rengoku levantó su mirada mirándote a los ojos intensamente, te sonrió con ternura. Tomó delicadamente tu mano y besó tu muñeca subiendo hasta la palma y por último posándola en su mejilla y volviéndote a mirar.

----No me pienso ir de tu lado, querida.----

----¿M-me lo prometes?..---- Sorbiste tus mocos con las mejillas levemente coloradas y lagrimitas en los ojos.

----Lo prometo.---- Rengoku te besó tiernamente. 

Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́....