Capítulo 2
El Ojo de la Noche Blanca. Desde el último enfrentamiento y desde el movimiento de los magos del Reino del Diamante, el Reino del Trébol no había sufrido un altercado que no pudieran explicar y no supieran quien era el enemigo detrás del enfrentamiento. Ahora, el Ojo de la Noche Blanca era el objetivo principal para batir por el Rey Mago tras su enfrentamiento contra el líder del grupo terrorista; grupo que parecía tener ciertos informantes dentro del Reino del Trébol, algo de lo que Julius se percató tras el reciente ataque en la Capital Real. Tal vez había dejado que los enemigos se movieran demasiado bien; pero tras ver las capacidades del enemigo, tenía una idea de lo que enfrentaban.
Julius Novachrono contaba con magia de tiempo. Ese era el poder que su grimorio le otorgó y amplificó desde que se unió a los Caballeros Mágicos del Reino del Trébol y solo aumentó cuando fue reconocido como el Rey Mago, el hechicero más poderoso de todo el reino y el líder de las nueve ordenes de caballeros que estaban a su servicio. Era el líder cuando el reino era atacado y había logrado repeler al líder del Ojo de la Noche Blanca cuando lo enfrentó tras el rapto de Asta.
El Rey Mago era admirado, respetado y generó sueños en muchos de los jóvenes caballeros de las nuevas generaciones. El sueño de Asta y el pacto con Yuno, fue sobre convertirse en Rey Mago, uno de los dos se alzaría sobre el otro y dirigiría a los caballeros en el futuro. Hasta ese punto era reconocido y hasta ese punto podía promover a los jóvenes y hacerlos creer en lo imposible.
Pero el Rey Mago tenía sus propias preocupaciones, sus propios deberes como el Rey Mago y como el dirigente de los caballeros a su servicio. También debía ser quien diera el paso para proteger a los civiles, quien se sacrificará por ellos cuando llegara el momento. Ese era el papel del Rey Mago.
Julius tenía como objetivo principal conocer los planes del grupo conocido como Ojo de la Noche Blanca, saber lo que estaban buscando y sus motivos. Pero para ello debería encontrar a los traidores dentro de los caballeros que estaban a su servicio. Solo eliminando a los magos encargados de la barrera, un enemigo podría causar el revuelo que el grupo terrorista causó recientemente. Y eso era una preocupación para él; una que debía solucionar para salvaguardar el bienestar del Reino del Trébol.
―¿Quieres que investigue a estos dos?
Los hombres de confianza que Julius tenía eran contados con los dedos de las manos. Probablemente sus seguidores pensaban que era amable, que quería a todos los habitantes del reino, y de cierta manera era de esta forma. Pero como un líder, como el Rey Mago, debía ser objetivo ante lo que había acontecido. Había traidores en el reino y no sabía en quien podía confiar.
―Los rumores son demasiados. Gueldre Poizot parece demasiado manchado. No debería, pero no ser objetivo ahora podría llevarnos a una lamentable destrucción en el futuro.
Fuegoleon había sido herido de gravedad y actualmente estaba siendo atendido con urgencia, dejando su orden sin un capitán activo. Uno de los pocos hombres que Julius podría haber usado como un comandante. Contrario a Nozel, Fuegoleon era más calmado en la batalla y tenía un verdadero carácter de rey, de comandante.
―¿El enorme gordo? No suelo meterme con el físico, pero su risa verdaderamente me da escalofríos.
Gueldre Poizot era el actual capitán de la orden Orca Púrpura. Su ambición por crecer y sus tratos comerciales eran conocidos por todos y no eran un secreto para nadie. Debido a su modo de escalar a capitán, se generaron rumores de la forma en la que obtuvo su ascenso, su poder y su riqueza, tachándolo de corrupto.
―Me gustaría equivocarme...
Julius aceptaba el hecho de que esperaba equivocarse. Que uno de los capitanes fuera un traidor, debilitaría la fe de los habitantes del reino en ellos, algo que Julius no podía permitirse. No cuando un grupo terrorista estaba al acecho, esperando por cualquier fallo que tuvieran en su próximo enfrentamiento.
―Y por eso me vas a usar a mí, ¿no? Suena algo divertido, pero soy un caballero...
