Chapter 9: Falso
El tiempo pasó bastante rápido. Casi un mes desde la mudanza y la entrada a clases. Y las cosas estaban muy tranquilas.
Naruto aún no se rendía en tratar de hablar con Sasuke y Hinata, al igual que Sakura. Cada uno trataba de hablar con ellos como podian.Pero nada daba sus resultados.
Hinata siempre se mantenía firme a su palabra, mantuvo alejados a todos. Pero no solo a la pareja NaruSaku, sino también al resto de sus amigos. Y si debía hablar con ellos, solo hablaba con ellos lo justo.
Sasuke se por su lado se notaba más...sonriente, pero aquella sonrisa demoniaca que se ampliaba al ver a sus víctimas. Su plan había comenzado y tras haber hablado con Yahiko y su grupo de amigos, estos accedieron a ayudar al Uchiha menor. Aunque Itachi no lo quisiera.
Y Naemi, siempre tan atenta a cada cosa que decía Sasuke, atenta a cada movimiento y a cada cosa que pasaba con Hinata. Pero de quien nunca quito sus ojos fue de aquel muchacho rubio. A quien aún que se tratara de cosas sin sentido, siempre quería hablar con él. Porque estaba empezando a haber algo más de lo que ella pensaba.
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Era domingo, y el reloj marcaba medio día y Naemi apenas se estaba levantando, sentía que su cabeza le daba vueltas, y es que la noche anterior acordó en salir con Bee, y Utakata a tomar un poco...Un dato fue que llego a más allá de las tres de la mañana ahogada en alcohol. Era quizá la primera vez que Hinata veía a Naemi en esas condiciones. Pero al menos se dio cuenta del carácter de Naemi, pasaba a ser la chica más dulce del mundo. Y como todo tiene precio, Naemi se levantó con una fuerte cruda y con la cabeza a nada de estallarle. Se levantó para ir a la cocina, tomar algunas pastillas para el dolor de cabeza y algo de comida.
Al llegar a la cocina vio un tazón de fruta picada, un vaso de agua con dos aspirinas, unas pastillas y una nota que decía:
"Para Naemi
Hoy tengo que ir a comer con mi Papa. Y tengo un par de cosas que atender, así que no puedo ayudarte con las compras. Por las condiciones en las que llegaste ayer, te he dejado algo ligero y rico, también un par de aspirinas y unas pastillas para que te ayuden a sentirte mejor. Te he dejado la nota con las cosas que necesitamos en la puerta de la nevera.
Remarque las rojas, que son las más importantes. ¡Recuerda que es urgente comprara las cosas!
Perdona me por no acompañarte.
Te quiere
Hinata"
Naemi sonrió después de leer aquella nota. Hinata siempre tan considerada y amable. Dejo la nota de lado y comenzó a comer aquella rica y fresca fruta. Después se tomó las aspirinas y las pastillas las cuales le ayudaron de una forma impresionante a sentirse mejor en parte.
Después de comer, fregó el tazon.Tras terminar de limpiar tomo la nota leyendo lo que Hinata le había dejado. Sin duda era mucho que comprar, y es que las compras debieron haberlas echo la otra semana, pero no hubo tiempo. Provocando así que las cosas se les juntaran.
La joven Uchiha fue a su habitación a quitarse su pijama y arreglarse, y de paso, marcarle a Sasuke a que le echara una mano. Pero el moreno no atendía el celular.
-Maldición...contesta...-Murmuraba Naemi. El timbre siguió sonando y después el contexto.
-¿Qué quieres?-hablo de muy mala gana.
-Oye tengo que ir a hacer las compras y necesito que me ayudes-
-No puedo, tengo que llevar a Itachi al doctor.-siguió hablando pero con un tono más "amable".
-¿Qué?, ¿Qué tiene que le pasa?-se alarmo un poco.
-Ha estado mal casi todo el fin de semana...-
-Que mal-
-Lo sé. Tener que cuidarlo es horrible-se escuchó aquel tono de burla.
-Cuanto cariño-más sarcasmo era imposible.
-Igual al que te tengo a ti-A estas alturas, Naemi seguía preguntándose cómo era posible que se siguieran llevando bien. Sin embargo antes de que pudieran continuar, de fondo se escuchó la voz de Itachi, algo similar a un gemido de dolor, seguido de un "Sasuke..."alargando la "e".-Tengo que irme.-
-Está bien...cuídate y cuídalo...-sonrió.
