Un paseo al pueblo
Josué: Llama desde la cocina, su voz un tanto alarmada. "¡Zeph!"
Zeph: Se asoma desde la sala, curioso. "¿Qué pasa?"
Josué: Cierra el refrigerador, algo incómodo. "Ya no queda nada de comida... está vacío."
Zeph: Suspira, pero mantiene una actitud despreocupada. "Parece que tendremos que ir al pueblo a comprar más."
Josué: Titubea, sintiendo un ligero nudo en el estómago ante la idea de interactuar con desconocidos. "O-ok..." Se rasca la nuca, intentando disimular su inquietud.
Zeph: Se da cuenta de la incomodidad de Josué, pero decide no mencionarlo para no ponerlo más nervioso. "Asegúrate de abrigarte bien, está haciendo mucho frío. Apenas dos grados afuera."
Josué: Asiente lentamente. "De acuerdo... ya voy."
Narrador:
El frío aire les cortaba el rostro mientras caminaban en silencio, sus pisadas resonando suavemente sobre la nieve acumulada. El pueblo no estaba demasiado lejos, pero para Josué, cada paso parecía acercarlo a algo desconocido y potencialmente inquietante pero llegaron al pueblo.
Josué: Mira a su alrededor, notando la cantidad de Pokémon en el pueblo, todos ocupados con sus propios asuntos. Siente un nudo de nervios en el estómago. "¿No te parece que... hay demasiados Pokémon aquí?"
Zeph: Le responde con naturalidad, como si fuera lo más común del mundo. "Siempre es así. El pueblo es un lugar concurrido, sobre todo en días fríos como hoy."
Josué: Aún incómodo, evita el contacto visual con los Pokémon que pasan cerca. "¿Cuántas veces has venido aquí?"
Zeph: Piensa un momento, y luego sonríe con tranquilidad. "Hmm... ya vine unas treinta y seis veces, más o menos. Me gusta venir a caminar y a comprar cosas de vez en cuando."
Josué: Asiente con nerviosismo, sintiéndose abrumado por la multitud de Pokémon que le rodean, cada uno con su propia vida y energía. "O-ok..." Murmura, ligeramente aterrorizado por el bullicio y la cantidad de Pokémon desconocidos.
Narrador:
Tras varios minutos caminando por las calles del pueblo, el aire frío seguía golpeando sus cuerpos mientras finalmente llegaban a una pequeña tienda. El lugar estaba abarrotado de Pokémon comprando provisiones, el bullicio del mercado envolviéndolos por completo.
Josué: Tiritando ligeramente por el frío. "Zeph, ¿Qué nos falta? Ya está haciendo más frío."
Zeph: Revisa su lista mental, manteniendo la calma. "Solo nos faltan las bayas Latano."
Josué: Con una ligera impaciencia. "De acuerdo, iré a echar un vistazo por otros puestos mientras."
Zeph: Asiente con una sonrisa tranquila. "Está bien, no te alejes mucho."
Narrador:
Josué se adentró en el mercado, sus pasos algo torpes mientras trataba de esquivar a los otros Pokémon. Aunque aún se sentía fuera de lugar, algo en el bullicio le resultaba extrañamente reconfortante, como un eco de su vida pasada. Mientras miraba los distintos puestos, algo llamó su atención: un pequeño stand de libros, justo al final de la calle.
Curioso, se acercó y notó que entre los títulos había un tema que siempre le había fascinado... agricultura. Un deseo que nunca pudo cumplir en su vida anterior por culpa de su enfermedad. Su corazón dio un pequeño vuelco al recordar esos viejos sueño con una mezcla de nostalgia y anhelo.
Josué: Mira el libro desde lejos, notando cómo una Leafeon lo toma entre sus patas. Decide acercarse con curiosidad. "Hola, parece que a ti también te gustan las plantas... y mucho."
¿Leafeon?: Levanta la mirada, con una sonrisa tranquila. "Sí, la verdad es que me encantan este tipo de libros. Siempre me pierdo en ellos."
Josué: Con una leve sonrisa, sintiéndose menos solo en su interés. "A mí también me gustan mucho estos libros. Es fascinante aprender sobre la naturaleza."
¿Leafeon?: Sonríe aún más, emocionada por encontrar a alguien con los mismos gustos. "¡Qué genial! No es muy común encontrar a alguien que también disfrute de la agricultura."
Josué: Con curiosidad. "¿Y cómo te llamas?"
¿Leafeon?: Cierra el libro con delicadeza y responde. "Me llamo Sorel. ¿Y tú?"
Josué: Con una sonrisa amistosa. "Soy Josué."
Sorel: Le devuelve la sonrisa con calidez. "Es un lindo nombre."
Josué: Siente una leve calidez en el rostro. "El tuyo también es bonito."
Sorel: Con una mirada agradecida. "Gracias''. Pero me tengo que ir o se me ara tarde.
Josué: Con una sonrisa suave mientras se despide. "Bueno, fue un placer, Sorel. Nos vemos."
Zeph: Desde la distancia, levanta la voz para llamarlo. "¡Josué, ya tenemos que irnos!"
Josué: Asiente rápidamente, dirigiéndose hacia Zeph. "¡Ok, ya voy!" Mira a Sorel una última vez antes de marcharse. "Hasta pronto."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top