27

Ben y Rey estaban sentados viendo las ruinas de la Estrella de la Muerte, trataban de crear un plan para contraatacar a Iliana. Ben consideraba ponerse en contacto con su madre, quizá si explicaba la situación tendrían apoyo de la Resistencia. Aun así, las tropas reducidas de los rebeldes no serían suficientes.

-Primero debemos encontrar Exegol –explicó Ben –debemos recuperar el holocrón sith que guio a Iliana.

-Dijo que quería matarme –dijo Rey –Si conectamos el localizador de la Primera Orden en la nave, puede venir a buscarnos, mientras yo la distraigo tú te infiltras en su nave y obtienes el holocrón.

-Es demasiado peligroso. Nada nos asegura que el objeto esté en su nave y no quiero que te arriesgues. Iliana es demasiado peligrosa -admitió.

-Así es –dijo una voz que Ben reconoció de inmediato. Se puso de pie y se dio la vuelta levándose una terrible sorpresa. Frente a él estaba el espíritu de su tío, Luke Skywalker –, mi hija es demasiado peligrosa.

-Maestro Skywalker...

-¿Qué es usted? –interrogó Rey.

-Es un espíritu de la fuerza, Rey.

-¿Eso quiere decir que está muerto?

-Algo así –respondió Luke.

-¿Qué hace aquí, maestro?

-Solamente ustedes pueden detener a Palpatine y a Iliana –comenzó a explicar –ustedes son una diada en la Fuerza. Dos partes de uno.

-¿Una diada? ¿Qué es eso? –cuestionó Rey.

-No comprendo, maestro –dijo Ben.

-Tal parece que la edad no es sinónimo inteligencia –dijo Luke mientras veía a los jóvenes confusos – Una diada es un fenómeno que ocurre cuando dos seres se unen y comparten colectivamente el poder de un individuo. Ustedes comparten el vínculo más grande y poderoso que existe. Por eso cuando están juntos hay equilibrio. Por eso Ben no dudó en traicionar a su familia cuando se lo ofreciste –Rey agachó la mirada ante esa declaración. Ben le tomó la mano a la muchacha para darle su apoyo.

-¿Qué debemos hacer, maestro? –dijo Rey –nosotros no...

-¿A qué le temes, Rey? –cuestionó Luke.

Rey vio a Ben, después a Luke, agachó la mirada y reflexionó la pregunta.

-A mí misma. Si ya hice tanto más, ¿Qué asegura que no lo vuelva a hacer? Ya traicioné una vez a las personas que creyeron en mí, podría volver a hacerlo, podría volver a caer en el Lado Oscuro de la Fuerza o que mi abuelo vuelva influir en mí. Soy una Palpatine, descendiente de la persona más ruin de la galaxia y temo a eso.

-El miedo fue lo que hizo que mi hija cayera en el Lado Oscuro de la Fuerza. Mi miedo porque fuera igual a su madre, antes de conocerla o a su abuelo –dijo Luke -. Puedo sentir tu espíritu. Tu corazón. Rey, Hay cosas que importan más que la sangre. Confrontar el miedo es el destino de un jedi, es tu destino, el de ambos. Si no enfrentan a Palpatine, será el fin de todos los jedi y se perderá la guerra.

>>Dentro de ustedes, ahora, viven mil generaciones. Pero esta es su pelea. Vayan a Exegol.

-No sabemos llegar ahí, no tenemos el artefacto –dijo Ben.

En ese momento se demostró que la Fuerza puede ser profeta y sabe cómo encaminar a quienes creen en ella. En los cielos se veía el Halcón Milenario que se preparaba para aterrizar.

-Todo lo que puedan necesitar es suyo, solo deben encontrarlo –reiteró Luke -. En el Halcón viene una mujer que puede ayudarlos.

-La tía Mara.

-Así es, ella sabe secretos de Palpatine. Sirvió a él años y al igual que tú, Rey, supo cómo salir del lado oscuro -Luke agachó la mirada -. Será mejor que me vaya.

-¿No esperará? –cuestionó Rey.

-No –respondió Luke mientras negaba con la cabeza.

-Pero es su esposa...

-Estará conmigo cuando llegue el momento –dijo el espíritu antes de desvanecerse -. Que la fuerza esté siempre con ustedes –escucharon los jóvenes.

Ben estaba nerviosamente emocionado ya que hacía mucho que no veía a su padre. Rey, por su parte, se quedó petrificada. Recordó lo que le había dicho Iliana. Estaba a punto de conocer a la mujer que habían enviado a buscarla y había ayudado a sus padres. Esa mujer podía incluso hablarle de ellos y ayudarla a recordar cómo eran.

Cuando la nave aterrizó Ben comenzó a caminar hacia ella, pero Rey se quedó atrás. Él la miró atento. Comprendía su temor. Con una sonrisa en los labios, regresó por ella y la tomó de la mano para guiarla.

