LV.
En medio de la muchedumbre, las aspas girando del helicóptero era lo único que se podía escuchar en aquella escena. A pesar de estar alejados por decenas de metros, la gente tosía por la inmensa nube de polvo que se había generado al derrumbarse el edificio.
A través de las pantallas, las personas que presenciaban la transmisión desde sus casas, llevaron sus manos hacía su boca ahogando las palabras. Otros agacharon la mirada completamente derrotados, otros la apartaron siguiendo con lo suyo.
- El edificio entero se ha derrumbado sobre Uzumaki Naruto- la reportera trago saliva tratando de evitar las siguientes palabras-. Nos cuesta mucho creer lo que está pasando... la bruralidad del suceso. No sé si haya podido resistirlo-
El caos se desato.
Los civiles que anteriormente se sentían protegidos comenzaron a sentirse desesperados. Algunos iniciaron la huida. La gran mayoría permaneció en sus lugares esperando o deseando alguna clase de levantamiento por parte del héroe.
- ¡Prepárense en caso de enfrentamiento!- gritó un héroe que protegía a la gente a sus compañeros.
Si aquel monstruo decidía atacarlos, pasarían un mal trago. Ninguno de los héroes presentes tenia el poder destructivo lo suficientemente alto como para derrotarlo, solo grandes tallas como Endevour podrían hacerle algo en esta situación.
- ¡Groaaaaaw!-
Satán dio un alarido de guerra, un grito de victoria, y una señal del fin de aquel combate.
Todas sus heridas, incluidas la falta de su brazo y estómago se habían regenerado a medias. En sus zonas más afectadas se podía ver la carne de los músculos ya que su piel no se había regenerado del todo.
¡Plic! ¡Plic!
Gotas de agua cayeron al suelo en todo el lugar. El clima parecía estar imitando la atmósfera desoladora del ambiente.
¡Pssssshhhh!
Pronto, una lluvia se desato con fuerza sorprendiendo y mojando a todos. Los ataques de Satán, los rayos de Naruto, el fuego por todo el lugar, habían calentado la atmósfera creando una poderosa corriente de aire creciente. En otras palabras, nubes de tormenta.
Los relámpagos alumbraban las nubes para luego escucharse el retumbar de los truenos.
¿Por qué caemos, Naruto?
Sus párpados se abrieron mostrando aquellos hermosos ojos azules zafiros que ahora mismo solo reflejaban derrota, fracaso, pérdida.
Todo su cuerpo ardía, parecía estar gritándole. ¿Y como no hacerlo? Nueve mil kilos de escombros yacían sobre la espalda de Naruto presionando su pecho contra el gélido suelo.
Las nueve toneladas dificultaban el respirar del muchacho que no podía hacer nada.
Sus anteriores heridas se habían agravado dejando que el liquido rojo bajara por su cabeza mezclándose con la sangre vieja reseca pegada a su piel.
La corona alrededor de su cabeza emitía un brillo siendo la única fuente de luz, y compañía en aquella oscuridad.
F.R.I.D.A.Y había utilizado lo último de energía para cubrir al chico del impacto. La chaqueta, la armadura que cubría al héroe, yacía desaparecida.
Naruto flexiono sus brazos y aplico toda la fuerza que le quedaba intentando salir de aquella situación. Simplemente, para darse cuenta que los escombros no se movían ni un centímetro.
- Ayuda...- susurró extendiendo su brazo hacía adelante en busca de una mano que lo sostenga-. ¡Ayuda, por favor!-
Su brazo cayo rendido al suelo dándose cuenta que nadie vendría por él. Sus dedos rasguñaron el suelo volviendo a flexionar sus brazos en un intento de levantarse, pero, como en la vez anterior, ni siquiera pudo moverse.
- Energía al cero porcien-
F.R.I.D.A.Y se apagó.
¡Crack!
La grieta en la corona se extendió aun más, pronto, dejo de emitir su brillo dejando sin compañía al muchacho. Y sin su luz, Naruto solo fue rodeado de oscuridad dejándolo en soledad.
Finalmente, el héroe se dio por vencido dejando de luchar contra los escombros que lo presionaban, y simplemente se rindió apoyando su frente contra el suelo, cerrando sus párpados.
