Gatito quisquilloso
Akutagawa ya conocía los pasillos del castillo, Chuuya le había mostrado aquellos pasillos algo difíciles de encontrar, todo con él hecho de cuidar de Atsushi, los tres chicos pasaban el tiempo, cuando Chuuya iba a dejar papeles, Akutagawa aprovechaba para conocer mejor al Rey, había descubierto varias cosas, el Rey Atsushi era mimado y caprichoso, pero era alegre, responsable y muy honesto pero su sinceridad también hacia que pelearan, tenían discusiones con temas normales aunque el pelear con el Rey le quitaba el estrés, sabía que debía comportarse, así era aquel día, Akutagawa y Atsushi habían peleado, el pelinegro suspiro viendo al albino en el jardín, con los días había descubierto que Atsushi siempre huía al jardín
- Rey Atsushi – le llamo el pelinegro
- Ahora si me llamas Rey – dijo Atsushi en un puchero
- Jinko – le llamo el pelinegro ahora y se acercó – lament
- No, está bien, tienes razón... - dijo el albino – a veces llego a ser muy caprichoso
- Es normal, eres un Rey
- ¿Eso que tiene? – dijo Atsushi – todos somos humanos
Aquella frase dejo al pelinegro asombrado, realmente el albino frente a él, aquel chico que su padrastro describió como sanguinario, déspota y sin sentimientos hacia los pobres... o su padrastro se había confundido o el albino tenía un hermano, Akutagawa realmente estaba asombrado pero continuo la conversación
- Lamento haber desaparecido por una hora – dijo el pelinegro – una de las sirvientas necesitaba ayuda para colgar unas cortinas y
- Lo sé.... – Atsushi en encogió – por eso lo lamento... - el albino se sonrojo levemente – yo... es-estaba... - ahora había tragado saliva – so-solo no tardes mucho cuando ayudas a otras personas, re-recuerda que debes protegerme – dijo el albino
- Lo sé, siempre te cuidaré – dijo el pelinegro haciendo al albino sonrojarse
- A-Akutagawa ¿puedo abrazarte? – pregunto el albino evitando la mirada
- ¿Por qué siempre me preguntas? Pensé que abrazabas a todos – dijo el pelinegro
- Es por que tú eres más serio y no quiero incomodarse – se excusó el albino
- Está bien – le sonrió ligeramente – abrázame cuanto quieras, Jinko
Atsushi volvió a sonrojarse, se acercaba al pelinegro, cuando afortunadamente o desafortunadamente apareció su mejor amigo, Chuuya
- Atsushi – grito Chuuya – tenemos trabajo
- ¡S-si! – grito Atsushi en respuesta
Estaba decepcionado, quería un abrazo, se levantó y dio camino hacia Chuuya, pero el pelianaranjado se quedó completamente sorprendido al ver lo que sucedía... En cuanto Atsushi se levantó, el pelinegro le siguió en el acto, jalo al albino desde su antebrazo y lo abrazo desde su espalda, Atsushi se había puesto completamente rojo mientras Akutagawa apoyaba su barbilla en su hombro
- Dijiste que querías un abrazo – dijo el pelinegro
- G-G-G-gr-gra-gra-gracias – el albino apenas podía hablar por aquel acto
Akutagawa le soltó, Atsushi no lo miro, estaba muy rojo pero camino hacia Chuuya como si de un robot se tratará, el pelinegro les seguía unos pasos atrás, Chuuya estaba curioso en realidad, al llegar al despacho, Atsushi ya estaba normal, llenaba papeles y revisaba pedidos de los ciudadanos, Chuuya vio que el pelinegro no tenía mucho que hacer y debía aprovechar el momento
- Akutagawa, ¿puedes traer algo de leche y galletas? Parece que Atsushi pasará más rato aquí – dijo Chuuya
- Claro Chuuya – respondió el pelinegro levantándose y retirándose
- Chuuya ¿Qué haces? Las galletas me distraen y
- ¿Te gusta Akutagawa?
- ¿E-e-eh?
- Te gusta ¿Por qué lo ocultas?
- N-no es que qui-quiera o-ocultarlo – dijo el albino nervioso - n-no sé qué pe-pensará o co-como decírselo si quiera... E-Él es increíble
- Atsushi se te nota en toda la cara que te gusta, a ver ¿Por qué pelearon hoy?
- M-me puse celoso... n-no lo vi en una hora y es-estaba con Beatriz ayudándola con las cortinas... y-yo solo me puse celoso y saque mi la-lado posesivo...
- Atsushi, eres un gatito muy quisquilloso, aún no están saliendo
- L-lo sé
- Eres adorable Atsushi, solo confiésate
- N-no pue-puedo e-él es feliz con su trabajo ¿y si lo hago sentir incomodo? ¿y si se va? N-no me gustaría hacerlo sentir pre-presionado... y-ya sabes al final del día no dejo de ser el Rey...
- Tienes razón, pero dudo que a él le importe esos temas, ¿Qué tal si averiguo?
- Chu-Chuuya por favor no le preguntes nada
- Pensaba preguntarle al bastardo
- ¿Crees que él sepa?
- Bueno, lo tuvo 5 años ¿Por qué no? Debo salir mañana así que podría aprovechar
- ¿lo ha-harías?