La compuerta de carga del Halcón se abrió dejando salir a los tripulantes. Mara bajó en primer lugar, seguida de Chewbacca. Ben corrió a abrazar a su tía, después al wookie. Como de costumbre Han se estaba quejando por una fuga en uno de los condensadores, por lo que bajó mirando hacia dentro de la nave. Cuando volteó la mirada se encontró con su hijo. Sin pensarlo dos veces Ben abrazó a su padre dejando caer algunas lágrimas por la felicidad de verlo con vida.

Rey veía la conmovedora escena y sintió celos por primera vez en su vida. Han la miró parada, tratando de pasar desapercibida, y se acercó a ella la tomó de la mano y la llevó hacia él para estrecharla en sus brazos. Rey se sorprendió pero correspondió el abrazo.

-Me alegro que estés bien, niña.

-Lo siento tanto, Han.

-Lo sé, lo sé –respondió mientras la separaba para tomarla de los hombros y mirarla a la cara -. Solo espero que no me vuelvas a encerrar otro año.

-Es verdad, ¿cómo está FN?

-Finn se quedó con Poe y Jacen preparando a la Rebelión.

-Es un alivio que esté bien.

En ese momento Ben sintió algo de celos, ¿quién era ese tal Finn? Esa era una pregunta que debían responder más adelante, cuando la galaxia esté a salvo.

-Tía Mara, está es Rey.

Mara la miró atentamente. Analizó sus rasgos, sus ojos y reconoció a la niña que alguna vez trató de proteger.

-Hola, Rey –dijo Mara, pero Rey no sabía que decir, estaba sin palabras -. Soy Mara Jade, yo...

-Usted conoció a mis padres –interrumpió ella.

-Sí –afirmó -. Tratamos de buscarte, pero...

-Creo que podemos hablar de eso en otra ocasión –dijo Rey mientras miraba al suelo. En ese momento se sentía vulnerable y si no fuera por Ben, que le sujetaba la mano para darle seguridad, hubiera llorado.

-Tienes razón –admitió la mujer pelirroja –. Bien, uno de los detalles que descubrió Luke hace mucho tiempo fue que había más de un holocrón sith, uno lo guardaba Lord Vader y el otro el Emperador.

-Iliana encontró uno en Mustafar.

-El planeta que dominaba tu abuelo, Beni.

-Ese era el de Vader entonces, ¿Dónde podrá estar el que guardaba el Emperador?

Mientras pensaban Rey miró a su alrededor, miró de nuevo las ruinas de la antigua arma de destrucción masiva.

-La Estrella de la Muerte –dijo Rey con emoción -. Si Vader tenía un holocón en Mustafar, eso significa que probablemente Palpatine tiene otro o al menos tenía alguna forma para llegar.

-Eso suena razonable –dijo Han.

-Debemos llegar a las ruinas y rogar a la fuerza porque así sea.

*****

Iliana estaba meditando en sus aposentos ubicados en, lo que ahora era, su nave insignia. Frente a ella estaba el caso de su abuelo y el sable de su padre.

-La aprendiz y el jedi traidor aún viven –dijo Palpatine en su emnte -. Tal vez me has traicionado No me obligues a tornar mu flota en tu contra.

-Ya maté al maestro y sé a dónde se dirigieron. Morirán pronto –respondió Iliana -, este día extinguiré a los jedi.

-Asegúrate de ello. Mátalos –ordenó por último.

*****

Mientras discutían una forma de llevar a las ruinas de la destruida Estrella de la Muerte sin arriesgar al halcón por el alto oleaje, un grupo de locatarios los rodeó.

-¿Ustedes son de la Resistencia? –preguntó quién parecía la líder.

-si decimos que sí, ¿qué pasará?

-Todos dicen que son la última esperanza –respondió de nuevo la chica.

-Debemos ir a los restos –dijo Rey -. Debemos sacar algo de ahí.

-sí, los trasladaré por agua.

-¿Con esas olas? –cuestionó Han.

-Ahora no, es peligroso –advirtió –. A primera hora mañana.

-¡No esperaré tanto! –gritó Rey.

-No tenemos tiempo –inquirió Ben.

-Ni elección –aseguró Han.

El hombre se acercó a la joven, quien se presentó como Jannah. Ese nombre le sonó familiar a antiguo contrabandista, sin embargo no recordaba de dónde. Rey vio los restos de la Estrella con inquietud, algo la llamaba a ir en ese momento.

-Vemos Rey –le dijo Mara.

-Iré en un minuto.

Mara sabía que había ocasiones en las que no había necesidad de insistir tanto, por lo que la dejó sola. Ben se quedó con ella, a distancia, para no perturbar sus pensamientos.