―Y a la vez eres como un ninja, ¿no?
Una risa seca escapó de los labios de Naruto.
De niño había vivido en una aldea oculta entre los bosques más remotos del reino. Cuando llegó el momento de convertirse en lo que esperaban de él, su aldea fue destruida, quemada hasta los cimientos de los viejos edificios y ni siquiera el monumento de sus líderes se mantuvo en pie tras el atentado. Era el único de su pueblo en seguir vivo, al menos que él mismo supiera.
―Se supone que me aceptaste para ser caballero, no ninja.
Los Caballeros Mágicos denominaban maná a lo que los ninjas denominaban chakra. Era la misma energía, pero con nombres completamente distintos y siendo usadas de forma completamente dispar.
―Y lo eres. Pero necesito al ninja.
―Creí que solo el Reino del Diamante recurría a un grupo de asesinos que iban a por traidores―los que el Rey había propuesto, era prácticamente que ejerciera como un ejecutor contra los traidores, que persiguiera a Gueldre para descubrir sus trapos sucios, sus tratos oscuros bajo la manta―. No me importa mancharme las manos de sangre; pero preferiría ser como un caballero. Te tengo respeto, Julius...
Naruto creció sin unos padres que lo cuidaran. Desde que niño fue educado como un ninja más, como un arma y superó cada una de las pruebas a las que fue sometido. Sobrevivió al examen de ninja impuesto por el quinto líder de su pueblo y eliminó a todos sus compañeros con sus propias manos. No estaba orgulloso de lo que había hecho de niño y no estaba dispuesto a hacerlo nuevamente, no a menos que hubiera un objetivo claro y conciso, algo que le hiciera bien al mundo. Si con sus asesinatos salvaba gente, estaba dispuesto a hacerlo.
―No estoy diciendo que necesariamente lo mates, Naruto. Como vicecapitán del Ciervo Aguamarino, tienes responsabilidades y un código que seguir. Eso es algo comprensible. Pero la información es un poder necesario. Necesitamos ese poder sobre Gueldre.
La información necesaria sobre Gueldre, si seguía el camino no necesario para el Rey Mago, significaba que tendrían un traidor y posiblemente algunos más. Eso era lo que Julius necesitaba de Naruto, que obtuviera el nombre de todos los traidores en la corte, de todos los caballeros que estuvieran del lado del grupo terrorista.
―Supongo que no puedo negarme―con un encogimiento de hombros, Naruto aceptó sin más las órdenes del Rey Mago, el hombre al que debía obediencia como un caballero más―. Eres el Rey Mago...
―No quiero que lo hagas porque soy el rey; quiero que lo hagas si realmente me consideras un amigo y alguien en quien confiar.
Palabras duras. Naruto confiaba su vida al hombre que estaba frente a él y no porque fuera el Rey Mago o porque fuera el mago más poderoso actualmente. Julius lo había rescatado de una vida cruel en la que habría sido un asesino. Estaba dentro de su origen, de su sangre. Fue criado como un arma más como el resto de sus compañeros, as los que mató para ser el arma definitiva de su pueblo.
―Sabes dar donde duele―rascando la parte de atrás de su cabeza, Naruto se mostró derrotado. No podía hacer nada en contra de esas palabras, de la urgencia con la que Julius parecía requerirle―. Tendré que hacer uso de mis habilidades. Pero te va a salir caro. Mi orden paga bien, por lo que no será dinero.
Los labios del hombre se torcieron en una sonrisa.
―¿Qué es exactamente lo que quieres?
―Ramen. Una ingente cantidad de ramen con la que alimentarme durante los siguientes meses. Eso será un duro golpe para las arcas del Reino del Trébol, ¿sabes?
Mago de viento, un espadachín consumado y un usuario completo de su magia al mismo tiempo que usaba la espada. El único punto que alguien podría encontrar negativo de Naruto era que su estómago era como un agujero negro. Tragaba los platos de ramen como si alguien se los fuera a robar y, a pesar de comer toneladas seguía siendo un mago competente, un hombre atlético que era la envidia de muchos otros jóvenes.
―Eso si que va a ser un duro golpe para mi bolsillo―admitió el rey, dando una sonrisa derrotada―. Pero supongo que siempre pides exactamente lo mismo. Ya he pagado otras semejantes. Ichiraku.
