-"..."

JiMin se sorprendió por la inesperada preocupación de su marido. Sin embargo, no se ofendió por ello. Si odiara a este hombre hasta ese punto, entonces sería una situación difícil sin importar lo que pasara. Afortunadamente no había llegado a ese nivel todavía.

-"Mentiría si dijera que el trabajo no es duro, pero va bien." -respondió JiMin-

-"Me alegro de oírlo." -dijo YoonGi con dureza- La habitación se quedó en silencio, ya que ninguno de los dos tenía nada más que decir.

Aunque JiMin estaba ligado por matrimonio a su marido, él ya tenía a una mujer a la que amaba, y no estaba interesado en JiMin. Lo único que tenían en común era que ambos eran miembros de la Familia Imperial.

-"No dejaré que nada empañe el honor de la Familia Imperial y de Su Majestad." -dijo JiMin- Su conversación tenía que terminar aquí.

-"..."

-"Así que no tienes que preocuparte por eso."

-"... Muy bien." -dijo- Luego se giró y se alejó. JiMin no se molestó por la poca cortesía, y no volteó para verlo irse. Rápidamente volvió a la tarea que tenía entre manos cuando la puerta se cerró.

-"¿Las esposas de los representantes estarán aquí?"

Las cejas de SoGe se levantaron de interés por la noticia inesperada.

Glara asintió con la cabeza, y luego continuó susurrando en el oído de SoGe.

-"Se decidió hace un momento. Originalmente se suponía que solo serían los representantes, pero el plan cambió.

SoGe cuidadosamente le dio vueltas a esta información en su cabeza.

-"¿Es cierto que el Imperio de Christa no come cerdo por razones religiosas?"

-"Sí. Dicen que su dios está representado por un cerdo." -respondió Glara mientras su cara se iluminaba como si tuviera una idea- "Mi señora, ¿por qué no lo usa en su beneficio?"

-"Eres muy aguda, Glara. Me conoces bien." -dijo SoGe mientras sonreía y jugaba con sus largos mechones- Su voz se volvió urgente mientras trazaba su plan.

-"Trae el menú que preparó el rey tan pronto como sea posible. Averigua cualquier pequeño detalle que puedas. No queda mucho tiempo hasta que los representantes lleguen, así que apúrate."

-"Sí, mi señora. Déjamelo a mí."

Una amplia sonrisa se abrió paso en el rostro de SoGe cuando imaginó un futuro que aún no había llegado.

-"Creo que el futuro será bastante explosivo."

-"Les ordené al personal de la cocina que preparara filetes de carne para la cena, Su Majestad."

JiMin levantó la cabeza de su trabajo.

-"Gracias, Mirya."

Mirya lo miró con una expresión curiosa.

-"¿Qué está haciendo ahora, Su Majestad?"

-"Estoy escribiendo invitaciones."

-"... ¿Invitaciones?"

JiMin colocó las invitaciones en sus respectivos sobres uno por uno y las estampó con el sello del Rey. Luego se las entregó a Mirya.

-"Los destinatarios están escritos en el exterior de los sobres. ¿Entregarías algunos de estos por mí, Mirya?"

-"Por supuesto, pero ¿otra invitación tan pronto? No hace mucho tiempo que tuviste la fiesta de té."

-"No es una invitación para una fiesta de té, sino para el banquete de dentro de unos días. Aunque sea mi responsabilidad, no puedo entregar todas las cartas sólo a los VIPs."

Mirya barajó los sobres y leyó los nombres en ellos. Marqués Grochester, Duquesa Vasi, Marqués de D'ival, Condesa Arjeldo y Duquesa Witherford. Mirya frunció el ceño cuando vio el apellido.

-"Su Majestad."

-"¿Qué pasa?"

-"Hay un nombre extraño mezclado aquí." -dijo Mirya mientras sacudía la cabeza-

JiMin inclinó la cabeza.

-"¿Un nombre extraño?"

Mirya miró el sobre y se lo dio a JiMin.

-"¿Por qué está el nombre de la Baronesa So aquí?"

-"Ah." -murmuró JiMin-

Mirya sintió que estaba a punto de estallar de frustración. ¿Su Majestad se había vuelto loco?

-"¿Cometió un error?"

-"No, no es un error."

