Capítulo 24

Las semanas que siguieron transcurrieron con una velocidad impresionante, a pesar de todo el estrés al que estuvieron sumidos quienes habitaban el castillo, incluso la Princesa; quien en un principio se hallaba alegre por su compromiso con el Príncipe Thomas ya era víctima de los nervios y dudas al respecto.

Vivianna por su parte había quedado decepcionada cuando aquel mes sin falta había llegado su periodo; indicándole que no había logrado concebir un bebé, se decía a ella misma que en un futuro cercano conseguiría embarazarse, pero existía en ella el temor de jamás poder traer a un niño al mundo.

Aquello había sucedido durante la ausencia de su esposo, así que no había tenido con quien hablar al respecto, decidiendo entonces guardar las apariencias y actuar como si todo estuviera bien, nadie tenía que enterarse que aquel tema le afectaba. Sólo fingió estar bien e intentó enfocar su mente en temas urgentes.

Para cuando el Príncipe Thomas de Südseen había arribado a Mystbelle, su esposo ya se encontraba de regreso, lo cual fue un alivio para la Reina ya que no tuvo que lidiar sola con el Príncipe al momento de hacerlo firmar un acuerdo prematrimonial cuidadosamente redactado por ella, en dónde el futuro esposo de su hermana renunciaba a su derecho a la corona.

—Thomas de Südseen jamás será Rey de Mystbelle — Eso era una pequeña victoria en medio de una guerra en la que se encontraba en desventaja, pero que sin duda disfruto de hacerle saber al castaño de que ella no estaba dispuesta a rendirse.

El compromiso fue anunciado una vez firmados los papeles y el pueblo entero se regocijó, las invitaciones fueron enviadas a otros reinos, los regalos de boda no se hicieron esperar junto a las confirmaciones de asistencia.

El mundo entero esperaba con ansías la boda de la Princesa de Mystbelle, pereciendo ignorar o importarles muy poco que la boda de la Reina, la coronación del ahora Rey y la próxima boda tuviesen fechas cercanas entre sí.

Por su parte, el Príncipe Thomas siendo consciente de la aceptación que tenía por parte de los pobladores de Mystbelle y de lo bien que había sido recibida la noticia de su boda con la Princesa por el consejo Real, aprovechaba cualquier momento para regodearse frente a Vivianna.

Finalmente el día tan esperado por algunos y temido por otros llegó, la Princesa caminó hacia el altar dónde el Príncipe Thomas aguardaba por ella, un evento tan cuidadosamente planeado que a simple vista parecía la escena de un cuento de hadas, el final feliz con que toda niña soñaba.

—Acepto — Respondió Genoveva a la ya conocida pregunta marcando el inicio de un nuevo capítulo en la vida de todos.

Mystbelle tenía un nuevo Príncipe, Dios quiera que eso sea bueno.

Anders había reportado que si bien había un buen pronóstico para los cultivos de la temporada, que las condiciones del lugar podrían ser mejores, se encargó de preguntar a cada uno de los agricultores sobre factores que considerasen podían mejorarse.

—Durante épocas de lluvia el río tiende a desbordarse un poco, sin embargo las personas que tienen sus viviendas situadas cercas del río se han percatado de que esto se ha ido agravando con el paso de los años — Informó el Rey —. Si no atendemos la problemática podría provocar daños irreparables en un futuro, perdidas de viviendas y cultivos enteros.

— ¿Crees que las personas aceptarían reubicar viviendas que se encuentran en áreas de riesgo? — Cuestionó la Reina cuando ambos se disponían a preparar una propuesta que presentar a los miembros del consejo Real — Convencer a algunas personas podría ser todo un reto, seguramente más de uno se resistirá a abandonar sus tierras aun cuando les aseguremos que se les otorgarán otras.

—Aun cuando lográsemos reubicar a todos en la zona, sería sólo una solución temporal — Hizo la observación —. Lo mejor sería que expertos evaluaran el área para así tomar la mejor decisión, mi primera idea fue la construcción de una presa que regulase el flujo del agua, pero no quiero que — Guardó silenció un par de segundos —, es decir, si tú estás de acuerdo — Aclaró aquello —, iniciemos la construcción de una presa intentando solucionar el crecimiento del río, pero al momento de hacerlo terminemos afectando las cosechas.

— ¿Tú te encargas? — Cuestionó Vivianna.

—Considéralo hecho, preciosa — Respondió el pelirrojo, dando un suave toquecito con su dedo incide en la nariz de la Reina.

— ¿Qué ha sido eso? — Preguntó desconcertada ante la acción de su marido, finalmente rió y decidió dejarlo pasar, de igual manera algo le decía que no obtendría una respuesta satisfactoria por parte de Anders.

