Capítulo 28
Ryunosuke y Atsushi pasaban sus días en la habitación real, sentados en la sala, solo ellos dos, el rey algo preocupado pregunto a Tanizaki, pero este le aseguro que cuando se asomaba para ver todo como el rey le pidió, solo estaban platicando. Así era, Ryunosuke y Atsushi estaban llenando sus mentes de la línea del tiempo, los procesos políticos, comercio, cualquier acción legal o cualquier cosa que su padre y Osamu habían hecho, lo bueno y lo malo, Ryunosuke quería saberlo todo para saber a qué enfrentarse.
- Ryu
- ¿sí?
- ¿está bien que llame al rey Rampo?
- Si, por supuesto, aunque sigue dándome nervios esa carta que quieres enviar
- Está bien, te dije que hay cosas que no puedo decir, pero créeme, no me he comunicado con Rampo desde pequeño, pero estoy seguro de que me aprecia
- De acuerdo, sigamos por el plan
Unos días después
Osamu hacia lo suyo, en el ducado de Wind aprendía de Rimbaud un viejo sabio sacerdote, se creía desaparecido cuando lo encontró. El gran sabio sacerdote que era miembro del antiguo ducado de Sheep. – De verdad quiero ver a Paul – se quejó.
- Te encontré en una mazmorra, por lo menos ayúdame con esto
Rimbaud suspiro. Su ave apareció y sonrió – deberías ir a ver al príncipe ahora
- ¿Cómo tu ave sabe esas cosas?
- Las sabe, y deberías estar agradecido por ello
- De acuerdo, iré. Solo porque me ayudo a encontrarte
- No sé cómo entendiste a Beltros, pero solo por eso estoy agradecido
Se levantó pidiendo que prepararan su carruaje y Rimbaud sonrió - ¿Ya los encontraste? – pregunto a su ave y esta asintió – me alegra tanto saberlo... ¿Seguro que son ellos? – volvió a preguntar, su ave volteo la cara. – Lo sé, Chuuya era muy joven – murmuro – por favor, consigue algo de su cabello.
Beltros levanto su vuelo dejando a Rimbaud en el ducado de Wind.
Voló nuevamente hasta el palacio real, allí miraba fijamente a Atsushi sonriente.
- Hijo – le llamo el rey
- ¿si majestad?
- Ryunosuke no ha llegado hoy ¿paso algo?
- No, nada majestad. Es que tiene cosas que hacer con Gin
- Comprendo, lo extraño
- Se ha encariñado mucho con mi prometido
- Es un buen chico, estoy feliz por ti
- Si, también estoy feliz...
A la sala familiar, entro Naomi con Kazuya – chicos, están aquí – dijo el rey
- Kazuya, amor, nuestro pequeño está creciendo
- Si, así es y, además, creciendo bien. Atsushi, ¿y si vamos al templo?
- Sí, quiero ver a Fyodor
Tocaron la puerta, era Paul y Chuuya – majestades, ¿podemos hablar?
- Sí, claro.
- Naomi puedes traer más té
- A sus ordenes
- Siéntense – pidió el rey
Naomi se retiró mientras Paul y Chuuya pudieron sentarse frente a la familia real
- Cuéntenme, ¿Qué chismecito?
- Me temo su majestad, que seguimos el ave que el duque Akutagawa nos informo
- ¿es algo malo?
- La presencia fue desvaneciendo y cuando quise usar un rastreador me fue bloqueado, esto es obra de un mago poderoso, y únicamente me enfrenté a uno así en mi vida, lamentablemente falleció
- ¿creen que esta en búsqueda de Atsushi?
- No puedo saberlo majestad, pero mi hermano, Chuuya conoce de estos bloqueos
- ¿seguro Chuuya?
- Majestad, no puedo dar fe. Los aprendí siendo apenas un niño, cuando el gran sabio sacerdote del ducado sheep, pero doy mi palabra de proteger al príncipe así me cueste la vida
- Esperemos que no llegue a eso, entonces – el rey miro a Atsushi
Atsushi aún se sentía inseguro, admitía que Chuuya ahora estaba de su lado, pero sabía de su amor profundo y secreto por Osamu, ya fue capaz de asesinarlo en el pasado, así que
- Confía, yo estoy contigo, y si estoy yo, nadie puede contra ti – expreso Rashomon
- Si, tienes razón
Atsushi les sonrió – Chuuya, por favor, se mi sombra
- Será un honor.
