29

Iliana arribó a Exegol. Se maravilló al ver la flota que se preparaba para el gran ataque, la que al llevaría a conquistar la galaxia. Solo debía llegar ante Palpatine.

Caminó por segunda vez entre las ruinas rocosas y el laboratorio que parecía abandonado. Soportaba con gran esfuerzo el dolor por aquella herida. Si Ben hubiese querido, la hubiera matado, eso lo sabía. Él tuvo compasión de ella, pero no lo necesitaba, consideraba que si tenía poder, no necesitaría de nada más, ni de nadie. Ya no tendría piedad.

*****

-Estamos por llegar –advirtió Han –Prepárense.

-Han, ¿puede prestarme un blaster? –cuestionó Rey –Ya no tengo un sable y si quiero pelear contra Palpatine...

-Eso no será necesario, niña –le dijo Han –Tengo algo mejor para ti.

El ex contrabandista fue al camarote del Halcón y regresó con una pequeña caja, la cual colocó en la mesa del tablero de holochess. Mara sabía que guardaba en ella, por lo que lo miró sorprendida.

-¿Estás seguro, Han?

-Por supuesto que lo estoy –dijo sin titubear -, es lo que querría Leia –de la caja sacó con delicadeza el mango de un sable de luz -. Hace mucho tiempo, Leia dejó su entrenamiento, dijo que la fuerza le había mostrado la perdida de su hijo al finalizarlo. Alguna vez me dijo que el sable de luz es la vida de un jedi, por eso nos lo dio a mí y a Ben. Dejó su camino por nosotros y nos entregó su vida.

-Es una historia conmovedora –dijo Rey.

-Ahora, úsalo.

-¿De verdad puedo?

-Claro, siempre y cuando lo regreses en perfectas condiciones –bromeó.

-Gracias –dijo Rey mientras recibía el mango y sintió el ligero peso del arma. Era diferente al que estaba acostumbrado, pero sabía que podía dominarlo. Usó la fuerza para conectarse con el cristal que lo alimentaba y sintió la serenidad característica de su dueña –Lo cuidaré con mi vida

-Bien, el plan es que nosotros, la tía mara, Rey y yo detenemos a Palpatine, mientras la flota rebelde detiene a la armada Imperial.

-Debemos estar alertas –dijo Mara –, y que no se les olvide, yo mataré de una vez por todas a Palpatine.

*****

-Has regresado, niña...

-Por supuesto que lo hice, y vine a reclamar lo que me prometiste.

-No has terminado con tu misión –objetó Palpatine.

-Si no me das tu poder ahora, ninguno de los dos podrá tomar la galaxia –advirtió –Inicia el ritual o te mataré sin él. Los rebeldes están por llegar y el lugar en el que renaceré, será su tumba.

El emperador meditó unos segundos y accedió. La atmósfera de de la sala cambió por completo, detrás de él, en el escenario, ahora había un trono y los rodeaban los espíritus de los antiguos Sith que hablaban en su extinta lengua.

*****

Han estaba en la cabina del Halcón preparándose para terminar el viaje.

-Saldremos en 3, 2...

El escenario que vieron fue espantoso, toda la flota estaba preparándose y era peor de lo que habían imaginado. Eran miles de naves. En ese momento supieron que si no lograban detener el plan del emperador ese día, nunca lo lograrían. No habría segundas oportunidades.

*****

La flota Rebelde estaba siguiendo la señal del Halcón. El camino era sumamente peligroso y difícil, aún para los pilotos más experimentados. Escombro espacial chocaba constantemente contra las naves.

-Sé que es complicado, pero sigan el curso del Halcón –dijo Poe a bordo de su X-Wing.

*****

-Capitana, se aproximan naves de la Resistencia.

-General –dijo Phasma pidiendo indicaciones.

-Usen los cañones de iones –indicó el general Pryde –Me contactaré con Lady Iliana.

-Como ordene.

*****

En ese momento la flota de la Rebelión salió del hiperespacio. Los soldados tuvieron la misma impresión que aquellos que tripulaban el Halcón, pero no se iban a dar por vencidos antes de pelear.

En cuanto los radares de la Orden Final detectó las naves rebeldes comenzaron a atacar, tal como había ordenado el general Pryde. Las naves comenzaron a esquivar el ataque maniobrando de un lado a otro, entre las naves de la resistencia y las enemigas.

-Igualen su altitud –ordenó Poe –Que no puedan atacarnos sin darse entre ellos. No se rindan.

