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Después de matar a Han Solo, Rey ordenó que subieran su cuerpo a la nave y lo colocarán en una cámara, planeaba presentarlo como obsequio al líder supremo. Sin embargo a mitad del camino Rey decidió enviarlo a flotar en el espacio. Hux, cuestionó esa decisión.

- No quería que comenzará a apestar, aún falta para nuestro regreso.

- Es eso o ¿te sientes arrepentida?

- Repite eso y te contaré la lengua- advirtió. 

- Lo siento, Rey.- dijo Hux, palabras que sólo le diría a ella, la niña con la que creció y a la que vio convertirse en mujer. -De cualquier modo, todos vimos lo que pasó.

- No es como si estuvieran en porción de reclamarme algo, de cualquier forma, lo que no te perdonaré nunca, es que hayas acabado con mis objetivos.- dijo Rey mientras salía de las sala en la que se encontraba.

Hux salió detrás de ella y la alcanzó con pasó acelerado.

- Recuerda que yo los acorralé.- la sujetó del brazo he hizo que lo viera -Lo hice por y para ti. Ellos son los únicos que representan una amenaza para tu ejército.

Rey arrebató su brazo del agarré de Hux, dejó ver su total molestia.

- ¿Sabes el trabajo que me costó hacer que esos idiotas confiarán en mí?- reclamo la chica. 

- No, no lo sé. Pero estoy comenzando a suponer que apreciadas a esa basura.

- No digas estupideces, Hux.- respondió mientras acorralada al hombre contra los muros metálicos del destructor estelar en que viajaban. -Si no te he matado es porque eres la única persona en la que confío y aprecio, pero si buscas cuestionarme te ocurrirá lo mismo que a tu padre.

- Creí que habías matado a mi padre para que yo tomará su lugar.

- Ese no fue el único motivo.- respondió ella mientras besaba al pelirrojo en los labios. – Te extrañé.
El hombre no respondió, solo se limitó a volver a besar los labios de la comandante de la Primera Orden.

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La chica fue hasta su camarote, ahí dentro se puso leer las noticias en la Holonet, buscaba no encontrar notas sobre la Princesa Leia. Se cuestionaba constantemente si debía continuar con lo que le habían enseñado toda si vida o si debía terminar todo en ese momento. Debía bloquear ese recuerdo por completo frente al Líder Supremo, sí  el se entraba, podría ser el final y todos los años de preparación que recibió se irían a la basura.

Un anuncio llegó a ella, el Líder Supremo se quería comunicar con la muchacha, no podía continuar ignorando sus llamadas, por lo que se presentó de inmediato a su llamado.

Al ver la imagen plasmada, el Líder Supremo la observó detenidamente, entró a su mente y vio la imagen en que mataba a Han Solo.

-La rebelión.- dijo el ente.

-Encontraré lo que queda, no podrán hacer mucho, después de todo sus líderes están muertos.

-¿Estas segura de ello?- cuestionó.

-Así es. Yo misma vi destruida la nave de la Senadora, y en mis manos corrió la sangre de Han Solo.- nada de lo que dijo fue mentira, por lo que Snoke no sintió duda en la chica.

-Cambia tu curso.- ordenó la criatura.

-Pero, Snoke…

-¡NO ME CUESTIONES!- la voz de Snoke resonó por toda la habitación.

Rey no dijo nada, se mantuvo callada, con la vista en el suelo.

-Supervisaras la construcción de la nueva arma.- dijo el alien. -Será tu misión final.

-Como usted ordene, líder supremo. - Rey se dio la espalda. - Disfruta el tiempo que te queda dándome órdenes.

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El Halcón Milenario, aterrizó en un planeta alejado con miles de parsec del habitado más cercano. Ahch-To era su nombre.

Muchas personas se acercaron a la nave, era muy raro ver que llegarán visitantes. Al cabo de unos segundos la compuerta se abrió, y descendieron sus pasajeros.

Una mujer pelirroja, encabezó a los lugareños, todos conocían la nave, algunos habían incluso viajado en ella, por ello buscaban dar la bienvenida a los tripulantes.

Leia fue la primera en poner los pies sobre la verde pastura. La mujer pelirroja camino hasta ella y la abrazó como si de una vieja amiga se tratara.

-Mara, es un gusto verte.- dijo Leia con una sonrisa.

-El gusto es mío,- respondió la mujer -y de todos aquí. Siempre es un placer recibirte, pero ¿Qué haces aquí tan pronto? Te fuiste hace apenas algunos ciclos.

-Nos emboscó la Primera Orden, eso pasó- dijo Gerr mientras caminaba hacía ellas.

-¿Los siguieron?- preguntó Mara con preocupación.
El wookie, gruñó a distancia.

-¿Qué Rey que?- dijo Leia mientras miraba al peludo.

-¿Quién es Rey?- cuestionó Mara.

-La asistente de Han, ella nos traicionó…- Leia dejó caer la mirada y de sus ojos se escaparon un par de lágrimas -y mató a mi esposo…

En ese preciso momento, Leia, hubiese preferido guardarse sus palabras, ya que su hijo había escuchado todo.

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Rey caminó en dirección a su puente de mando. Ahí, con las manos en la espalda y con una pose de impotencia, ordenó cambiar las coordenadas de su destino. Permaneció parada ahí un poco más, mirando las estrellas que formaban un rio de luces infinito, en ese momento recordó cuando veía un túnel similar sentada desde la cabina del Halcón Milenario.

Al verla, ahí, de pie, Hux, decidió acompañarla un momento, se paró a su lado y observó el mismo túnel de luces, aunque nunca comprendió porque a ella le fascinaba tanto.

Después de varios minutos, sin decir más, Rey, se dio la vuelta y se retiró a su habitación. Dentro, tomó asiento frente a un escritorio, tomó un comunicador y llamó a uno de los trooper de su confianza.

El soldado no tardó más de cinco minutos en llegar. Se detuvo frente a la puerta ya que dentro de su armadura, el hombre, derramada litros y litros de sudor. Sabía que era un mal indicio ser llamado a los aposentos de la comandante, nadie que conociera, había salido vivo de ese lugar.

-Adelante.- indicó Rey al sentir la presencia del soldado.

-¿En qué le puedo servir?- dijo el soldado con temor a que su voz se quebrara al hablar.
-Hay un soldado al que deseo que supervises, FN.- dijo Rey sin despegar la vista de su datapad. -Su código es el HS-2919.

-¿Dónde lo encuentro?

-Está en ese cuarto.- dijo apuntando a uno de servicio.

Del lugar salió un soldado que vestía aquel traje característico color blanco, el soldado no dijo nada, solo movió las cabeza en señal de saludo.

-¡Ah! Y otra cosa, FN, nadie puede saber que te ordené hacer esto, en especial Pashma.

-Como usted ordene, comandante.

FN, hizo una señal al hombre para que lo siguiera y salieran del camarote. Antes de darse la vuelta se inclinó y caminó hasta la puerta de salida.

-Antes de que lo olvide, ambos serán asignados como mis asistentes, así que prepáralo bien, FN.

-Si, comandante.- dijo Por último y salió en compañía de HS-2919.

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~~Notitas de la autora~~

Los saludo con todo el animo del mundo ❤.

Como siempre, espero que disfruten está historia, de antemano sé que los capítulos son un poco cortos, sin embargo considero que va avanzando bien.
Suplicó que no me odien por el Reyhux, pero ya tenía ganas de escribir algo con ese ship, Así que vi la oportunidad y la tomé.
Espero que todos estén bien y tengan un excelente día.

Que la fuerza esté siempre con ustedes.

Yahaira MoRz.

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