-Lo que digas...-No fue necesario verlo para saber que estaba sonriendo.-Nos vemos-
-Nos vemos-
Después de colgar, Naemi se quedó pensando en quien podría ayudarle con las compras.
-¡Ah!, ¡Ya se!-comenzó a marcar nuevamente sobre su móvil y espero a que la otra persona atendiera.
-¿Hola?-
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-Pudiste haberme dicho que te habían quitado tu auto antes... ¿sabes?-Hablaba Naemi mientras trataba de tomar una caja de cereal.
-Si pero...-dijo el muchacho rubio mirándola tratar de tomar la caja de cereal.-No quería deberte más dinero-
-No pasa nada-Respondió Naemi.-El dinero siempre viene o va...-seguía estirando su brazo pero no lo alcanzaba.
Él no quería decirle nada sobre que le habían quitado el auto por las multas que no pago. Así que cuando le conto lo que paso, ella no dudo nada en darle el dinero para que le entregaron su auto. No se sentía muy cómodo con aquella idea, pero era eso o seguir pidiéndole a Sai que lo llevara a su casa. Y no quería seguir estando en ese auto con Ino...
-¿Te ayudo?-se acercó a ella.
-Por favor...-se hizo a un lado para dejar que el tomara el cereal.
-¿Te gusta este cereal?-Hablo Naruto mirando la caja de cereal dulce.
-¿Tiene algo de malo?-Dijo Naemi mientras tomaba la caja de las manos del chico y la ponía en el carrito.
-Es que a mí también me gusta mucho-sonrió. Naemi le sonrió de vuelta.
Sus ojos se encontraron y se quedaron mirándose unos segundos que bien parecieron eternos. Aquellos segundos les valieron para poder explorar dentro de sus almas. Naemi veía esos ojos azul claro, del color del cielo. Mostrando un destello tranquilo y lleno de ternura. Tanto así que le resultaba demasiado difícil asimilar que el alguna vez haya hecho algo tan malo.
Naruto por su parte, no dejaba de ver aquel iris oscuro, tanto como la media noche. Esos ojos llenos de cariño y comprensión, esos ojos aunque oscuros se veían tan brillosos y bellos. Era casi imposible pensar que esos hermosos ojos eran de los genes Uchiha.
Se seguían mirando, con sonrisas de tontos en los labios. Hasta que...
-¿Mph?, ¿Naemi?-la voz de Gaara la atrajo de vuelta de aquel viaje por los ojos del rubio. Se giró a verlo con sorprendida y avergonzada.
-¡H-Hola Gaara!-saludo con una sonrisa demasiado forzada. Naruto giro a ver al chico pelirrojo quien le miraba de una manera no muy amable.
-Hago las compras...-seguía mirando al rubio, casi desafiándolo con la mirada.
-También vine a hacer las compras...aun que era mucho para mí y le pedí ayuda a...-Fue interrumpida por el pelirrojo.
-Uzumaki Naruto...Más de media Universidad habla de ti-seguía con aquel semblante de lo que parecía ser desprecio.
-¿Así?-respondió Naruto, con una sonrisa de medio lado.- ¿Y que se dice de mí?-tal parecía ser que aquellos dos ya se conocían.
-Nada bueno-respondió los ojos aguamarina.
-Eh...-interrumpió Naemi.- ¿Ocurre algo?, ¿Gaara?, ¿Naruto?-hablo mientras dejaba que su mirada se paseara de uno a otro.
Ambos continuaron con su batalla de miradas, y no parecía que alguno fuera a ceder. Eso hasta que el pelirrojo se acercó hasta el rubio, quedando frente a frente.
-Aléjate de ella-ordeno.
-No-reto el rubio.
Ante tal gesto, Gaara frunció el entrecejo. Y empujo a Naruto haciendo que se golpeara contra la repisa de cereales. Menos mal que no había nadie cerca.
-¡Ya basta los dos!-Naemi se puso en medio de ambos, pero de cierta forma más protectora con el rubio.-Ya basta Gaara-El pelirrojo la miro, aun molesto.
-Es un imán de problemas...más te vale alejarte de él o esos problemas te involucraran a ti-advirtió.
-Gaara, por favor te pido de todo cariño que te vayas-Aquellas palabras sorprendieron no solo a Naruto sino a Gaara tambien.Quien chasqueo con la lengua.
-Como quieras...yo te lo he advertido-Tomo su compostura nuevamente.-Cuídate mucho-Y así el pelirrojo se marchó, no sin antes mandarle una hermosa vista de odio al joven Uzumaki.
-Gracias-hablo Naruto.
