Chapter 25: Te amo

24 de Diciembre, estaban dos chicas, en aquella habitación de hospital, juntas sobre el sofá, con una cobija cada una para protegerse del frío. Ambas tenían una taza de chocolate caliente y una pequeña tarta de queso y moras.

En sus vidas pudieron haberse imaginado pasar aquella noche antes de la navidad en aquel lugar, esperando a uno de esos llamados "Milagros Navideños"...

-Se ve tan lindo...-dijo Hinata mirando aquello.

-¡Era tan tierno de pequeño!-dijo Naemi.

La Uchiha le había pedido a Itachi que buscara el álbum de recortes de la familia, mismo que si Sasuke llegaba a ver, la mataría por mostrar aquello a Hinata. Un álbum lleno de fotografías de él de pequeño, desde sus momentos más vergonzosos hasta aquellos que ablandarían el corazón de cualquiera.

Pero había una que en particular le gustaba a Hinata, y esa misma había sido una donde salía el pequeño dormido sobre una caja de tomates con la boca roja y un tomate en su mano a medio comer. Aunque entre más fotografías veía, más sentía el corazón derretirse de ternura.

No era una mala intención por parte de Naemi, solo quería mostrarle a Hinata un lado que casi nadie debía conocer de él. Mostrarle aquellos recuerdos tan hermosos que estaba segura que el moreno guardaba en lo más profundo de su corazón, encerrados con llave donde no puedan salir con facilidad para atormentarle, porque muy a su pesar, aquellos recuerdos tan hermosos, se vieron manchados con la muerte de sus Padres.

Miraban el álbum hasta terminarlo, si la Hyuga tenía alguna duda sobre cómo se había hecho alguna fotografía, la Uchiha con gusto le contaba la pequeña anécdota, si es que la conocía.

Y así el tiempo había pasado, llegando a marcar más de media noche, cerca ya de la una de la mañana.

-Sasuke se veía tan feliz en esas fotos-dijo Hinata.

-Si... era un niño muy feliz-la rubia le sonrió.-Pero... tras la muerte de sus Padres...-

-¿No eran Tíos tuyos?- Después de todo el tiempo que se habían conocido, jamás pudo preguntarle ese duda. Si según eso, eran familia, ¿Cómo es que lo eran, si sus Padres no eran hermanos?

-Bueno... Mi Madre es de otra familia, y mi Padre si es Uchiha, pero son Uchihas de otras ramas de la familia, bien se podría decir que solo somos familia por el apellido, honestamente no somos sanguíneamente familia...-se llevó una mano a la barbilla pensativa, esperando haberse explicado bien.- No sé si me hayas entendido.-

-Si... lo entiendo-ella sonrió.

-¡Bien!...ah, cierto...-Naemi se levantó de su lugar y camino hasta la mochila que había traído donde siempre tenía algo para pasar el rato, saco una pequeña caja envuelta en papel de regalo de color rojo.-Feliz Navidad, Hinata- acompaño sus palabras con una de sus mejores sonrisas.

Hinata estaba sorprendida, abrió sus ojos como platos mirando aquel regalo que gentilmente le ofrecían, ella se inclinó hasta su bolso y saco otro pequeño regalo en vuelto en papel de color naranja.

-Feliz Navidad, Naemi- ambas se regalaron sonrisas, intercambiaron sus regalos y después se abrazaron.

Nadie dijo que no podían celebrar ellas su propia Navidad. En esa habitación iluminada tenuemente, con el sonido de las máquinas y el frío arrasador que hacia afuera.

Tomaron sus lugares otra vez, y abrieron sus regalos. Hinata se quedó atónita por lo que estaba dentro, una delicada cadena de plata con un precioso dije de luna menguante con pequeñas incrustaciones de diamante y tres perlas pequeñas. En la parte trasera de la luna estaba dos nombres que le hicieron sonreír. "Sasuke & Hinata"

Naemi abrió sus ojos sorprendida, un collar con una cadenita de plata, y dos notas musicales una en plata y otra en oro, donde detrás de la nota plateada estaba su nombre y detrás de la nota de oro estaba el nombre completo de Naruto.

