Ni Naruto, ni Fairy Tail me pertenecen. Todo derecho es de sus respectivos dueños.

Empecemos...

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Varios días después.

Naruto suspiro levemente mientras se sentaba en su trono. Hoy había llegado a Asgard, simplemente para ser recibido por los gritos y vítores de alegría de la gente del reino. Su mirada se puso triste, la pequeña Sif, se había enterado de la muerte de su madre. Recordaba los gritos y llantos de la pequeña, su reacción le había roto el corazón. Ahora se encontraba siendo consolada por Jellal, ambos compartiendo un momento padre e hija.

- ¡¿A donde está?!- fue el grito que se pudo escuchar a las afuera de la sala.

Naruto reconoció la voz y empezó a temblar de miedo.

- Mi momento ha llegado- expreso el rey mirando hacia el cielo.

La puerta fue destrozada de una patada dejando pasar a la sombra. Era una mujer hermosa, su color de pelo era un plateado al igual que la luna, vestía con un simple traje. Y sus hermosos ojos brillaban con furia.

- ¡Hola, Rossweisse-chan!- saludo Naruto-. Ha pasado tiempo-

Naruto tuvo que esquivar una espada que se clavo aun lado de su cabeza.

- ¡Estas loca! ¡Por estas cosas no consigues novio!- dijo el rubio.

Su comentario solo hizo enojar más a la chica.

- Cuatro meses, casi cuatro meses afuera. ¿Sabes cuanto papeleo tuve que hacer por tu culpa?- exclamo Rossweisse-. ¡Por tu culpa no tengo tiempo, por eso, no puedo conseguir novio!- grito enojada llorando.

Una paliza más tarde.

Naruto se frotaba el trasero, la chica se había vuelto más fuerte, para su desgracia.

- Ya esta lista- exclamo seria Rossweisse.

La actitud infantil de la chica había cambiado. Naruto también se puso serio, irguiéndose en su trono.

- La habitación fue terminada hace un mes, todos los sellos de gravedad funcionan de maravilla- informo la mujer con varios papeles en su mano-. En cuanto a los otros aspectos del reino, todo va increíble. Hemos cerrados tratos con diferentes reinos, nuestra tecnología es una, sino la mejor, de todo el continente- exclamo la mujer.

- Rossweisse, bien hecho- expreso Naruto levantándose-. Toma unas vacaciones-

- ¿Enserio?- pregunto feliz la chica.

- Si, te lo mereces-

- ¡Kyaaa! ¡Eres el mejor, Naruto-sama!- menciono Rossweisse lanzándose a abrazar al rubio.

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1 mes después.

Naruto se encontraba en la habitación de entrenamiento, una habitación compuesta de sellos de gravedad. Capaz de aumentar la gravedad hasta cien veces, máxima capacidad de la habitación. Sin embargo, ahora no estaba activa, debido al que el rubio no estaba solo.

Chelia sintió el aire abandonar sus pulmones cuando su maestro le acertó un golpe en el estomago. La pequeña maga rodó por el suelo hasta estrellarse en la pared.

- (Me deje llevar y golpee más fuerte de lo que esperaba)- pensó Naruto.

La maga de Lamia Scale había llegado hace dos semanas atrás. Chelia había decidido pasar dos semanas en Asgard, entrenando, y otras dos en el gremio, así comenzando una rutina que duraría meses.

- Chelia, ve a descansar. Mereces un justo descanso- exclamo Naruto comenzando a abandonar el cuarto.

- Sensei-

El dragon slayer detuvo su salida cuando sintió un poder mágico crecer a sus espaldas. Se dio media vuelta para observar a su alumna levantarse lentamente.

Varios mechones del pelo de la niña cambiaron de tonalidad mostrando ahora un color verde esmeralda. Pequeñas marcas como tatuajes comenzaron a extenderse por la mitad de su cuerpo.

- ¿Ya no entrenaremos más?- pregunto Chelia, su tono de voz había cambiado.

- (Su poder mágico está a la altura de un mago santo)- pensó el rubio sorprendido.

La pequeña maga levanto la mirada mostrando ahora sus ojos rojos. El viento dentro de la habitación comenzaba a aumentar. Chelia se irguió por completo para dar un grito. Todo su pelo, por un segundo, pasó a ser verde. Así como vino se fue. Los cambios en su cuerpo se fueron, y Chelia cayó inconsciente al suelo.

- Interesante- expreso Naruto habiendo descubriendo la naturaleza detrás de aquella transformación.

Puso una sonrisa orgullosa en su rostro, su alumna se volvería más fuerte.

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Cuatro meses después. Habitación de Naruto.

El ojiazul abrió sus ojos al ser molestado por la luz del sol. Bostezo, generando más cansancio. Trato de levantarse, pero no pudo debido al cuerpo durmiendo encima suyo. Sonrió tiernamente mostrando sus colmillos de dragón.

- Levántate, no seas vaga- expreso con una voz ronca debido al reciente despertar.

- No- susurro una voz somnolienta-. No quiero, es cómodo- se quejo.

- Erza, hoy vuelves al gremio. Hay muchas cosas que hacer- refuto el rubio.

- Por eso no quiero levantarme- volvió a quejarse.

Hace dos meses que Erza había aparecido en Asgard para pasar unas pequeñas vacaciones. Las pequeñas vacaciones se hicieron más largas, y finalmente, la pelirroja decidió quedarse a vivir. Hoy tenía que regresar a Magnolia por un par de días por temas de papeleo. Terminando esos trámites, la pelirroja volvería a Asgard.

- No te quejes- exclamo Naruto besando la frente de la maga-. Luego, pasarás a vivir aquí para siempre- dijo levantándose de la cama, mostrando que estaba desnudo.