-No tienes porque-Dijo Naemi mientras tomaba el carrito de compras.- ¿Seguimos?-El rubio afirmo y siguió a Naemi para continuar con las compras.
Puede que haya olvidado decirle a Naemi que ya había tenido varios encuentros con el pelirrojo. Y ninguno de ellos había sido agradable.
Tuvieron muchas diferencias y Naruto no tenía muy clara la razón por la que Gaara lo "odiara". Pero no quería saberla, solo de simple vista sabía que ese chico tenía su carácter.
Pero Gaara tenía otras razones por las que odiaba al Uzumaki.
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Sakura estaba en su habitación mandando mensajes con Ino, charlando sobre cómo les había ido en los exámenes.
Después de la última semana necesitaba salir o distraerse de alguna manera, necesitaba sacar todo el estrés que se le acumulo en la semana. Así que tanto ella como Ino planeaban ir a una fiesta que daría un amigo de Sai.
Pero cuando recordó la palabra "fiesta" no pudo evitar que los recuerdos de la última fiesta a la que fue golpearan sin piedad su cabeza. La mirada de odio de Sasuke, los sollozos de Hinata...y esa mirada de vacío de Naruto.
A ella también le afecto, le afecto perder a Sasuke, de perder a Hinata...le dolía solo recordar. Era difícil verlos en la Universidad, verlos como miraban a casi todo el mundo con odio...ver a Hinata ya no ser aquella dulce chica que siempre fue, no ver a esa tímida chica. Y todo porque era su culpa.
-¿Quién me mando a enamorarme del?-se cuestión a sí misma.
Naruto era un chico maravilloso, era tierno, considerado...un idiota a veces, pero romántico lo amaba...lo amaba mucho. Pero a causa de ese amor, a causa de ese romance, lastimaron de la peor forma a personas inocentes.
Su mente viajaba por el mar de recuerdos...esos bellos y encantadores recuerdo de cuando todo era perfecto y estaba bien. De cuando salían los cuatro, aquellas tardes en los parques, las películas que veían. Pero ahora solo eran eso, un recuerdo de lo que fue. Un recuerdo que traía dolor, que traía melancolía.
-Sakura...Cariño te buscan-la voz de su madre llamarle la atrajo de vuelta de aquel mar.
-Ya voy-respondió mientras se colocaba unos zapatos.
Salió de su habitación, recorriendo el pasillo hasta llegar a las escaleras. Al bajar para llegar a la puerta principal, lo vio.
-S...Sasuke...-su nombre salió como un susurro de sus labios. No se podía creer que él estuviera hay, en el marco de la puerta mirándola con una sonrisa muy pequeña en sus labios.
-Hola...Sakura-respondió el.
No podía creerlo, simplemente no podia.Sasuke, hay de pie. Con una camisa negra y jeans iguales, mirándola con aquellos ojos negros que tanto amaba.
-¿Q-Que haces aquí?-se acercó poco a poco a la puerta, sin dejar de mirarlo.
-Vine a hablar contigo-hablo seriamente.
-P-Pero...tu...-
-Lo se...Lo se...-hablo.-Es solo que aún estaba molesto, ya sabes...y no pensaba bien...Pero ahora estoy aquí para escucharte y que podamos hablar-
Como si aquellas palabras le hubieran traído parte de su vitalidad sonrió ampliamente mostrando sus dientes. Estaba contenta y muy feliz. Sasuke después de tanto tiempo, después de todo, él había ido. Y estaba dispuesto a escucharla y quizá. A perdonarla.
-¡C-Claro!-casi grito de la emoción.
-Bien... ¿Quieres hablar aquí en tu casa o vamos a otro lugar?-Sasuke parecía tan amable, tal y como ella lo recordaba.
-Vayamos a otro lugar...-le sonrió.
Aviso a su Madre que saldría un momento y después salió con el moreno a caminar por la calle.
Al principio caminaban tranquilamente, como si lo que paso hubiera sido el recuerdo de un mal sueño. Como si nada hubiera pasado.
Sakura lo miraba de reojo y podía verlo con aquella mirada tranquila de siempre, ese semblante relajado y comodo.Aquello sin duda la hacía sentirse contenta. Tal parecía ser que Ino tenía razón, cuando le decía que Sasuke solo necesitaba tiempo.
Llegaron a un pequeño parque que estaba cerca de la casa de Sakura y caminaron hasta una pequeña banca donde se sentaron frente a frente.
Sakura miraba a Sasuke quien mantenía su mirada sobre ella. Esperando paciente a que ella hablara. Tomo una bocanada de aire, contuvo ese aire durante unos segundos y después lo dejo escapar lentamente.