La gente olvidaba que detrás del héroe había una persona como ellos. Alguien que podía sentir miedo, amor, y alegría.
Tan solo, era un muchacho de 17 años atrapado bajo los escombros.
Dormitorios de la U.A. Curso 1-A.
Todos tuvieron distintas reacciones ante la escena desgarradora.
All Might se llevo una de sus manos sosteniéndose la herida hecha hace años por All for One. Bakugou solo apretó sus dientes y puños sin quitar su vista de la pantalla. Mina cayo al suelo arrodillada empezando a llorar, Momo y Jirou no tardaron en correr y abrazarla consolando a la muchacha.
Denki dio un paso con una expresión incrédula, las lágrimas bajaban por sus mejillas sin creerlo. Los demás compañeros de Naruto solo agacharon o desviaron su vista de la televisión cada uno con una mueca distinta en su rostro.
Rumi solo observaba en silencio. Su pecho se movía de forma agitada debido a su respiración irregular. Él saldría de ahí, emergeria de aquellos escombros y saldría victorioso en la batalla. Entonces, ¿por qué? ¿Por qué las lágrimas no se detenían?
Las gotas de agua salada bajaban como cascada por las mejillas de la heroína. A pesar que sabia que ganaría, a pesar que confiaba en el hombre que amaba, su corazón gritaba a todo viento preocupado por lo que veía.
Mina seguía arrodillada en el suelo llorando siendo contenida por Jirou y Momo. Las palabras simplemente no salían de su garganta. La chica pelirrosa comenzaba a hiperventilarse.
- ¡LEVÁNTATE, UZUMAKI!-
Todos se giraron ante el grito de Bakugou. Sin embargo, lo que más sorprendió al curso, fue la lágrima traicionera que cayo por el ojo derecho del muchacho.
- ¡GANA!-
- Gana...- susurró Mina-. Gana- volvió a repetir esta vez con más fuerza.
- ¡Tu puedes!- vociferó Denki con sus puños apretados.
- ¡Ve!-
- ¡Pelea!-
Uno a uno, todos se levantaron de sus asientos dando sus gritos de apoyo. Desde el primer día que lo conocieron, Uzumaki Naruto había superado sus limites una y otra vez. Esto, esto solo era otro escalón más. Un escalón que el chico subiría cueste lo que cueste.
Porque así era Uzumaki Naruto. No importa cuentas veces caiga, siempre volvía a levantarse.
La gente solo se hallaba en silencio observando la devastadora escena. Las gotas de lluvia cesaban segundo a segundo hasta que en un determinado momento dejo de llover.
Los héroes se movían de aquí y allá intentando evacuar a todos los civiles que podían, la policía los ayudaba poniendo más vallas en el lugar.
Un niño desvió su mirada hacia el cielo observando las nubes grises y feo clima presente. Aquello le recordaba al dia donde conoció a su héroe en persona, Naruto.
(El mismo niño del capitulo XIV)
Había ocurrido dos días después del torneo de la U.A. Era un dia lluvioso, y el agua lo mojaba debido a que se había olvidado traer un paraguas. Y en aquel desbarajuste, Naruto apareció cubriéndolo de la lluvia, para luego regalarle su propio paraguas.
Una simple acción que marco al niño dejando al estudiante de la U.A como su héroe favorito.
[Inserte/ Might+U Ost- Boku no Hero].
El niño movió su mano derecha mostrando un juguete hecho de trapos totalmente casero. Era un muñeco con tiras amarillas simulando ser cabello rubio, unas marcas pequeñas yacían en las mejillas, dos botones azules actuaban como ojos. Un juguete con la apariencia de su héroe.
- ¡Naruto!- gritó alzando el muñeco de su héroe.
Su pequeño grito no fue oído salvo por dos o tres personas.
- ¡Naruto!- volvió a gritar.
A su lado, su padre lo alzo poniéndolo en sus hombros.
- ¡Naruto!- gritaron ambos.
Esta vez más personas pudieron escucharlos.
- ¡Naruto!-
Otra persona se sumo a los gritos de aquella familia. Poco a poco, los presentes en la escena comenzaron a corear el nombre del héroe.
¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto!
El niño gritaba con todas sus fuerzas moviendo el muñeco de su héroe por el aire.
¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto!
