LXXXII.

Oficina central.

Realmente aburrido.

Naruto apoyo su cabeza contra el escritorio dando un largo suspiro que hizo a la mujer frente a el sonreír.

- ¿Que sucede? ¿No puedes con unos pocos papeles?- preguntó la muchacha.

Naruto, desganado, observó a la futura esposa de su padrino. Una de las mujeres más influyentes en el planeta según varias revistas importantes. Una de las mentes más novedosas capaz de agigantar una empresa ya masiva, como lo era Industries Stark.

Pepper Potts.

- Ah...- se quejo Naruto tirandose hacia atrás sobre el respaldo de la silla de escritorio.

- Es necesario que aprendas todo esto- musitó Pepper siguiendo concentrada en los papeles, firmando y sellando.

- ¿Por qué? Estás responsabilidades son del dueño de la empresa- replicó apuntando el rubio a la mujer-. Osea tu-

- Porque algún día heredaras la empresa-

Naruto se atragantó con su propia saliva para diversión de la mujer. Pepper deseaba haber tenido una cámara para haber grabado aquella expresión de sorpresa.

- Pero... Pero...- balbuceo Naruto.

- ¿Lo ponías en duda?- interrogó Pepper alzando una de sus cejas, deteniendo el papeleo-. Soy humana, y quiero pasar tiempo de caridad con Tony. Así que, ¿Que mejor que entrenar a alguien de confianza para así retirarme temprano?-

- ¿Temprano?-

- ¿Me estás llamando vieja?- preguntó la mujer con un tono de voz que hizo viajar escalofríos por el cuerpo de Naruto.

El chico solo cerró sus párpados dejando caer nuevamente su cabeza contra el escritorio.

- Pero tranquilo, seguramente cuando Tony y yo tengamos hijos, alguno será el heredero- reveló Pepper removiendo los cabellos rubios del muchacho.

Aún así. Aunque tuvieran hijos primero tendrían que crecer hasta la edad requerida para manejar una empresa de tal calibre, y sobretodo obtener una experiencia y instrucción desde pequeños.

- No sirvo para esto...- susurró Naruto alzando un papel viendo la cantidad infinita de palabras escritas con tinta en ella.

Aquel susurró dejó escapar una rápida y pequeña sonrisa victoriosa en la cara de Pepper.

- Si, realmente no sirves para esto- mencionó la mujer borrando aquella sonrisa victoriosa-. Entonces, ¿para que sirves?-

Naruto alzó su cabeza mirando fijamente a Pepper.

- Yo..-

El chico observó por un largo momento sus nudillos.

Pepper sonrió nuevamente sabiendo que Naruto se encontraba recordando su época de héroe.

- Sin rechistar. Es el camino que has elegido- habló Pepper-. Mejora tu caligrafía, tendrás que firmar cientos de papeles en los años siguientes-

Naruto resopló por lo bajo tomando el bolígrafo nuevamente en sus manos.

Empresa Stark. Sótano.

Tony se aguanto soltar una risa observando a su ahijado desplomarse sin energías sobre la silla.

- Me duele la vista- Naruto tiro su cuello hacia atrás observando el techo blanco mientras daba un bostezo.

- Así no actúa el futuro dueño de la empresa Stark- se rió a pulmón abierto Tony burlándose.

- Te odio-

- Oh, vamos, Naruto. No puedo dejarle la compañía a otra persona que no sea tu. Eres mi ahijado, y la persona de más confianza- mencionó Tony moviendo de aquí para allá algunos hologramas en el aire-. Además, cualquiera quisiera estar en tu lugar. Apuesto, joven, y dueño de una empresa. Las nenas se van a arrojar contra ti- se rió recordando su época dónde era todo un playboy.

- Pero aún así...- expresó dando un bostezo el rubio.

- Hazlo por Pepper y yo, por nosotros. Además, ¿que harás después de terminar tus estudios? ¿Buscarás trabajo en algún otro lado? ¿Mc Donald, Burguer King, de mesero en algún restaurante?-

Naruto solo rodó su mirada.

- Termina tus estudios. Conviértete en el dueño de la empresa, amasa tu fortuna, y te retiras a los 30 años joven dejándole el puesto a mi futuro hijo, y tu futuro ahijado- sonrió Tony prestando atención a los planos en los hologramas.

Naruto sonrió ante lo último dicho. ¿Padrino el? Ya tenía ganas de serlo, y poder jugar con los hijos de Tony y Pepper.

