Escape

Derek

Ya han pasado casi dos años desde la trágica muerte de mi ex esposa, Miriam. Todos me exigen que consiga una nueva reina rápido, pero no es tan fácil.
Todas las reinas de los reinos cercanos ya están casadas, el reino necesita urgente una reina, por lo cual exigen que me case con una mujer común y corriente del reino.

Todas están emocionadas por eso y siempre se hacen bailes en el castillo, como tres bailes por semana para que yo conviva con las mujeres y me case rápido.
Pero no hallo a la indicada, a la mayoría les interesa sólo el dinero y poder que tendrán siendo reinas y a las otras sólo les importa ser la esposa del gran rey guapo y todo poderoso y todas ellas planean mandar lejos a mis hijos. Mis hijos son mis prioridades antes que una nueva reina.

Sin que nadie se diera cuenta me escape un rato de esa fiesta infernal, desde que era príncipe que no me gustaban esas fiestas, entré a la habitación de uno de mis hijos, a la de Darien, tiene quince años, me dirigí a su armario para buscar mi bata para irme a dormir, siempre la toma sin mi permiso ya que le gusta que sean 100% poliestireno y la suya es de seda.

Al abrir el armario quedé schokeado... Allí estaba mí hijo Darien de dieciséis años besuqueandose con un plebeyo de como once años

——¡Papá! No es lo que crees..yo...yo solo..em...

Me fui azotando la puerta, no puedo creer que mí hijo jamás me haya mencionado que es gay, creí que teníamos una buena relación, pero me equivoqué.

Me fui a mi habitación y saqué una maleta que estaba bien escondida, saqué una ropa de plebeyo, una peluca y me la puse. Me maquillé levemente para parecer otra persona y salí del castillo a escondidas.
Caminé por las calles, no había mucha gente, todos estaban en ese baile tonto.

Encontré un bar, no era muy grande. Decidí entrar, allí no había ningún cliente, había una mesa de pool, una pequeña televisión, una radio y varios asientos, había un chico de como veinticuatro años en la barra del bar, estaba limpiando unos vasos de cerveza.

Me senté en la barra y vi la carta de los tragos que tenía, había mucha variedad

——Deme un par de tequilas

——Sí, señor

El chico me dio unas cuantas tequilas y me las tomé sin pensarlo dos veces, estaban muy fuertes

——¿Se encuentran bien, señor?

Ja , si supiera que soy el Rey

——A decir verdad no mucho

——¿Qué le pasa?

——No le contaré mis problemas a un extraño

——Por un lado es mejor, ya que así sabrá que nadie de confianza sabrá sus secretos

——Buen punto...Pues es un problema con uno de mis hijos

——Que bien

——....¿Que...?

——No digo que sea bien que tenga problemas con él. Digo que bien que tenga hijos, a mí me encantaría tener hijos

——¿No tienes novia?

——No. Como sea, siga contando

——Pues... abrí el armario de la habitación de mi hijo y allí estaba besándose con un niño

——¿Con un niño?

——Sí , o por lo menos se veía como un niño

——¿Cuántos años cree que tengo?

——¿Tú? Pues luces de veinticuatro

——Error, tengo veintinueve. Para que vea que las apariencias engañan, puede que ese "niño" sea un adolescente

——Tienes razón...y..te ves muy joven

——Todos me lo dicen. Siga contando

——Pues...pensé que con mis hijos tenía una buena relación y comunicación, ahora sé que no.

——Sólo debe darse el trabajo de un día no hacer nada que no sea hablar con ellos. Tal vez una tarde en la playa juntos, un campamento. Pregúntales sobre ellos, que sepan que te preocupas

——Tienes buenas ideas

——Lo sé.—sonríe.—

Tiene una sonrisa muy bonita, jamás creí que habría un dueño de un bar que sea así

——Y además el rey

——Ufff , ni que me lo diga. Todos le están exigiendo al pobre que consiga esposa, no le dan ni tiempo de recuperarse de su pérdida. Aunque haya sido hace años, necesita terminar de recuperarse. Además no importa si consigue a una reina, a ellas sólo les importa el dinero y no se preocupan por el reino. Nunca aportan con ideas o sugerencias para que las personas del reino estén bien

——...En eso tienes razón

——Habiendo tantas cosas que mejorar, como la educación

Yo sólo tomaba y tomaba tequila mientras lo escuchaba

——¿La educación? ¿Qué tiene de malo?

——El rey es un tacaño junto con los profesores. Hay miles de niños que no pueden ir a la escuela o universidad, ya que son muy caras y hay mucha pobreza. Deberían hacer que la educación gratis y cambiar el sistema monetario

——Wow...

——O hacer medios de transporte. Esos carruajes casi nadie los tienes ya que son caros. El rey debería de dárselos a personas sin trabajo para que así ellos trabajen transportando gente, y como son pobres sabrán qué precio sería adecuado ponerle, así todos ganarían. Personas sin trabajo ya lo tendrían y los pobres sólo deberán de conseguir un poco de dinero para ser transportados

——Wow...¡¡Eres brillante!!

——Lo sé, pero eso no importa. Después de todo nada va a mejorar

*****

Eso es lo último que recuerdo de anoche. Abrí los ojos somnoliento y me di cuenta que no estaba en mi habitación, me senté para ver mejor alrededor. Es una habitación pequeña de color celeste pastel; un armario, un velador, una lámpara y una cama. Al darme cuenta estaba desnudo al lado del chico del bar... creo que terminamos follando, ya que ambos estábamos desnudos y él tenía un poco de sangre en el culo. Ví como habría sus ojos azules lentamente

——Am...disculpa ¿Sabes qué pasó anoche?

——Así que no recuerdas nada... Pues ayer te pasaste con las copas y coqueteaste conmigo

——¿Y terminaste aceptando?

——Pues, no tengo pareja y soy bisexual, así que no encontré problema en hacer eso contigo

——¡Estás enfermo!

Me puse mi ropa rápidamente y me fui de allí. Me escabullí por el patio del castillo y entré a mi habitación, me quité la peluca y la ropa. Me duché y me puse la ropa que ocupo normalmente.

Me fui a mi despacho y empecé con el papeleo.
No me puedo quitar las ideas de ese chico... ni siquiera me sé su nombre y ya estoy pensando en hacer las ideas que él tenía. Eran buenas ideas y les beneficiaría a muchos.

Cuando termine mi papeleo fui al salón real de los príncipes, allí le enseñan a mis hijos. Toqué la puerta y entré. Los gemelos de quince años, James y Allen, estaban realizando un examen mienras el de catorce años, Will, estaba leyendo un libro de un autor muy conocido y por último mi hijo de dieciséis años, Darien, estaba viendo la ventana en vez de hacer sus ejercicios

——Hijos... Se acaban los estudios por hoy. Vamos a hablar a la hora de almuerzo en privado

Esto ya se está tornando muy serio..

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