Ambas se miraron casi al mismo tiempo, no reprimieron sus sonrisas, y se abrazaron con fuerza. Habían sido hermosos regalos, que no esperaron obtener esa navidad, y que llevarían con orgullo.

Tras aquello, ambas se quedaron charlando otro pequeño rato hasta que el sueño empezó a surgir. Y así fue, poco a poco se quedaron dormidas.

--

Naemi estaba despertando, pero a la vez no quería hacerlo, estaba en un lugar tan cómodo y suave, como dos almohadas cálidas, con un aroma encantador, y muy cómodas. Abrió sus ojos poco a poco, esperando a despertar completamente para darse cuenta en donde se había quedado dormida.

Estaba sobre el pecho de Hinata, y esta le tenía cómodamente abrazada contra ella. Ahora entendía porque estaba tan cómoda. Paso saliva duramente, y como pudo, procurando por nada del mundo despertarla, pero aquella situación le resulto demasiado incomoda.

Tras poder zafarse de aquello, acomodo la manta sobre Hinata para evitarle el frío. Se quedó mirándola uno segundos, y sonrió. Tras aquello, tomo su móvil para ver la hora, eran apenas las cuatro de la mañana. Bostezo, para seguido irse al otro sofá, pero su mirada se quedó en Naruto... mordió su labio inferior, optando por hacer una "locura".

Se acercó a tomar uno de los pequeños sofás, con silencio, lo acerco hasta la cama donde estaba su rubio amante, se quedó mirándolo unos minutos, respiraba tan tranquilamente y las ganas de haberlo besado no dejaban su cabeza, pero haciendo caso a su cordura, no lo hizo para no afectarle en nada ni empeorar su situación. Se apoyó sobre la cama con la mitad de su cuerpo, tratando de no recargarse sobre él, tomo su mano apretándola con suavidad.

Deseaba con todo su corazón que despertara, que pasara aquello que solía pasar en aquellas películas que miraba de pequeña, que ocurrían en las historias, que pasara ese milagro de navidad... pero a su edad, ella sabía que esas cosa no eran reales.

Poco a poco... el sueño llego otra vez, procurando que fuera él lo último que viera antes de dormir, y lo primero al despertarse.

--

Hinata despertó, se sentía extraña al no sentir el cuerpo de Naemi sobre el suyo, puesto que, ella había despertado antes, no dudaba nada que aquella rubia se veía a adorable, no le importo que se quedara dormida sobre sus pechos, y con aquello volvió a dormirse.

Se sentó sobre el sofá, y logro ver a la rubia, sonrió. Se levantó e haciendo lo mismo que su amiga, acerco aquel pequeño sofá que estaba hacia la cama de Sasuke, pero antes de que ella pasara lo mismo que su amiga, se quedó mirándolo.

Acaricio su mejilla con ternura, y tras eso beso su frente.

-Sasuke...por favor...regresa a mí-susurro.-Te necesito...- Apego su frente a la suya, mientras seguía susurrando.-Vuelve a mi...-

Volvió a su lugar, mirándolo otra vez, tomo su mano, entrelazando sus dedos con los de ella, frunció sus labios para evitar llorar, para evitar sentirse tan impotente. Odiaba ser así, odiaba no poder hacer nada... solo podía tratar de hablar con él, llamarlo, y esperar a que este respondiera a sus palabras.

Lo amaba, y ese amor le estaba lastimando por la única cosa que jamás pudo haberle dicho. "Te Amo", aquella palabras que siempre pensó decirle, que siempre sentía en la punta de su lengua listas para salir frescas de su corazón. No pudo, y ¿Por qué no pudo hacerlo?, ella no lo sabía.

Quizá era porque aún no estaba muy segura, porque aún había dudas, mismas que al verlo, que al pensar en que podría perderlo se esfumaron. Mismas que tras haberla lastimado con sus palabras, que tras todo lo que pasaron juntos, que tras descubrir aquella fuerza en si misma... supo que no quería pasar su vida sin él, no quería pasar ni un minuto más sin su compañía... Lo amaba... Lo amaba mucho.