Desde otra nave, Finn y Lando buscaban la torre que enviaba las señales a la flota, encontrándola en la superficie.

-Poe, la encontramos –informó Fin –. Estoy viendo la torre ahora.

Con esa indicación el ataque se dirigió a las coordenadas.

-Cazas a la vista.

-Sí, ya los veo -informó Poe – Yo los protejo, Finn.

-Ya están preparados, niña –consultó Lando.

-Completamente, señor –Respondió Jannah, quien había llegado a brindar su ayuda a la Resistencia Rebelde para luchar contra la represión que alguna vez los manipuló.

-Atacarán la torre de navegación –informó uno de los soldados de la Orden Final –Así la flota no despegará.

-Ya no usaremos la torre –ordenó el general Pryde-. Cambien la fuente de la señal de navegación a esta nave. Desde aquí vamos a guiar la flota.

La torre comenzó a desactivarse. Una piloto de la resistencia lo notó y de inmediato informó.

-¿Qué?

-Las naves necesitan la señal –indicó Leia desde su nave de mando.

-Dedujeron los planes –Advirtió Casterfo.

-Cancelen la invasión por tierra –ordenó la generala Organa.

Desde la nave de mando, Rose estaba realizando escáneres de todo el sistema para encontrar la señal.

-Proviene de la nave de mando de la Orden Final –informó.

-Ahí deben llevarnos.

-¿Quieres realizar una invasión terrestre en un destructor? –cuestionó Poe.

-No es lo que quiero, pero no alcanzaremos su sistema de navegación por aire –explicó Finn –deben cubrirnos.

A lado de la nave que transportaba al ex trooper, voló el Halcón Milenario mientras disparaban a las naves que se ponían frente a ellos. Por la parte trasera de la nave se encontraba Poe y a lado de este una nave igual de icónica, el Fantasma.

-Ya era hora de que te unieras Jacen –dijo Poe a través de su comunicador.

-Lamento la tardanza –respondió –Pero debía avisar a unos amigos.

-Es hora de demostrar quién es el mejor piloto –bromeo Han.

El ataque se dirigió a su objetivo. El transporte utilizó como hangar de aterrizaje la parte frontal del destructor estelar.

-Llegaron en un trasporte de flotas –informó Phasma.

-Bloqueen los speeders –ordenó Pryde.

-No puedo, señor.

-¿Por qué?

-No utilizan speeders.

De la nave bajó un grupo de soldados que estaban siendo transportados por unas criaturas peludas. Feroces iniciaron el ataque a las torretas del destructor y los soldados de armadura roja que trataba de defender la nave de mando.

*****

Antes de unirse a la batalla, el Halcón dejó en la superficie terrestre a Mara, Rey y Ben, quienes se adentraron en la estructura de Exegol. Mientras caminaban al interior observaron grandes estatuas que representaban a los antiguos sith. Se encontraron con lo que quedaba del laboratorio que mantenía con vida al emperador y con ello la tecnología que lo ayudaba a desplazarse. En el gran aparato se encontraba un cadáver.

-Este es... -dijo Ben.

-Palpatine –confirmó Mara.

-¿Está?

-¿Muerto? –dijo una voz que creaba un eco tan estremecedor que causaba temor –Sí.

En la sala comenzaron a escuchar susurros provenientes de un solo extremo de la sala. El grupo volteó encontrándose con un trono de roca, el trono Sith, que era ocupado por una mujer.

-¡Iliana! –exclamó Mara.

-Emperatriz –corrigió.

Iliana chasqueó los dedos, de sus extremos comenzaron a emerger soldados pretorianos que eran dirigidos por el último caballero de Ren con vida, este le entregó un comunicador.

-General Pryde.

-Emperatriz.

-Mátenlos a todos, no quiero sobrevivientes –ordenó –Y si no van a ganar esta batalla, mueran en el intento.

-Dijiste que no dañarías a nuestra familia –le recordó Ben.

-¡El trato terminó el cuándo trataste de matarme! –exclamó –No volveré a ser más débil que tú.

-Deja todo esto, hija –pidió mara -Vamos a casa.

La mujer comenzó a caminar hacia el trono de piedra, los soldados trataron de detenerla, pero Iliana realizó un movimiento para impedir que atacaran. La chica se puso de pie y fue con su madre hasta quedar a unos pasos de distancia. Se miraron a los ojos, un segundo.

-Vamos a casa –suplicó de nuevo Mara.