Los Reyes dejaron el tema de lado y entonces se miraron en silencio sin saber que decir.

— ¿Has tenido problemas con el Príncipe Thomas? — Cuestionó Anders, rememorando una conversación que habían mantenido hacía días, en dónde su esposa le comentó de ciertas actitudes de su ahora cuñado.

—Lo he evitado hasta dónde me es posible, ciertamente me parece una persona desagradable que se esfuerza por arruinarme hasta el más maravilloso día — Respondió ella —. Estos días sólo hemos coincidido en el comedor y frente a Genoveva al menos pretende ser el cuñado perfecto y con sinceras intenciones de que seamos una familia feliz.

—Tampoco es muy de mi agrado tenerlo por aquí, saber que estamos todos bajo el mismo techo me hace sentir temeroso de que algo te suceda — Confesó —. Después de lo que me contaste que hizo previo a nuestra boda, me preocupa que haga algo que te lastime.

—Puedo cuidarme, tomo mis precauciones ahora que él vive aquí — Dijo ella —. Quien realmente me preocupa es mi hermana, sé que Thomas está siendo gentil por ahora, pero no podrá mantener la farsa por siempre y no quiero que Genoveva resulte gravemente herida cuando eso suceda.

Suspiró.

—He hablado con ella y tal parece que sigue sintiéndose parte de un cuento de hadas — Añadió Vivianna —, ha dicho que Thomas es un encanto y la trata muy bien, incluso me dijo que debería relajarme un poco y dejar de buscar problemas donde no los hay — En vista de que Anders no decía nada, ella retomó la palabra —. Me ha comentado que si me es imposible aceptar a Thomas y convivir con él en paz, lo mejor sería que ambos se mudasen, que hicieran su vida de casados en alguna de las propiedades de nuestra familia que no sea e castillo.

— ¿Tú qué opinas al respecto? — Cuestionó Anders.

—Le dije que no era necesario, que pondría de mi parte e intentaría que nuestra relación mejorase, es obvio que mi hermana piensa que yo soy el problema aquí — Respondió —, me ha comentado en más de una ocasión que su esposo realmente se entristece de pensar que yo no acepto su relación aun cuando ya están casados — Hizo una expresión de disgusto al mencionar aquello —. No me importa si ella me cree la villana del cuento, pero si está considerando marcharse debo impedirlo porque no pienso perder de vista a ese hombre.

Por su mente cruzaban toda clase de cosas que Thomas podría hacerle a su hermana, bien podría dejar de tratarla con dulzura y respeto una vez que estuviesen solos y apartados, le sería muy fácil ocultar ciertas cosas y actitudes.

—He de suponer entonces que nuestra única opción es aprender a lidiar con su presencia — Habló el Rey.

—O ignorarlo, con algo de suerte nos olvidaremos de su existencia por algunos minutos, quizá horas si somos lo suficientemente afortunados — Dijo ella.

—Te seré honesto con respecto a algo — Ella lo miró atentamente, curiosa de saber que era aquello que estaba por admitir —, también deseo mantener a salvo a tu hermana, pero si todos tus temores son ciertos y él está dispuesto a cualquier cosa con tal de obtener la corona o al menos los beneficios de ser Príncipe consorte, me preocupa que cuando tengamos hijos él atente contra ellos.

—Si — Su ánimo decayó repentinamente, titubeó un poco antes de hablar —, tienes razón.

— ¿Ha ocurrido algo? — Cuestionó con genuina preocupación — Vivianna ¿Acaso te está sucediendo algo malo?

—No, es sólo que han pasado varios meses desde nuestra boda y el consejo al igual que todos no dejan de preguntarse cuando tendremos un heredero, sin embargo no ha habido — Explicó — ¿Resultados? — Dijo un poco insegura del cómo debía referirse al hecho de que no había logrado quedar en cinta aun.

—Aún disponemos de mucho tiempo para ello, te aseguro que cuando menos lo esperes sucederá — Dijo él.

—No me hago más joven, Anders — Respondió la Reina —. Dentro de poco cumpliré 27 y será aún más difícil tener un bebé.

—No actúes como si fueras una anciana, además creo que debo recordarte que soy mayor y si tú eres demasiado vieja ¿Entonces que soy yo? — Cuestionó él en tono de burla.

—Es enserio, aun cuando tuviésemos la misma edad la sociedad entera me consideraría demasiado mayor, mientras que a ti nadie te presionaría diciéndote que se te está agotando el tiempo para formar una familia y cumplir con tu deber con el reino — Bajó la mirada un minuto —. No quiero que esto me afecte, no deseo estresarme por esto porque de alguna manera presiento que eso lo complica aún más, pero es imposible no pensar en ello cada mes.