Poco a poco, fue víctima del sueño otra vez, y se quedó dormida, sintiéndose como no recordaba sentirse desde hacía mucho tiempo...

Comodidad, amor, y felicidad.

--

Y de nuevo, estaba en ese lugar, lleno de oscuridad, solo y herido. ¿Cómo llego a eso?, ¿Cómo pudo terminar en ese abismo otra vez?... Por más que tratara de recordarlo no podía, nada llegaba a su mente, solo una extraña presión de vacío en su pecho.

Siempre que trataba de recordar lo que había pasado, el único recuerdo que poseía era aquella fiesta. Sin embargo aquel recuerdo se veía interrumpido en el mismo momento.

¿Qué pudo haber sucedido?, ¿Qué pudo pasar?

La oscuridad que reinaba en su mente era tan profunda y aterradora que el miedo de que algo saliera de ella era el peor de sus problemas.

-Sasuke... por favor, vuelve a mí- su voz, la voz de esa extraña volvió a escucharse a la distancia. Pero como otras veces, no pudo encontrar a su propietaria.

-Sasuke...-

Y de nuevo, el recuerdo regreso, llegando hasta esa parte donde el mismo se quedaba, pero esta vez, con la voz de esa mujer, el recuerdo siguió mostrando más...

-¡¿Naruto?! ¡¿Sakura!?- grito, a medida que la rabia recorría sus venas y el odio le cegaba.

Los otros dos reaccionaron a separarse en el acto, Sakura empezó a ponerse su ropa al igual que Naruto lo hacía.

-¡D-Deja que te ex-explique!-tartamudeo el Uzumaki.

-¡¿Explicarme qué?!-grito de nueva cuenta enfadado.- ¡¿Explicarme como se la estabas metiendo?!-

-¡Sasuke por favor...!-dijo Sakura.

-¡CALLATE!- grito hacia ella.- ¡Eres una Puta!- apretó sus dientes con fuerza, y se marchó de ese lugar, seguido de la Hyuga que no había hecho nada más que reaccionar a los pasos de Sasuke.

Bajo por las escaleras hacia la parte trasera, envuelto en su rabia, sintiendo que se ahogaba en su propio coraje.

-Oye Sasuke, ¿te sientes bien?-Su peliblanco amigo se había acercado a él, mirándole preocupado. Pero el moreno no respondió.

-¡Sasuke por favor!, ¡Tienes que escucharme!- Naruto había llegado hasta él seguido de Sakura, la pelirosa camino hasta Hinata tratando de hablar con ella, pero la Hyuga no dejaba de llorar tan amargamente que poco a poco se empezó a armar un escándalo.-¡Sasuke!- y con esa última palabra, exploto.

-¡¿Qué es lo que quieres que te escuche?! ¡¿Qué te has estado revolcando con mi novia a mis espaldas?!- La música había bajado dejando escuchar más a aquello.

-¡Trata de calmarte por favor!- exigía Naruto al verse siendo el centro de atención. Sasuke paso ambas manos por sus cabellos, la presión que agobiaba su pecho, debía sacarlo, debía dejarlo salir, y lo hizo, encestando un primer golpe contra la mejilla de su amigo a puño cerrado.

Con ese primer golpe, todo lo demás llego con fuerza a su cabeza, haciéndolo sentir que su mente explotaría a causa de tantos recuerdos.

Voces, muchas voces en su cabeza, algunas conocidas y otras no, su cabeza dolía y daba vueltas.

-¡SIELNCIO!- grito a la nada mientras sujetaba su cabeza con ambas manos. El silencio se hizo presente, las lágrimas no se reprimieron en sus ojos. El dolor, la soledad... sentía que moriría a causa de tanto dolor, a causa de tanto odio.

-Sasuke... te necesito...- levanto su cabeza cuando aquella voz volvió a escucharse como un eco sin fin.