―Eso es correcto...
Antes de que el Rey Mago y el joven vicecapitán pudieran seguir su conversación, ambos fueron interrumpidos por el rostro flotante de Marx Francois, quien mostró la urgencia en sus propias facciones.
―¡Tenemos una urgencia, Rey Mago!
Como consejero del Rey Mago, Marx estaba al tanto de todo lo que estaba ocurriendo en el reino. Según la circunstancia, el hombre actuaba como un mensajero para avisar al Rey Mago de los peligros que sus caballeros estaban enfrentando.
―¿Qué ha surgido, Marx?
―El Ojo de la Noche Blanca está actuando nuevamente. Un miembro de la orden Mantis Verde ha informado de una urgencia en Nairn. Parece ser que alguien ha estado secuestrando a unos niños y arrebatándoles el poder mágico.
En un mundo donde el poder mágico lo era todo, que alguien no pudiera optar a usar la fuente de energía del mundo era un castigo atroz, algo que haría sufrir a esos niños hasta el punto de la desesperación.
―El trabajo se me acumula.
Naruto se levantó de su asiento. Había cosas que, como un caballero mágico y un hombre, no podía tolerar. Y una de esas cosas que su mente rechazaba y con la que su sangre se ponía a hervir, era el uso de niños en cualquier experimento por parte de cualquier persona. El uso de infantes por parte de adultos era algo que Naruto odiaba con toda la fuerza de su ser. Él ya pasó por ello.
―Voy a preparar a un mago espacial, Naruto-san―Marx entendió la urgencia del vicecapitán. Si el Rey Mago confiaba en el chico frente a él, como su consejero y mano derecha, Marx debía hacer lo mismo y aceptar que el vicecapitán del Ciervo Aguamarino era alguien para tener en cuenta en el campo de batalla―. Si es necesario que lleves algo...
―No es necesario Marx, gracias.
Llevaba la espada en su costado izquierdo y el grimorio en el derecho. Contaba actualmente con todo el equipo que solía usar como un Caballero Mágico y no veía la necesidad de llevar algo más. Las posibilidades de que esto le entorpecieran en batalla eran demasiado altas.
―Enviaremos a los capitanes cuando sea posible. Hasta ese momento, intenta aguantar.
―¿Aguantar? Eso es un poco pesimista para mi gusto, Marx. Creo que puedo tener una victoria sobre el Ojo de la Noche Blanca y mostrarles que con el trébol nadie puede meterse.
Eran palabras seguras, llena de un optimismo que Marx vio semejante a Julius, su compañero y ahora Rey Mago.
[El chico ha crecido bien desde que Julius lo rescató. Se ha convertido en un gran caballero y no queda nada de lo que su pueblo quiso para él]
Marx se había negado inicialmente a aceptar a un asesino, a un arma viviente, en la orden de caballeros y convertirse en un Caballero Mágico. Sin embargo, tras la primera misión que el muchacho tuvo, lo vio crecer con el impedimento de la ceguera y con los remordimientos de más compañeros asesinados. Y pro primera vez, Marx estaba contento de haber errado en sus pensamientos.
―Ten cuidado Naruto. Sé de lo que eres capaz.
El joven miró los ojos del Rey Mago a través de su venda, sin mostrar nada más que una pequeña sonrisa antes de realizar el gesto característico del Reino del Trébol: cruzar sobre el pecho el brazo derecho con tres dedos hacia el frente.
―¡Volveré con vida!
Una promesa. Tanto Julius como Marx entendieron que esas últimas palabras eran una promesa hacia ellos y cuando Naruto realizaba una promesa, jamás la rompía.
Este pensamiento calmó a ambos hombres, quienes vieron como el chico era envuelto por la magia espacial y desaparecía del despacho del Rey Mago dejándolo con su consejero.
―Naruto Uzumaki. Realmente es un joven alentador, Marx.
Julius dejó que una sonrisa apareciera en sus labios mientras veía la espalda del chico desaparecer lentamente.
―Sin duda, Rey Mago. Es la primera vez que he estado aliviado de haber errado con mis propios pensamientos. El chico ha demostrado ser más de lo que algunos pensamos, justo como Yami.
