Capítulo 19


La Reina se paseaba en círculos por su habitación siendo incapaz de conciliar el sueño, sentía su corazón latir con fuerza, un malestar en su estómago que amenazaba con hacerla expulsar todo alimento que hubiese ingerido a lo largo del día y una inmensa necesidad de gritar, así como también de llorar.

Y no podía permitirse tal cosa, aun cuando se encontrase a solas en su propia recámara. No era una chiquilla con derecho a parecer vulnerable, era la Reina de Mystbelle y tenía que ser fuerte o al menos aparentarlo.

El sonido de unos golpes a la puerta que conectaba con los aposentos de su marido la devolvió a la realidad.

—Vivianna ¿Estás despierta? — Escuchó la voz de Anders desde el otro lado de la puerta.

Ella no respondió de inmediato.

— ¿Te encuentras bien? — Cuestionó él.

La Reina se ató su bata antes de dirigirse a abrir la puerta.

— ¿Hay algún problema, Anders? — Preguntó ella — Es algo tarde para charlar.

—Podría preguntarte lo mismo, deberías estar dormida — Respondió su esposo —. Mañana será un día ocupado, habrá que dar explicaciones y necesitaremos energía para poder afrontar todo lo que se avecina ¿Hay algo que no te permita descansar?

—Me he mantenido pensando en demasiadas cosas, cómo ya has mencionado mañana nos espera un día agotador y deseo estar lista para ello, saber que decir ante todas las posibles situaciones que podrían presentarse — Dio como explicación a su marido.

—Servirá de poco si no descansas lo suficiente — Anders dio un paso hacia adelante, reduciendo la distancia entre ellos casi por completo — Mi Reina debe ir a la cama e intentar dormir.

—El Rey de Mystbelle debería seguir su propio consejo — Habló Vivianna.

—Y el Rey lo hará, pero antes debe asegurarse de que su amada esposa vaya a la cama y tome un merecido descanso — Caminó hacia adelante provocando que ella retrocediera, ingresando por completo en la recámara de la Reina y cerrando la puerta tras de sí — Vamos a la cama, Vivianna.

—No prometo quedarme dormida pronto — Anders la tomó del rostro con delicadeza y depositó un dulce beso en la frente de la Reina —. Pienso querido esposo, que ya te has percatado de que no es sencillo hacerme cambiar de opinión.

—Quizá intentarlo carezca de sentido alguno, mas no puedes culparme por hacer el intento — La pareja se recostó sobre la cama, mirándose a los ojos sin decir algo, mientras analizaban en su mente lo que dirían.

—Me preocupa Genoveva — Admitió Vivianna, a pesar de que eso era algo obvio para su esposo —. Jamás había estado lejos de casa, nuestros padres murieron durante un viaje en barco y está con ese hombre que definitivamente representa un peligro, tan sólo puedo pensar que eso ha sido mi culpa.

—No digas eso, tú jamás quisiste que ella estuviese en peligro — Dijo Anders colocando su mano en la cintura de su esposa y poco a poco llevándola hasta su espalda, acogiéndola en un abrazo —, tú siempre buscaste lo mejor para ella, la cuidaste desde que era una niña e intentaste protegerla. La culpa de que ella se haya ido es del Príncipe Thomas, no tuya.

—Debí hacer mejor las cosas, actuado distinto — Intentó ocultar su rostro entre las almohadas para retener las lágrimas dentro de sus ojos —. Quizá fui demasiado dura con ella, intentando protegerla la aparté de mí, debí expresarle más mi cariño y hablar con ella, ahora es demasiado tarde.

—Te prometo que Genoveva estará bien, cuando menos lo esperes ella entrará por la puerta principal y volverá a hacer toda clase de locuras que pondrán a prueba tu paciencia — Hizo el comentario intentando ser gracioso, sin embargo no pareció surtir efecto en ella.

—Tendrá que casarse con él — Aceptó la triste realidad —. Es lo que el Príncipe Thomas quería desde un inicio, dejarme sin otra opción más que concederle la mano en matrimonio de mi hermana y ha ganado, ningún hombre que valga la pena deseará casarse con Genoveva y será repudiada por la sociedad, si se casa con el Príncipe Thomas los comentarios al menos se contendrán un poco.

—Lamento que las cosas hayan terminado así.