Sakura comenzó a contarle cómo fue que pasaron las cosas. Dudando de momento si contarle a detalle de todo, pero sabía que si quería que el la perdonara tenía que decirle la verdad absoluta. Así que a riesgo de que el tuviera un estallido de cólera le conto la verdad, incluyendo las veces que ella y Naruto se habían visto.
Pero Sasuke no expresaba nada, solo prestaba atención a cada palabra que salía de los labios de la Haruno a cada cosa que decía.
-No espero que me perdones...Sé que no lo merezco después de todo el daño que te cause...-hablaba Sakura mientras agachaba su cabeza.-Lo siento mucho-Concluyo.
Un silencio se generó entre ellos, mientras Sakura esperaba a la respuesta de Sasuke. No se atrevía a mirarlo después de todo lo que le conto. Así que mejor se mantuvo con la mirada a sus manos.
-¿Entonces no quieres que te perdone?-su voz la hizo levantar su mirada para toparse con la de él. Aquellos ojos negros que la miraban intensamente, aquella pequeña sonrisa que tenía en sus labios. Pero aquella sonrisa tenía una ligera malicia en ella, la cual pasó desapercibida por Sakura.
-¿Q-Que?-dijo muy sorprendida.
-¿Quieres que te perdone?-Sakura se quedó bloqueada sin saber que decirle.- ¿Sakura?-volvió hablar el cuándo la vio tan distraída.
-Y-Yo... ¡Claro que quiero que me perdones!-casi grito de la emoción.
-Bien...pero sabes que no puedo hacerlo de la noche a la mañana, ¿sabes?-La Haruno asintió.-Así que tenme tiempo...-
-Todo el tiempo que quieras-respondió con una sonrisa. Sasuke mantuvo una sonrisa muy pequeña.
-Bien...Te acompaño a tu casa-Se levantó de la banca.
-Gracias-
Ambos caminaron de regreso a casa de la Haruno, Sakura ya sentía más confianza con el así que empezó a chalar con el de las cosas que pasaban en la Universidad.
Una buena charla, hasta que ambos se despidieron.
Se despidieron con un abrazo y después de eso ella se quedó en la puerta de su casa mirando cómo se marchaba el moreno.
Por fin, después de todo, después de tanto intentarlo ahora las cosas ya estaban mejorando, ya estaban progresando.
-Por fin...-dijo para sí misma. Con una sonrisa radiante sobre sus labios.
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Después de mucho tiempo terminando de hacer las compras, de risas y bromas. Los dos chicos salieron del súper mercado hasta el auto del Uzumaki. Donde comenzaron a guardar las cosas en la cajuela del mismo.
-Oh rayos...-Dijo Naemi.
-¿Qué paso?-pregunto el rubio mientras acomodaba las bolsas.
-Olvide....-Naemi se sonrojo de momento.-Comprar una cosas... ¿Me esperas aquí mientras voy a comprarlo?-Naruto afirmo.-Bien...no me tardo-Ella sonrió y después fue rápidamente a comprar lo que le faltaba.
Naruto siguió acomodando las cosas mientras pensaba en muchas cosas, una de ellas era que iría a casa de Naemi, y por cociente, la casa de Hinata. Al principio se puso nervioso por pensar en que vería a Hinata, pero Naemi le conto que ella no estaría.
Aun que de todas formas se puso algo nervioso por la idea de estar a solas así con Naemi, no era que no hubiera estado a solas ya....pero a él le paso algo...
-Solo fue un sueño-trato de conversarse a sí mismo.-Solo eso...-
Y es que el joven rubio había tenido un sueño nada inocente con ella de protagonista.
Trato de espantar aquellos pensamientos con el ruido del cerrar de la cajuela y el cerro con fuerza.
-¿Estás enojado?-aquella voz lo tomo por sorpresa haciéndolo que casi saltara de su lugar.
-¡S-Sasuke!-grito al ver al moreno.
-¿Qué tal?-saludo con una sonrisa algo siniestra en sus labios.
-¿Qué haces aquí?-lo miro a los ojos de forma seria.
-Quería hablar contigo-se cruzó de brazos mirándolo con suma tranquilidad.
-¿Hablar?-ahora mismo Naruto estaba muy sorprendido por la nueva respuesta de Sasuke.
-Sí, hablar.-siguió mirándolo.-Sé que no he querido hablar contigo desde lo que paso...pero debes entenderme, estaba muy molesto-Naruto sonrió.
