LXXXIII.

New York. Una semana después.

9 A.M

Caminando tranquilamente por las calles de aquella ciudad, Naruto dió un bostezo tratando de eliminar aquel sueño que lo invadió de repente.

Llevaba un gorro negro con el rostro de Iron Man en el dorsal frontal. Un pantalón negro liso, unas zapatillas Jordan, y terminaba con un buzo Harley-Davidson.

- ¡Estúpido nerd!-

Naruto se detuvo justo en la entrada de un callejón.

Al final de este, un grupo de niños había rodeado a otro mientras lo empujaban contra el alambrado.

Naruto observó como uno de ellos golpeó la maqueta que llevaba el chico indefenso haciendo que choque contra el suelo. Al instante, los demás comenzaron a pisarla arruinando aún más el trabajo que tanto esfuerzo le había costado al chico.

- ¡Ey! ¡Ey! ¡Ya basta, tarados!- gritó Naruto entrando en el callejón yendo directo hacia el grupo.

De inmediato, los niños comenzaron a correr pasando a los costados del rubio sin ni siquiera tratar de mirarlo a los ojos, huyendo de la escena.

- ¿Estás bien? ¿Se puede arreglar?- preguntó Naruto hincando una rodilla agarrando la maqueta destrozada.

- Tranquilo, no pasa nada. La feria de ciencias fue ayer, saque el primer puesto- reveló el niño riendo mostrando la medalla que colgaba en su cuello.

- Eso me alivia un poco. Pero, por lo menos hubiera sido un buen recuerdo para presumir en tu cuarto- se rió Naruto siendo contagiado por la expresión del chico.

Parecía estar apenas entrando en la adolescencia, no debería de sobrepasar los doce años de edad. Su cabello castaño combinaba con sus ojos del mismo color ocultos por unos anteojos.

- Es una turbina eólica- reveló el chico-. O era..-

- Vaya- mencionó Naruto poniéndose de pie mientras le entrega la maqueta al chico-. Suena interesante-

El rubio sonrió desordenado los cabellos del niño.

- Tú eras ese héroe, ¿no?- preguntó el chico tomando por sorpresa a Naruto-. Apareciste hace meses en televisión peleando contra un gran monstruo-

- Lo era...- respondió poniendo sus manos en los bolsillos.

Las palabras del héroe parecieron surtir un efecto en el niño. El chico había apretado levemente la maqueta ante aquella respuesta.

- Muchas cosas han pasado. Lo entenderás cuando seas grande- explicó Naruto dando un leve cabeceó hacia el costado-. ¿Quieres que te acompañe hasta la escuela?-

El chico solo asintió comenzando a caminar a la par del rubio.

- ¿Sabes? Cuando te vi pelear en televisión, quedé sorprendido. No importa cuántas veces caías, siempre volvías a levantarte- sonrió el chico con un brillo en sus pupilas-. Peleabas con toda tu alma. Desde aquel momento, supe que quería ser como tú. Ser igual de fuerte que tú-

Naruto solo dejo escapar una leve sonrisa mientras sus ojos azul zafiro parecían relucir como estrellas en el firmamento. El rubio volvió a desacomodar los cabellos del chico.

- Algún día lo serás- expresó tratando de leer el nombre del niño puesto en la maqueta-. Peter... Peter Parker-

El chico sonrió.

- Ya que tenemos tiempo, cuéntame más sobre la turbina eólica y para que sirve- pidió Naruto para alegría de Peter.

El chico solo contaba emocionado mientras un atento Naruto escuchaba sonriendo.

(Inserte/ Warriors- League of Legends).

Japón. Prisión de Máxima Seguridad, Tártaros.

Aquel lugar se convirtió en un maldito caos absoluto. Las alarmas resonaban por toda la isla en un intento de dar aviso al exterior del enorme problema que se gestaba en su establecimiento, algo poco probable al encontrarse a tres kilómetro de la costa siendo su única conexión un puente.

