Ni Naruto, ni Fairy Tail me pertenecen. Todo derecho es de sus respectivos dueños.

Empecemos...

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En una pradera se podía observar la figura de una persona.

- Ahora solo quedan siete, para que todos los dragones sean exterminados- exclamo.

Acnologia estaba caminando yendo en busca de sus objetivos. Puso una leve sonrisa al sentir otro dragon slayer desaparecer. Estaba más cerca.

Levanto la mirada hacía el cielo viendo a un insecto de cabellera roja descender, quedando frente a él.

- Sal de mi vista, no tengo asuntos contigo- expreso el rey dragón.

- Tu fuerza en verdad es aterradora e intensa, Gran Acnologia- dijo la mujer.

Sintiendo el poder mágico de la mujer, Acnologia supo que se trataba de un soldado del mago oscuro. Y por supuesto, sabía que no se iría sin pelear.

- Espero que puedas entretenerme- expreso el rey.

- Por supuesto... eso y más- contesto la mujer conocida como Eileen.

El viento agito a ambos enemigos que estaban quietos observándose.

- ¿Comenzamos?- pregunto la maga con una sonrisa pequeña.

Una luz salió de su bastón y el poder mágico lleno el aire. Acnologia se cubrió con su único brazo de una explosión a su costado derecho. La fuerza del ataque presiono al rey dragón, hundiendolo un poco en el suelo.

- ¿Un encantamiento atmosférico?-

Eileen movió devuelta su bastón dejando salir una poderosa onda de viento que arrastro a Acnologia metros atrás. El rey giro en el aire y clavo sus pies en el suelo con fuerza, deteniéndose.

- La habilidad de otorgar y aplicar su magia a las cosas- exclamo hablandose a si mismo Acnologia-. Una gran hechicera, ¿eh?-

Una risa salió del rey dragón que agito su brazo hacía arriba. En el suelo, debajo de la mujer, apareció una enorme luz que luego exploto.

Eileen dio una voltereta en el aire esquivando el ataque, cayo elegantemente al suelo, dejando escapar un suspiro.

- Estoy comenzando a entender porque su majestad le teme- dijo Eileen observando el enorme agujero en el piso-. Sin embargo, cuando Fairy Heart caiga en sus manos, me pregunto que sucederá-

- ¿Insinúas que el mago oscuro se convertirá en una existencia que sobrepasará la mía?- pregunto divertido.

Solo un dragón podía vencer a otro dragón. Zeref no tiene oportunidad contra él.

- Solo es una posibilidad- dijo Eileen-. Pero la última cosa que quiero es que te metas en nuestro camino- expreso levantando su bastón para luego tocar el suelo con él.

Una luz comenzó a cubrir todo el terreno y seguía extendiéndose por metros.

- ¡¿Una magia que desconozco?!- exclamo Acnologia.

- Esta es una magia de la nueva era, dudo que la conozcas-

- Estas encantando toda la tierra-

- Si. Para ser más precisos, todo el reino de Fiore- el cuerpo de la mujer comenzó a desaparecer-. Espero volver a verte, Gran Acnologia-

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En una pequeña cabaña a varios kilometros de la aldea estaban dos hermanos.

- ¿Entendiste?- pregunto Acnologia sonriendo.

- Si- respondió Naruto-. Pero queda muy lejos- se quejo.

- Lo sé- respondió-. Si algo pasa quiero que traigas a Mikoto y Madara hasta aquí, ¿si?-

- Si-

Ambos hermanos estaban sentados dentro de la cabaña comiendo. Esta cabaña funcionaba como guarida en caso de emergencia.

Acnologia y Mao, junto a los dragones aliados partirian mañana a la batalla. Preocupado por su familia, Acnologia le enseño a su hermanito aquel escondite, por si algo pasaba.

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Naruto busco en su bolsillo derecho el dinero para pagar por las frutas de aquel puesto. Acnologia y Mao se habían ido ya hace un mes y medio. La batalla había sido más complicada de lo que parecía. Aquellos días se hicieron semanas.

- Aquí tiene- dijo Naruto sonriendo dejando las monedas en el puesto, tomando la canasta con frutas.

- Gracias, Naruto- expreso el vendedor desordenado el pelo del niño.

- ¡Oye, maldito! ¡Tardó en peinarme!- se quejo Naruto haciendo una expresión de molestia.

Este gesto solo hizo reír al vendedor. La risa del señor contagio al niño que también rió. Las risas cesaron cuando un grito se escucho.

- ¡Dragones!-

Naruto alzó la mirada observando descender a decenas de aquellas poderosas criaturas. Su admiración pasó a terror. Aquellos no eran los dragones que él conocía. La canasta cayó al suelo, cuando el niño dejo de sostenerla.

Un dragón descendió hasta llegar al suelo. Levantó uno de sus brazos y dejo caer el ataque.

La onda de aire que generó destruyo decenas de casas, varios pedazos de piedras salieron volando aplastando a gente, matándolas.

El caos se desato.

Más dragones empezaron a aterrizar. La gente comenzó a correr llena de panico y terror. La gente se empujaba entre ellos para escapar más rápido.

- Ese ataque- dijo Naruto asustado viendo la dirrección-. ¡Mikoto, Madara!-

El pequeño niño comenzó a correr en sentido contrario al de todos. Impacto contra una persona cayendo al suelo. Levanto la mirada viendo a una madre llorar junto al cadáver de su hijo, que había sido alcanzado por un escombro.