- Claro – dijo acariciando al albino – para eso están los amigos
- Gra-gracias Chuuya
Atsushi continúo con el papeleo, igual que Chuuya, Akutagawa llego unos minutos después, dejo la leche y galletas en una mesa de centro, sabía que si se las daba al albino haría un desastre con los papeles, Atsushi de inmediato dejo los papeles y se sentó a comer galletas
- Es como un niño – dijo divertido Akutagawa
- No sabes cuánto – dijo Chuuya – Atsushi dame galletas
- ¿Qué? No, ve por tus galletas – se quejó Atsushi
- Que envidioso, todavía que Akutagawa las trajo y no das – se quejó Chuuya tomando una galleta
- ¡O-oye! – Atsushi se sonrojo y miro al pelinegro – gra-gracias por traer las galletas – dijo extendiéndole una galleta
- Gracias Jinko – dijo tomando la galleta – cada día eres menos posesivo
- Si tan solo supieras – dijo Chuuya burlón
- ¡Chu-Chuuya! – Atsushi suplicaba su silencio
- Atsushi es un tigre territorial, es normal que sea posesivo, a veces pelea por eso – dijo Chuuya burlón con una gran sonrisa
Atsushi no aguanto más, se fue encima del pelianajarando, una pequeña pelea de almohadas había comenzado, Atsushi estaba a punto del desequilibrio, Chuuya le estaba molestando con sus gustos por el pelinegro y esto le ponía más nervioso, Chuuya solo reía por los golpes con la almohada. Chuuya había tomado de vuelta la almohada, apenas iba a tocar al albino cuando Akutagawa le levanto, el pelinegro cargaba al albino como si de un gato pequeño se tratará, Atsushi se puso completamente rojo y Chuuya aguanto las ganas inmensas de reir por la cara de su amigo
- Chuuya por favor no golpee a Jinko – dijo Akutagawa
- A-Akutagawa ba-bájame – se quejó Atsushi
- Eso le llamo cuidar de tu rey – dijo Chuuya burlón de nuevo, Atsushi seguía más rojo que nunca – prácticamente ya terminamos por hoy ¿Por qué no lo llevas a la cama? – dijo Chuuya
Atsushi no podía estar más rojo, en realidad si, su color rojo comenzaba a pasar a su cuello, manos y demás cuerpo
- Está bien – dijo Akutagawa acomodándose a Atsushi al estilo "princesa"
- A-Akutagawa – le llamo el albino avergonzado
- Chuuya dijo que te lleve a tu habitación
- E-eso di-dijo pe-pero puedo caminar
- ¿Qué tal si te lastimaste jugando con la almohada?
- N-no lo hice
- No me arriesgaré – dijo el pelinegro comenzando a caminar
Chuuya se quedó a arreglar el papeleo, estaba satisfecho por su ayuda a su amigo, mientras, Akutagawa caminaba por los largos y anchos pasillos con el albino en sus brazos, Atsushi agradecía que el personal ya se había ido hace horas o aquello lo haría tener un ataque, Akutagawa miro al albino que tapaba su rostro avergonzado, su plan iba funcionando, solo necesitaba tener su atención para después hacerlo... la forma de matar a un Tigre era simple pero algo complicada, algo que le tomaría un tiempo más pero ya con él mes que llevaba en ese castillo, pareciera que se le haría más sencillo
Akutagawa llego a la habitación del albino, le dejo en su cama pero Atsushi no quitaba sus manos de su rostro, el pelinegro decidió sacar las pijamas del albino de su armario e ir al baño a calentar el agua, al volver Atsushi parecía estar más tranquilo
- Jinko, el baño casi está listo – decía el pelinegro
- O-oye Akutagawa – le miro ligeramente - ¿siempre eres así? O... - trago saliva- ¿solo es porque soy el rey? – pregunto dudoso pero temeroso
Akutagawa se acercó y tomo haciendo en la cama del rey Atsushi, puso su mano en su barbilla del albino, haciendo al Rey Atsushi mirarlo, Akutagawa miro directamente a los ojos heterocromaticos del albino, eso ciertamente le encantó, sus ojos eran como brillosos cristales, incluso el pelinegro trago de su saliva, aún tenía en duda si era correcto, aun tenía en duda si el albino era mala persona, aún tenía en duda lo que diría, pero sobre todo tenia duda si realmente solo estaba fingiendo...
- Es porque eres tu Jinko – dijo el pelinegro sonrojando al albino – no podría tratar así a nadie más, solo a ti... por ser tú, no por ser un Rey o ser mi trabajo, solo por ti – dijo Akutagawa
- A-Akut – el albino nuevamente no podía hablar
Akutagawa tomo eso como una oportunidad, se acercó y beso levemente la mejilla del Rey, cerca de la comisura de sus labios, Atsushi prácticamente hecho fuego de lo rojo que se había puesto, la sangre estaba en su cabeza y faltaba poco para gritar, Atsushi estaba en las nubes...
Hola a todos, aquí la tercera parte, intento hacer de está historia algo corta pero cada vez se me ocurren nuevas cosas ¿debería escribir o reducir? Ustedes decidan por favor
¡GRACIAS POR LEER!
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