-Estoy en conflicto, madre –le dijo a Mara -. Sé que es lo que quiero, pero no sé si seré capaz de hacerlo.

-Sé que podrás, hija. Siempre estaré contigo –confirmó mientras acariciaba el rostro de su hija.

Iliana sonrió con ternura a su madre. Cuando Mara vio esa sonrisa supo que sería el último gesto que vería de su hija y para recordarlo cerró los ojos. Quería que ese fuera su último recuerdo antes de morir. Iliana atravesó en ángulo el corazón de su madre con el sable que alguna vez le perteneció.

Al ver la escena Rey quiso correr para ayudar a la mujer, pero la detuvo Ben del brazo. Los soldados comenzaron a atacarlos mientras la pelirroja regresaba a su trono para contemplar la batalla desde un lugar más cómodo.

Los soldados caían poco a poco, todos muertos con golpes certeros, peleaban juntos como aquella vez que cuando Ben mató a Snoke. La escena era tan similar que su coordinación era mucho mejor.

Rey logró llegar a Iliana, sin embargo, esta ni se inmutaba, todo lo contrario, parecía que le divertía verlos enfrentarse contra sus hombres.

-Te voy a dar fin –aseguró Rey.

-¿Cómo una jedi?

-Sí.

Esa respuesta causó gracia a Iliana, le divertía que la mujer que alguna vez quiso su lugar ahora dijera que era una jedi.

*****

En la superficie de Exegol, los motores de la flota de destructores estelares se estaban encendiendo, estaban listos para ir distribuirse por toda la galaxia.

-Se están encendiendo –advirtió Jacen.

-¿Ya terminaron? –solicitó Poe.

-Volaremos la entrada y haremos estallar la torre –informó Finn.

-Son escotillas blindadas –recordó Jannah.

-Okey, es tu turno –le dijo Finn –te cubro.

El pelotón se acercaba hasta la entrada de la para volarla en pedazos. La batalla cada vez se intensificaba más. Ninguno de los dos grupos cedía, pero los rebeldes no se rendirían, y menos cuando estaba tomando la ventaja al lograr hacer caer la torre.

-Está cayendo –informó Finn.

-Así se hace –celebró Casterfo.

-Ya no tienen señal, pero no va a durar –dijo Leia.

Dentro del destructor, los ingenieros de la Orden Final informaron la caída de señal. De inmediato ordenaron reestablecerla.

-En minutos, señor.

En cuanto los soldados rebeldes cumplieron su misión comenzaron a evacuar, pero Finn se detuvo.

-¿Debemos irnos, Finn?

-No, espera –miró a su alrededor –No están disparando, reiniciaron el sistema.

-¿Y luego?

-Tengo que ir a evitarlo.

-Yo me quedo contigo –aseguró Jannah.

*****

-Solo deseas verme odiar, pero no lo lograrás –dijo Rey a Iliana -, menos contigo.

-Eres débil –respondió la pelirroja –como tus padres.

-¿Tu que sabes de mis padres? –cuestionó Rey molesta.

-Lo sé todo –dijo con soberbia –cuando maté al Palpatine y tomé su poder, no solo fue el de él, sino el de todos los sith, ahora viven en mí, ellos y sus memorias.

-Ellos me salvaron de él.

-Skywalker fue salvado por su padre, mi abuelo. Tu única familia está muerta –recalcó señalando al cuerpo de Palpatine –, y pronto tú también lo estarás.

Con un movimiento de mano de la sith se abrió una compuerta del techo del lugar que dejó ver la batalla. Rey y Ben ser quedaron sin habla.

-No les queda mucho tiempo, y fueron ustedes quienes los guiaron hasta aquí –Iliana la rodeo –Tu nueva familia está por morir –dijo en tono burlón –, ya no hay Nueva República. Una vez tú me quitaste todo –dijo mientras miraba a Ben -, ahora yo lo haré contigo.

Pero Rey no se dejaría intimidar, ya que junto a ella estaba su otra mitad, junto a ella estaba Ben Solo.

*****

-¿Finn, Jaanah? –dijo Lando por su comunicador -¿dónde están? La nave está por irse.

-Ustedes sigan –respondió el chico –haremos caer toda la nave.

-¿qué? ¿Qué harán? –cuestionó el viejo general preocupado.

-General Lando, por favor, váyanse –rogó Finn.

*****

Ben se lanzó contra Iliana, esta retrocedió. Ese impulso hizo que Rey reaccionara y se pusiera en guardia a lado del jedi.

