Capítulo 8
El rey sostenía a Ryunosuke de su hombro, había propuesto al azabache como el próximo esposo de Atsushi, el menor estaba de piedra, así que, sin remedio, el rey consorte se levantó – Ahora que mi esposo dio las noticias, sería buena idea comenzar a familiarizarnos ¿no creen? – menciono alegre – hijo, Atsushi ¿no es lo que querías? Ahora podrás dejar de hacer berrinche ¿no crees?
Con esto, Atsushi pudo reaccionar – ah ¿Qué? ¿Qué de qué? ¿Cómo? – estaba realmente confundido y Rashomon no ayudaba gritando en su subconsciente
- Tu padre insistió – dijo tomando ambos hombros de su hijo aun sentando, los movió para relajarlos – dijo que tu berrinche era porque ya estabas enamorado, y al pensarlo llegamos a la conclusión de que ese era Ryunosuke
- Basto con verlos llegar tomados de las manos para confirmarlo – extendió el rey consorte
Atsushi miro a Ryunosuke, ambos estaban sorprendidos, pero al verse se sonrojaron, Kazuya no pudo evitarlo, estaba emocionado – aah esto es emocionante, ver a Atsushi así es único – expresó - ¡NAOMI! ¡NAOMI! – grito emocionado
- ¿si alteza?
- Trae algo de licor, esto es para celebrar en grande
- Si alteza.
Atsushi seguía en shock, aunque el rey volvió a sentarse y Ryunosuke a su lado, ambos no podían ni verse, se sentían avergonzados – no sabía que mi hijo tenía estas intenciones, no puedo creerlo. Fue una total sorpresa – decía el Duque – ni siquiera lo noté
- Puedo entender ahora por qué se mandaban tantas cartas – expreso alegre la duquesa Akutagawa
- Es maravilloso que nuestros hijos se forjaran de un amor tan genuino, Atsushi no quiso salir su habitación por tres días si no era Ryunosuke
- Pensar que su hijo salvo a nuestra familia, fue un amor tan puro, estamos tan agradecidos – dijo la duquesa
Los adultos seguían alagándose entre ellos y hablando de "como paso" pero Atsushi y Ryunosuke tenían un nudo en sus mentes, no podían despreciarse, eran cercanos, pero tampoco podían negarse, no había forma de romper el compromiso, y peor aún, eran amigos, no había sentimientos de por medio, para Atsushi, Ryunosuke era un niño, pues nunca lo conoció en su otra vida, no tiene referencias de él. Es un chico terco y gruñón, pero también amable y tranquilo, es todo lo que tiene.
Los adultos comenzaron a brindar, entonces el rey sonrió de verlos – incluso los senté lado a lado y tienen vergüenza ¿Por qué no se relajan? Ya no tienen que ocultarlo, además, seremos familia en unos años – añadió.
Atsushi por fin se puso totalmente rojo, Ryunosuke lo miro y tapo su rostro con su mano - ¿pueden disculparme un momento? – pidió Ryunosuke
- Ah, si yo... ta-ta-mbien – pidió Atsushi
- Claro, vayan – dijo el rey más que orgulloso de verlos así de nerviosos
Ambos chicos se levantaron de inmediato y salieron de la oficina, Atsushi se subió a una ventana mientras Ryunosuke y los guardias lo detuvieron – suéltenme, voy a saltar. Que la tierra me trague
- Yo también estoy avergonzado, pero bájate – pidió Ryunosuke
Atsushi se bajó, los guardas volvieron a la puerta sin dejar de verlos, Atsushi se sentó en el suelo recargado en la pared – esto no puede estar pasando – dijo
- Lo sé – añadió Ryunosuke sentándose a su lado - ¿te gusto?
- No – expreso serio - ¿y yo te gusto?
- No
Atsushi miro al techo - ¿ahora que hacemos? Nuestros padres son amigos, si corto el compromiso tus padres podían tener malas consecuencias
- Bueno, déjalos que pase, esperemos unos días y rompemos el compromiso ¿Qué dices?
- ¿Por qué?
- Ahora están alegres y emocionados, deja que lo piensen mejor y lo romperán, mi ducado es de magos, no creo que el reino quiera que su rey consorte venga de magos
- No tengo ni idea – menciono – discúlpame Ryu, te metí en este embrollo, yo solo no quería casarme con Osamu
- No te preocupes, saldremos de esto, te ayudaré
- ¿Por qué siempre eres tan amable?
- Lo prometí, la palabra de un hombre es sagrada
Atsushi sonrió – cierto
Atsushi se levantó – bueno, lo bueno es que no pueden hacerlo oficialmente hasta que cumpla 16, y tenemos como año y medio para que quieran que se realice el matrimonio, mientras estamos juntos puedo evitar las citas con extraños, no es tan malo si lo pienso
El azabache se levantó también – es perfecto, estando comprometidos estarás tranquilo, mi familia ganará algunos negocios, ambos estaremos beneficiados y, además, cuando sea la hora, podemos cancelar el compromiso - estiro su mano – tenemos un trato, Atsushi, príncipe de Ruzel
Tomo su mano devuelta – es un trato, joven duque Akutagawa, a partir de ahora, serás protegido por mi guardia como príncipe de Ruzel.
Ambos se miraron y sonrieron – ahora, debemos actuar, no se ¿enamorados?
- Si, alguito, seamos cuidadosos
- De acuerdo.
- Oye
- ¿sí?
- Nada de besos en los labios ¿de acuerdo?
- Lo mismo, pero no estaría mal en la mano o mejilla si llega el momento ¿no es así?
