lobo noctugno
Vegetta había terminado su revisión y volvía cansado a casa, había recorrido el pueblo a pie y necesitaba un descanso. Aunque su descanso duraría poco puesto que le prometió a sus lobos salir hoy en la noche.
Vegetta, ahora como "lobo nocturno" recorría las calles, entrando en las casas robando todo lo que se encontraba guardado en los cofres e incluso hornos.
Ahora el oji-violeta pasaba por al lado de la iglesia para ir a otra parte del pueblo, pero un sonido dentro de esta lo detiene. ¿Acaso hay alguien mas robando en Karmaland? se preguntaba el de pelo azabache.
La curiosidad lo ganó y decidió entrar a la iglesia y tener una "amigable" charla con el otro sujeto para dejarle claro quien debe ser el único ladrón allí.
Una vez dentro de la iglesia el de ojos violeta no pudo evitar sorprenderse al ver al mitad oso ahí, seguramente estaría preparando la misa para mañana.
Rubius sintió una presencia detrás suya, se quedo quieto unos segundos para percibir que hacia el intruso mientras apretaba ligeramente una bolsa de cuero llena de minerales, pero no sintió ni pasos ni ruidos.
El castaño se dio la vuelta para comprobar si de verdad había alguien allí o sus sentidos le fallaron pero, solo vio los asientos recién colocados por él iluminados por la débil luz de la luna.
Al girarse de nuevo para volver a lo que estaba haciendo se encontró con una figura oscura salvo por los ojos violetas, estos brillaban hipnotizando al de ojos verdes lo que hizo que des aflojara el agarre de la bolsa.
El de pelo azabache al ver la bolsa dirigirse al suelo se agacho rápidamente para evitar su impacto con el suelo. Al tenerla en las manos vio la cara espantada del mitad oso y sus intenciones de quitarle aquella bolsa de sus manos.
Vegetta ahora como lobo nocturno le entro curiosidad por la actitud del castaño hacia la bolsa por lo que hizo una reverencia al contrario y huyo de aquel edificio dejando al mitad oso enfadado y nervioso. Una vez lejos del lugar el oji violeta abrió la bolsa y al encontrarse los minerales decidió volver a casa, ya iba a amanecer.
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