Un asesino en potencia y un extranjero. Cuando Julius los recogió a ambos, en momentos distintos, recibió las mismas críticas y comprendió que cambiar al Reino del Trébol le llevaría mucho más tiempo de lo que él mismo esperaba.
Con las acciones, Yami y Naruto demostraron ser buenos caballeros, buenos hombres.
―Sin duda. Ese chico es alguien que ha roto muchos esquemas. Espero no causar conflictos por facilitarle las cosas.
Ambos hombres mantuvieron el silencio. Tanto Julius como Marx esperaban que Naruto resistiera la lucha hasta que enviaran más refuerzos.
Nairn; Zona del Conflicto
Detrás del secuestro de niños y el robo de su poder mágico, se encontraba el grupo terrorista el Ojo de la Noche Blanca, mismo grupo que recientemente había atacado la Capital Real en búsqueda de uno de los artefactos necesarios para sus planes. Sin que los mismos aliados del grupo terrorista lo esperaran, tuvieron que hacer frente a miembros de los Toros Negros para completar el plan, algo que finalmente salió mal para los terroristas.
Asta y Gauche de los Toros Negros detuvieron a los enemigos conteniendo a diversos adversarios hasta la aparición del líder del grupo terrorista: Licht, un mago poderoso usuario de magia de luz con la que detuvo a Asta y lo dejó malherido hasta el punto de no poder moverse.
Justo cuando Licht estuvo por matar a Asta y recuperar el grimorio y las espadas, Yami apareció para hacerle frente. Haciendo uso de su estilo de batalla y su magia de oscuridad, el capitán de los Toros Negros fue superando ligeramente al líder de los enemigos, quien dejó de recibir el apoyo de Valtos cuando Asta finalmente derrotó al mago espacial haciendo uso del Ki, como Yami denominaba a la forma de sentir las intenciones de sus adversarios.
En un épico enfrentamiento, Licht fue derrotado completamente con la aparición de Gauche y el uso de uno de sus hechizos capaz de reflejar la magia de luz de su enemigo, lo que dio paz a los cuatro miembros de los Toros Negros presentes en el campo de batalla.
Sin embargo, la batalla no terminó con la caída de Licht.
Haciendo acto de presencia, los tres miembros más poderosos del grupo terrorista intervinieron en el enfrentamiento, colocando a su líder en un capullo de llamas y centrando su atención en los Caballeros Mágicos presentes, destilando odio hacia las personas que hirieron al hombre que ellos seguían hasta el final de sus propias vidas.
Haciendo uso de su superioridad y poder, el Tercer Ojo del Ojo de la Noche Blanca doblegó a Yami y colocó al capitán en una posición en la que no podría seguir luchando por más que el mismo capitán se mostrara estoico y despreocupado.
El Tercer Ojo contaba con los miembros más fuertes del Ojo de la Noche Blanca. Según las mismas palabras de Licht, eran incluso mejores que él peleando.
Yami solo pudo soportar unos instantes en un enfrentamiento contra los tres. Tras ese tiempo, fue lanzado contra una enorme roca y fue presionado por los tres terroristas.
―Lo siento, lo siento.
Al mismo tiempo que un corte de sombra corría hacia el capitán, otra de viento bloqueó el ataque copiado por el miembro del Tercer Ojo, generando una pequeña explosión.
―Estas viejo, Yami-san.
―Siento que un chico tan joven tenga que salvar mi trasero.
El Tercer Ojo se reagrupó dejando espacio entre el nuevo combatiente y ellos mismos.
Rhya de la Traición, el miembro usuario de magia de imitación fue el primero en percatarse de la debilidad de su nuevo enemigo. Como Yami, aquel muchacho era usuario de una katana, de magia semejante a la del capitán de los Toros Negros. No les costaría demasiado vencerlo.
―*Bostezo* Esto se está poniendo ligeramente interesante. Ese chico...no es como si tuviera una enorme cantidad de maná en su cuerpo.
―Odio a todos aquellos que lastimen a Licht. Si él lastima a Licht, yo lo mataré.
―Otro humano al que enviar a la desesperación. ¡Esto solo es maravilloso!
Vetto de la Desesperación. Aquel miembro del Tercer ojo se asemejaba demasiado a un hombre bestia, a un ser híbrido entre humano y animal que caminaba en dos patas. Naruto juró que era más un perro de dos patas debido a su olor.
