Cap 6. Debo mantenerme alejado
- No, no... - Arturo estaba muy alterado y asustado, se dejó llevar porque Lancelot se veía muy preocupado por él y simplemente hablo, pero no debió de hacerlo, ahora Lancelot podría recordar cosas y así cumplirse la maldición, no quería dejarlos, ya no sería capaz de ver a sus amigos nunca más, ¿Ni a Lancelot?.
- ¡Mi rey! - una suave voz sonó detrás suyo, era Rouge - disculpe, desde hace rato quería discutir algo con usted - Arturo paro en seco y se quedó viendo a la chica, era bueno controlando su mente cuando no era Lancelot el que tenía adelante.
- Dime... -.
- ¿Esta enamorado de alguien? - aquello sobresalto mucho a Arturo, pero simplemente negó - Bueno... Es que me parece que tiene un amor no correspondido y eso le está matando -.
- ¿Es eso posible? -.
- Pues al menos eso es lo que le pasa a usted -.
- ¿Cómo puedes estar tan segura? - comento ya algo alterado - Además, aunque lo tuviera... ¿Qué tiene que ver eso con mi salud? -.
- Existe una enfermedad que te va matando si un amor no te corresponde, siempre pensé que era algún tipo de leyenda, pero los síntomas que usted tiene corresponden por completo... Escupe sangre y flores y si me permite cuestionar, ¿No pasa con frecuencia si algo pasa cerca de quién le gusta? - Arturo tenía suficiente con esa charla, tenga esa enfermedad o no, no tendría ningún sentido, eso lo estaba volviendo tan inestable en ese instante que solamente atino a despedirse de Rouge y mencionarle que seguirían en otro momento.
Arturo corrió y corrió tanto como pudo, no sabía que hacer... ¿Esa enfermedad también podía matarlo?, osea que si decidía ir tras Lancelot la maldición lo mataría, pero si no hacía nada igualmente moriría. Se sentía tan desafortunado, no podría ser feliz y eso le dolía tanto, ¿Qué debía hacer?, ¿Decirles todo o simplemente mantenerse al margen como hasta ahora?, al menos así le daría unos años.., meses, semanas o días... Para estar más tiempo con todos ellos.
Respiro hondo y decidió sacar a Excalibur consigo, la puso delante suya - Oh, amigo mío... Hace tanto que no hablas conmigo, ¿Qué debería hacer?, te necesito un poco aquí - aquel imploro parece haber funcionado porque la espada permitió ver unos pequeños ojos abrirse.
- Estuve esperando por ti, sabes - la espada habló.
- ¡Excalibur! - se sorprendió el erizo.
- Nunca recorriste a mí durante tantos años que pensé que me habías olvidado -.
- No, yo nunca... Simplemente me aisle de todos y ahora simplemente voy a morir - comento cabizbajo.
- Debe haber una manera de deshacer la maldición, estoy seguro -.
- He intentado de todo y nada parece funcionar -.
- Creo que lo más fácil es ir contra la maldición de Merlina, pero para no empeorar tu salud es mejor no acercarte a Lancelot - Arturo miró a su amigo y vio un poco de esperanza, debió acudir a él desde un inicio.
- ¿Me volverás a instruir maestro? - menciono entre risas.
- Ya sabes, aún te falta aprender varias cosas -.
- Los he reunido a todos aquí para darles un comunicado - Arturo estaba enfrente a todos sus caballeros que estuvieron buscándolo por horas - A partir de hoy voy a estar ocupado con un asunto y en realidad no quiero a nadie a mi lado, sé que su función es apoyarme ya sea por ser mis caballeros o mis amigos, pero lo lamento, está vez es algo que debo solucionar por mi mismo y es una orden - todos se quedaron callados y no pudieron refutar ante su rey, había ocasiones como está, en donde venía y imponía algo de una forma en donde nadie era capaz de negarse, todos sabían que está vez tendría algo que ver con su salud, Rouge había puesto al tanto a todos sobre la enfermedad del erizo azul, pero tampoco es como si supieran que hacer.
- Se va a ir del reino - cuestionó Galahad.
- No, simplemente voy a estar saliendo, pero siempre estaré al tanto de todo lo que pase aquí - todos se mantuvieron en silencio.
