Capítulo 7:

Traté de acomodarme el pelo y me quite algunas manchas de pintalabios antes de salir del baño. Dimitri había salido antes de que me retocara y yo había aprovechado para parecer algo presentable. Terminé de acomodar el vestido cuando me di cuenta de algo. No tenía mi ropa interior. Comencé a buscar por el suelo del baño pero no había ni rastro. Ese capullo... Seguro que esto era cosa suya. Algo acalorada y aún con las mejillas rojas abrí la puerta del baño justo para toparme con Vera.
- Tardabas mucho y he empezado a preocuparme - dijo inspeccionándome de arriba a abajo.
No me dio tiempo a responder. Su mirada pasó a ser algo curiosa y mostrar ciertas dudas. Me apartó y entró al baño. Cuando se dio la vuelta tenía una sonrisa pícara en los labios.
- Aquí huele a sexo. Dime pillina, ¿con quién ha sido?
De nuevo no me dio tienpo a responder antes de que su expresión cambiara. Abrio la boca y se llevó ambas manos a los labios.
- Me he cruzado con Dimitri justo al salir de la sala. Me ha parecido verle algo de pintalabios rojo.
Soltó unos gritos de emoción y comenzó a dar saltitos mientras aplaudía emocionada.
- No me lo puedo creer. Así que no te has podido resistir a repetir. Espera - se detuvo un segundo.
Vera era como un libro abierto y de nuevo su expresión cambió dejando entrever sus emociones.
- Acabáis de hacerlo aquí - dijo como si realmente se diera cuenta de lo que eso implicaba -. No, no, no. No quería esas imágenes en mi cabeza - lloriqueó.
- Vámonos antes de que te dé por cambiar de personalidad por quinta vez - bromeé.
Volvimos al pasillo y nos dirigimos a la sala.
- Veo que habéis solucionado lo de esta mañana - comentó.
- Podría decirse así.
- Creía que no ibas a dejar que jugara contigo.
Gruñí algo molesta.
- Ya me vengaré. Realmente me saca de mis casillas.
- Parece que no lo suficiente - me picó dándome un codazo suave en el brazo.
- De verdad no entiendo que me pasa con él. Soy incapaz de mantener nada bajo control.
- Estás loca por él. Admítelo - insistió canturreando.
- De eso ni hablar.
Cuando regresamos a la sala, la mayoría se habían vuelta a sentar en los sillones de terciopelo. Alexei se había colocado junto a Hayden sin dejarle un solo centímetro de espacio a su lado. Nikolai estaba sentado en uno de los sillones individuales y Vera se sentó sobre su regazo. No iba a sentarme junto a Alexei y Hayden a pesar de que quedara hueco por lo que pasee la vista por los sitios que quedaban: otro sillón individual y en frente otro un poco más grande en el que estaba sentado Dimitri. Me senté junto a él y me incliné para poder hablarle al oído.
- Tienes algo que es mío.
- ¿Tu corazón? - contestó con tono cínico.
- Más te gustaría. Devuélvemelo.
- No sé de qué me hablas - dijo con tono de no haber roto un plato en su vida.
Le fulminé con la mirada.
- La sonrisa inocente no va contigo.
- ¿Por qué no nos vamos a la sala VIP? - propuso Vera -. Podemos jugar a algo.
- Es una gran idea - contestó Alexei poniéndose en pie.
Todos nos fuimos a la quinta planta y entranos en una sala menos abarrotada con fuertes luces de colores azules y morados, con elegantes sillones blancos de bordes dorados repartidos en grupos y con su correspondiente zona para bailar o pedir bebidas. Nos colocamos en una zona apartada con 4 sillones dobles. Vera y Nikolai se sentron en uno de los sillones y me fije en que Hayden cogía de la muñeca a Alexei para guiarle a otro sillón. Vi que Dimitri se dirigía a uno de los sillones y yo me separé para ir al que estaba enfrente. Vera se inclinó sobre la tablet que había sobre la mesa de cristal y pidió varias bebidas. Un camarero no tardó en traernos todo.
- ¡Empezamos con ronda de chupitos! - propuso Nikolai.
Cada uno se colocó 4 vasos de chupitos delante y los llenamos de vodka.
- Venga, Natasha. Haz la cuenta atrás - me animó Vera.
- Tres... dos... uno... ¡ya!
Nos lanzamos a por los chupitos y yo me bebí los míos a gran velocidad y sin pestañear. Cuando terminé observé al resto. Dimitri tardó a pensas un instante más en dejar el último vaso de chupito sobre la mesa, Vera y Alexei también tardaron poco más en terminar, Nikolai aún iba por el tercero y Hayden se había atragantado con el último. No pude evitar reírme.
- Bien. Empecemos con Verdad o Reto. No hay mejor forma de conocer a la gente - propuso Vera.
Parecía encantada llevando la situación. Parecía una organizadora de eventos dando órdenes por doquier.