―Desesperación, ¿ah?―una onda de viento agitó los ropajes de los tres miembros del Tercer Ojo y obligó a Licht a observar lo que estaba por acontecer―. ¡Desesperar no es algo que yo pueda ver en mí!
Desapareció. Los instintos de Vetto estallaron y el hombre cruzó los brazos envueltos en maná frente así mismo...siendo atraído a la trampa. En el aire, apareciendo frente a Vetto y obligando a Rhya y Fana a moverse, Naruto giró y cambió de rumbo para golpear su espada con la de Rhya, enviando hacia atrás al mago.
―Este chico...
El polvo se agitó cuando los pies del Uzumaki tocaron el suelo de la cueva. Tiró de la katana al mismo tiempo que giraba la cabeza. Cuando Vetto estaba por atravesar su pecho, el vicecapitán se movió desviando el golpe directo de su adversario, generando chispas cuando su espada rozó el maná que envolvía el brazo del adversario.
―Diría que tienes poder, humano―pequeños cortes aparecieron en las extremidades de la Desesperación―. ¿Has cortado mi magia? ¿Has pasado por mí maná? ¡Esto hace que arda en mí los deseos de enviarte a la desesperación, humano!
―Magia Espiritual de Fuego―los tímpanos de Naruto fueron golpeados con aquella frase. Pronto, sus fosas nasales se llenaron del olor de humo y cenizas―. ¡Aliento de Salamandra!
Un poderoso torrente de fuego escapó de las fauces del espíritu del fuego: Salamandra. El fuego generó un poderoso surco en la roca y envolvió al mago completamente en una nube de llamas.
―Un ataque tan directo...
―Magia de Creación de Viento―el fuego comenzó a girar. Un torbellino inmenso, lleno de fuerza y maná llegó hasta el enorme agujero generado en la cueva―. Cúpula del Dios del Viento.
Vetto oyó el chasquido de los dedos. Fue sutil, ocultado por el crepitar de las llamas y la intensidad del viento huracanado.
―¡Humano!
Las llamas estallaron envolviendo todo el lugar con fuego y viento. El pilar llameante, aquel inmenso torbellino resultante de las llamadas de la Salamandra, estalló como un enorme fuego artificial y obligó al Tercer Ojo a recular y separarse nuevamente, ligeramente quemados por las inmensas llamas.
―He quemado un poco de mi capa de caballero.
Ascendiendo desde el hombro izquierdo del joven vicecapitán, un hilo de humo se confundió con el humo resultante del enorme estallido de llamas.
―Humano―los dientes aparecieron en la boca de Vetto como una hilera brillante, salvaje y dispuesta para tomar la yugular de su adversario―. ¡Estoy hirviendo para tomar tu desesperación!
―¿Uh? Creo que no bateo para ese lado.
Ambos se movieron a una enorme velocidad. Superando lo que el ojo humano podía captar y empujados por sus magias, Naruto y Vetto comenzaron un choque e intercambio constante de golpes y tajos, generando pequeñas chispas que hacían visible la posición de ambos luchadores.
―*Bostezo* Vetto está muy emocionado por esto. Dado que Licht ha sido lastimado, puedo eliminar a esos magos de allí.
Los ojos de Rhya se ensancharon cuando observó a Vetto estrellarse contra el suelo, de espaldas, mirando hacia el cielo que se filtraba por los huecos de la pared.
―Aun estoy peleando, ¿sabes tipo copia?
La hoja oscura bloqueó la hoja blanca. Oscuridad contra viento. El choque hizo recular a Rhya, quien sintió como su brazo se entumecía por el fuerte golpe.
―*Bostezo* Es sorprendente que hayas derribado a Vetto el suficiente tiempo como para enfrentarme; pero aún no los has eliminado del tablero.
―Nunca quité mis "ojos" de él, hombre.
Una sombra se irguió sobre Naruto. Vetto de la Desesperación descargó su hechizo Garra de Oso contra su enemigo, destrozando el suelo y levantando una inmensa nube de polvo.
―¡Desespérate!
―No estoy tan desesperado.
