LXXII.

¡Fush!

De la espesa nube de polvo, Bakugou surgió de ella presentado un aspecto luctuoso.

Sus mechones de cabello manchados por la tierra en el aire, y la sangre que descendía por su cabeza. La herida más penosa yacía en el lado izquierdo de su rostro, un corte mal hecho por una de las cuchillas de sus oponentes.

La oreja en aquel lado le había sido extraída de un solo tajo.

La sangre se deslizaba sin frenos cayendo sobre el hombro del estudiante.

Bakugou dio un paso hacía atrás.

Todo debajo de él parecía gelatina, como si todo el maldito suelo se estuviera moviendo manteniendo el equilibrio sobre la punta de una torre.

- (Perdí demasiada sangre...)-

Mareado, Bakugou intentó mantenerse de pie, simplemente para retroceder nuevamente como un borracho en sus últimas andadas.

La perdida de sangre, y el haber sido arrebatado de uno de sus tímpanos para siempre, habían inclinado la balanza de la batalla demasiado.

A metros de él, saliendo como felinos en persecución de su presa, los dos Nomus Alta-Gamma se lanzaron a toda velocidad hacía el héroe.

Tiempo atrás.

Madrugador.

Aquella era una de las extensas palabras para describir a Katsuki Bakugou. Si querías ser el número tendrías que sudar más que nadie. Estudiar mientras otros disfrutan su tiempo libre, entrenar mientras los demás duermen. El esfuerzo, el sudor derramado, eran una de las claves para pertenecer a la cima del mundo de los héroes.

¡Tick! ¡Tack!

El rítmico sonido de la aguja del reloj de la cocina resonaba por los pasillos y la sala principal. No había nadie despierto a aquella hora, 5 a.m, dejando que aquel minucioso ruido inundara el departamento.

- Estúpidas clases extras...-

Bakugou rechistó entre dientes ahogando un bostezo.

¿Por qué el había desaprobado? Maldición, incluso los extras habían aprobado. Lo único que había disminuido aquella sensación, era el saber que el bastardo mitad-mitad también había fallado.

Maldita licencia provisional.

- ¿Qué hace este idiota levantado a esta hora...?- se preguntó a si mismo en medio de un susurro.

Desviando su mirada hacía el balcón que se hallaba en cada pasillo del edificio, Naruto se encontraba de pie, sereno con sus brazos apoyados en la baranda contemplando la noche, y el alba que comenzaba a dar sus pinceladas.

Bakugou se dio media vuelta para seguir su camino hacia su habitación, sin embargo, se quedo quieto en su lugar por varios segundos.

- Tsk-

El rubio ceniza volvió a girar, pero esta vez dirigiéndose hacía su compañero.

- ¿Y a ti que te pasa?-

La pregunta de Bakugou, al mismo tiempo que abría la puerta de cristal, tomó por sorpresa a Naruto.

El muchacho de la cicatriz en la boca giró su cabeza levemente observando a su amigo, a pesar que aquella palabra no era del agrado de Bakugou.

- Oh, eres tú...-

Naruto volvió a dirigir su atención hacía el frente.

Bakugou se posicionó a su lado, alejado unos dos metros, imitando el apoyo de brazos del otro rubio sobre la baranda.

Ninguno dijo nada por algunos segundos que parecieron una eternidad.

- Tú cara de mierda está más fea que de costumbre- mencionó Bakugou.

Ojeras azotaban los párpados de Naruto indicando un mal sueño. Su mirada cansada no se despegaba del frente viendo algo abstracto, más allá.

No había que ser un genio para saber que pensamientos corrían por la cabeza de Naruto. Hace solo dos semanas había ocurrido el incidente de Hansai. Aquella pelea de Naruto contra Nomu, que resultó ser nada más y nada menos que su propio abuelo. Tras aquello, el estudiante fue encarcelado en proceso de un juicio a ojos de todo Japón.

- No puedo dormir. Cada vez que cierro los ojos, veo el rostro de mi abuelo siendo asesinado por mis manos- confesó Naruto cerrando y abriendo sus párpados.

Aquellas palabras tomaron desprevenido a Bakugou.

Era verdad. Naruto había ganado el juicio, pero fue a falta de pruebas y testigos. Los videos en las redes solo se trataba de la pelea en el puente, sin embargo, no había ningún material audiovisual sobre el desenlace. Solo un grupo de personas habían sido testigos del final, entre ellos, policías y civiles.

Y allí era palabra contra palabra.

Los civiles salieron a proteger con sus testimonios a Naruto. Mientras que la policía tiraba más hacía el encarcelamiento del muchacho.

Bakugou guardó silencio.

Naruto le había confirmado de su propia boca que realmente había asesinado a aquel Nomu.