—Hay mujeres a quienes se les complica un poco más que a otras, Dios determinará el momento preciso, sólo hay que tener paciencia.

—Es fácil decirlo, ponerlo en práctica...no tanto — Dijo —. Desconozco los planes de Dios, pero espero que pronto ponga en nuestras vidas a un niño o una niña; realmente eso me importa muy poco sólo quiero darle un heredero a Mystbelle, porque el consejo constantemente pone mi paciencia a prueba y un día terminaré perdiendo la cordura.

—Del consejo me encargo yo, intentaré mantenerlos a raya y que no se inmiscuyan en nuestra privacidad — Prometió, a pesar de que ambos sabían que eso sería difícil ya que el tema de un heredero era considerado urgente por muchos.

—Pensé que dado a que se me ha excluido de varias reuniones estaría un poco más relajada, creí que no verlos ni estar forzada a escucharlos repetir lo mismo una y otra vez me sentiría menos...como me siento justo ahora — Confesó ella —. Hay demasiadas cosas sucediendo al mismo tiempo y aunque sé que tú no me ocultarías información, es agobiante no estar presente en las reuniones mientras me pregunto de qué están hablando. Ni siquiera yo misma me comprendo en ese aspecto, no quiero estar allí, pero al mismo tiempo es molesto estar armando toda clase de teorías en mi cabeza con respecto a que sucede allí.

—Te aseguro que no ocurre nada fuera de lo normal, pero no te mentiré; tengo la impresión de que guardan la esperanza de que yo actúe en contra de tus deseos — Comentó Anders —. No es ningún secreto que han intentado convencerte de tomar ciertas decisiones a lo largo de tu reinado.

—Sí, ellos hacen eso — Agudizó un poco el tono de su voz —. Si alguna vez piensas que estoy equivocada en algo o que se necesita algún cambio...

—Lo comentaré primero contigo — La interrumpió —. Quiero evitar toda clase de malentendidos y problemas entre nosotros, si somos incapaces de ponernos de acuerdo eso se verá reflejado en el reino.

Antes de que la conversación pudiese proseguir, la puerta se abrió bruscamente sin que nadie se anunciase antes de ingresar, la Reina se giró y se encontró con su hermana.

—Genoveva ¿Acaso nunca nadie te dijo que antes de entrar a una habitación debes tocar la puerta? — La regaño su hermana mayor.

—Lo olvidé — Dijo la Princesa.

— ¿Puedo saber la razón por la cual entraste de esa manera? — Cuestionó Vivianna — Eso no es propio de una Princesa, ni siquiera de una persona civilizada.

— ¡Lo siento! — Elevó su tono de voz un poco para detener el regaño que estaba recibiendo — En realidad deseaba tener una audiencia.

— ¿Una audiencia? — Vivianna se mostró desconcertada ante la solicitud de la menor.

—Con el Rey — Especificó la rubia, ambas hermanas enfocaron sus miradas en Anders quien estaba igual de confundido —. Es mi deseo discutir ciertos aspectos referentes a la participación de mi esposo en esta familia.

—Según recuerdo esos aspectos fueron estipulados en un acuerdo prematrimonial firmado por ambas partes, Alteza — Le recordó el pelirrojo.

—Así fue, pero dado a que se nos fue impuesto el firmar ese documento... — Miró con cierto disgusto a su hermana al momento de decirlo.

—Lamento interrumpirla Alteza, pero a todos se nos fue impuesto algo para que esa boda se efectuase, usted desafió las órdenes de la Reina e ignoró un acuerdo al que ya habían llegado — Se aseguró de que su cuñada tuviese presente aquel hecho —. Tanto al Príncipe Thomas como a usted se le otorgaron varias oportunidades, sin embargo ambos tomaron decisiones que amenazaron con perjudicar al reino y a la familia en general.

—Reconozco que todos nos vimos forzados a ceder en ciertos aspectos, que incluso tenían ciertas dudas con respecto a las intenciones de Thomas, pero ya han pasado unos cuantos meses desde la boda y hemos convivido los cuatro, pienso que podría considerar el asignarle ciertas responsabilidades como Príncipe de Mystbelle.

—La Reina decretó que el Príncipe Thomas no se vería involucrado en la toma de decisiones ni tendría poder alguno en Mystbelle, posee el título, más no el poder y beneficios que eso conlleva, en realidad no es parte de la línea de sucesión al trono — Dijo el pelirrojo.