Erza abrió un ojo para observar al hombre desnudo. Confirmado, su novio tenia el mejor trasero de todo el continente.

- Pervertida- exclamo Naruto sintiendo la mirada de la pelirroja encima suyo-. ¿Sabes?, al irte creo que tendríamos que aprovechar como ayer a la noche- dijo dando una sonrisa coqueta abriendo la puerta del baño-. Creo que me iré a bañar-

Erza devolvió la sonrisa de la misma forma. Se destapo mostrando que también se encontraba desnuda. Sin vergüenza, se levanto mostrando su figura en todo su esplendor. A pasos rápidos, la maga llego para saltar arriba de su novio, quien la atrapo con los brazos por la altura de sus muslos. Ambos se sonrieron y se dieron un beso mientras entraban al baño.

Naruto sonrió. Su novia era una pervertida. Y eso, le encantaba. Ambos no salieron del baño por varias horas.

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Días después. Cerca de Magnolia.

Las cosas se habían complicado. El mismo día que Erza regresó, se encontró con que Natsu y Gray no volvían de su misión hace días. Las cosas desde ahí comenzaron a complicarse. Una misión por Warrod, el cuarto mago santo, había llegado al gremio. Consistía en salvar a los gigantes del Pueblo del Sol, una cosa llevó a la otra, y las puertas del infierno habían sido abiertas.

Tártaros se puso en movimiento y ataco a Fairy Tail, destruyéndolo. Sin embargo, Cana había resguardado a todos metiendolos en sus cartas. El contraataque había comenzado. Y esto nos lleva a la situación de ahora.

- ¡¿Erza?!-

- ¡Minerva!-

- ¡Esto es lo que más quería en este momento! ¡Ahora ven y muéstrame de que estas hecha, mi amada Erza!-

En otro lugar, Torafusa observaba a Lucy herida en el suelo.

- ¿Como puede ser que Lamia y Jackal fueron derrotados por esta mocosa?- pregunto el Etherias-. ¿Que tipo de magia uso?-

Lucy susurro unas palabras viendo hacía el cielo.

El Etherias levanto uno de sus brazos dejando ver sus cuchillas.

- (Este humana es peligrosa)- pensó atacando con la intención de rebanarle el cuello.

Del cielo cayó una sombra conectando su pie con la cabeza de Torafusa, estrellándolo contra el suelo. Un grotesco sonido pudo escucharse. El polvo se despejo, y la persona recién llegada, levanto su pie mostrando que su bota estaba llena de sangre.

En el piso, se encontraba el cuerpo muerto del Etherias. Su cabeza ya no existía, había sido aplastada de un simple golpe.

- Siempre llego tarde- exclamo enojado la sombra.

- No, llegas a tiempo, Naruto- expreso Lucy con un ojo cerrado debido al hinchazón.

- Vine lo más rápido que pude, apenas Cana me mando un mensaje- dijo cargando a su hermana en sus brazos.

- Acuario- lloro la maga- Tuve que sacrificarla. Yo, yo...- las lagrimas bajaban sin freno por su rostro.

- Tranquila, esto no quedara así- dijo Naruto limpiando sus lagrimas.

La expresión de Naruto era de furia total, las venas remarcadas en su cara lo demostraban. Estos bastardos se atrevieron a atacar al gremio, se atrevieron a atacar a su hermana, y atacaron a su novia. Se habían metido con las dos mujeres más importantes en su vida.

Naruto se movió aun lado con su hermana en brazos, esquivando el ataque del recién llegado, un Etherias con apariencia de calavera. Ahora tuvo que saltar para esquivar un pico de hielo que había ido por su cabeza. Apenas toco suelo, una sombra se puso detrás suyo.

- Bwoo- expreso el Etherias soltando una mar de llamas de su boca.

Naruto levanto su brazo derecho dejando salir una ataque oscuro que repelió las llamas.

- Tres contra uno, vaya desventaja- exclamo el dragon slayer viendo a los Etherias.

Keyes, Silver y Tempestad se encontraban enfrente suyo.

- En la guerra todo vale, muchacho- expreso Silver.

Naruto dejo a su hermana suavemente en el suelo. Antes de girarse hacia sus enemigos, Lucy agarro uno de sus brazos.

- No pienso contenerme- dijo Naruto viéndola.

- ¿Quien dijo que lo hagas?- respondió Lucy sonriendo-. Naruto... acabalos-

Naruto se giro hacía sus enemigos con una sonrisa depredadora en su rostro.

- Parece que me entendieron mal, insectos- dijo Naruto sonriendo-. Tres contra uno, es una desventaja. Pero... para ustedes-

Tanto Lucy como los Etherias abrieron sus ojos al sentir el poder mágico de Naruto.

- Les mostrare la diferencia entre los dragones y los demonios-

- No te creas la gran cosa, huma-

En un estallido de velocidad, Naruto apareció detrás de los Etherias. Su brazo derecho estaba levantado mostrando que su mano estaba manchada de sangre.

- ¿Eh?- expreso Tempestad escupiendo sangre.

El Etherias cayo al suelo muerto con un agujero a un costado del estomago.

- Uno menos- exclamo serio Naruto.

Fin del capítulo.

Buenop, esta saga será algo corta. Pero, lo bueno de esto es que... el reencuentro entre Naruto y Acnologia está cerca.

¿Como creen que será?.

Aunque lo dudo, pero uno nunca sabe, aquí les dejo la apariencia de Rossweisse.

Algún día haré un Naruto x Highschool dxd. Y será Naruto x Rossweisse. Algún día...

Bye-bye.