-Si luchan juntos, caerán juntos –advirtió la sith.

Iliana utilizó su poder en el Lado Oscuro de la Fuerza haciéndolos retroceder, su influencia era tal que los tenía a ambos arrodillados frente a ella.

-Una diada en la fuerza –dijo Iliana –, un poder que no se había visto en generaciones y ahora tendré el placer de destruirlos.

La sith lanzaba rayos de poder hacia la pareja, ambos gritaban por el dolor que estos les provocaban. Iliana reía al ver a la pareja sufriendo.

*****

La resistencia se estaba dando por vencida, cada vez caían más de sus naves y no lograban contener la amenaza.

-Mis soldados –dijo Leia –debemos darlo todo, ahora estamos solos. Nadie más vendrá.

-No esté muy segura, generala Organa –dijo una voz femenina que se había enlazado a la comunicación de los rebeldes.

En el cielo estaban apareciendo cientos de naves, distintas a las de una tropa, eran naves civiles que llegaban en ayuda a los Rebeldes.

-¿Recuerda que me pidió que buscara a los aliados? –dijo la chica.

-Zay...

-Pues los encontré –dijo la chica –No dejen que la muerte de mis padres sea en vano.

La llama de la esperanza se estaba avivando, la adrenalina corría a través de las venas de cada soldado. Todos y cada uno habían encendido la chispa en sus corazones que minutos antes se había apagado.

-Ataquen los cañones –instruyó Leia –Cada uno que destruyan, será un mundo a salvo.

Las naves atacaban directamente al punto que les habían indicado, hacían caer a los destructores estelares.

-Cayó otra nave -informaron al general Pryde –Perdimos un destructor.

Las alertas sonaban en todo el puente de mando. La preocupación crecía dentro del hombre a cargo.

-¿Y esas naves de batalla? No tienen una armada.

-No es una armada, señor –dijo Phasma –Solo son personas.

-Vaya a comandar una flota, ahora.

-Sí, señor.

*****

Después de un tiempo recibiendo tanto dolor, ambos cayeron al suelo uno a lado del otro. Rey quería tomar la mano de ben, pero no lograba alcanzarla.

-En esto es en lo que me han convertido.

Con esfuerzo él se puedo de pie para hacerle frente.

-Así como el emperador cayó en el pasado, caerá el último Skywalker –le dijo Iliana.

-Tú también eres una Skywalker –le dijo él.

Esas palabras causaron la ira de la chica por lo que lo atacó con todo su poder lanzándolo por una grieta que iba directo al núcleo del planeta.

-¡Que nadie tema su débil ataque, mis fieles! –dijo Iliana a su armada mientras miraba como era atacada por la Resistencia -¡Nada detendrá el retorno de los Sith!

Dijo mientras de sus dedos salía el mismo poder con el que había atacado a Ben y Rey. Los rayos hicieron que toda nave de la Resistencia fallara apagando sus sistemas. Iliana disfrutaba cada vez más el estímulo de poder que fluía en su cuerpo.

Rey veía como caía su nueva familia. Como las naves comenzaban a desplomarse poco a poco causando grandes pérdidas, tanto de naves, como de vidas.

-Vengan a mí –dijo casi en un susurro -. Vengan a mí –repitió -. Vengan a mí –dijo una vez más.

Rey suplicaba que los antiguos jedi la escucharan, ellos eran su última esperanza, di debía combatir a todos los Sith debía tener ayuda de todos los Jedi.

-Estos son tus pasos finales, Rey. Asciende y dalos –le dijo la voz del maestro Obi-Wan Kenobi.

-Rey – susurró Anakin Skywalker.

-Rey -le infundió poder Ahsoka Tano.

-Rey –La llamó Kanan Jarrus.

-Devuelve el Balance, Rey. Como yo lo hice –volvió a decirle Anakin.

-La luz. Sé la luz, Rey -le dijo Luminara Unduli.

-No estás sola, Rey –le dijo el maestro Mace Windu.

- Sola, nunca has estado –confirmó Yoda.

-Cada Jedi que alguna vez vivió, vive en ti -aseguró Qui-Gon Jinn.

- La Fuerza te rodea -le compartió Anakin.

-Deja que te guíe -la animó Aayla Secura.

-Así como nos guio a nosotros –compartió Ahsoka.

- Siente la Fuerza que fluye en ti -completó Windu.

- Deja que te eleve -le recordó Anakin.

- Asciende, Rey –indicó Adi Gallia

- Estamos detrás de ti, Rey -apoyó Qui Gonn.

