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Naruto ni Shuumatsu no Valkyrie me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo de mierda.
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Naruto entonces estaba lentamente escribiendo en un escritorio negro, su pluma cada pocos segundos tocaba la tinta dentro del recipiente para así que fueran legibles sus palabras.
Se negaba a recibir apoyo.
Después de todo un dios no se apoyaba en otros, sin mencionar que aquello equivaldría que su recién obtenido reino tuviera que ceder algo en un futuro a Zeus.
La comida que Demeter y Hestia le dieron evitaría el hambre durante unas pocas semanas para esta capital, por el momento no podía ayudarles a las ciudades exteriores que estaban en una situación precaria.
Los nobles habían sido ejecutado.
Natuto los había encontrado en un banquete de bienvenida para el, después de obligar a uno a hablar su plan era mantenerlo encerrado el tiempo suficiente para asesinarlo a él y así ellos obtener el Hades para ellos.
Naruto no los ejecuto el mismo, sino los puso en la plaza cercana para que así el pueblo que una vez oprimieron fueran jueces y jurados, muchos gritaron y bailaron sosteniendo alguna parte de aquellos inmundos seres.
Naruto no dijo nada, ellos lo merecían, después de todo el no podía negarles la venganza, venganza merecida.
Las actividades industriales habían sido detenidas completamente, aquel que osara a siquiera tomar una pala sería castigado con la muerte, el Hades era rico en metales, el único inframundo en tenerlos, incluso con la sobreexplotacion apenas habían tomado alrededor de un 10% de los metales.
Era tan pobres porque hasta la última onza de oro fue descuartizada por los titanes, ahora sabía de donde los titanes por más armas que ellos rompieran obtendrían nuevas en cuestión de días incluso en ocasiones más poderosas que las anteriores.
La comida dentro de aquel enorme castillo había sido enviada a las aldeas cercanas, no lo suficientemente grandes para evitar el hambre, pero si para enviar un mensaje.
Un nuevo rey estaba gobernando.
Solo esperen, pronto estará con ustedes.
-Mierda, esto es una basura-Hablo Naruto con suavidad revisando todos y cada uno de los diferentes problemas.
Hambruna.
Pobreza.
Contaminación.
Enfermedad.
Infracción a la ley.
Bibian era su coordinadora de seguridad, los guardias estaban recibiendo adiestramiento nuevamente ya que algunos dejaban mucho que desear, según por la cantidad de reclutas que veía volar por los aires entonces todo el día el entrenamiento era bueno y eficaz.
Clean estaba también ocupada entrenando a personas para así tener apoyo, les enseñaba a como sanar una herida o a detectar alguna enfermedad, también los diversos tipos de tratamiento que habían para casa una de las enfermedades.
Su nación ni siquiera tenía un nombre, Japeto no le había nombrado, básicamente esto era casi estar dentro de una guerra Titanica antes del torneo.
Ellos decidieron llamarse Nación Hades.
Un destello de tristeza pasó por los ojos de Naruto al recordar a su amigo, si tan solo estuviera junto a él sabía que esta soledad que sentía no sería tan abrumadora.
Toc toc toc.
La puerta de su estudio fue tocada con suavidad mientras que Naruto dejaba los papeles y se quitaba sus lentes con elegancia.
-Adelante-Hablo Naruto viendo como la puerta se abría y de ella pasaba un muchacho.
El muchacho que había hablado mal de él hace una semana en la plaza, su característico tatuaje iba en su ojo mientras que ahora vestia unas prendas medianamente decente.
-Mi Lord, como usted a ordenado, hemos preparado todo para que usted visite [Pantano Toxico]-Habló el muchacho mientras que Naruto entonces asentía con tranquilidad.
-Ya veo, buen trabajo Tanatos-Habló Naruto sin preocupación alguna mientras que se levantaba.