Y hay de pie... estaba ella, su mirada tierna, sus hermosos ojos perlados, su encantadora sonrisa, su piel pálida y suave, su cabello largo y sedoso, sus mejillas adorablemente sonrojadas... Ella, ese precioso ángel que había estado a su lado desde uno de los momentos mas dolorosos de su vida, un ángel que le apoyo, que le amo con locura, un ángel que estaba hay para salvarlo de tanto dolor, de tanto odio que recorría sus venas... un ángel... SU ángel...

-Hinata...-

--

Ambas habían despertado hacía apenas unos minutos, y se intercambiaban miradas, se sonreían con complicidad.

Sabían que solo era cuestión de tiempo para que llegaran los demás, y ellas tendrían que separarse de ellos, a esperar otra noche más.

-Buenos días-la puerta se abrió, dejando entrar a Itachi. Ambas respondieron lo propio.-Parece que se han dado su regalo de navidad, ¿eh?-

-Algo así-dijo Naemi sonriéndole con cierta pena. Ambas estaban por levantarse, Hinata se levantó, no sin antes acariciar con ternura la mejilla de Sasuke y besar su frente como se había vuelto su costumbre.

La Uchiha hizo lo mismo, pero ella a diferencia de Hinata no se atrevía a besar ni a acariciar la mejilla de Naruto, solo apretaba suavemente su mano.

Emprendieron su camino a acomodar sus cosas para irse, doblar las cobijas y tratar de espantar el sueño, Itachi las miraba con una sonrisa.

-¿A qué hora quieres que lleguemos?-dijo Naemi acomodando la correa de su mochila en su hombro.

-A las ocho como siempre- Las dos afirmaron.-Bien... las veo más tarde-

-Igual-dijo Naemi saliendo de la habitación.

-Hasta más tarde, Itachi-san-dijo Hinata con una pequeña reverencia que fue correspondida por el mayor de los hermanos del mismo modo.

Tras aquello, salió de la habitación para irse con Naemi.

Itachi se quedó hay esperando a que llegara Madara y Jiraiya. Giro a ver a su hermano, se acercó a él, para decirle.

-Tienes suerte, tonto hermano menor-sonrió. Y como no la iba a tener, teniendo a ese hermoso ser de luz que aunque este le hubiese lastimado, estaba hay para él, y estaría para él siempre.

--

Y así como la navidad se había hecho paso, el año nuevo también, y de la misma forma, ambas se la pasaron en aquella habitación, pasando aquella festividad y celebrando con dos refrescos y una bolsa de patatas.

Hinata platicaba con Naemi sobre como solía pasarse el año nuevo en su casa. Ella estaría ayudándole junto a su pequeña hermana Hanabi a su abuela a preparar la cena, desde los aperitivos hasta el delicioso postre que solo su abuela sabia como darle ese toque especial y único.

Salían de la casa a jugar con las luces de bengala, de cómo su abuelo les permitía subir al tejado a contemplar los fuegos artificiales entre otras cosas más.

La Uchiha también le conto sobre como pasaban las fiestas entre su familia. Ella y sus Padres llegaban a la mansión Uchiha, donde entre sus Padres y ella cocinaban, después de eso, salían al jardín trasero a encender sus luces de bengala, o encender los juegos artificiales que compraba Madara.

Y como último detalle, que realizaron hasta que tanto ella como Sasuke fueron mayores de edad, fue abrir una botella de champagne con un cuchillo, cosa que dejo a Hinata sorprendida y con una duda sobre cómo se lograba eso sin romper parte de la botella.

Los fuegos artificiales se hicieron presentes atravesó de la ventana, de color rojo, azul, verde y demás colores navideños.

Ambas se abrazaron deseándose un feliz año nuevo, y brindando con las latas de refresco.

--

Una semana más había pasado, era de noche y tanto Hinata como Naemi estaban a punto de dormir tal y como lo fue en navidad, no solían hacerlo mucho, quizá por miedo a lastimarlo o mover algo que no deberían. Pero aquella noche, extrañamente se sentía especial...

Desde la distancia ambas se sonreían y charlaban, temas variados como era casual en ellas, hasta temas que involucraban a los dos chicos.

Poco a poco, el sueño gano terreno hasta que las hizo dormir.