Los ojos de los miembros del Tercer Ojo se abrieron. Superando la velocidad del hechizo y del cuerpo de Vetto, Naruto reapareció detrás del terrorista. Por el torso del mago de aspecto bestia humana, comenzaron a aparecer cortes. La sangre goteó de las heridas, manchando el suelo a los pies de su dueño.
―Mis ojos están acostumbrados a la velocidad, enorme perro salvaje.
―¡HUMANO!
―Magia de Creación de Viento―los ojos de Vetto se ensancharon cuando vio el hechizo en la mano de su adversario―. ¡Rasengan!
No hubo espacio para la evasión por parte del miembro del Tercer Ojo ni para que sus compañeros pudieran defenderlo o ayudarlo. Estaba en el rango del vicecapitán del Ciervo Aguamarino y fue engullido por un enorme domo de energía azul, siendo empujado por esta hasta estrellarse contra la pared opuesta, siendo sepultado por los escombros.
―¡¿?!
―Ese chico...
Dentro del capullo de recuperación generado por Fana, el líder había observado el enfrentamiento de sus compañeros y miembros más fuertes contra Yami para luego observar a un chico no mayor que Fana igualando al Tercer Ojo en batalla. No habían recibido daños significativos ni había una probabilidad de que fueran asesinados; pero ver como aquel Caballero Mágico se estaba desempeñando sin que él pudiera hacer nada, era frustrante.
―¡Oye, calvo!―Licht ensanchó los ojos cuando Naruto apuntó la kantana hacia él, siendo completamente el centro de atención, tanto por el Tercer Ojo como por el resto―. Voy a ir a por ti. ¡Así que no te muevas!
Naruto saltó evadiendo la espada de Rhya y esquivando el hechizo de Fana, centrándose en los dos miembros restantes.
―*Bostezo* Tendré que subir el nivel.
Magia de Imitación. Rhya de la Traición usaba una magia que le permitía imitar la magia de los demás, algo relativamente poderoso y peligroso para los enemigos de cualquier usuario de ese estilo de magia. Debido a ello, Rhya pasó de usar la magia de oscuridad a combinarla con la de la luz, ganando en velocidad.
―*Silbido* Así que eres capaz de imitar las magias del resto.
Naruto y Rhya se movieron. El miembro del Tercer Ojo comenzó a presionar al vicecapitán del Ciervo Aguamarino, obligando a este finalmente a quedar rodeado. Fana estaba a la derecha y Rhya estaba a la izquierda.
―*Suspiro* Ufff esto realmente se ha complicado y la cosa ha subido de nivel. ¿Cuál es tu frase en estos casos, Yami?
El humo del cigarrillo abandonó la boca del capitán de los Toros Negros, quien miró al caballero ciego con una mirada desinteresada.
―Supera tus límites.
―Superar límites. Magia de Viento: Manto de Aire―el aire comenzó a rodear la hoja de la espada del vicecapitán―. ¡Compresión de Zona!
Un tajo completamente vertical, formando noventa grados desde su inicio hasta cero en su final. El aire desapareció de la zona y el oxígeno se extinguió durante el movimiento del caballero. Cuando la hoja de viento bajó completamente, partió el suelo en dos y un viento huracanado envió a los dos miembros del Tercer Ojo completamente lejos de él, siendo golpeados por hilos de aire finos y cortantes que hirieron la piel de cada uno de los magos.
―¡Asombroso!
Asta junto a Gauche y Finral estaban observando el enfrentamiento completamente apartados a un lado de su capitán.
―Mocoso―Asta miró hacia su capitán―. Observa la batalla del otro mocoso. Él ha sido entrenado desde niño, no solo en el uso del maná. Como tú ahora, puede percibir el Ki de sus enemigos y ha entrenado su cuerpo como los has hecho tú. Es un referente para ti.
Con pasos lentos, Naruto encaró a los miembros del Tercer Ojo con una sonrisa, apuntando su espada hacia Licht. Ligeramente su venda se mecía por el viento.
―Vetto de la Desesperación. Rhya de la Traición. Fana del Odio. Licht el Calvo. Veamos quien trae la "desesperación" a este campo de batalla.
*Nota de Autor: aun no he pensado en una pareja para Naruto. La única que ha venido a mi mente ha sido Sol Marron de la Rosa Azul; pero estoy trabajando en ello. Espero que estéis disfrutando del fic y cualquier pregunta, será respondida.
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