—Lo sé, como Princesa no puedo contradecir o cambiar lo establecido por mi hermana; la Reina — Inclinó la cabeza un poco, apuntando hacía la mencionada —, esto dado a que ella posee más autoridad que yo, pero el Rey tiene un título superior al de la Reina y por lo tanto podría modificar ciertos acuerdos.

— ¿Qué sucede contigo Genoveva? — Intervino Vivianna — ¿Él metió esa idea en tu cabeza, cierto?

—Thomas no desea generar más conflictos, él no me pediría hacer algo como esto — Habló con seguridad, algo que le indicó a los reyes que ella no mentía —. Sin embargo se siente inútil aquí, sé que ambos estuvimos de acuerdo en firmar el acuerdo prematrimonial con tal de poder estar juntos, pero esto parece estar haciendo infeliz a mi marido.

—La boda es aun algo reciente, el Príncipe Thomas no se ha hecho merecedor de nuestra confianza aun — Dijo el Rey.

— ¿Y cómo podría hacerlo si se le niega la oportunidad de demostrar que es digno de ella? — Replicó la joven.

—Él puede ayudarte a desempeñar tus labores si así lo deseas, pero quien responderá ante el consejo y nosotros serás tú — Habló Vivianna con firmeza —, cada decisión que tomen en conjunto será aprobada por mí antes de que decidas presentarla ante alguien más y te advierto Genoveva que si tienes la osadía de pasar por encima de mi autoridad recibirás una sanción equivalente a la falta cometida.

—Princesa Genoveva, aunque admiro su persistencia y valentía al hacer su solicitud, me temo que debo informarle que coincido con mi esposa en esta ocasión — Dijo el Rey —, cómo mencioné la boda es algo reciente, la forma en la que el Príncipe ha actuado nos ha generado una percepción negativa hacia su persona y será difícil que confiemos en él dados sus antecedentes, pero posiblemente en unos años...

— ¡Vivianna lo besó! — Exclamó de pronto la Princesa.

La habitación quedó en completo silencio. Genoveva alzó la mirada desafiante, estando segura de que aquella información provocaría que el Rey desconfiase aunque fuera poco en Vivianna; quien enfocó su mirada en el pelirrojo, suplicándole que no iniciara una discusión que terminaría en todo un escándalo.

—La decisión ya fue tomada, Alteza — Habló con calma, pero con un tono de voz que denotaba firmeza —. Lamento que no sea lo que deseaba escuchar, pero prometo que dentro de un par de años podremos volver a discutirlo y si el Príncipe se ha hecho de méritos suficientes se le hará participe en labores de menor responsabilidad.

—Bien — Rodó los ojos.

—Sin embargo debo de advertirle que acusar a personas de haber hecho ciertas cosas podría perjudicarle en el futuro, comprendo que está molesta pero desconozco que esperaba que sucediera al decirme tal cosa sobre mi esposa — Dijo —. Si este comportamiento se repite con alguien más podría provocar enemistades con reinos enteros e involucrar a Mystbelle en conflictos bélicos; algo que se ha querido evitar por años.

—Sé que fue algo impulsivo...

—Es joven, pero como miembro de la familia real y siguiente en la línea de sucesión al trono no puede darse el lujo de continuar siendo tan impulsiva. Será suspendida de sus deberes reales por tiempo indefinido — Declaró el Rey.

Genoveva se giró rápidamente y salió de allí notablemente enojada e inconforme, pero no queriendo obtener un castigo de mayor gravedad optó por retirarse.

—Gracias por eso — Musitó la mujer mirando a su esposo —. La actitud de Genoveva parece que se ha salido de control, aun cuando ella ha asegurado que Thomas no se lo pidió, estoy totalmente convencida de que la manipuló de alguna manera.

—Es evidente que así fue. Pienso que fue él quien le comentó que un Rey tiene la autoridad y poder para deshacer cualquier decisión tomada por la Reina — Dedujo el hombre —. Pero también creo que hay algo más detrás del comportamiento de tu hermana.

— ¿Por qué lo dices? — Su semblante cambió por uno de preocupación — ¿Crees que algo malo le ha sucedido?

—No sé si sea necesariamente malo, pero sospecho que algún evento intervino en que ella se decidiera a solicitar una audiencia conmigo y hacer tal petición — Respondió —. Esperemos que una vez que se tranquilice nos lo comente.

—Quizá deba ir a buscarla e intentar averiguarlo — Propuso la Reina. Vivianna se disponía a salir a la habitación e ir tras Genoveva, pero fue detenida por Anders.

—Está enojada y seguramente lo último que desea es confesarte que es lo que le sucede, lo mejor será que le des su espacio por ahora — Sugirió el Rey. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top