-Rey –volvió a llamarla Kenobi.

-Asciende en la Fuerza –repitió Yoda.

- En el corazón de un Jedi yace su fuerza -aportó Kanan.

-Asciende – animó Kenobi.

-Rey, la Fuerza estará contigo. Siempre –finalizó Luke Skywalker.

Con esfuerzo y la fuerza de los que estaban con ella logró ponerse en pie. Hizo un movimiento para llamar el sable que le habían prestado y poder encarar a Iliana. La pelirroja la vio con curiosidad.

-Que tu muerte ponga el punto final en la historia de la Rebelión –dijo la sith mientras lanzaba uno de sus rayos a la chica.

Rey sostuvo su sable en alto para bloquear y contener el ataque.

*****

Los habilidosos pilotos de la Resistencia lograron recuperar el control de sus naves para continuar el ataque.

-Ya me conecté –informó Poe.

-Es nuestra última oportunidad –dijo Leia –deben acabar con esos cañones.

Las naves rebeldes se preparaban para el contraataque.

*****

Iliana sabía que el poder que manaba de su interior no sería suficiente en ese momento, por lo que llamó al sable que alguna vez sirvió a Rey y con él la atacó causando que la jedi retrocediera y le cayera un golpe directo.

-¡No eres nada! –inquirió Iliana –Una pobre niña sola no es rival para el poder que hay en mí.

Rey se lanzó a atacarla de nuevo con el sable, pero fue descuidada y mientras bloqueaba un ataque de sable recibió otro rayo de poder. Estaba siendo derrotada, pero no se dejaría vencer. Su batalla cuerpo a cuerpo continuaba, rey seguía cayendo, pero no estaba dispuesta a rendirse en ese momento.

Con dificultad Ben logró llegar de nuevo a lado de Rey, estaba demasiado lastimado, pese a ello logró ayudar a su otra mitad. Ahora ambos atacaban a su poderosa rival.

Eran poderosos juntos e Iliana debía darle final a su batalla. Retrocedió un poco y dejó su sable a un lado. Ben y Rey estaban preparados para lo que fuera que hiciera.

-¡Yo soy todos los sith! –expresó a sus contrincantes.

Iliana extendió sus manos a la pareja, que mantenía sus sables en alto, y lanzó de nuevo sus rayos con la magnitud de fuerza que había utilizado para detener a la armada Rebelde. Ambos cruzaron sus sables para contener el poder. Detrás de ellos comenzaron a aparecer los espíritus de la fuerza que habían llamado a Rey. Todos y cada uno de los jedi que alguna vez habían vivido estaban detrás de ellos brindándoles su apoyo, su Fuerza.

-Y nosotros –dijo la pareja al unísono –somos todos los Jedi.

Con un movimiento reflejaron el rayo de poder que lanzaba Iliana hacia su pecho, el poder fue tal que cuando impactó con su cuerpo la hicieron caer junto a una enorme ola de poder que los impactó que ellos también.

Detrás del cuerpo inerte de Iliana todo se desmoronaba. El trono, las estatuas. Las rocas caían a su alrededor.

*****

Finn y Jannah lograron conectar un cañón de la misma armada de la Orden Final, con el que pudieron disparar a la nave de mando de sus enemigos causando su explosión total. El último escenario que pudo ver el general Pryde fue a sus naves caer y a él junto con ellas.

-Poe –llamó Jacen -, la nave de mando está cayendo.

-La flota está atrapada –dijo emocionado Poe -. Son nuestros, acábelos. ¡Finn! ¿Estás viendo esto?

-Él no abordó con nosotros –informó Lando.

-¿En serio sigue en esa nave? –dijo irónico viendo como el destructor estelar se hacía pedazos mientras se desplomaba.

De inmediato el piloto comenzó a sobrevolar los restos en búsqueda de su amigo. La imagen de la pareja que había logrado la destrucción de esa nave le causó temor, sin embargo, no dudó dos veces en ir por ellos.

-Los vi, voy por ellos.

-Poe –llamó Jacen –, es muy peligroso.

-Créeme, soy veloz.

-No tan veloz como esta nave –dijo Han, quien se estaba con el Halcón acercando para recibirlos.

Finn y Jannah lograron caer en la superficie de la nave y ponerse totalmente a salvo.