—Debemos mejorar la seguridad en el muelle, algo así no debería poder repetirse en el futuro — Dijo ella —. También debí haberte escuchado y contarle lo ocurrido la otra noche, no sé si haberle dicho que él me había besado hubiese hecho alguna diferencia, pero al menos debí haber hecho el intento.

—No te tortures con todos los hubiera existentes, reconozco que todo parece estar mal en este momento y que no va a mejorar.

—Es una pésima frase motivacional — Opinó la Reina.

—Intento decir que superaremos esto, aprenderemos y sobreviviremos de esta problemática. He escrito al Rey de Südseen y estoy seguro de que responderá tan pronto como le sea posible y llegaremos a un acuerdo que beneficie al reino y a tu hermana.

—Anders ¿Crees que ella pueda ser realmente feliz aún si vive en un engaño? — Cuestionó la Reina.

Tras algunos días que amenazaron con convertirse en semanas la pareja fugitiva arribó al muelle del reino de Südseen, la costa no tenía un aspecto tan magnifico ni encantador a comparación del de Mystbelle.

Sin embargo Genoveva podía describirlo como imponente, como sólo Südseen podría serlo. Al ser uno de las naciones bélicas más poderosas no podía ser de otra manera, no buscaba ser percibido como un sitio pacifico que recibía con los brazos abiertos a cualquiera que pisara su territorio.

Buscaba respeto y provocar temor, haciendo dudar a cualquiera que pensase enfrentarse o desafiar aquella nación.

—Bienvenida a Südseen, Alteza — Susurró Thomas al oído de Genoveva mientras que la abrazaba por la espalda — Me alegra que estés aquí.

—Comparto ese sentimiento, soy feliz de estar contigo Thomas — Dijo la Princesa —, no puedo esperar por conocer a tu familia, juro que esto sería casi como un sueño vuelto realidad de no ser porque he actuado en contra de las ordenes y deseos de mi hermana — Mencionó con cierta tristeza en su voz —, persona que además de ser mi hermana es la Reina de una nación, ella no estará contenta ¿Y si decide tomar represalias contra tu reino? Cielos, debimos pensar en eso antes de tomar esta decisión.

—Cariño, ella no nos dejó otra alternativa — Pretendía disminuir la culpa que ella sentía con sus palabras, lo menos que deseaba era lidiar con problemas de la joven y que todo fuese más fácil. No podía darse el lujo de arriesgarse a que Genoveva cambiase de opinión —, sé que será complicado, pero te aseguro que Vivianna terminará aceptando lo nuestro, prometo poner de mi parte para agradarle algún día.

—No te ofendas, pero creo que eso sería imposible — Aseguró la rubia —. Pienso que te has percatado de lo difícil que puede ser hacerla cambiar de opinión respecto a cualquier tema, ella te detesta y más que aceptar nuestra relación se resignaría a ella, pero continuará odiándote, créeme.

—Haré el intento aun sabiéndome perdedor de esa batalla — Prometió el hombre —. Te amo Genoveva, sé que tu hermana es importante para ti y no deseo hacerte elegir entre ella y yo, deseo que nuestro futuro sea feliz y lleno de dicha, incluso me gustaría que la Reina de Mystbelle compartiera esa alegría puesto a que seremos una misma familia muy pronto.

—Una familia — Repitió las palabras utilizadas por su amado —; eso se escucha muy lindo, es lo que siempre he querido, volver a sentir que formo parte de una familia.

—Pronto todo eso dejarán de ser sueños o deseos, juntos los haremos realidad — Besó la mejilla de la joven —, nuestra realidad.

— ¡¿En qué demonios estabas pensando Thomas?! — Exclamó el primogénito del Rey de Südseen al ver a su hermano menor — ¿Tienes idea de los problemas que le ocasionas a nuestro padre?

—No tengo idea de que estás hablando hermano — Dijo Thomas con firmeza.

—El Rey de Mystbelle escribió una carta a nuestro padre informándole sobre el desastre que has hecho en su reino — Explicó el Príncipe Howard — He de suponer que usted es la Princesa Genoveva — Dedujo mirando a la joven rubia.

—Así es — Asintió la chica —. Es un placer conocerle, debo decir que lo que he visto de su reino hasta ahora me parece impresionante.

—Le agradezco sus palabras Alteza, me hubiese gustado que su visita se hubiese dado bajo otras circunstancias — Habló el mayor de los Príncipes de Südseen —. Esperaba otro tipo de comportamiento de parte de mi hermano, he de admitir.

