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La Primera Orden se reagrupó en el borde desconocido de la galaxia. Rey estaba impaciente por iniciar un interrogatorio a Iliana Skywalker. Quería saber sobre sus padres. Siempre se había preguntado la razón de su abandono. Si no hubiese sido por la Primera Orden, ella seguramente seguiría en Jakku buscando chatarra para tratar de alimentarse. Snoke nunca le dijo más sobre fu familia, aunque aseguraba saber sobre su pasado y la llamaba "Princesa". Le decía que la Primera Orden y toda la galaxia le pertenecían y debía recuperarla, pero ¿por qué? ¿Cuál era la verdadera intención de todo eso?

Rey estaba en una sala de reuniones, sentada frente a una enorme mesa holográfica. A su lado estaba su nuevo compañero, Kylo Ren, y frente a ella el General Hux, quien daba su reporte.

-No estamos tan mermados –explicó el General Hux -, Perder el Supremacía no nos afecta en lo más mínimo.

El pelirrojo daba detalles de todo lo que debía hacer y verificar como nueva Líder Supremo de la organización, pero ella no prestaba atención. Recordó el momento en que la fastidiosa chica le había dicho que sabía sobre su familia, que sabía quién era. En ese momento Kylo sugirió que dejaran la nave, si no hubiese sido por él ella habría obligado a la jedi a hablar en ese instante y hubiera muerto en la explosión. Por suerte Snoke siempre había tenido la suficiente precaución como para estar preparado ante alguna contingencia y desde la sala del trono había una cápsula de escape.

Kylo había pedido las armas de la jedi, ella accedió. Su condición había sido no perseguir a los jedi, accedió ya que había pocas posibilidades de que escaparan de la explosión. En cuanto subieron a la nave y llevaron a los dos troopers y a la pelirroja a una celda. En cuanto se reagruparon, la pasaron a una celda de interrogatorio independiente. ¿Quién era la madre de esa jedi? ¿Quién era su abuelo? ¿Qué era lo que realmente estaba pasando?

Hux terminó su reporte y por último le recordó que debía mantener una reunión con miembros del senado que apoyaban la causa de la Primera Orden para asegurar su lealtad. Rey pidió que los llevaran frente a ella. Necesitaba verlos y saber quiénes eran.

Por último salió de la sala en compañía de los dos hombres. Fuera estaba Phasma, quien también la siguió. Era tiempo de iniciar un interrogatorio.

*****

Iliana estaba sentada en la fría cama metálica que había en la celda. Era obvio que se encontraba en un cuarto de interrogatorio. Había manchas de distintos colores en las paredes y el olor a sangre era penetrante. Llevaba al menos 20 horas estándar en esa celda, ya no lo soportaba, pero tampoco podía escapar. Ellos tenían sus sables y estaba en la base enemiga, sería demasiado difícil escapara aun teniendo sus sables de luz.

El sonido de las botas de los trooper que la custodiaban comenzaron a sonar en el pasillo. Eso llamó su atención, era demasiado pronto para un cambio de guardia, lo que significaba que había llegado la hora de su interrogatorio. Debía pensar rápido.

Cuando se abrió la puerta de la celda, Iliana levantó la vista. Una trooper de armadura resplandeciente entró con el blaster por delante, detrás de ella entró Kylo. Ambos se pusieron a los lados de la entrada para permitir la entrada de Rey, quien era acompañada por un droide de interrogatorio.

-No es necesaria la agresividad –dijo Iliana.

-Es por si no quieres hablar –dijo la sith.

-Dije que diría todo lo que sé si dejabas ir a mis amigos, cumpliste con tu palabra, yo cumpliré con la mía.

-¿Y si solo quiero hacerte daño?

-No debería haber resentimiento entre nosotras, ni siquiera te conozco –esas palabras de costaron un golpe con la cacha del blaster de parte de la trooper de armadura reluciente que la hizo caer al suelo. Era evidente que esa persona no era cualquiera.

-No seas tan agresiva, Phasma.

-Me disculpo, Líder Supremo –dijo la mujer dentro de la armadura -, pero no tolero la insolencia.

Rey se sostuvo el puente de la nariz entre sus dedos pulgar e índice mientras movía la cabeza de un lado para otro. Iliana se ponía de pie y limpiaba un poco de sangre que se derramaba de su boca a causa del golpe. Kylo, ni se inmutaba y permanecía estático.

-Déjame hacerlo a mí –pidió Rey -. Salgan –ordenó.

Tanto Phasma como Kylo abandonaron la celda, sin embargo, se quedaron afuera en caso de que fuera necesario. Hux se había quedado afuera, quería estar con Rey en ese momento, él sabía mejor que nadie su historia, aunque ya no le correspondía estar a su lado.