Su nación comprendía 1 343 789 millones de kilómetros cuadrados y cada rincón estaba intoxicado hasta su médula por la suciedad y la corrupción, el pantano comprendía un 30% de su territorio
Estaban a 12 días de una aldea que tenía contacto con aquel pantano, por lo que serían muchos días y Naruto quería comenzad de inmediato.
Ya había dejado los preparativos para su tardanza, Bibian se quedaría para evitar problemas y Clean también para que así no hubiera la tentación de intentar secuestrarla por la desesperación de tener a un médico.
Decir que Clean estaba enferma era un eufemismo, la niña había pasado de un hermoso azul claro a un espantoso verde vómito, al ser un espíritu de la naturaleza era comprensible, incluso el estaba asqueado algo que pensó que no sucedería nunca más.
-Sus ordenes son mi ley mi señor-Hablo el conocido como Tanatos mientras que observaba a Naruto caminar a él.
Tanatos entonces vio a su izquierda como la imponente figura se Naruto pasaba sin preocupación alguna, el había jugado seguirle hasta el día de su muerte.
Pensó que los dioses seguirían siendo igual que los Titanes, pero ahora no quería volver nunca más, sabía que su señor seguiría avanzando por un Hades prospero.
Con un anciano.
El anciano estaba nervioso y avergonzado, su pequeño y desnutrido animal yacía adelante de la carreta que el tenía.
El hombre vestía ropa vieja y gastada, su frondosa barba abarcaba casi toda su cara.
Esto era lo mejor que tenia.
La carreta era vieja y gastada, su madera negra de tanto uso eh incluso en algunos de pudrición en ella.
Ella había sido usada para llevar los cadáveres a la procesadora para así fabricar las latas de alimento.
Era la antropofagia o morir.
Por cada 100 cadáveres llevado a la procesadora el recibía 5 latas de alimento.
Desde hace muchos años para soportar la demanda de energia física Alto Consejo del Hades les habían echo crear las procesadora de alimento, los cuerpo eran puestos en cuchillas, los convertía en una pasta café y los sellaba en latas, era la mejor comida de este reino, cada lata de esas se vendía por precios exorbitantes eh incluso la versión casera también.
Entonces lo vio, salir del castillo, alto, elegante y magnánimo gasta la última gota de aquella palabra, abajo de su ropa sepodia ver la gruesa capa de musculoso magro.
Alguien quien no había conocido el hambre.
Su caminar era suave, cada paso que daba era con una autoridad atronadora, como si la misma tierra que pasara él fuera el único con el derecho se pisarla.
Un rey.
-M-Mi señor lamentó...-Habló el anciano con vergüenza de llevar a su rey en tal condición, bajo su cabeza esperando un castigo.
El hombre sabía que aquel traje blanco de su rey sería manchado con solo tocar la madera.
-Acaso eh pedido tu perdón por llevarme a mi destino, alza tu cabeza, porque solo aquellos que han cometido crímenes en mi reino serán los únicos que tengan que tener miedo de mí-Hablo Naruto con voz tranquila y llena de una autoridad que el anciano nunca antes escuchó.
El hombre entonces al alzar su cabeza vio a su señor caminar a su carreta mientras que se montaba sin protesta alguna y se sentaba en el espacio que él a la carrera había creado en ella.
Naruto sin problema alguno recostó su espalda, un rey era la guía de su pueblo, un rey era parte del pueblo así como el pueblo era parte del rey, si esto era lo máximo que su pueblo le ofrecía por el momento entonces el lo aceptaba con dignidad.
El hombre sintió lagrimas salir de sus ojos al oír que su rey no estaba enojado con él, ¿Acaso ellos hicieron algo bueno para merecerlo?.
Su padre le dijo que mantuviera la esperanza, que algún día Japeto llegaría su fin, ahora después de 70 mil años por fin había llegado.
Su deseo se cumplió.
Por fin tenían un rey.
El hombre se monto en la parte delantera mientras que daba un sonido, el animal desnutrido comenzó a caminar sin obstrucción alguna.