--

Despertar, había sido algo que no era de su agrado, y menos cuando veían la luz del nórdico sol que entraba por la venta en esos días, porque aquello solo mostraba el final de sus noches al lado de ellos.

Hinata soltó la mano de Sasuke para estirar su cuerpo, después de todo muy a su pesar aquella postura que tomaba a la hora de dormir le terminaba causando dolor en la espalda mismo que para ella siempre valdría la pena.

Naemi se quedó en esa misma postura unos minutos más, mientras Hinata acomodaba sus cosas, se quedó mirando a su amiga, con una pequeña sonrisa en sus labios, como si supiera lo que esta estaba pensando. Mismos pensamientos que la hicieron ver a Sasuke, esperando... solo eso.

Cuando estuvo a punto de hablarle a su amiga, escucho como esta empezaba a cantar, una canción que conmovió a Hinata, quien, sin poder evitarlo unió su voz a la de ella.

Conocía esa canción, varias veces la había escuchado, y era esa canción la que les podría describir perfectamente en ese momento...

"I have died everyday


waiting for you

Darling, don't be afraid"

Con aquello, unieron sus voces, esperando ser escuchadas por ellos, esperando a que ellos supieran incluso dentro de aquel sueño, que ellas les esperarían mil años si fuera necesario, y que les esperarían otros mil más... solo por ellos.

Trasmitiendo un sentimiento mediante su letra, mediante sus voces...

"I have loved you for a


Thousand years

I'll love you for a

Thousand more"

-Hora de irnos...-dijo Naemi una vez que la canción había terminado y un muy frágil silencio reino. Se puso de pie, pero, al momento de soltar su mano de la del Uzumaki, este la había apretado con suavidad, haciendo que la Uchiha posara sus ojos en el más que atónita.-¿Naruto?- Hizo el primer esfuerzo en llamarlo, provocando que este hiciera un sonido, como un extraño suspiro.

Hinata se acercó hasta ella, mirando ambas al chico que parecía querer despertar. Se intercambió miradas con Naemi, quien le sonreía con pequeñas lágrimas que trataban de escapar. Se acercó a él, acariciando con ternura su mejilla.

-Naruto... Naruto, por favor, despierta-decía Naemi.

El Uzumaki se movió poco, y después abrió sus ojos muy poco, su visión estaba nublada, solo podía ver sombras.

-¿Sakura?- Y con aquello, sintió el balde de agua fría llamado "realidad" en todo su cuerpo.

Hinata abrió los ojos tan sorprendida por sus palabras que no evito ver a Naemi, ella se quedó en un estado de shock, mismo que rompió apartando su mano de la de él bruscamente para después retroceder un par de pasos.

Al no sentir aquella calidez en su mano, hizo lo que pudo por enfocar su vista en aquella sombra de cabello corto, misma que a medida sus ojos se adaptaban a la luz, vislumbro a la Uchiha. Un segundo, un instante, basto para que ambos se miraran a los ojos, trato de sonreírle, pero ella... no pudo hacerlo.

Mordió su labio inferior con fuerza, y con un dolor agonizante salió de la habitación susurrando "Lo siento"

-¡Naemi!-dijo Hinata. Pero el sonido cardiaco que la maquina mostraba de Naruto le hizo enfocar su atención en él, quien trataba de levantarse.

-N...Nae...-jadeo difícilmente.

Ella se colocó cerca de él, para tratar de detenerlo, coloco sus manos sobre los hombros de Naruto, y tratar de evitar que se pusiera de pie.

-¡No te muevas Naruto!-pidió, pero antes si quiera continuar, Kakashi entro a la habitación seguido de unas enfermeras.

-Deja de esforzarte tanto muchacho o vas a abrirte los puntos-advirtió, pero poco caso hizo el rubio, quien siguió insistiéndose para levantarse, supuso que ese chico no haría caso por lo tanto pidió a una enfermera que le diera un sedante.

-¡Doctor se ha abierto los puntos!-dijo una de ellas al ver la bata del chico llena de sangre en la zona del vientre.