-Lamento la agresividad de mi gente –se disculpó Rey -. A veces no saben cómo mantener la calma.

-No es nada. Las heridas de sable duelen más –respondió Iliana recordando las heridas que tenía en todo su cuerpo y que debían ser tratadas antes de que se infectaran.

-Ahora, debes decirme todo lo que sabes.

*****

Los rebeldes se habían reagrupado en Jakku, para contabilizar las pérdidas y brindarles un pequeño homenaje a las víctimas del ataque. Casterfo le contó a Leia y Poe lo que había pasado en el Senado y como se habían negado a brindarles ayuda.

-Sospecho que hay gente relacionada con la Primera Orden, ¿por qué otra cosa se negarían a ayudarnos?

-No hay que hacer conjeturas, aún...

-Lo único que podemos hacer ahora es mantenernos ocultos y buscar aliados –sugirió Poe -. No tenemos a más de 500 personas ahora, contando con las tripulaciones de ambas naves consulares.

-Debemos advertirles si quieren formar parte de la Resistencia –Advirtió Casterfo -, no podemos obligarlos a unirse a la lucha.

Leia dejó que Poe y Casterfo hablar sobre algunos de sus planes para reconstruir la Resistencia. Comenzó a caminar hacia el lugar en el que estaba aterrizando el Halcón Milenario y una nave de la primera Orden. Los rebeldes no prestaron atención ante la posible amenaza ya que sabían que llegarían ambas naves y ninguna representaba un peligro.

De la icónica nave descendieron Chewbacca, Luke y Mara. De la otra descendieron Aneu, Zinda y Neferet y Noá, quien cargaba el cuerpo de Jonni. Los rebeldes los comenzaron a rodear, no los conocían pero sabían que eran jedi, por lo que eran una novedad. Algunos de ellos nunca habían visto a un jedi. Cuando estuvieron frente a sus maestros, los cuatro se dejaron caer de rodillas manteniendo la mirada en el suelo. Esperaban la reprimenda de sus mentores.

Luke y Mara los vieron con tristeza. No estaban decepcionados de ellos, esas eran las pruebas que les había impuesto la Fuerza, y debían superarlas para descubrir cuál es su verdadero camino.

-¿Dónde está Iliana? –cuestionó Luke.

Leia llegó a abrazar a su hermano. Después Mara la abrazó a la princesa. Luke aún esperaba una respuesta, en ese momento no le importaban nada más que su hija.

-Ella se quedó, maestro –dijo Noá –. Nos ayudó a escapar.

-¿Y Ben? –Cuestionó Leia.

En ese momento los cuatro jedi levantaron la cabeza y se vieron unos a otros recordando lo que había pasado en el Supremacía y como casi mata a Iliana. No sabía cómo explicar lo que había pasado.

-Será mejor que hablen en privado –dijo Casterfo interrumpiendo. Se había vuelto un hombre observador y sabio, por lo que notó que no era el lugar para hablar sobre sus asuntos familiares -. Estas son cosas jedi, no conciernen a las personas comunes. Nosotros prepararemos el funeral de su amigo.

-Gracias, Casterfo –dijo Leia a su amigo.

El grupo subió de nuevo al Halcón Milenario, Mara revisaba las heridas de los jóvenes. Luke y Leia permanecían en silencio y Chewbacca mantenía el silencio sentado al lado de sus amigos.

-¿Qué pasó? –cuestionó de nuevo Luke. Los jedi mantenían el silencio lo que hacía que luke perdiera un poco la paciencia -. ¿Noá? ¿Zinda? ¿Aneu? ¿Neferet?

-Entramos... -comenzó a contar Zinda, pero Noá la detuvo con una mano sobre el hombro.

-Todo iba bien, hasta que nos encontramos con Ben y la líder de la Primera Orden –explicó -. Tratamos de hablar con Ben para salir de ahí, pero se había unido al Lado Oscuro, ahora se hace llamar Kylo Ren. Algo le hizo ella. No solo es sensible a la fuerza. Ella es una Sith –Luke y Mara se vieron a los ojos con preocupación –. Nos enfrentamos a ellos y a los Caballeros de Ren, pero no era como cuando los enfrentamos por primera vez, eran más fuertes. Nosotros cinco nos enfrentamos a ellos mientras Iliana peleaba contra la Sith y Ben. Después la nave comenzó a colapsar e Iliana no dijo que huyéramos y se quedó, junto con Han y el trooper desertor.

-¿Qué? –Dijo Leia -¿Han?

-Sí. Él está con vida, Leia –afirmó Luke mientras sujetaba su mano con fuerza.