Por que parecía ser que después de tanto tiempo intentando al fin había tenido éxito. Realmente no le dio importancia al porqué de cambio de actitud del pelinegro, pero aquel cambio lo hacia sentirse muy feliz. Ya por fin podía hablar y arreglar las cosas con su mejor amigo...Podían restaurar su amistad.
Así que mientras Naemi regresaba de comprar lo que le hacía falta, ellos se pusieron a charlar. Sasuke prestaba mucha atención a cada cosa que decía Naruto. No lucia molesto o disgustado solo tranquilo y atento.
Naruto explicaba su versión de los hechos, contando que él amaba a Sakura desde hacía mucho tiempo, pero al saber que ella solo le iba a corresponder a su amigo se rindió y la dejo ir. Pero aquel día que estaba con ella, aquel día que la tuvo solo para él, logro enamorarla. Y después todo paso muy rápido.
-No quería lastimarte...no quería nada de esto...Pero...yo...-ambos se miraban a los ojos.-Lo siento.-
-Bien-Después de todo lo que le había contado, después de todo lo que le había dicho... ¿respondió con un "Bien?.-Tu disculpa se escuchó sincera...y más te vale que lo sea.-continuo el moreno.-Eres mí mejor y amigo...y realmente no quiero perder nuestra amistad...-
-Tu también eres mi mejor amigo... ¡Por eso no me rendí en tratar de hablar contigo!-dijo Naruto.
-Lo se...por esa misma razón he aceptado hablar contigo...y perdonarte-mantuvo una sonrisa algo retorcida, pero eso no le importo a Naruto.
-¿Vas a perdonarme?-Parecía irreal.
-Somos amigos...-Aquella respuesta saco una sonrisa de los labios del Uzumaki.-Pero no puedo hacerlo de la noche a la mañana...así que tendrás que esperar un poco a ganarte todo mi perdón...¿de acuerdo?-
-Seguro-respondió con una sonrisa pequeña.
Antes de que chalar continuara, Naemi apareció con una bolsa.
-¿Puedes creer que me cobraran tanto por unos...?-su vista se posó sobre Sasuke.-Sasuke...Hola...-
-No parecer muy feliz de verme-se cruzó de brazos.
-Te veo a diario...verte un día no me haría daño...-Era extraño.-A demas me acompañaste y estoy molesta por eso-fingió su enojo.
-Tenía que llevar a mi hermano al doctor...además...-sonrió de forma perversa.-Tienes a una mejor compañía que yo-aquella mirada hizo sonrojar a ambos chicos.
-Idiota-hablo Naemi mientras su vista se posaba sobre la muy interesante piedra del suelo.
-No podía dejarla sola...Es una dama que necesitaba ayuda.-dijo Naruto mientras se rascaba la nuca algo nervioso por aquella insinuación de su amigo.
-Te meterás en problemas si sigues ayudando así a las mujeres-aquel comentario lastimoso de Sasuke hizo sentir mal a Naruto, quien agacho la cabeza casi de inmediato.
-No lo culpes por ser tan buena persona-lo defendió Naemi.-Al menos el ayuda-
Escuchar aquellas palabras salir de los labios de Naemi lo hizo levantar la mirada para verla, ver aquellos ojos desafiantes contra Sasuke, quien solo frunció sus labios.
-Como sea...-hablo el Uchiha menor.-Debo ir a recoger a Itachi...Te veré despues, Naruto...Naemi...-se despidió de ambos con una sonrisa un tanto retorcida.
Los otros dos se despidieron de él, mientras lo veían irse.
-Al fin...-hablo Naruto.-Después de tanto insistir...al final acepto escuchar...y perdonarme-su tono se escuchaba muy contento.
Naemi solo se le quedo mirando...Si no fuera porque lo concia...diría que es un hipócrita de primera, pero...este no era el caso.
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Lamento la demora...(ya no es novedad),pero...creo que la palabra "Tengo un juego nuevo",y "Yo",no podemos ir en la misma oración sin tener "Me vicio" en ella ._.
¡No es mi culpa!....Es culpa de...de...¡De ese juego! (?). Okno
Bien...ya tratare controlar el vicio...sino...Realmente no se que me pase xD
Aun así,espero que les este gustando. Muchas gracias por los comentarios y votos,realmente me ayudan mucho.
Att
Midna-Nightly x3
PD:¡Me vicio xD !
PD1: ¡Gracias x3 !
PD2: Disfruten del sensual gif de la sonrisa angelical-demoníaca de Sasuke x3
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