Hinata miraba todo sin saber bien que debía hacer, hasta que una de las enfermeras le saco de la habitación para seguido llevarse a Naruto. Se quedó en el pasillo, esperando a que Itachi o Jiraiya llegaran, daba vueltas por el mismo desesperada, y más por no saber que fue de Naemi.

Hasta que la Uchiha hizo su aparición cabizbaja.

-¿E-estas bien?-Hinata no tardo nada en acercarse a ella. La contraria suspiro.

-Esperaba a Sakura...-susurro.

-¿Por eso saliste así?-No quería regañarla, era comprensible por qué había salido. La contraria le fulmino con la mirada, misma que denotaba las lágrimas que anteriormente debió derramar.- Antes que me digas algo, quiero decirte que entiendo por qué saliste así, y no te culpo... yo... yo también habría salido corriendo si Sasuke despertara y dijera algo como eso-

La Uchiha suspiro.

-Pero no tienes por qué ponerte así... tu siempre has sido una chica fuerte que pude con todo lo que le lancen.- coloco sus manos sobre sus hombros para dedicarle una sonrisa.-Esto no debería ser nada para ti-

Aunque le había dolido escucharlo decir el nombre de Sakura, extrañamente Hinata pudo pasarle fuerza... pudo levantarle el tenue animo que tenía. Haciendo parecer que sus papeles se habían cambiado, y era ella a quien debían ayudar.

-¡Animo!, ¡Que esto solo indica que Naruto está bien!- Y hay estaba ese ánimo, esa energía que en su momento, Naemi le daba, pero ahora ella recibía ese mismo ánimo y energía de Hinata.

No se reprimió, y abrazo a la Hyuga con fuerza. Por que extrañamente, en Hinata encontraba la fuerza que desapareció de si misma hacia mucho tiempo.

-Gracias- fue lo más que quiso y creyó conveniente decirle en ese momento.

-No tienes que-ella le correspondió al abrazo.

Y ahí se quedaron, abrazándose hasta que la enfermera les permitió pasar de nueva cuenta a la habitación con Sasuke.

Tras aquello, Hinata le conto lo que paso a Naemi cuando ella había salido de esa manera de la habitación, la Uchiha se sentía como una estúpida por lo que había hecho, y se lamentó mucho su actuar, pero las ganas de llorar, el dolor en su pecho superaron su límite.

Habían pasado unas horas más hasta que llevaron a Naruto otra vez a la habitación, Kakashi hablo con ellas y les explico que el rubio estaría dormido unas horas más debido al sedante. Con aquello dicho, se marchó, dejándolas a ambas.

-Qué extraño...-dijo Naemi.-Ya va a ser casi medio día y ni rastro de Madara o Itachi, ni Jiraiya.-

-¿Cr-Creps que les haya pasado algo?-pregunto Hinata.

-Voy a usar el teléfono del hospital para llamar a la casa... sino contestan llamare a sus celulares...-Se puso de pie.-Ya regreso.-

Con aquello salió de la habitación, dejándola sola.

Se levantó del sofá hasta llegar con Sasuke, tomo el pequeño lugar en la cama para sentarse y sujetar su mano con las suyas.

-Ya termine la bufanda que estaba haciendo para cuando despiertes...-Y es que cada vez que se encontraba sola con él, aprovechaba para hablarle, según leyó por ahí, es bueno hablarles a los pacientes en coma. Y ella hablaba con él cada que podía.-Es roja... tan roja como el color de tus amados tomates, espero que... si sales del hospital aun puedas usarla- Llevo su mano hasta su propio rostro, beso su mano y después la coloco sobre su pecho, para que pudiera escuchar los latidos de su corazón, para que escuchara lo feliz que lo hacía solo con su tacto.- ¿Sientes eso?... es mi corazón... mi corazón que late por ti...-frunció sus labios, tratando de no llorar.-¿Sientes lo feliz que esta?... ¿sientes la fuerza que hace para que lo escuches?-No pudo someter las lágrimas, y algunas salían.-Se... sé que, tuvimos problemas en un pasado... que me aleje de ti... pero, todo ese tiempo lejos de ti, me han hecho darme cuenta de que no te quiero porque te necesite , sino de que te necesito porque te quiero, porque te extraño... porque...-dejo la frase incompleta, dejando que más lagrimas salieran.- ...Porque... Te amo- Sonrió, aun con aquellas lagrimas que caían cual cascada atravesando sus mejillas y cayendo libremente sobre la mano del moreno.- Te amo tanto, Sasuke... siempre voy amarte...- Apretó su mano contra su pecho.- Así que por favor... vuelve a mi... regresa a mi lado...-