Chuuya fue designado a estar todo el tiempo con Atsushi. Esa noche, el duque de Wind apareció, por la hora, los reyes lo alojaron en una habitación anexa al castillo, pues al estar en el mismo castillo podían hablar de Atsushi, quien estaba comprometido.
Esa noche, Chuuya pidió cambio con Tanizaki, estaba decidido a algo, y eso era confesarse, solo quería expresar sus sentimientos y no perder nada en ello, quizá un corazón roto y continuar.
Llego ligeramente sudado por correr y escalar, toco la puerta del balcón haciendo a Osamu quien estaba sentado se asustará de momento, abrió las ventanas viendo a Chuuya y sin dudarlo le abrió – Chuuya, ¿Qué haces aquí?
- Pedí relevo, quería verte
- Siempre tan dulce Chuuya, sabes
- Osamu, escúchame – pidió casi en orden haciendo al castaño sorprenderse – hay cosas que debemos hablar
- Si, ¿Qué cosas?
- En primer lugar, eres un lunático
- Hey
- Demasiado ambicioso, idiota, manipulador y egocéntrico
- No se si tan egocéntrico pero
- Pero déjame hablar
- Si, continua
- He llegado a pensar que eres un maldito bastardo de mierda
- Eso si dolió
- Te atreviste a coquetearle al príncipe en mis narices cuando creo que ambos sabemos de nuestros sentimientos – suspiro haciendo que su rostro se ruborizará – me gustas Osamu, estoy enamorado de ti
Aquello hizo a Osamu sorprenderse y sonrojarse, entonces sonrió tomando la mejilla de Chuuya – tu siempre aceptas lo peor de mi
- Por que todo tu eres de lo peor...
- Lamento mucho eso querido Chuuya
- Si lo lamentas, dedícame tu vida
Osamu sonrió y tomo las dos mejillas de Chuuya – hare de todo para que pases la vida entera conmigo, y yo la vida entera contigo
Ambos se acercaron, fueron cerrando sus ojos hasta que unieron sus labios en un beso.
Se miraron por un momento, Chuuya sonrió y Osamu también, aunque su sonrisa también llevaba gran sorpresa – Chuuya...
- No digas nada, no lo arruines
- Pero
- Si lo arruinas te mataré
Osamu solo se acerco a volver a besarlo, Chuuya le correspondió. El saco que llevaba puesto fue bajando por sus brazos lentamente, la soga en el cabello ligeramente largo de Chuuya fue soltado, ambos se miraron a los ojos, entonces, los besos pasaron a sus cuellos, sus manos comenzaron a quitar los botones y la cama comenzó a ser revuelta.
Sus respiraciones se aceleraron cuando se vieron uno encima del otro – Chuuya... yo
- Si sigues hablando, te quitaré
- ¿no te gusta esto?
- Al contrario...
Su beso volvió despojándose de sus pantalones, Chuuya abrazo a Osamu con sus piernas, ambos cuerpos se calentaban, sus manos se acariciaban, sus cuerpos fueron frotándose y moviéndose, los suspiros aumentaron mientras uno entraba en el otro.
Unas horas más tarde en plena noche, ambos dormían con tranquilidad.
Por la mañana, temprano, Tanizaki estaba cabeceando cuando llego Chuuya - Chuuya, ¿paso algo?
- No, solo... me distraje, discúlpame Tanizaki
- Está bien, iré a desayunar y tomaré una siesta
- De acuerdo, ten un buen descanso.
Tanizaki se marchó, Chuuya abrió la puerta viendo a Atsushi dormir con Rashomon en una almohada al lado, suspiro aliviado y después salió de la habitación – no puedo creer lo que hicimos anoche – murmuro sonrojado.