-Ahora no podemos hacer nada –dijo Mara -. Nuestra hija es fuerte, al igual que Ben. Sabrán regresar a casa. Debemos reagruparnos para una inminente batalla.

-Esto no solo es una batalla militar -afirmó Leia -, es una batalla entre ambos lados de la Fuerza.

*****

Iliana esperaba a que Rey iniciara el interrogatorio. Si se trataba de eso, se suponía debían hacerle preguntas para poder responderlas. La sangre de su labio dejó de manar. Sentía el punzante dolor en las heridas de sable, era urgente un tratamiento. Aún en esa situación pensaba que había sido una suerte que no le cortará la mano o tendría más similitudes a su padre a parte del color de ojos.

-¿Por qué el Lado Oscuro? –inició Iliana.

-No conozco nada más.

-Mientes –afirmó Iliana -. Conociste el amor y cariño a lado de mi familia, a lado de Han Solo, Chewbacca y Ben. Si no hubiese sido así, no los habías dejado vivir.

El droide de interrogatorio se lanzó a la jedi y la comenzó a torturar con un aparato que le daba intensos toques eléctricos que la hacían estremecerse de pies a cabeza.

-Dejé vivir a Han Solo, porque era conveniente para mí. –Le dijo Rey al oído –Ahora dime, ¿qué sabes de mis padres?

-Te había dicho que diría todo lo que sé por voluntad, ¿puedes alejar de mí a ese droide?

Rey hizo un movimiento de cabeza para que el droide se alejara de su víctima.

-Dime todo lo que sabes –ordenó Rey-

-¿No me ofrecerás una taza de té o una copa? –Bromeó de nuevo Iliana después de ver la reacción furiosa de Rey y sentir su mirada de sith penetrante sobre ella dio una carcajada leve –Rayos, se me están pegando los malos chistes de Aneu –dijo para ella misma.

>>Bien, ya diré todo lo que sé –dijo mientras tomaba asiento de nuevo en la cama metálica para para hacer más soportable el dolor -. El nombre de mi madre es Mara Jade, ella fue una de las manos del Emperador Palpatine, junto a mi abuelo Darth Vader. La criaron para obedecer y llegó a convertirse en una agente de alto nivel capaz de usar la Fuerza. Llevó a cabo la voluntad del Emperador, matando rebeldes e imperiales de la misma forma, con profesionalidad, incluso siendo una mujer tan joven. No creo que haya sido diferente a ti, con Snoke. Como asesina de Palpatine, aún después de muerto, recibió varias encomiendas que no obedeció ya que se casó con mi padre. Pero hace unos 12 o 13 años recibió una nueva misión. Ella estaba dispuesta a realizarla ya que se trataba de encontrar al hijo del Emperador y a su familia.

-¿Qué quieres decir con todo esto?

-Que de alguna forma Palpatine envió a mi madre la misión de encontrar a su familia y llevarlos frente a él –respondió Iliana -. Y los encontró, pero ella ya no era una mano del emperador. En lugar de llevarlos a donde se suponía, los ayudó a ocultarse, ya que no solo ella los buscaba –continuó -. Debes recordar algo, debías tener al menos siete u ocho años en ese entonces –Rey se veía un poco confundida por todo lo que le estaba diciendo la jedi.

Rey recordó que tenía esa edad cuando la abandonaron en Jakku. Recordó como la dejaba la nave en el planeta desértico, a lado de un asqueroso alienígena que la maltrataba.

-¡Mientes!

-No lo hago -respondió Iliana con calma -. Dentro de ti sabes que es cierto. Mi madre ocultó a tus padres, no solo porque era lo correcto. Ella dijo que lo conocía, que fueron amigos en los tiempos del Imperio, que cuando supuestamente era bailarina del Palacio Imperial llegó a sentir algo por él, tu padre, pero esos sentimos se desvanecieron por el entrenamiento al que la sometían.

-¿Qué pasó después?

-No lo sé, ni ella lo sabe. Probablemente los encontró otro de los enviados por Palpatine.

Rey estaba conmocionada. La verdad le cayó encima como un balde de agua fría en la espalda. El shock estaba haciendo que le temblaran las rodillas. Por unos instantes Iliana vio los ojos reales de Rey, su color original, la mirada inocente y llena de humanidad. Fue fugaz, pero lo vio. Eso le daba esperanza, para ella y para su primo.

-¿Qué más? –exigió Rey.

-Solo dijo "Exegol".

*****

Notitas de la autora

Subí el nuevo capítulo hoy porque no voy a poder actualizar el domingo, la semana que viene se reanuda la rutina.

Las amo.

Que la fuerza las acompañe y ¡Que viva el Imperio!

Yahaira MoRz

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