- Empiezo yo - saltó Alexei emocionado alzando la mano.
Sonreí divertida por su energía.
- Natasha. ¿Verdad o reto? - me preguntó.
- Verdad - contesté.
- Bien. A parte de las carreras ilegales, ¿qué más has hecho?
Vaya. Empezábamos fuerte. Lo cierto es que me alegró la pregunta porque de esa manera podía abrir un tema que llevaba toda la semana queriendo comentar. Yo sabía que todos ellos pertenecían a la mafia y dado que todos ellos sabían de mi participación en las carreras suponía que eran conscientes de que yo les había identificado. Sin embargo, solo quería asegurar que no había ningún tipo de tabú o duda al respecto.
- No sé si todos los oídos son aptos para ello - contesté.
- Creo que podré soportarlo - contestó Vera dándose por aludida.
No pude evitar sonreír de nuevo.
- Si vamos a decir la verdad, empecemos por vuestras familias. Todos aquí sabemos quienes sois y en que andáis metidos.
- Así que lo sabes... - murmuró Vera algo avergonzada.
- No es de extrañar - le animó Nikolai rodeando su cintura con el brazo.
- Vera. He hecho cosas peores de las que vas a hacer tú nunca. No tienes que preocuparte por mi opinión al respecto.
Eso pareció animarla.
- Respondiendo a tu pregunta - dije devolviendola vista a Alexei -, a parte de las carreras ilegales también he sido stripper y asesina a sueldo.
- Wow - contestó Alexei.
Todos se habían quedado boquiabiertos y la mirada de Dimitri tenía un brillo sádico.
- Bien. Mi turno - anuncié.
Miré a todos uno a uno preguntándome a quien podría elegir.
- Vera. ¿Verdad o reto?
- Verdad - contestó con una sonrisa alegre.
- Ignorando que estás con Nikolai y las orientaciones sexuales de los presentes, ¿con quién te acostarías?
Miró a su alrededor pensativa.
- Con Alexei - respondió tranquilamente.
- Si un día queréis llamarme no me importa hacer un trío - bromeó Alexei.
Todos dejamos escapar una pequeña risa.
- Hayden. ¿Verdad o reto? - preguntó Vera.
- Reto - contestó.
- Sube una foto a Instagram mordiéndole la oreja a Alexei.
Hayden se puso rojo como un tomate y miré a Vera sorprendida por su maldad.
- Soy todo tuyo - dijo Alexei colocando su mano en la pierna de Hayden.
Hayden sacó el móvil y tras poner la cámara, se giró hacia Alexei y le mordió el lóbulo de la oreja. Sonó el click de la foto y una vez subida se lo enseñó a Vera.
- Pienso devolverte esta - dijo fulminando a Vera con la mirada.
Ella le respondió con una mueca y sacando la lengua.
- Nikolai. ¿Verdad o reto?
- Verdad.
- Si tuvieras una pistola con dos balas y estuvieras en una sala con tu profesor de Derecho Penal, Viktor Sokolov y Hitler, ¿a quién dispararías?
- ¿Acaso hay dudas? Dos balas para Sokolov.
Todos rieron pero realmente no entendía que sucedía con él. Entendía la rivalidad entre familias de la mafia pero la había visto en otras ocasiones y eran más similares a una amistd forzada o a un rencor demostrado de forma pasivo agresiva. Aquel odio tan directo era demasido para tratarse de una simple rivalidad o disputa.
- ¿Qué tenéis contra él? - pregunté.
- Es... complicado - contestó Nikolai.
- Puede que conozcas nuestro negocio pero hay cuestiones que no se comparten así como así - dijo Hayden con tono amable.
Intentaba que no me sintiera desplazada y que no me topara mal la negativa.
- Está bien. No importa - le tranquilicé.
- Nikolai, es tu turno - le recordó Vera colgándose de su brazo.
- Está bien. Alexei, ¿verdad o reto?
- Verdad.
- ¿Qué tan en serio iba lo del trío? - preguntó inclinándose hacia alante con fingida curiosidad.
- Medio en serio - contestó él entre risas.
Nikolai también se rió con la respuesta.
- Dimitri. ¿Verdad o reto?
- Verdad.
- ¿Cómo te sentiste cuando Natasha te dio una paliza en la carrera?
Dimitri me miró y me lanzó una media sonrisa lasciva.
- Primero cabreado. Pero en cuanto la vi salir del coche me puso a mil - contestó con ese tono suyo raspado que hacía que el corazón se me acelerara.
- Uuuhh - dejaron escapar Nikolai y Alexei entre sorprendidos y emocionados.
- Natasha. ¿Verdad o reto?
- Reto.
Miedo me daba lo que pudiera preguntar aunque casi podía aplicarse lo mismo al reto.
- Ve hacia aquel grupo de allí, súbete a la mesa y baila por lo menos durante un minuto.
Mire la mesa que señalaba. Había 3 chicos y cada uno de ellos tenía una chica en el regazo.