Las decenas de personas en todo el lugar coreaban con todas sus fuerzas. Era increíble ver lo que el pequeño grito de un niño de primaria había provocado.
La cámara enfoco rápidamente a todos los civiles vociferando. No tardo mucho para que todas aquellas personas que presenciaban la pelea desde sus casas, trabajos, y escuelas, empezaran también a corear el nombre del muchacho.
El pequeño niño sonriendo corría espabilado de su alrededor. En su mano derecha llevaba su dulce favorito, una paleta sabor ramen, un producto recientemente nuevo en los mercados.
¡Pump!
El niño cayo de cara al suelo destrozando su paleta. Como cualquier chico de cuatro años comenzó a llorar fuertemente con mocos chorreando de su nariz. Sus rodillas sangraban debido al impacto causándole un leve ardor al pequeño.
- Te dije que mires a tu alrededor-
Una hermosa mujer se puso de cuclillas ante el pequeño secando sus lágrimas y limpiando sus mocos. Tenia un hermoso pelo rojo que llegaba hasta sus pantorrillas. Piel blanca sin ninguna imperfección. Sus ojos gris-violeta miraban a su hijo con amor.
- ¿Por qué caemos, Naruto?- preguntó la mujer.
El niño extendió su mano en busca de la de su madre.
Kushina solo negó con la cabeza lentamente mientras sonreía de forma amorosa.
- Para aprender a levantarnos- reveló la mujer comenzando a caminar dejando al pequeño sin ayuda.
Debía de hacerlo solo. Habría momentos en donde no habría nadie para ayudarlo, momentos donde solo se tendría a si mismo.
- Ascend, Naruto-
El pequeño ladeó su cabeza hacia un costado ante lo dicho por su madre. Naruto se limpió sus rodillas, y apoyando sus manos en el suelo, comenzó a levantarse.
- ¿Qué significa, mami?-
Naruto ya de pie y sin ninguna lágrima bajando por sus mejillas extendió su mano hacía su madre. Esta vez, para caminar con ella y ser guiado.
La mujer respondió agarrando la mano de su hijo empezando a caminar uno al lado del otro.
Kushina sonrió de oreja a oreja.
- Asciende-
El pequeño solo observo a su madre.
- Asciende, Naruto-
El único sonido que podía escucharse entre aquella oscuridad era el suave chapoteo de las gotas de agua impactando contra el suelo.
El héroe aún se hallaba sin moverse completamente rendido.
¡¿Qué haces en el suelo?! ¡Levántate!
Una pequeña sonrisa surco el rostro de Naruto.
La pérdida de sangre y falta de oxígeno parecían estar pasándole factura. Los muertos no hablaban. Era imposible que...
¡Levántate!
La voz de Hiruzen volvió a resonar en el lugar.
Naruto abrió sus párpados viendo solo oscuridad a su alrededor.
¡¿No puedes oírlos?! ¡¿No los escuchas?!
¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto!
Los ojos del chico comenzaron a ganar cierto brillo. Lo estaban llamando. Los dedos del héroe se arrastraron removiendo la tierra y polvo con fuerza.
¡De pie, chico!
Los gritos de decenas de personas seguían llegando a sus oídos. Naruto golpeó el suelo con furia. Sus dientes se apretaron dejando que la sangre bajara sin freno por su barbilla cayendo al piso.
¡LEVÁNTATE!
Tomo una gran bocanada de aire para enseguida comenzar a flexionar sus brazos.
Los escombros empezaron a levantarse poco a poco. La espalda del muchacho soportaba las nueve toneladas de peso. Las venas en todo su cuerpo se marcaron frente al esfuerzo titánico.
- ¡AAAAAAAAAARRGG!-
Dando un grito Naruto comenzó a pararse elevando más y más los escombros. Una de sus rodillas se hincó en el suelo pudiendo soportar de mejor forma el peso.
¡Crack!
La grieta en la corona se extendió aún más.
- ¡AAAAAAARRGGGG!-
Los ojos del muchacho empezaron a teñirse de un brillo plateado.
- ¡AAAAAARRRGGG!-
Las manos de Naruto abandonaron el suelo para ponerse sobre el enorme techo de escombros sobre sus hombros. Los gritos de apoyo de las personas seguían escuchandose y cada vez con más fuerza. Las rodillas del muchacho se despegaron del piso.