- Estoy de acuerdo, solo no pasemos los límites. No puedes salir con nadie más, ni en secreto, si te gusta alguien debes decirme y cancelamos el compromiso
- De acuerdo, lo mismo para ti, no quiero ser "el duque que resulto cornudo por el príncipe"
- Aay no seas grosero
- Solo un poquito
Atsushi y Ryunosuke reían, la duquesa se había asomado para verlos, ya tardaban, regreso a la mesa sonriente – nuestros pequeños están a las risas allá afuera
- Lo sabía, están enamorados – dijo el Rey – esto es fabuloso, jamás pensé que Atsushi haría un berrinche así por un chico
- Lo sé, ¿no es adorable? ¿Por qué no quiso decirnos?
- Quizá la presión – dijo el duque – Ryunosuke no nos dijo tampoco, ni mostro señales
- Pero cariño – expreso la duquesa – recuerda como Ryunosuke nos insistía tanto en venir al palacio de Ruzel solo para ver a Atsushi
- Oh es cierto
- Las cartas eran de todos los días
- Recuerdo ver a mi pequeño Ryunosuke reír mientras leía sus cartas
- Es adorable
Los adultos estaban alegres por lo ocurrido, aunque Gin estaba confundida, ¿Por qué su hermano no le había dicho nada? Pasaban todo el tiempo juntos, pero nunca lo notó. Se sintió algo distraída por ello.
Los chicos regresaron con mejor compostura ahora qué habían hablado podían continuar con la hora del té en familia, después del té, los tres chicos huyeron del lugar con pretexto de platicar un rato. Fueron hasta la habitación de Atsushi donde reviso que nadie los siguiera – bien estamos a salvo
- Como que ustedes dos están saliendo – se quejó Gin
- Es mentira Gin – le hablo su hermano mayor – Atsushi no se quiere casar, así que estaremos comprometidos hasta el último momento
- Si, luego cancelaremos todo
- ¿están locos los dos? ¿saben en cuantos problemas meterán a ambas familias?
- Está bien, fingiremos mucho amor y emoción por el día de casarnos ¿verdad?
- Si, será como siempre, solo que romántico – dijo el azabache a su hermana
- Al final será algo mutuo así que las familias estarán bien, pero te necesitamos
- AAH NO, no mentiré algo así de grande
- No es mentira Gin, de verdad nos comprometieron
- Si Gin, solo fingiremos que nos gustamos, pero el compromiso es real
- Ay por dios, me iré al infierno, la santa no me aceptará
- Por favor Gin
- Si, por fis
Gin miro a ambos chicos suplicando, suspiro profundo – de acuerdo, pero no hagan eso
- ¡si!
- Y quiero algo
- ¿sí? ¿Qué quieres?
Gin sonrió – quiero ropa de chico, pantalones.
Ambos chicos se miraron, subieron sus hombros – de acuerdo
Los Akutagawa se retiraron por la noche, Atsushi y Ryunosuke se tomaron de ambas manos mirándose el uno al otro para despedirse, eso dejo felices a los duques y a los reyes. Después de marcharse, los reyes fueron detrás de Atsushi para saberlo todo, mientras tanto, en el carruaje, Ryunosuke también era cuestionado por sus padres. - ¿Cómo se te ocurrió coquetearle al príncipe heredero al trono? – se quejó su padre – estaba tan nervioso por que su majestad no te fuese a ejecutar, fue un momento tan intenso, me redujeron como 10 años de vida
- Padre yo no hice nada de eso – se quejo
- Cierto, lo de mi hermano y Atsushi fue natural – defendió Gin
- Gin, no hables así, sigue siendo el príncipe Atsushi
- Él me ha pedido hablarle con confianza, ahora somos cuñados
- Es una suerte que el Rey prefirió a Ryunosuke antes de Osamu Dazai, por suerte no te mando a matar por pretender a su hijo – menciono
- Padre, madre, se que deben estar algo asustados pero lo que Atsushi y yo sentimos es especial, y creo que los reyes comprenden eso.
- Simplemente estamos asustados
- Si amor, hemos sido salvados por Atsushi, no sería educado abusar de ellos
- No es abuso, Atsushi y yo nos queremos, si no, no hubiera ido al oasis con él
- Cierto que fuimos informados de que querías ir con él y Gin se termino uniendo
- Soy su tapadera – se quejó Gin haciendo a sus padres reír.
Habían llegado al ducado Akutagawa, su padre y Ryunosuke terminaron en la oficina de esté, habían decidido hablar de lo ocurrido; así que se sentaron sobre el mueble, frente a frente, su padre suspiro profundo – Hijo, ¿sabes en donde nos hemos metido?
- Si, tengo un precompromiso con el príncipe del reino Ruzel donde vivimos
- Cualquier... mal entendido podría afectarnos, no estoy pidiéndote que bajes la cabeza, pero te pido tengas sabiduría para que no nos metamos en problemas
- Lo entiendo padre, tengo una gran responsabilidad ¿no?
- Si, pero ante todo... Si quieres terminar el compromiso, se amable, pero hazlo
- Gracias por el apoyo padre
- Ante todo, soy tu padre – menciono sonriente
Ryunosuke se acercó abrazando – te amo
- Y yo a ti, mira como has crecido... Ahora estas comprometido...
- Está bien padre, Atsushi es un chico adorable
- ¿si es lindo?
- Si, se pone totalmente rojo con tantito decirle algo
- Supongo que es buen chico, no dudaría de tus gustos
- Yo creo que es algo bobito, hay que cuidarlo.
- Cuidémonoslo
Ambos terminaron riendo por ello, hablaban como tener contento a Atsushi y como ser coqueto ante el reino, todo era parte de la locura que se acercaba.
...
¡Que vivan los novios!
¡Gracias por leer!
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