****

-¿Cuál es tu historia, niña? –preguntó Han a Jannah mientras esperaban y reparaban algunos detalles mínimos del Halcón, con algunas piezas que fueron ofrecidas por el grupo -¿no es de la Primera Orden esto? –volvió a cuestionar mientras le mostraba una de las piezas.

-Hay un crucero en la cresta Oeste, tomamos sus piezas –explicó ella –nos habían asignado a él y en él escapamos.

-¿Fuiste de la Primera Orden?

-No por gusto.

Han sabía lo que habían sufrido los niños que "reclutaba" la Primera Orden, por Finn. Él le había contado todo sobre los secuestros, el entrenamiento y como les lavaban el cerebro utilizando métodos similares a los que llegó a emplear el Imperio. Sintió empatía por la chica y no la culpo por haber desertado. El contrabandista escuchaba con atención como ella y el resto de sus compañeros se habían amotinado y como llevaron hasta esa luna de Endor.

-No sé cómo sucedió realmente –terminó de explicar -. Fue una clase de...

-Un instinto –dijo Han -. Un sentimiento. La Fuerza es un gran misterio y sabe cómo entrelazar los destinos y las decisiones de las personas.

-Suena tan seguro de que es real.

-Es real –afirmó el hombre que alguna vez pensó que las cosas de la Fuerza eran disparates.

Su conversación fue interrumpida por un wookie preocupado que gruñía preocupado porque no había visto a Rey y Ben.

-¿Cómo que no los han visto?

Salieron corriendo de la vane y con un par de binoculares distinguieron a la pareja navegando entre las agresivas olas en un skiner. Han molesto le entregó los binoculares a Chewie mientras regresaba a su nave.

-Solo a ellos se les ocurre.

-¿Debemos alcanzarlos? –preguntó Jannah.

-Déjenlos, regresarán cuando lo crean necesario –afirmó Mara.

-Ese par... -dijo Han –son idénticos. Igual de necios.

-No te molestes, Han –advirtió Mara –. Ya no eres tan joven.

*****

La pareja llegó a las ruinas de la destruida arma imperial. Con precaución recorrieron los pasillos esquivando las armaduras y los restos de los que alguna vez fueron soldados. Rey sentía el artefacto, que la guiaba hasta lo que alguna vez fue la sala del trono de su abuelo. Una cámara se abrió a sus espaldas y ella sin dudarlo entró dejando a Ben del otro lado del portal cuando la compuerta se cerró.

Las voces de los antiguos sith la llamaban hasta el artefacto. Detrás de ella apareció una sombra, alguien a quien ella conocía, Iliana Skywalker.

La pelirroja la atacó por sorpresa. Los sables chocaban uno contra el otro. La furia de Iliana era tal que no le daba ventaja alguna a Rey, quien estaba aterrada. El holocrón sith había caído al suelo, bastante lejos de la batalla.

-Jamás tengas miedo de quién eres –le dijo Iliana a Rey, quien estaba tirada en el suelo –Alguna vez tú me dijiste eso, y mírate ahora.

Con mucho esfuerzo Rey se trató de poner de pie para alcanzar su sable y buscar el artefacto pero la pelirroja no la dejó. Volvió a lanzar a la castaña con uso de la Fuerza. Con lentitud se acercó al sable doble y lo tomó.

-Creo que este es más de mi estilo –respondió mientras guardaba el sable de su madre y encendía el de doble hoja –Querías probarle a todo el mundo que eras una sith, lo lograste un instante, pero ahora todo es diferente –Rey no decía nada, se sentía indefensa. La pelirroja maniobró el sable como si siempre lo hubiese llevado consigo y cuando se dispuso a atacar a Rey, sintió como algo la atravesaba por detrás.

Ben estaba de pie con su sable atravesando a su prima, la única persona tan cercana a él como para conocer casi todos sus secretos. En su mano libre traía el holocrón. Él apagó el sable e Iliana cayó al suelo.

-Vámonos, Rey –le dijo Ben con los ojos llorosos por lo que le había hecho a su prima -. Tenemos lo que vinimos a buscar.

*****

**Notitas de la autora**

Ahí les va el nuevo capítulo, el siguiente lo subiré en el transcurso de la semana, sigo sin saber que día, pero se mantienen los de los domingos. 

Recuerden lavarse la manitas al terminar de leer este capítulo y seguir las siguientes recomendaciones, dadas directamente de la OMS (Organización Mundial de la Salud):

*Lavarse las manos al menos cada hora
*Toser o estornudar en el codo flexionado
*Mantener distancia social
*Evitar tocarse ojos, nariz y boca
*Si tienes fiebre, tos y dificultad para respirar, solicita atención médica a tiempo
*Mantenerse informados en medios oficiales y confiables (no WhatsApp, no Facebook, no chismes de la vecina, en especial WhatsApp ya que han estado rondando cadenas con información falsa) 

Más vale prevenir.

Que la fuerza los acompañe y ¡Que viva el Imperio!

Yahaira MoRz

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