Su próximo destino era Furcas, la cuidad.
Con Bibian.
Ella nunca pensó que Japeto tuviera su reino así.
Aunque con Naruto ella no se aburría, la vida a su lado seria entretenida.
Que mejor manera de divertirse.
No sabía que había echo para merecer esta diversión, pero no sé quejaba en absoluto.
Escalar del reino más pobre y Toxico hasta convertirse en el más fuerte dentro del Inframundo, durarían cientos de años y varias guerras para lograrlo, elegir a Naruto había sido lo máximo.
No podía esperar para darle bebés a su rey.
Si bebés.
El había demostrado ser digno de ella entregarle su virginidad, de él y zu utero saldrían los más fuertes seres del universo.
Varios reclutas en el suelo se estremecieron al ver la sonrisa llena de locura y los ojos pensativos de Bibian que tenia un sonrojo en sus mejillas y baba saliendo de su labio por la comisura del mismo.
Bibian no podía esperar para entregarse a él, por el momento y la situación solo sería una molestia, pero una vez acabado esto ella le entregaría su cuerpo a él para que él la conviertese en su muñeca personal de placer.
Olimpo.
Demeter, Hestia y Posedeia estaban furiosas, se podían ver sus ojos llenos de gran enojo, Posedeia se mantenía calmada pero se podía ver claramente el despreció exudar de su cuerpo
La razón era simple.
Zeus había excluido a Naruto.
-Zeus que significa esto, somos los 7 hijos de Rhea, porque solo hay 6 reunidos-Habló Demeter con voz atronadora viendo con ojos brillantes que Zeus.
Zeus no se inmutó mientras que tenían una sonrisa juguetona en su rostro, lentamente se inclinó para adelante.
-Naruto esta sufriendo, dificultades técnicas en estos momentos, pero no los llame por ello, los llame para algo aun más importante...-Habló Zeus con tranquilidad ya que había escuchado un rumor sobre los Gigantes, la raza más poderosa de los cielos Greco.
Por algo se empezaba, debía comenzad con pequeñas reuniones hasta que ya Naruto fuera innecesario para que así su plan de exilió tuviera éxito.
Demeter entonces le vio con escéptisismo, sabía que Zeus no estaba planeando nada bueno contra Naruto, después de todo se había sentado en ese trono gracias a Naruto que empató el marcador.
Además su hermano ya tendría suficiente con los otros inframundos, una vez que intentarán hacer algo encontra de Naruto el no apoyaría a su hermano, después de todo lo quería ver en lo profundo de ese hueco que había adquirido como reino, incluso si muriera sería una feliz noticia para él.
Zeus observó con lujuria a Hera ya que estos días le habían sentado de maravilla a ella y más que ahora podía admirar su belleza ya que en la Titanomaquia siempre estaba en las bodegas de suministros.
Días después.
Con Naruto.
Ya casi habían llegado a la cuidad, como Naruto se espero, el viaje había sido simple y relativamente tranquilo con solo un intento de asalto.
El anciano y el estaban sentados en la carreta que se movía debido a las piedras de aquel lugar pedregoso.
Los árboles estaban secos y negros notándose claramente muertos, la misma tierra estaba contaminada haciendo imposible que algo florecerá.
-Mi señor...-Hablo el anciano mientras que seguía controlando a su desnutrido amigo.
-Que ha sucedido-Habló Naruto abriendo uno de sus ojos ya que era la primera vez que hablaban.
Este lugar lo tenía enfermo.
Los vapores que exudaba la tierra de no ser por su inmunidad a casi todos los venenos, Naruto sabía que lo hubieran asesinado, alguien como Adamas hubiera muerto.
Naruto se preguntaba como algo podía vivir aquí, la adaptación de ellos era simplemente inaudita, se podía ver que el viejito aunque mareado no estaba en sus condiciones.
-¿Como son los cielos?-Pregunto el anciano ya que nunca el había escuchado nada salvo su nombre.
