Pastel de Higos
Akutagawa había nacido ciertamente en una provincia del reino felino, eran pobres y desprotegidos, su padrastro le había enseñado a matar, a engañar y a robar para sobrevivir y eso planeaba, era el plan perfecto, ser tan cercano al rey que lograría tomarlo, tomar el reino y no habría más pobrezas, el plan era perfecto, incluso su padrastro se había desecho de los antiguos reyes y padres del ahora Rey Atsushi, ahora que Scott le había abierto una puerta, no podía desaprovecharla, seria el confidente más especial del albino, más incluso de Chuuya... Eso planeaba ser
Habían pasado dos días sobre aquel incidente, el reinado del albino era pacifico, Dazai se había retirado y Akutagawa seguía a todas partes al albino, aun Chuuya no confiaba en el
- Akutagawa no tienes que seguirlos a todos lados
- Chuuya está bien, al fin y al cabo Akutagawa termino quedándose, solo hazlo mas cómodo - dijo Atsushi
- Gracias Atsushi - dijo el pelinegro
- deberías tratarlo con más respeto
- Le pedí que me llame por mi nombre - dijo el albino - así es más cómodo
- Como sea - dijo Chuuya molesto
Entraron al despacho donde Atsushi revisaba unos documentos, encontrando un proclamo con los caninos, o sea Dazai
- Chuuya ¿puedes ir al reino canino?, hay papeleo de Dazai-.san
- odio tener que ir - miro a Akutagawa - manda a Akutagawa, el conoce bien al bastardo
- ¿bastardo?
- Así le llama Chuuya a Dazai-san - suspiro el albino - Chuuya eres mi hombre de confianza, son papeles de proclamo
- OK - dijo molesto el pelinaranja - pero si me toca voy a matarte Atsushi - se quejo Chuuya tomando los papeles
-Gracias Chuuya -dijo Atsushi entregándole los papeles
- Sigue trabajando, volveré por la mañana - dijo Chuuya acariciando la cabeza del albino
- claro Chuuya - respondió Atsushi sonriente
- ¡y Tu! - le señalo Chuuya al pelinegro - cuida bien de nuestro rey o te llevaré a la horca
- Claro Chuuya-san - respondió el pelinegro
Chuuya se retiro, Akutagawa tenia un día entero para volverse más cercano al rey, no debía desaprovecharlo
- Rey Atsushi ¿en que puedo ayudarlo? - pregunto el pelinegro poniéndose frente al escritorio
- Nada Akutagawa, solo debo terminar de revisar los papeles ¿por que no descansas? siempre vas siguiendome
- mi deber es serte fiel
- la lealtad no es un deber - dijo el albino sorprendiendo al pelinegro - la lealtad se adquiere por el cariño y respeto a la persona - Atsushi miro al pelinegro - seré un chico apenas, pero soy un tigre y huelo perfectamente los alrededores
- ¿a que se refiere Rey Atsushi?
- hueles a sangre - dijo el albino sereno - sangre canina, felina, halcón, incluso conejo, y creo que incluso del reino jabalí
Akutagawa se quedo quieto del asombro, el había matado cierto, necesitaba una escusa ante tan buen olfato
- se que Dazai-san te recogió y educo pero no creo que le hallas dicho todo
- Dazai-san no es ningún tonto, lo sé, mate - Akutagawa hizo una expresión de aflicción - pero tenia hambre... el vivir en las calles es algo terrible, no deseo volver... es por eso que deseo permanecer a su lado y serle útil
- Sabes más de ataques que nadie, si Scott planea una guerra me seras de mucha utilidad - dijo el albino volviendo a los papeles
- no quiero seguir en eso Rey Atsushi, en verdad quiero una vida tranquila y de paz
- Lo siento, fue grosero de mi parte - Atsushi dejo los papeles y miro al pelinegro - ¿que tal una bienvenida?
- ¿una bienvenida?
- sip, Chuuya y yo lo hacemos a menudo - dijo el albino sonriente -para empezar, vamos a la cocina
Akutagawa se quedo algo inquieto, no entendí a aquel chico, realmente parecía diferente a lo que su padrastro había dicho, pero no debía doblegarse, necesitaba tener la oportunidad de acercarse tanto para matarle, los tigres eran los más difíciles de matar entre los felinos, pero sabían la manera...
Atsushi había llegado a la cocina con el pelinegro, esta no tenia servidumbre, aquello dejo a Akutagawa sorprendido nuevamente
- cocinaremos un pastel - decía Atsushi colocándose un mandil
-¿pastel? ¿porque? ¿y la servidumbre?
- ellos solo trabajan 4 veces a la semana
- ¿porque?
- bueno tienen familia, normalmente vienen un día si y uno no, así Chuuya y yo tenemos comida para dos días completos
- ¿comen recalentado?
- Claro, es más deliciosa
- ¿que hay de los eventos?
- Trabajan el día completo - dijo el albino algo curioso - ¿tienes más dudas?
- ¿porque?
- Chuuya y yo sabemos cocinar, estamos ocupados, solo necesitamos ayuda a veces
- o sea que el castillo está siempre solo?
- Chuuya y yo siempre estamos juntos
- y
- y ahora contigo también - dijo el albino sonriente
- no se... cocinar
- Está bien, preparare en pastel yo pero pon atención para aprender
- cla-claro
Akutagawa se asombraba de lo que sucedía, el rey, el mismísimo rey preparaba un pastel para el, un recién llegado y solo para darle la bienvenida, estaban solos, Akutagawa podría aprovechar para hacer su ataque pero... El olor a horneado lo atrapo y fue más su alegría cuando vio al rey sacar varias frutas para el pastel, entre ellos Higos
- ¿te gustan los higos?
