Espejismo

Capítulo IX

Estoy feliz, en mi palpitante corazón se ha instalado la semilla del ímpetu de la pasión desmedida. Observó con devoción al que es ahora mi esposo Santiago Medina desde el despacho. Está hablando con la asistente del bufete de abogados que representa y de donde es socio a pesar de su 25 años, su habilidad para ganar casos le ha merecido varios reconocimientos en el marco jurídico. Ella, al parecer es una chica muy amable, eficiente en sus funciones. A menudo acude a la casa para mantener al tanto a mi esposo de los casos bajo su gestión. En este instante, le muestra unos documentos que requieren su firma para su ejecución. Esto lo hace con amabilidad para que no tenga que ir a la oficina.

Desde el gran salón, disfruto con deleite de mujer enamorada de la estampa varonil de mi sensual marido. Ya ha notado que le admiro, me obsequia una sonrisa a la vez que me arroja un beso que yo simulo atajar con la mano para llevarlo a mi corazón de colegiala.

No puedo pedir nada más. Mi vida está completa. Tengo una magnífica posición económica, un estupendo esposo amoroso, un trabajo increíble en asesoría empresarial internacional y por supuesto mi status social que es de primera, aunque aún me resisto a pertenecer a los ricos burgueses que son unos superficiales y falsos. No pido más puedo decir que estoy plenamente realizada.

Aún recuerdo cuando me propuso matrimonio, fue tan gracioso que llegue a pensar que se burlaba de mí.

****

"El celular vibró en la mesa de noche, eran las siete y treinta seis de la noche. Vi un mensaje de texto de Santiago, ¡que extraño¡ creí que no nos veríamos hoy.

Lorelay necesito verte esta noche. Ven al Piano Bar del centro en la esquina de la Floristería "Mi amor eterno." T.Q.M Santiago.

Que tonto, bueno me da chance de arreglarme y ponerme el vestido nuevo, -me dije a mi misma-, me encanta el escote de frente que acentúa mis prominentes senos. O tal vez sea muy descarado. No... ese es el vestido que luciré para mi adorado Santiago.

Llegó la hora acordada y me dispuse a abordar el taxi que puntual ha venido a recogerme. Mientras voy en el auto, le envíe un mensaje a Santiago que voy en camino.
Al pasar unos 15 minutos, el taxi se detuvo al frente del lugar acordado. Enfile mis tacones al interior del local donde al fondo se podía ver al pianista; recuerdo que tocaba una hermosa melodía. En la recepción me indicaron donde estaba la mesa reservada, pero vi con preocupación que estaba sola, tomé asiento, en eso el mesero se acercó con la carta de vinos y otras bebidas, sin embargo preferí esperar a que llegará mi acompañante.

Me sentía un poco fuera de lugar e incómoda con la mirada de los hombres hacía el escote del vestido.

El tiempo fue pasando y yo seguía sentada, llamé en varias ocasiones al móvil sin obtener respuesta de Santi pues, en el celular una voz computarizada decía que se encontraba fuera del área de servicios; de nuevo el Mesonero insistió en ofrecerme una bebida y me negué. De pronto un jovencito de unos 17 años no mas, se acercó a la mesa.

-Buenas noches ¿Es usted la Srta. Lorelay?

-¡Si! -asientí con curiosidad.

-Este paquete es para usted, debe firmar el recibo de entrega, si es tan amables, firmé aquí por favor -dijo el chico, indicándome dónde, luego me hizo entrega de un enorme paquete.

"¿Que significa esto? Pensé mientra descubrí una tarjeta que decía: "¡Abreme!"

Procedi a quitar la envoltura y cuando logré abrirlo, dentro había otra caja, volví a quitar el envoltorio y sorpresa otra caja más pequeña así pasé un rato hasta encontrar una cajita con otra tarjeta que decía: "¡Tomame!"

Al abrir no cabía de mi asombro al ver un anillo de compromiso tan hermoso que de mis ojos empezaron a brotar lágrimas de felicidad. Miré a todo lados del local y no podía encontrar a Santiago. En eso caí en cuenta que debajo de la caja del anillo había otra tarjeta tiernamente decorada con letras doradas que decía:

¡¿Quieres ser mi esposa?
Si acepta buscame fuera del local. Sé con seguridad que dirás que si amor!

Tomé la cajita junto con el anillo y salí casi que volando del Piano Bar. Afuera con una sensual sonrisa estaba el hombre de mi vida, me arroje en sus brazo y con toda la emoción del mundo grite:

-¡¡¡¡Si si si si acepto casarme contigo amor!!!!!

Nuestras bocas se juntaron en el ardiente beso que sellaba nuestro compromiso de amor eterno. Luego de unos meses de preparativos me convertí en su amante esposa"

****
Aún seguía sumergida en mis recuerdos cuando alguien me retornó al mi presente.

-¡¿Desea una taza de té?!

Era la asistente de mi esposo.

-Claro, pero no te hubieses molestado -contesté amable.

-No se preocupe, no es ninguna molestia.

En fin, todo marcha bien y espero que siempre nuestro amor nos brinde toda la alegría que juntos viviremos con la bendición de Dios bendito.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top