-Los cielos, ¿Eh?...-Pregunto Naruto mientras que volvía a cerrar sus ojos con tranquilidad.
El hombre espero expectante su respuesta, después de todo su rey provenía de ellos.
-Un lugar prospero, grandes extensiones de verde, animales silbando suavemente llenos de alegría, hermosos ríos caen, poderosas montañas se ciernen dando una hermosa imagen-Hablo Naruto mientras que sonreía con suavidad recordando su lugar de nacimiento.
El hombre escuchaba atentamente las palabras de su rey, jamás pensó que un lugar así existiría.
-Señor, si es tan hermoso, ¿Porque irse de ahí?-Pregunto el anciano ya que no tenía caso venir aquí, el había nacido en este agujero y sabía que moriría aquí, ver a alguien venir por voluntad propia nunca lo espero.
-Sabes, tuve un amigo, Boreas era su nombre, él siempre sonreía incluso cuando el cosmos estaba en su contra, una vez me dijo algo en sus últimos momentos que nunca espere 'Quiero la prosperidad y el avance, porque con ellos seremos mejores, no hay nada en la destrucción y la ignoraron salvo la perdición, todo este poder que tenemos, debemos usarlo para prosperar, prométeme que cuando seas rey serás el mejor rey que alguna vez existió'...-Habló Naruto siendo escuchado atentamente por aquel anciano.
-Porque su nación es reflejo de un rey, avance y progreso, fue lo que le juré a él que sería mi vida y es lo único que obtendrá a cambió, elegí el inframundo porque al lado de mi hermanito se que lo tendré difícil, no le des muchas vueltas, fue una decisión egoísta la que me trajo aquí-Habló Naruto sin mucha importancia en su voz.
-Podremos algún día ser igual a ellos...-Pregunto el hombre mientras que esquivaba un hueco.
-Por supuesto que no..-Hablo Naruto de manera inmediata mientras que aquel anciano se deprimió.
Era cierto ellos solo eran gusanos, seres que sólo debían servir y morir no importa como eran tratados.
-Seremos mejores, eso te lo prometo, este será un lugar de avance, lleno de conocimiento, este rey que ves presente ante ti es un rey egoísta de naturaleza anciano, y una nación prospera y pacífica es lo único que el obtendrá de ustedes-Hablo Naruto mientras que el anciano asintió.
Nunca antes se había sentido tan lleno de vida, ni siquiera recordaba la ultima vez que el había sentido esto, Orph sabía que podría morir en paz ahora, ya que el le brindo algo que nunca pensó encontrar.
Esperanza.
Esperanza de un futuro, esperanza de prosperidad y paz, aquello fue como una dulce melodía que nunca había escuchado sin embargo que reconocía perfectamente.
-Hemos llegado mi señor-Hablo suavemente el anciano mientras que Naruto asintió ante aquello.
"Alto, que han venido a hacer aquí"
La voz de un hombre habló mientras que ambos le veían, su armadura era sucia y oxidada, su espada tenía muescas y estaba amellada.
Naruto chasqueo su lengua al sentir y oler el deplorable estado de todo este lugar, todo estaba lleno de contaminación y porquería, podía verlo.
Era una ciudadela construida sobre un agua verde oscura y maloliente, la ciudadela estaba llenas de moscas y Naruto pudo ver a una mujer a punto de morir de hambre.
Naruto entonces se levanto del asiento mientras que sin problema de varios pasos caía al suelo.
Flush.
Rechazo.
-*¿Osas a siquiera pensar en oponerte a mí?*-Siseo mentalmente Naruto al sentir su propia tierra enviarle un pulso de advertencia.
Fue abrumada y subyugada.
Los ojos de Naruto brillaron de un tenue azul brillante mientras que se entrecerraban con peligrosidad.
El hombre llevó su mano a la espada al ver que el hombre se llenaba de un aura de sed de sangre.
DUN.