- Cambiemos de tema- contesto Naruto sacándose el abrigo que llevaba mientras se levantaba de su asiento-. ¿Que haces?-

Tony no contesto quedándose mirando fijamente a su ahijado.

- ¿Que te pasa?-

- ¿Estás más grande?- interrogó Tony curioso.

- ¿De que hablas?-

- Sip, lo estás. Tus músculos están grandes que hace dos meses-

Naruto llevaba una remera negra pegada al cuerpo del mismo estilo que aquellas personas usaban en los gimnasios.

El muchacho se observó.

El cuerpo no olvida.

Tras tantos años de entrenamiento, el cuerpo de Naruto actuaba en automático. Todos los días el muchacho entrenaba dos/tres horas por la mañana al despertarse. Una rutina que llevaba haciendo desde hace dos meses, apenas llegó a los Estados Unidos.

- Hago ejercicio todas las mañanas. Sino me aburro- reveló Naruto-. ¿Por qué estamos hablando de mis músculos?-

- No lo sé, solo surgió- mencionó Tony-. Al caso, estaba diseñando planos de distintas armas. Creo que podría diseñar otros centros de energías que difieran en la naturaleza del ataque-

Naruto solo ganó un signo de pregunta arriba de su cabeza.

- Armas que expulsen distintos elementos en simples palabras- simplificó Tony dando vuelta los hologramas permitiendo a su ahijado verlos.

Naruto entrecerró la mirada.

- Se parecen...-

- Al báculo que usabas, si- expresó Tony.

Las imágenes mostraban distintos tipos de báculos que diferían en tamaño y sobre todo en apariencias. Algunos con distintos colores, otros con detalles aquí y allá, y otros con especies de ramificaciones que iban por todo su largo.

- Imagina un báculo que expulse fuego, otro electricidad, otro hielo, y así con toda la tabla periódica- se rió el hombre conocido como Iron Man.

Otro detalle en el holograma captó la atención del rubio en la sala.

- Ese es mi traje- exclamo Naruto con un tono de voz que comenzaba a mostrar signos de enfado.

- No, no creo- mencionó Tony desviando la mirada-. Ahora que lo dices, un poco si-

- ¿Tu también vas a comenzar?- interrogó molesto Naruto sentándose nuevamente de brazos cruzados.

- No hice nada- se excusó alzando sus manos el multimillonario.

- Tu hoy, Makima ayer. Todos parecen estar enfocados en hacerme recordar-

- ¿Makima? ¿Tu ex-novia pelirroja ardiente?-

¡Pum!

Naruto golpeó una columna a su costado agrietando la estructura desde su centro hasta la base de este.

- No estoy para tus chistes- sentenció el muchacho yéndose enojado del lugar.

Tony solo lo observó irse en silencio.

El héroe conocido como Iron Man paso sus manos sobre sus cabellos dando un suspiro agotador.

Junto a Pepper habían comenzado con un pequeño plan que consistía en mostrarle lo tedioso de la vida cotidiana a Naruto, tratando que el chico recapacitara sobre su retiro de héroe. Con el comentario anterior de su ahijado, parecía que Pepper y el no eran los únicos que buscaban aquello. Sino que Makima también, y sus otros amigos como Denji pensaban igual.

- Capaz solo tengamos que dejar que las cosas sigan su curso sin meternos...- Tony observó el techo pensando en el pasado-. Aunque no importa su decisión, ustedes siempre estarán orgullosos de su hijo, ¿no, Kushina, Minato?-

Tratar con adolescentes si que era difícil. Tan solo rezaba que sus futuros hijos no fueran tan complicados.

- Espero ser un buen padre...- sonrió Tony hablándole a la nada-. En fin, hubiera sido un buen proyecto- exclamo minimizando los hologramas hasta el tamaño de una carta.

Con otro movimiento, el holograma viajo hasta la pantalla frente al escritorio entrando en ella.

Con un aplauso, las luces se apagaron.

Tony se marchó del lugar.

Una sola luz brillaba tenuemente en la oscuridad.

En la pantalla del escritorio se podía observar el proyecto en el cual trabajaba Tony.

Allí donde residía nuevas armas, y un nuevo traje...

Allí donde letras rojas mostraban el nombre del proyecto...

Llamado...

¡Rey Mono!

Fin del capítulo.

Espero que les haya gustado. ¿150 votos para el siguiente?

Se viene nuevo traje, más armas, y más ¡acción!

¡Seguidme si no lo estás, y únete a esta clase de héroes!

Nos leemos en el próximo capítulo.

Bye-bye~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top