- si, me encantan
- entonces llegará relleno de higos - dijo el albino sonriente
- gra-gracias Rey Atsushi
- Deja lo de rey, se que lo soy pero aun no me acostumbro - decía el albino colocando la fruta
- ¿fue doloroso?
- mis padres siempre estaban viajando buscando nuevas tierras, no se siente diferente el no verlos, pero se que ya no los tengo... - Atsushi bajo la mirada - no puedo correr a ellos si tengo dudas ahora, tampoco los puedo esperar en la puerta cuando regresan... - Atsushi se dio cuenta de sus palabras y volvió a sonreír - lo siento, no quise decir eso, tu debiste pasarla peor solo en las calles
- no realmente, tenia personas que me ayudaban y otras me cuidaban así como yo llegue a cuidar - el pelinegro se acerco al rey y le abrazo - tu solo tienes a Chuuya y te quedas solo cada que el manda mensajes o papeles... Pero está bien, ahora estoy yo para hacerte compañía
Ante las palabras del pelinegro, el albino se sonrojo, estaba abrazándolo, aquello lo ponía más nervioso, pero el albino no logro evitar cerrar sus ojos, recargarse en el pecho del pelinegro y sonreír mientras le abrazaba
- también te haré compañía Akutagawa... Gracias por tus palabras...
El pelinegro se había quedado sin palabras, el chico que ahora lo abrazaba ¿realmente era un rey despreciable? Después de aquel abrazo que los unió como rey y mayordomo, el albino termino el pastel, la decoración simple pero hermosa, Atsushi corto el pastel y le dio una rebanada grande a Akutagawa, después hizo algo de te y le sirvió, el pelinegro solo seguía dudando de cual era la verdad tras el albino
- después de comer te enseñaré el jardín - dijo Atsushi
- esto es tan delicioso que podría comerlo todo el día - dijo el pelinegro
- si, pero no comas tanto o enfermaras del estomago - dijo sonriente
Ambos chicos terminaron el pastel y el te, Akutagawa ayudo al albino a limpiar, después salieron al jardín, un enorme y colorido jardín con enormes arboles y muchas flores
-¿ porque tantas flores?
- me gustan las flores, cuando esta Chuuya venimos, dejo mi lado tigre salir y corro por todas partes - dijo el albino sonriendo
- ¿porque solo con Chuuya?
- mi pelo termina todo enredado y el es el único que se tomo el tiempo para ayudarme a desenrredarlo
Akutagawa comenzó a reír, aquello le pareció chistoso, Atsushi se sonrojo por ver su sonrisa, era cálida... Akutagawa le sonrió ligeramente a su rey y le motivo a correr
- Rey Atsushi, corra, a mi no me molestará cepillar su pelaje
- no, no quiero molestarte, venimos para que conocieras - decía el albino
- se le ve en todo su rostro que quiere correr por el jardín
- no es mi culpa, el jardín siempre huele bien
- corra, yo vigilaré, cuidaré y cepillaré - dijo Akutagawa con una pequeña sonrisa
- va-vale, solo por que insistes
- no tuve que hacerlo mucho
- o-oye, no soy tan fácil - se quejo el albino
Atsushi uso su extremidades de tigre primero, corría por todo el jardín, después de un rato, Akutagawa le miraba sorprendido por tal animal tan hermoso, corría por todas partes, su pelaje albino resaltaba en sus ojos, era igual a ver al mejor y más maravilloso espectáculo de su vida...
Chuuya había llegado a la mañana siguiente, se dirigió a la alcoba del rey para encontrar nada más que algo que lo sorprendió, habían montañas de su pelaje por toda la habitación, Akutagawa descansaba a un lado del albino quien abrazaba al pelinegro, se había quedado completamente dormido y al parecer Autagawa del cansancio pues aun sostenía el cepillo para su pelaje
- Hay Atsushi... - dijo el pelinaranja suspirando - jamas dejas que toquen tu pelaje... - Chuuya volvió a suspirar y movió a Akutagawa - Akutagawa, heey, Akutagawa
- ¿mm? - miro a Chuuya y se sorprendió más Chuuya le dejo quieto
- si te mueves mucho lo despertaras - dijo viendo al albino acomodado en el pecho del pelinegro
- Chuuya-san le juro que no es lo que parece
- lo sé, Atsushi siempre busca abrazar algo o alguien para dormir - Chuuya sonrió - gracias por cuidarlo, bienvenido a la familia
La sonrisa de Chuuya era honesta, la sonrisa de Atsushi le daba una sensación de cosquilleo en el cuerpo ¿que pasaba en ese reino donde todo lo que creía no era cierto? Miro al albino que descansaba en su pecho, realmente... ¿como podría pensar en matarlo?
¡Buenas a todos! estoy subiendo capitulo desde el trabajo, soy tan rebelde (?) lol, bueno, no aguantaba las ganas de terminar este capitulo y mostrárselos, intento que sea un fanfic corto, espero les guste como se va desarrollando, Atsushi es un Rey fuerte e intuitivo ¿Akutagawa le hará dudar de sus instintos? ¿Chuuya estará a favor? ¿hará algo Chuuya con respecto a estos dos? o ¿sera que Akutagawa aprenderá algo nuevo de su Rey?
¡GRACIAS POR LEER!
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