- Vincenzo? - preguntó temerosa.

- Si.. quiere hablar contigo -

Sus manos empezaban a sudar y una gran ansiedad llenaba todo su cuerpo, a pesar de esto ella siguió caminando por un pasillo de la lujosa mansión hasta llegar a la puerta.

- Vincenzo.. ¿Qué haces aquí? - El estaba empapado por la lluvia.

- ¿Es cierto? - parecía devastado.

- ¿Qué? - La castaña sentía que se desmayaría en cualquier momento.

- Nuestro bebé.. ¿Nunca murió? - La voz de Vincenzo se coartaba por el llanto que trataba de esconder.

- ¿Quien..? - De un pronto a otro ella también lloraba silenciosamente.

- ¿No murió cierto? - Preguntó nuevamente.

La fémina estaba en completo Shock. Quien sea quien intentaba destruirla había esperado un año para hacerlo.

- ¡CONTESTA! - La tomó de ambos brazos -Te lo suplico habla..-

- Sí.. Nuestra bebé sobrevivió..-

- ¡¿Cómo es que pudiste ocultármelo?! ¡También tiene mi sangre Tn! -

- Lo siento ¡pero ella estaría en peligro si se enteran de que es tu hija! Yo me muero si algo le llega a pasar a Lilac Vincenzo -

- Pudimos haberlo ocultado Tn.. Pudimos haberla criado juntos.. pero me quitaste todo, me quitaste mi más grande sueño, formar una familia junto a ti - Sus lágrimas seguían saliendo.

Cassano se sentía decepcionado, triste y su corazón dolía. Ese bebé por el que tanto lloró durante mucho tiempo, estaba a salvo.

- Realmente lo siento.. pero lo hice por su bien-

- Entiendo que la quisieras proteger, pero también tenía derecho a saber que tenía una hija no crees? -

- Quiero que lilac lleve una vida tranquila, quiero que tenga una vida normal en la que no tenga que estar temiéndole a la muerte todos los días. Se muy bien lo que hice y mis razones, pensaba en trabajar unos meses más y luego irme a Canadá y empezar una nueva vida junto a mi hija pero ahora..-

- ¿Qué ocurre? -

- Yo.. Te lo diré luego - Sus ojos evitaron a toda costa toparse con los de él.

- Bien, trataré de comprenderte, sé que solo querías el bien de nuestra hija pero también me lastimaste -

- Gracias, Vincenzo..-

- Ten en cuenta que desde ahora formaré parte de su vida, así que cualquier decisión que tenga que ver con nuestra hija deberás decírmela también -

- De acuerdo..-

- Puedo.. ¿verla? -

- Claro, pero antes debo decirte algo -

- ¿Qué? - Vincenzo estaba un poco extrañado.

- Estoy embarazada -

- Espera.. ¿Es..? -

- Si, el bebé que estoy esperando es tuyo -

Vincenzo no siguió esperando para atraer a la castaña entre sus brazos.

- VelvetSOda