— ¿Dónde está nuestro padre? — Cuestionó deseando terminar con aquella conversación.

—Pienso Thomas que conoces perfectamente la respuesta a esa pregunta — Respondió el mayor.

—Vaya curiosa manera de decirme que se encuentra en su oficina — Se quejó —. Genoveva acompáñame, te guiaré hasta la oficina de mi padre.

—Posiblemente la Princesa Genoveva disfrute más de convivir con las damas, mientras que tú conversas con nuestro padre ella podría conocer a nuestra madre y a algunas de nuestras adorables cuñadas — Impidió que la doncella acompañase a su hermano, de esa manera el Rey Harold podría reprender a su hijo sin contenerse debido a la presencia de una persona ajena a la familia allí presente —. Con gusto yo la escoltaré hasta la sala de descanso de la Reina, Alteza.

Genoveva miró a su enamorado buscando algún tipo de aprobación de su parte.

—Me reuniré contigo tan pronto como me sea posible, cariño — Genoveva asintió con la cabeza, siendo comprensiva con Thomas.

 El Rey Harold miraba con severidad a su hijo mientras que el Príncipe Thomas hacia el esfuerzo de permanecer con un porte firme y mantener una expresión de seguridad en su rostro.

—Esperaría un comportamiento tan inmaduro de Alexander o Peter — Dijo el Rey haciendo mención de sus hijos más jóvenes —, eres un hombre adulto Thomas ¿En qué pensabas al prácticamente robarte a la Princesa de Mystbelle? — Cuestionó él.

—Por años nuestro reino ha buscado una alianza con Mystbelle, si bien nuestra relación con ese reino es buena los anteriores Reyes al igual que la Reina Vivianna se han negado a firmar cualquier tratado comercial con Südseen — Mencionó Thomas intentando explicar su plan —. Por años se ha buscado una alianza matrimonial, cada uno de mis hermanos mayores intentaron conseguir la mano en matrimonio de la entonces Princesa Vivianna fracasando en el intento, sin embargo he conseguido ganarme el corazón y la admiración de la Princesa Genoveva, cuando me case con ella finalmente Südseen obtendrá lo que tanto ha luchado por conseguir.

—Eso no justifica tú estupidez — Las palabras de su hijo no servían de nada, el Rey estaba furioso debido a lo ocasionado por Thomas y sabía que poco importase quién fuese el culpable, como representante de Südseen sería él quien cargase con toda responsabilidad y quien tendría que resolverlo —. Hay formas correctas en las que hacer las cosas, fugarte con una joven de 15 años que además es Princesa de una nación no es una de ellas. Mystbelle podría tomar represalias y con toda razón.

—Südseen es conocido por resultar triunfante de cada una de las batallas en las que ha participado, la Reina Vivianna no sería tan tonta como para declararnos la guerra — Concluyó Thomas sintiéndose bastante convencido de que todo marcharía de maravilla.

—Subestimar a tus rivales es el peor error que podrías cometer, si lo haces ya has perdido — Dijo el Rey —. El Rey Anders vendrá a Südseen y ruégale a Dios a que podamos llegar a un acuerdo ahora que has perjudicado la reputación de esa joven.

— ¿La Reina Vivianna no nos complacerá con su presencia? — Preguntó Thomas, sintiéndose sorprendido debido a que sería el Rey Anders quien acudiría en representación de Mystbelle, creía firmemente que Vivianna era la clase de mujer que difícilmente permitiría a un hombre hablar en su nombre.

—Basta de burlas y compórtate como un hombre responsable, eres un Príncipe y aunque no seas el heredero a la corona de este reino tienes deberes para con Südseen, tus acciones y comportamiento afectan en el cómo somos percibidos como nación y como familia ante otros reinos — Le recordó —. Somos un reino fuerte, sí, pero no podemos dar eso por sentado y descuidarnos, nosotros también podemos perder a importantes socios comerciales y aliados, ahora mantente apartado de todo esto mientras intento arreglar tus estropicios.

—Te aseguro padre que el reino estará bien, no conozco lo suficiente al ahora Rey Anders, pero la Reina es una mujer inteligente y sabe que la única forma de salvar la reputación de su hermana sería por medio de un matrimonio conmigo.

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