Naruto agito su cabeza deshaciendo los pensamientos que surgían. Se levanto echando a correr de nuevo.

- (¡Estarán bien!)- pensó Naruto, su corazón bombea rápidamente, sus manos sudaban-. (Cuando doble, la casa estará bien)-

Naruto doblo en una esquina viendo el escenario. Apretó los dientes, observando como una enorme roca había caído sobre ella.

- ¡Mikoto! ¡Madara!- grito apurando el paso.

Sus pequeñas piernas se detuvieron cuando la realidad lo golpeo.

El cadáver de Madara estaba incrustado en la pared, un pedazo de madera le había atravesado la cabeza, matándolo.

La respiración de Naruto comenzó a aumentar y su cuerpo a temblar. Estaba teniendo un ataque de pánico.

- Naruto- un susurro llego a sus oídos.

Girando la cabeza, encontró a Mikoto atrapada bajo los escombros del techo de la casa. Sin pensarlo, Naruto corrió como pudo hasta su lado.

- La columna- exclamo el niño agarrando la madera tratando de levantar todo el techo.

Los gritos de la gente y los rugidos comenzaban a escucharse más cerca.

- Están llegando- expreso Mikoto llorando-. ¡Huye de aquí! ¡Rápido!-

- ¡Sal de una vez!- grito Naruto tratando de levantar la madera.

Por más fuerza que hiciera, era imposible para un niño hacer tal proeza. Sus dedos comenzaban a sangrar debido a la presión y a las astillas.

- Mis piernas están bajo los escombros. No podría correr aunque me liberarás- dijo Mikoto, los ojos de Naruto comenzaban a lagrimear-. ¿Lo entiendes?-

- ¡Te cargaré y nos iremos!- gritó Naruto.

- ¡¿Por qué no puedes escucharme por una vez?!- grito Mikoto-. ¡Te lo ruego por ultima vez, escúchame!- pidió llorando.

Naruto soltó la viga de madera, las palabras no salían de su boca. Su vista estaba nublada por las lagrimas.

- ¡Vive!- grito Mikoto empujando al niño para atrás-. ¡Viveee!-

Soltando un grito, Naruto comenzó a correr. Volteo la cabeza hacía atrás observando a la mujer. Sus dientes mordían con tanta fuerza que sus labios sangraban. Aún así no se detuvo, siguió corriendo.

- No te vayas- susurro Mikoto.

Un dragón descendió y retiro los escombros. Con una de sus manos agarro a la mujer. Naruto dando un grito atronador desvío la mirada hacía el frente dejando de ver la escena, siguiendo corriendo.

El dragón llevo a Mikoto hasta sus fauces y de un simple mordisco, le arranco el cuerpo dejando caer la cabeza al suelo.

Naruto siguió corriendo, huyendo de todo.

Aquel día había sufrido la desesperación.

Aquel día había sufrido su primer perdida.

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La luz que envolvió a todo el reino cesó dejando ver que estaba todo cambiado. Las personas habían sido trasladadas a distintos puntos del reino.

Las cosas se complicaron. Gracias a esto los escudos se habían reunido con Zeref en el gremio de las hadas. Zeref había tomado posesión de Mavis. No solo los escudos estaban presentes, el enorme ejercito de Alvarez de más de un millón de soldados estaban rodeando todo el lugar.

Gracias a Zera, una vieja amiga de Mavis, los magos de Fairy Tail y todos los gremios recibieron las ordenes de dirigirse hacia el gremio.

Luego de horas, los gremios comenzaron a juntarse en un solo ejercito y marcharon hacía Fairy Tail. Listos para la batalla final. Fairy Tail, Sabertooth, Lamia Scale, Blue Pegasus, Quatro Cerberus, Merdmaid Heel. Incluso Warrod junto a los otros dos dioses de Ishgar se unieron al ejercito.

Las cosas no estaban a favor. Alvarez lo superaba catorce veces en número. Pero aún así, los magos de Fiore no se rendirian.

Pusieron un campamento, para recuperar energías. La luna estaba en lo más alto del firmamento. Mañana al amanecer, sería la ultima batalla entre ambos ejércitos.

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En algún lugar alejado del reino.

- No puedo creerlo- maldijo Poluscya.

La curandera coloco otro paño de agua fría en Naruto. Ambos habían sido telestransportados juntos cuando aquella luz inundo todo el reino.

- Se han reunido todos- informo Hugin llegando al lugar.

- Los ejércitos están preparados, se enfrentaran al amanecer- exclamo Munin.

- ¿Que nos depara el futuro?- dijo Polusyca.

Una brisa de aire azotó al trío. El cielo parecía retumbar por alguna razón. Los animales más cercanos comenzaron a huir.

Lentamente, un ojo de color azul zafiro comenzó a abrirse.

- Por suerte su fiebre ha bajado un poco- exclamo Poluscya dándose medía vuelta observando a su paciente.

La maga se calló por completo, sus ojos mostraban sorpresa. Hugin y Munin pusieron expresiones de felicidad. La pelirrosa dejo escapar una leve sonrisa.

- ¡Maldición!- expreso la mujer-. ¿Estuvo reconfortante la siesta?-

- Si- respondió una voz llena de poder.

Fin del capitulo.

Espero que les haya gustado.

Denle amor.

Bye-bye.