- Estoy cansado...-

Aún podía escuchar las voces de las personas en su contra. Los comentarios en las redes sociales llamándolo asesino, y palabras de mayor índole. Las miradas que algunos estudiantes y mismos profesores le daban cuando caminaba por los pasillos.

- Realmente estoy comenzando a cansarme...- repitió Naruto cerrando sus párpados-. Bakugou, oye, ¿ser héroe realmente es tan divertido?-

Ante aquella pregunta, el muchacho explosivo dirigió rápidamente su mirada hacía su compañero.

- Fui ingenuo como un niño pensando que ser héroe es todo color de rosas. No, realmente había desechado la idea aquel día- expresó pensando en la persona que no pudo salvar en el incendio meses atrás-. Pero aún así. No sé. No entiendo- murmuró.

- Yo...- musitó Bakugou palabras sin éxito alguno.

No sabía como actuar, ni que decir.

- ¿Por qué eres un héroe?- preguntó Naruto desviando la mirada hacia su amigo.

Bakugou trató de contestar, pero fue interrumpido nuevamente.

- Tu verdadera razón. ¿Solo quieres ser uno por qué te sientes grandioso con tu poder? ¿Eres un héroe por qué All Might te inspiró y quieres ser como el? ¿Por qué? ¿Sino tuvieras quirk seguirías con la idea de ser un héroe? Dímelo...-

Bakugou agachó su mirada con sus párpados bien abiertos.

Sus recuerdos se remontaron hacia la primera vez que observó a un héroe, la primera vez que vio a All Might, el primer sobre de cartas de héroes que abrió, su primer juguete con temática heroica.

- Tú mismo lo has demostrado decenas de veces. El resto no te importa. No lo haces para salvar a las personas inocentes, no lo haces por el más necesitado. Solo peleas por ti mismo. No eres capaz de sacrificarte por otros, acostarte sobre el alambre y dejar que pasen sobre ti- mencionó Naruto volviendo a mirar al frente.

Bakugou apretó su agarre sobre la baranda.

- Dime, ¿por qué eres un héroe?-

Dime, ¿por qué eres un héroe?

Bakugou dio un paso hacia atrás, y se impulsó hacía arriba con una pequeña explosión.

¡Fush!

Desde el suelo, Nomu-Gamma extendió sus brazos hacía arriba cambiando de tamaño, alargando sus extremidades, y finalmente, transformando sus manos en filosas navajas en busca de sangre.

O eso pensaba Bakugou.

¡Swish!

El ataque siguió su curso eludiendo al estudiante yendo contra el techo.

Como mantequilla, la estructura fue cortada dejando caer un enorme pedazo de techo hacía abajo.

- (¡Maldición!)-

¡Tick!

El otro Nomu, en posición segundos antes, tocó el enorme escombro cambiando la propiedad de este, volviendo la situación en una lluvia de material licuado.

- ¡Bastardos!-

Bakugou fue inundado y golpeado ferozmente por aquella estampida que lo mandó al suelo.

¡Tick!

El Nomi aterrizo en el piso, y coloco sus manos en el cambiando nuevamente el estado del cemento.

El ya sumergido Bakugou, solo se hundió aún más.

Su cuerpo se movía desesperadamente intentando nadar hacia la superficie, pero parecía que todo esfuerzo era en vano.

Un tirón surcó todo su cuerpo deteniendo su pataleo quedándose quieto. Sus heridas aullaban impidiendo que se mueva nuevamente.

El cerebro humano naturalmente nos ponía en aprietos cuando la pasábamos mal.

Y ahora mismo...

En aquellas "arenas movedizas", siendo incapaz de moverse por más que peleará, un pequeño trauma reapareció en Bakugou.

La primera vez que fue salvado por una persona.

Deku.

Aquella situación donde no podía hacer nada por más que peleara y lanzara explosiones, le recordaba al villano de lodo.

Aquel accidente donde se vio involucrado meses antes del ingreso a la U.A. Allí, donde no pudo hacer nada, y solo observar como un don nadie sin poder avanzaba abriéndose paso hacia el.

El aire comenzó a faltarle.

Estaba solo.

Esta vez no estaba All Might, ni Deku para salvarlo.

Entonces, ¿qué harás Katsuki Bakugou?

Fin del capitulo.

Espero que les haya gustado. ¿200 votos para el próximo?

He vuelto a tocar el tema de cansancio de Naruto, algo que ya he hecho en capítulos anteriores. Veremos para donde apunta todo esto, pero ya muchos se lo estarán imaginando.

¡Seguidme si no lo estás, y únete a este grupo de héroes!

Nos leemos en el siguiente capitulo.

Bye-bye~

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