****

Rey y Ben caminaban por los restos de la que alguna vez fue la guarida de Palpatine. La chica miró al cielo y vio como la Resistencia Rebelde obtenía la victoria, sonrió dejando caer su sable mientras pedía la fuerza en las piernas y caía al suelo. Ben alcanzó a sostenerla y sintió su ausencia en la Fuerza, se había ido.

Ben estaba llorando, no quería perderla. La mecía entre sus brazos mientras acariciaba su rostro y miraba alrededor sin saber qué hacer con ella.

-No, no me dejes –susurró –No puedo perderte a ti.

El cuerpo de Iliana permanecía inerte y con apenas un susurró de vida. Ella lograba ver aquella escena y recordó las palabras del oráculo en Mustafar, "Ayudarás a traer equilibrio".

-Una... diada en la fuerza... son –le dijo con dificultad –dos lados de uno, ella vive en ti -Ben se asombró al ver como su prima seguía con vida pese a todo -. Solo tú puedes regresarla... pero morirás en el inten... to... -dijo por último antes de cerrar los ojos para siempre.

Ben analizó sus palabras y si debía arriesgar su vida para traerla de nuevo, lo haría sin pensarlo demasiado. Colocó una de sus manos en el vientre de Rey, y se concentró en pasar su vida al cuerpo de la chica.

-No estás solo, Ben –le dijo el espíritu de Anakin mientras ponía su mano sobre la de él.

-Nosotros siempre estaremos con ustedes –le dijo Ahsoka mientras imitaba a su maestro.

-La Fuerza siempre estará con ustedes –le dijo Luke mientas colocaba su mano sobre el hombro derecho de Ben.

-Una diada en la fuerza son. Equilibrio traerán –le dijo el maestro Yoda mientras colocaba su mano en la espalda del hombre.

-Continúen con vida –le dijo Mara mientas acariciaba el rostro se su sobrino.

Poco a poco el cuerpo de Rey se iba recuperando. No solo se curaron sus heridas nuevas, también sus cicatrices, incluida la que él le había hecho en la base Starkiler antes de abandonarla aquella vez.

Los fantasmas de la fuerza se iban congregando para ayudarlos, cada uno de ellos les iba dando una parte de ellos a la pareja. Rey reaccionó y en cuanto parpadeó los fantasmas se desvanecieron a su alrededor.

-Ben –le dijo ella mientras le sonreía y acariciaba su rostro con ternura.

-Rey –le respondió él.

Ella se lanzó a él para abrazarlo y después besarlo. Él le correspondió el beso mientras la abrazaba con fuerza. De algo estaba seguro, no quería volver a sentir su ausencia. No quería volver a sentirse solo.

La pareja se puso de pie y caminó hasta el cuerpo de Iliana. Ben la vio con tristeza. Rey lo miró a él apenada, sabía que ella había tenido la culpa de todo lo que había pasado. Ben la abrazó por el hombro para sentirla a su lado. Estar con ella era un gran apoyo. Al cabo de unos minutos el cuerpo de Iliana se desvaneció dejando solo sus ropas.

-Debemos...

-Vámonos –indicó Ben.

Antes de salir del lugar tomaron los sables de luz de Iliana y Mara, además de los suyos.

-Mara...

-Se hizo una con la fuerza –respondió él.

-Ahora los tres estarán juntos de nuevo –concluyó Rey.

****

Rey y Ben salieron a y vieron como terminaba de caer la flota sith. Sonrieron y celebraron junto con los rebeldes.

-Rey y Ben están con vida –dijo Poe -, los estoy viendo ahora –dijo desde su X-Wing.

-Vamos por ellos, Chewie –indicó Han.

-Mis queridos Rebeldes –dijo Leia desde su nave –. Lo logramos.

*****

La flota de la Primera Orden que estaba dispersada en toda la galaxia estaba siendo repelida por los civiles que se habían cansado de estar bajo su yugo.

En toda la galaxia se estaban revelando. Desde los desiertos de Jakku, hasta las lunas de Endor. De Extremo a extremo la gente estaba luchando defendiendo lo suyo. La Resistencia Rebelde solo había sido el motor que impulsaría a las personas a darse cuenta de que juntos eran más y no volverían a ser reprimidos por nadie.

*****

La diada en la fuerza abordó el Halcón. Fueron recibidos por Finn y Jannah. El moreno abrazó de inmediato a Rey y ella correspondió el abrazo. Han, por su parte, abrazó a su hijo.

Jaanah veía la conmovedora escena y deseó que alguna vez la abrazaran con tanto amor.

Una vez listos, el Halcón se unió a las demás naves para regresar a casa.

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