La tierra gimió llena de pavor cuando de una sola ragafa de poder era abrumada y puesta en su lugar sin poder poner oposición alguna.
El era su rey.
Ambos seres del inframundo vieron al rubio con admiración, nunca antes habían visto algo similar, fue algo asombroso de ver.
-*Ya veo sucia rastrera, osas a siquiera pensar en arrogancia solo porque una maldita amalgama de enfermedades te ha contaminado me intentes morder*-Naruto se pensó al ahora poder sentir todo lo que le rodeaba.
A unos kimetros dentro de aquel horrendo pantano podia sentir la putrefacción reencarnada, algo que ni siquiera tenía el derecho de estar aquí presente.
Entonces lo sintió, una ira incontrolable cuando él hizo que la tierra nunca más le obedeciera a esa cosa, intento matarlo con enfermedades virulentas, pero aquello para su sangre no eran más que caricias.
"TÚ COMO OSAS A INTER...."
-*SILENCIO SUCIO SACIO SACO DE PUS, DA GRACIAS QUE SIGUES RESPIRANDO, PERO JURO PRONTO IRE A TI Y VEREMOS SI TIENES LAS MISMAS AGALLAS DE LAS QUE AHORAS TIENES*-Naruto se pensó con ira al oír a esa cosa intentantar destruir su mente.
Ambos hombres veía como Naruto tenía una vena en cuello notándose totalmente enfadado viendo a su izquierda donde el porqué se perdía.
*GRITO*
Entonces todos incluso los de cuidad en decadencia excepto Naruto sintieron un pavor calar sobre sus huesos al oír aquel horripilante grito salir del bosque.
-Silencio, más tarde me ocuparé de ti-Siseo Naruto con voz atronadora viendo con enojo y asco el bosque.
-¡Que fue eso!-Grito el hombre mientras que sudaba y temblaba lleno de miedo al oír aquel grito que casi desgarro su alma.
-M-Mi señor...-Hablo el anciano mientras que veía a Naruto seguir firme sin problema alguno.
Esto era un rey.
Naruto se erguio magnánimo incluso con aquel grito, su porte era amenazador mientras que una fina capa de magia le rodeaba.
-No merece siquiera que le nombre, no es nada salvo un gusano que se cree león, oye tú...-Hablo Naruto mientras que señalaba al guardia quien seguía intentando no temblar.
-S-Si-Habloneo guardia mientras que todo su cuerpo se negaba a evitar dejar de temblar.
-Ve y dile al alcaide de aquí que le ordenó presentarse ante mi, y también dile que ordenó que cada mujer que tenga al menos un hijo presente una muñeca que salga de su corazón para esta tarde-Ordeno Naruto ya que ese sucio saco de pus había arruinado su estado de ánimo.
El hombre se iba a negar, pero los ojos de Naruto le dijeron que si lo hacía lo pagaría, por lo que solo pudo asentir, además vestia con ropa que nunca antes había visto y su olor era suave solo siendo comparado con aquel que venía a por más esclavos para trabajar en la metalúrgia, seguramente habían muerto algunos y debían suplir la perdida.
El hombre rápidamente corrió donde estaba el alcaide de este pueblo para darle las órdenes que recibió el.
El anciano se preguntó para que su señor necesitaba una muñeca de ramas, pero negó ya que no era quien para siquiera pensar en contradecir a su señor.
Su tesoro divino no era su bidente, él pelearia cuando la situación lo amerite y mataría también, si tocaba luchar tocaba luchar, no se esconderia y eso estaba claro, pero nunca le gusto asesinar o ser parte de la guerra.
Su tesoro divino era diferente, lo opuesto completamente a un arma, según Demeter era el objeto más hermoso de todo el cosmos, pero Naruto sabía que la sonrisa de Demeter era la cosa más hermosa del cosmos así como la de cada uno de sus hermanos sean hombres o mujeres.
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Fin del capítulo.
Sin más que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.
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