-"¡Su Majestad!" -gritó Mirya- Algo poco usual en ella. JiMin sonrió tranquilamente como si entendiera los sentimientos de la dama de compañía.

-"No hay necesidad de ser sensible, Mirya. No es un error, y no estoy loco".

-"..."

Mirya se sonrojó y aclaró su garganta. JiMin continuó mientras sonreía ligeramente.

-"Por supuesto, esta reunión es sólo para los nobles de alto rango, y sería contra la etiqueta invitar a la señorita So, una baronesa. Sin embargo... ella sigue siendo la concubina del Emperador... y tengo algo que mostrarle."

Mirya no tenía ni idea de lo que podía ser. Desde su punto de vista, era imposible que una baronesa pudiera asistir a tal banquete.

-"Entiendo que desea mostrar su autoridad y dignidad a la Baronesa So, pero ese no es el lugar correcto para hacerlo. Más importante aún, ¿cómo puede invitar a la concubina? ¿Qué pensarían de usted las esposas de los representantes?"

JiMin se rio un poco.

-"No estaría tan mal. Puedo averiguar lo que pasa en otros países y pedirles consejo".

-"¡Su Majestad!" -gritó Mirya con lágrimas en los ojos- El rey no parecía estar bromeando. Mirya nunca esperó que el Rey fuera este tipo de persona, pero fue como si su personalidad cambiara de la noche a la mañana.

-"¿Qué pasa si las cosas no salen cómo quieres?"

-"Entonces sólo sería mi suerte. ¿No es así?"

Mirya se quedó sin palabras ante el comportamiento tranquilo de JiMin. El rey solía actuar de manera predecible, pero esta vez estaba siendo extraño. A Mirya le costaba entender las intenciones de JiMin, pero decidió cerrar la boca ante la inesperada terquedad del Rey. Mirya suspiró brevemente y cambió de tema.

-"Oh, por cierto, no he visto a la señorita Mina hoy. ¿No suele estar a tu lado?"

-"Ah, no te preocupes. He pedido algo especial para esta recepción. Tal vez regrese al final de la noche. No te preocupes." -respondió JiMin- "He estado pensando todo el día y tengo hambre. Mirya, ¿podrías traer algunos bocadillos antes de enviar las invitaciones?"

Las cartas que JiMin le dio a Mirya fueron entregadas a sus respectivos destinatarios, entre ellos, SoGe. SoGe también pensó que la invitación era un error, y aceptó el sobre de Mirya con una mirada desconcertada. La cara de la dama de compañía que lo entregó no era desagradable, así que tenía que ser verdad.

-"¿Qué es esto, mi señora?"

Naturalmente, Glara mostró interés en la carta, y SoGe respondió con el ceño fruncido mientras abría el sello del Rey.

-"Es una invitación del Palacio Imperial".

-¿"Invitación"? Pero la fiesta de té no fue hace tanto tiempo."

-"Lo averiguaré cuando la lea."

SoGe abrió el sobre y leyó la carta. Pronto, las comisuras de su boca se movieron y comenzaron a temblar. Glara miraba nerviosa, esperando que SoGe no se pusiera histérica otra vez.

-"Ah, ahahaha."

Glara miró fijamente como SoGe volvía a reírse una vez más como una loca. Ella esperaba que lo que fuera que estaba en la carta no fuera una provocación.

-"¿Qué hay en la carta, mi señora?" -preguntó Glara cuidadosamente-

-"Ahaha, Glara. Oh Dios mío, mira esto."

Le lanzó alegremente la invitación. Glara cogió el papel con una expresión desconcertada y leyó su contenido. Pero no se rio como SoGe.

-"Estás invitada al banquete."

-"Qué rey tan impertinente. ¿Quiere recordarme mi situación delante de todos?"

SoGe le arrebató el papel a Glara con una sonrisa fría y lo hizo pedazos.

-"Iré."

Tenía que ver lo que pasaría. Una sonrisa venenosa se extendió por su cara mientras pensaba en la diversión que tendría.

Glara también sonrió y habló.

-"Me ocupé de todo lo que me pidió, mi señora."

-"Bien"

SoGe esparció los pedazos de papel desgarrado por el suelo y los pisó con firmeza. Como si fueran el mismo JiMin.