Más tarde, Atsushi se había arreglado para salir con Ryunosuke, aunque primero debía atender a la visita, los reyes charlaban con Osamu mientras que Naomi abrió la puerta a Ryunosuke, Atsushi llego unos momentos después sonriente de ver a Ryunosuke, Chuuya iba junto con él y en cuanto vio a Osamu se mantuvo serio pero sus mejillas se ruborizaron ligeramente.
- Duque Ryunosuke, bienvenido
- Hola altezas, duque Osamu, un placer verlo
- Igualmente, Ryunosuke, tenia un buen rato sin verte
- ¿Qué paso? – pregunto susurrante Ryunosuke a Atsushi
- El duque Osamu apareció aquí por la noche, tranquilo, se quedó en el anexo y Chuuya me cuido
Se sentaron en la mesa de té, Osamu miraba a Atsushi sonreír con Ryunosuke, lo sabía. Así que dejo la taza de te y miro a los reyes serio, pero con una gran sonrisa sínica que solo el conocía bien. – majestad
- ¿sí?
- Quiero ofrecer mi gratitud y completa devoción – menciono sonriente – como un gran duque, quisiera postularme a ganar el corazón de su joven hijo – menciono sorprendiendo a Atsushi y a Chuuya apretar sus manos – príncipe Atsushi, ¿aceptarías desposarte con este joven duque? – pregunto con total confianza
Ambos reyes se miraron, miraron a Atsushi, el joven príncipe quito su sorpresa, - Duque, me halaga – menciono – aun soy menor de edad, no he podido decir mucho – explico y entonces poso sus manos en el hombro de Ryunosuke – pero estoy comprometido con el duque Akutagawa, Ryunosuke.
Dazai los miro, miro a los reyes – bueno, era el primer candidato – menciono mirando al rey – incluso se me fue entregada una carta, como se acerca su cumpleaños pensaba precisamente en declararme – añadió. - ¿no es lo correcto majestad?
El rey arreglo su garganta – aunque si envié una carta, mi hijo es el que decide – dijo firme.
- No es como si no pudieras tener un segundo esposo – hablo Osamu
Atsushi se levantó molesto – estás faltándome al respeto
- El hecho de que el duque Akutagawa quien conoce de magia te ha hipnotizado es otra acción – dijo
- El duque Akutagawa no me ha embrujado – expreso molesto, entonces miro a su padre
- Duque wind, te pido que manejes correctamente tus palabras
- Yo únicamente quiero casarme con el amor de mi vida – expreso Osamu
Chuuya apretaba sus manos, Atsushi se levantó – Chuuya
- ¿si majestad?
- Acompáñame, necesito refrescarme tras tanta blasfemia
- Si majestad
Ambos se marcharon, los reyes, Ryunosuke y Osamu se quedaron, Ryunosuke suspiro – duque Osamu, ¿Por qué hace esto?
- Creo que soy más apto – miro al rey – puedo ser el esposo y para hacer feliz al príncipe, Ryunosuke puede ser su concubino, pero seamos realistas. Solo yo podría beneficiar al reino
El rey suspiro, Kazuya piso el pie de su esposo por debajo de la mesa, muy disimuladamente el rey se levantó – duque Wind, reunámonos la próxima semana para hablar de esto – pidió
- Lo comprendo, piense sus opciones – menciono mirando a Ryunosuke – así sabrá quién le conviene
Atsushi miraba desde su ventana como el duque de Wind dejaba el palacio, Chuuya unos pasos de él seguía sin entender lo que había pasado – Chuuya
- ¿si majestad?
- Ese tipo, es un imbécil, ¿verdad?
Chuuya bajo la cabeza, pero no quería sentirse menos, volvió a subir la cabeza firme – sí, uno enorme.
- Vere a mi padre
- Lo acompañare príncipe
- Gracias Chuuya – menciono sonriente – no quiero que nadie crea que tengo si quiera una pequeña pizca de sentimiento por el duque de Wind
- ¿ni una pequeña?
- En absoluto.
Chuuya sonrió con esperanza, aunque de inmediato se calmó, estaba frente al príncipe, pero este no lo juzgo, Chuuya comprendió, Atsushi podría ser un buen aliado.
...
¡Gracias por leer!
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