Poco a poco, Naruto comenzó a ponerse de pie.
- ¡VAMOS! ¡VAMOS!- gritó el muchacho-. ¡VAMOS, NARUTO!-
El héroe extendía sus brazos hacía arriba centímetro a centímetro, pulgada a pulgada levantando las nueve toneladas de peso.
- ¡AAAAAAARRRRGGGG!-
Detrás del grito del muchacho pudo escucharse un segundo alarido, el rugido de una bestia.
Afuera, momentos antes, las personas contuvieron la respiración cuando la enorme montaña de escombros se movió para enseguida quedarse quieta.
Algo estaba comenzando.
¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto!
Los escombros empezaron a levantarse poco a poco, y de su interior, los gritos del héroe comenzaron a escucharse en todo el lugar.
Y con ellos se pudo escuchar un segundo alarido. Parecía el grito de un enorme mono. Un sonido gutural que viajo alrededor de cinco kilómetros a través de la densa ciudad.
- ¡AAAAAAAAAARRRRRRGGG!-
Dos enorme pilares cayeron hacía un costado ocasionando una nube de polvo que cubrió el lugar.
La cámara de la televisión apuntaba al centro de la escena esperando por la escena que todos querían que pasara.
Una pequeña brisa arremetió eliminando el polvo mostrando a una sombra de pie con su cuerpo erguido.
Una persona aplaudió y como un efecto domino, todos empezaron a aplaudir y a gritar emocionados.
¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto! ¡Naruto!
- ¡El héroe ha resurgido... justo cuando toda esperanza era nula!-
La sangre escurría por todas las heridas de su cuerpo. El flequillo tapaba los ojos de Naruto. La espalda del héroe estaba destrozada.
Desde sus hombros hasta su cintura toda la piel había sido arrancada dejando a la vista la carne de los músculos de Naruto, incluso el suave roce del viento en aquella herida hacia al muchacho temblar.
A los costados de sus piernas, en sus muslos, la piel también se había esfumado dejando la carne de los músculos al aire libre.
- Eres fuera de lo normal, Mono- exclamo Satán sonriendo de forma depredadora-. La batalla se acabo- sentenció.
Con aquellas devastadoras heridas, y sin regeneración, Naruto perdería.
Un aura eléctrica comenzó a envolver al héroe. Era como si estuviese activando su Velocidad de Dios, pero era distinto. Los rayos que antes eran impetuosos, furiosos, y descontrolados, esta vez, habían envuelto a Naruto de forma tranquila, serena, y parsimonia.
- Aún no...-
Naruto alzó su cabeza dejando a la vista que sus párpados se hallaban cerrados.
¡Crack!
Finalmente... la corona comenzó a caer destrozada en fragmentos al suelo.
- ¡Mono!-
Satán extendió sus manos hacia el frente cargando un ataque. Un pilar de energía verde salió disparado hacia su oponente que seguía inmóvil en su lugar.
Ocurrió de forma similar a la pelea contra Mirio y Rappa, el cuerpo de Naruto se movió por si solo ladeando su tren superior hacía un costado, dejando pasar el ataque que impacto contra la pared de un edificio detrás suyo.
El aura que envolvía al héroe gano más vigor.
Naruto abrió sus párpados lentamente.
- (Sus ojos)- pensó Satán dando un paso hacia atrás.
El azul zafiro había sido opacado por un plateado que hacia recordar al brillo de una estrella.
El quirk de Naruto... había evolucionado.
¡Fush!
Satán tiñó sus ojos de sorpresa y miedo cuando en un parpadeo su oponente había desaparecido. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo al sentir la presencia del héroe a centímetros de él.
Naruto se hallaba de cabeza en el aire a espaldas de Satán observando fijamente su nuca.
Fin del capitulo.
Cada vez más cerca del final de la pelea. El quirk de Naruto evolucionó. En el siguiente capitulo explicare más a fondo, pero ya con todas las pistas que di es más que obvio que se trata de una especie de Doctrina Egoísta.
Espero que les haya gustado. Si fue así dejen su voto y comentario. ¿Que les pareció el capítulo?
Nos leemos en otro capitulo.
Bye-bye~
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