- De acuerdo, mi rey - dijo Lammorak - pero necesito que nos responda unas preguntas.
- No - fue interrumpido por Arturo, quien bajo de su trono para acercarse más a los demás - Le he contado varias cosas a Scourge y Lancelot, cualquier cosa hablen con ellos y sobre mi enfermedad... Creo que todos saben lo mismo que yo -.
- Puedo saber de quién está enamorado - Arturo voltio con Scourge.
Arturo simplemente negó y eso le hizo entender a Scourge que podría hablar de todo excepto de su pasado con Lancelot - Vamos, chicos... Mejor vayamos a hablar y dejemos al rey con sus asuntos - la mayoría obedecia a Scourge, era el segundo más fuerte del reino por debajo de Lancelot, por lo cual simplemente comenzaron a seguirlo.
Scourge los invito a todos a sentarse en una habitación que tenían para los caballeros de la mesa, aunque él no formaba parte de ella, siempre se le ha dejado formar parte de las reuniones al ser el asesino del reino - Voy a ignorar por el momento lo que el rey compartió con Lancelot y les diré lo que sé, por el momento quiero decirles que nuestro rey no pertenece a este mundo, fue invocado por Merlina... - así continuó contando hasta el momento en donde todos recuerdan, menciono que Merlina les había hecho perder la memoria, pero nada acerca de la relación que tenían Lancelot y Arturo, por algún motivo aunque su rey le diera permiso o no de comentarlo, no quería mencionarlo.
- Le hemos dejado solo tanto tiempo... - dijo cabizbaja Percival.
- Pero me alegra que fuéramos amigos nuevamente - Glahad tan directo y optimista como siempre.
- Esperen... Entonces el rey no se llama Arturo - cuestionó intrigado Gawain.
- Ah, cierto... No, su nombre es Sonic - todos siguieron hablando a excepción del azabache que estaba sorprendido por el dato, ¿Sonic?... Es decir que estoy recuperando mis memorias, pero porque se veía tan asustado cuando recordé su nombre, como si tuviera miedo de algo.
Lancelot se paró y comento que se iba a retirar al decir que sabía lo mismo que Scourge, el erizo verde se planto ante el azabache - ¿A dónde crees que vas? - El azabache simplemente miro directamente a Scourge y se mantuvieron en silencio un buen rato.
- Te debo alguna explicación - cuestionó Lancelot.
- Sí, seguramente vas a ir tras Sonic -.
- ¿Sonic?, te debo recordar que aún es tu rey y le debes su debido respecto - todos observaban la escena con una cierta tensión, ambos erizos eran los más fuertes y nadie se atrevía a ponerse entre ambos, incluso Gawain que siempre era el más valiente.
- Él me dio su permiso - eso molesto mucho a Lancelot.
- Me tiene sin cuidado el permiso que te pudo dar, debes de mantener una imagen respetable delante de todos, podrás no formar parte de los caballeros, pero el rey te dio una posición en donde aún le debes respeto o es que debo grabartelo de alguna forma - Lancelot se acercó mucho a Scourge y a pesar de que Scourge sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, sentía mucha rabia por el azabache.
- Adelante, Lancelot. No te tengo miedo - sin más que esperar Scourge se abalanzó hacia Lancelot, quien únicamente atino a esquivar para que el verde se estampara contra la pared.
- Sabes muy bien que lo tuyo no es pelear de frente - tras eso Lancelot en un parpadeo se coloco delante de Scourge poniendo su espada contra la pared y el cuello del mismo - No planeo armar un show que pueda llegar a los oídos de nuestro rey, pero te encargo que seas más consciente sobre como llamas al rey - simplemente suspiro y se alejo con cuidado - No tengo nada contra ti, reconozco tu valor, no hagas que cambie de opinión - salió de la habitación dejando atrás a todos, en realidad no tenía nada que hacer tras irse, simplemente quería meditar consigo mismo.
Se encamino hacia su jardín secreto y se quitó el casco para respirar un poco de aire, era mucho más grande que todos en el reino, no era ningún niño y tenía que admitir los sentimientos que traía consigo, era obvio que estaba celoso de Scourge... Y era más que obvio que estaba enamorado de su rey, pero él no tenía el estilo de quedarse quieto, incluso si era su rey el involucrado en estos sentimientos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top