Los gritos de libertad aullando bajo la luz de la Luna daban aviso de un nuevo reinado.

Las edificaciones habían sido hecha pedazos dejando solo escombros en la escena. Los prisioneros escapaban volviendo a ver la luz de la Luna tras mucho tiempo. Al principio fueron cegados por la iluminación artificial de los faros, pero tras pocos segundos se adaptaron.

En aquel poco tiempo, libre de sus ataduras con sus poderes a disposición, los prisioneros ya habían derrotado a la mayoría de guardias. La gran parte de ellos cayendo asesinados. Gente inocente que solo hacia su trabajo.

¡Tap!

¡Tap!

Denki caminaba dentro de las instalaciones de la prisión con una sonrisa enorme en su rostro. El chico como era de esperar ya no llevaba el traje de héroe, o el uniforme de la escuela. En su lugar ahora vestía con un elegante traje color vino. Un bastón lujoso iba en su mano derecha golpeando el suelo al compás de la música que salía de su boca.

Denki meneaba su cadera mientras daba un aplauso tras otro.

Cada parte de su cuerpo podía sentir la música penetrando hasta el último rincón con fuerza dejándose llevar.

El chico dió un pequeño salto eludiendo el cadáver de un guardia.

Las paredes manchadas de carmesí solo resaltaban lo que había pasado en aquellos pasillos.

- El premio mayor...- sonrió con su mirada fija en una puerta.

Denki hincó sus rodillas poniendo el bastón recto en medio de ellas comenzando a moverse como si bailarina de caño se tratase. Con aquellos movimientos se iba deslizando por el suelo poco a poco pasando puerta tras puerta ignorando a todas por completo.

Algunas de ellas abiertas para los que fueron afortunados, y otras sin abrir para desgracias de aquellos prisioneros. Los gritos de los convictos salían de sus habitaciones desesperados por una vía de escape.

Detrás de Denki, un par de Nomus hacían el trabajo pesado destrozando las puertas liberando a todo prisionero presente.

Denki se levantó dando una vuelta por completo quedando frente a una puerta metálica blindada.

El chico aún cantando a todo pulmón golpeó el tablero al costado de la entrada con su bastón. El quirk de Denki apareció viajando por su cuerpo, pasando por el bastón hasta terminar en el tablero.

Chispas rugieron, y la puerta fue abierta.

Denki llevó su accessorio cerca de su boca, dando un pequeño soplido a la punta del bastón.

- Hola- saludó el muchacho agitando sus manos como si un niño se tratase.

La habitación adentro estaba a oscuras.

El prisionero no contesto.

- He venido a liberarte. Tengo un pequeño trabajo para...-

¡Tick!

¡Tick!

Un sonido metálico resonó en la oscuridad deteniendo el discurso de Denki.

El chico observó como unas esposas rodaban por el suelo hasta detenerse lentamente a sus pies.

- Oh...- un mohin nació en el rostro de Denki-. Ya te habías liberado hace tiempo. Vaya...- el muchacho relamio sus labios peinando su cabello hacia atrás-. Bueno, volviendo a mi propuesta laboral-

- Desaparece-

Una voz siniestra penetró los tímpanos de Denki, quien solo sonrió de forma desquiciada.

- ¿Seguro? Estoy seguro que querrás este trabajo. Después de todo, él te dejo aquí- la mirada de Denki brilló con malicia-. Ya sabes... Uzumaki Naruto-

Unos ojos rojos aparecieron en la oscuridad.

La sonrisa de Denki creció sabiendo la respuesta.

Viejos enemigos conspiran.

Un antiguo mal reaparece.

- Entonces, ¿quieres tu revancha... Satán?-

Fin del capítulo.

El mayor enemigo de Naruto reaparece. Satán está devuelta.

Si les gustó votando y poniendo el fic en sus listas de lectura me ayudarían mucho.

¿150 votos para el próximo capítulo?

Seguidme si no lo estás, y únete a esta clase de héroes.

Nos leemos en el próximo capítulo.

Bye-bye~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top