En dos dias sería el ataque, ¿Y qué era lo mejor? Obviamente dar el primer paso, quien lo haga tendría ventaja en el campo de juego. ¿Pero no debería ser el segundo quien tenga ventaja? Pues puede ver la jugada del primero y saber cuales son sus movimientos, conocería sus secretos antes que el otro seps los suyos, así es como pensaba Ink.

Tras ser curados decidió volver donde Lust y pasar la tarde allí, encerrados, todo con el fin de lucir tranquilos y relajados, así jamás sospecharían de ellos, y quizás, solo quizás, provoquen aún más lástima a su favor, Ink aún recordaba cuando llegó junto a Night y Error y Lust reaccionó preocupado y deseando saber que sucede, también regañó a Error, que gracioso.

Sí, gracioso, pensar en los sucesos de ayer dibujó una sonrisa en su rostro. Debía admitir que no todos los humanos son malos, literalmente Lust lo había dejado quedarse gratis, nunca olvidaría ese detalle, exactamente por eso no dejó de pensar en la paz, o al menos reducir los... Daños colaterales.

-¿Está listo, Majestad?- La voz de Night lo hizo salir de sus pensamientos, cierto, tenían planes ahora mismo.

Eran alrededor de las 5:30 am, estaban preparandose para salir, el ave que madruga se queda con los gusanos, y realmente que Ink tenía todo en mente, no estaba solo, dejó de trabajar solo hace mucho, tenia a Night de su lado, y no solo a el, por supuesto.

-Listo, y ya deja de decirme asi, vamos.- Respondió Ink, tomandolo de la mano para guiarlo, una antigua costumbre que tenía, por alguna razón la dejó atras.

De pequeños, solían andar agarrados de las manos, desde entonces sabia que Night sería quien lo cuidaría, su protector y mano derecha, así que desde entonces estaban juntos, claro que conforme pasaron los años eso quedó atrás, pero nunca es tarde para volver a los viejos hábitos.

Ambos salieron de allí en silencio, Lust estaba atendiendo pero justo fue un momento a la cocina del bar por lo que no les vió irse, ellos también pensaron en eso, era mejor que pensaran que estaban dormidos, nunca se levantaban temprano despues de todo, sí, incluso eso lo planearon.

Cuanto llegaron afuera, se miraron, sabían cual era el siguiente paso, eso mismo era la razón por la cual a Nightmare le costaba tanto el soltar la mano del albino, sabía que tenian que separarse y aún ahora estaba dudando.

-Estaré bien.-Como si Ink supiera lo que pensaba, quiso calmarlo con esas palabras.

-Prométeme que tendrás mucho cuidado, y si sucede algo, por favor--

-Sí, ya sé, te llamaré si algo sucede, pero no pasará nada malo, te lo prometo.-Interrumpió Ink.

-Sí no se de tí cuando pase la hora decidida... Voy a destruir todo el castillo hasta encontrarte, lo juro.-

-No es necesario llegar hasta esos extremos...-

-Solo cuídate.-

La angustia en el rostro de Night era mucha, Ink podía notarlo perfectamente, suspiró y soltó su mano, entonces lo tomó de las mejillas y le dio un beso en la frente.

-Volveré, y todo saldrá de maravilla. Te veo luego.- Finalmente, sin desearlo, Ink se retiró, su destino era el castillo, tenía planes para ir allá.

Nightmare solo le vió partir, y allí iba, aquel espiritu libre que nadie podía detener, no importa que tanto amor le demuestre.

-...Bien, vamos, Night.-Trató de motivarse a sí mismo, entonces fue camino a la isla, debía liderar a sus compañeros.