- ¿Un minuto? Puedo bailarles una canción entera. Por lo menos una de las chicas no seguirá ahí cuando la próxima canción termine - declaré poniéndome en pie.
Me acomode el vestido y el pelo y me acerqué lentamente. Cuando la canción cambió di un par de zancadas hasta la mesa y me subí. Los tres chicos parecían algo sorprendidos y las chicas bastante molestas. Oí como varios de mi grupo me animaban dando gritos. Comencé a bailar al ritmo de la música moviendo las caderas. De vez en cuando me iba agachando suavemente y en todo momento me aseguraba de mover las manos tocándome el cuerpo o el pelo. Tal y como había predecido, dos de los chicos apartaron a su acompañante y se subieron a la mesa rodeándome, paseando sus manos por mi cuerpo y bailando conmigo. Uno de los chicos se puso frente a mí y pegó su cuerpo al mío colocando una de sus piernas entre las mías. Bailamos los dos al unísono y cuando la canción estaba terminando, me acercó a él y me besó. Me agarró el culo con ambas manos, apretando para acercarme a él y noté un bulto duro en su entrepierna. Unos segundos después la canción terminó, me separé de golpe y volví junto a mis amigos.
- Acabas de destrozar a ese tío - se mofó Hayden.
Todos se rieron al ver la cara de sorpresa y decepción del hombre. Dimitri no parecía tan contento. Me acerqué a su sillón y lo rodeé colocándome a su espalda. Pasé mis manos por sus hombros masajeándolos suavemente y me incliné para susurrarle al oído.
- Parece que alguien no esta contento con su resultado. La próxima vez deberías pedir que bailara para ti - le dije acercándome aún más y bajando mis manos por su pecho - ¿Creías que no sería capaz de jugar con otro que no fueras tú? Tal vez ya haya dejado de jugar contigo.
Con aquellas palabras solo pretendía molestarle y ver cual era su reacción. Con un movimiento rápido, agarró mis muñecas y tiró de mí obligándome a caer hacia delante. Mi espalda terminó apoyada contra el sofá y Dimitri me bloqueó el paso con sus brazos. Por las miradas de los demás vi que a ellos también les había preocupado aquella arriesgada maniobra. Flexióno los brazos y acercó sus labios a mi oído.
- Dices que vas a dejar de jugar pero parecías disfrutarlo muchísimo hace unos segundos en el baño - esta vez era él quien me susurraba a mí.
Me levanté ligeramente obligándole a retroceder poco a poco.
- Veo que te cuesta entender el no. No te preocupes, poco a poco te quedará claro - dije dándole unos suaves golpes en la mejilla.
Volví a mi sitio bajo la atenta mirada de todos los presentes. Parecían disfrutar del espectáculo y no me habría sorprendido si alguno de ellos tuviese un cuenco de palomitas.
- Se podría cortar la tensión sexual con un cuchillo - comentó Alexei.
Aquel comentario devolvió el aire de normalidad al ambiente y consiguió sacarnos una sonrisa a varios.
- Ahora soy yo quien necesita ir al baño. ¿Te importa acompañarme? - me preguntó Vera.
- Claro que no. Vamos - respondí poniéndome en pie.
Vi de reojo como todos se echaban sobre Dimitri y me imaginé la conversación que tendrían a continuación.
- Creo que pocas veces he visto a gente con tanta química como vosotros - me comentó.
- Realmente debería dejarlo. Y eso voy a hacer.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Necesito mantener el control. Es muy importante para el tipo de vida que llevo. Si me dejo llevar será imposible que nada acabe bien. Creía que podría con el tira y afloja pero realmente me hace perder la cabeza. ¡Ni se te ocurra decírselo! - me apresuré a decir al darme cuenta de lo que acababa de decir.
- Lo que se dice en el baño de las chicas, se queda en el baño de las chicas.
Al igual que en la otra planta, los baños aquí también eran pequeños aseos individuales. Ambas entramos a uno y aproveché para retocarme el pintlabios que había desaparecido prácticamente. Cuando Vera terminó, también se retocó y salimos para volver con el resto. Ella fue la primera en salir y vi como alguien la agarraba. Me apresuré a seguirla pero alguien me agarró por la espalda.
- Preciosa, no puedes montarme un espectáculo y luego irte como si nada cuando la cosa se pone seria - dijo el hombro que me había besado después del baile sobre la mesa.
A Vera la estaba sujetando el otro tío que había bailado conmigo por lo que a mi me debía estar sujetando el que había permanecido sentado. Trataron de movernos pero yo me negué a seguirles.
- Estáte quietecita o le rajamos el cuello a tu amiga - dijo señalando hacía la navaja que su compañero sostenía junto al cuello de Vera.
- Todo irá bien. Solucionaré esto - le dije al ver el miedo en sus ojos.
- Ya lo creo que se va a solucionar. Aunque no sé si como tú esperas.

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