Después de tanto tiempo, después de todo lo que habían pasado, al final... pudo decirle aquellas palabras salidas frescamente desde el fondo de su alma, desde lo más profundo de su corazón... por fin, se lo había dicho, y esperaba que la hubiera escuchado.

Aun con su mano tomaba a la de él, poso la otra mano hacia la mejilla del moreno, acariciando tiernamente la misma, y aunque pudiera pasar algo, se arriesgó a ello. Se acercó para separar la mascarilla de oxígeno y besar rápidamente sus labios. Una vez que lo hizo, y coloco la mascarilla en su lugar, su móvil empezó a sonar.

Se levantó para atender, pero algo le detuvo. Y ese algo, fue la mano de Sasuke que se aferraba a la suya, abrió sus ojos como platos mirándolo, él entre abrió sus ojos, con una pequeña sonrisa atravesó de la máscara de oxígeno.

-¿Tenias...que...verme...así...para...decirme...que...me...amabas?-Había escuchado todo, cada palabra que ella había dicho.

No pudo creerlo, realmente no podía hacerlo, las lágrimas salían aún más fuerte por sus mejillas, y sin pensarlo mucho se lanzó a sus brazos. Llorando y sonriendo, mientras la alegría bombeaba su corazón con una fuerza descomunal.

-¡Te amo Sasuke!-sollozo.

El moreno gruño, aquel abrazo había dolido como los mil demonios, pero era un dolor muy agradable y que merecía la pena soportar. La escucho sollozar, y le correspondió al abrazo dolorosamente, pero que cuando este pudo sentir su tacto, su calor, percibir su aroma, todo ese dolor estaba valiendo mucho la pena.

-Yo también te amo, Hinata-

--

Cuando la Uchiha había regresado a la habitación, llegaba con buenas tanto malas noticias, mismas que casi olvidaba cuando vio a Sasuke despierto, con Hinata en sus brazos, mientras el doctor Kakashi lo miraba.

-¡Hasta que despiertas bello durmiente!-dijo Naemi, quería evitar sonar alegre, y evitarse lanzarse a los brazos de ese chico, dando gracias de que despertara.

-También me alegra...verte, miedosa-este sonrió.

-Si sé que llevan bien-dijo el médico.-Bien... estaba a punto de llevarme a Sasuke a hacerle unos últimos estudios para saber que daños tiene, estando en coma no fue de mucha ayuda-

-Por mi lléveselo y póngale implantes-bromeo ella.

Hinata amplio su sonrisa al mirarlo, y mirarla a ella, sabia lo mucho que Naemi quería estrujar a su primo, y él también lo sabía. Con ayuda de Hinata, para sentarse mejor, abrió sus brazos.

-Anda...sé que quieres abrazarme-dijo con su característico tono monto.

-Que tonterías-se cruzó de brazos.

-Naemi...-volvió a hablar. Ella suspiro, y se acercó a él, abrazándolo.

-Pensé que te había perdido, cacatúa- pequeñas lagrimas abanderaron sus ojos, estaba contenta, que podía decir.

-No vas a librarte de mí tan fácil, miedosa- Y él estaba comentó de recibir su cariño.

Cuando se separaron, le dio un pequeño golpecito a la cabeza.

-Espero hayas aprendido tu lección de no manejar borracho- Y ahí estaba el reproche. Mismo que en su vida se sintió tan contento de volver a escuchar.

-Bien, bien...-dijo Kakashi, interrumpiendo aquel momento.-Necesito que un familiar firme esto para poder proceder- extendió la tabla hacia Naemi, quien firmo.

-¿Dónde está Itachi-san y Madara?-dijo Hinata.

-Eso mismo...-se rasco la nuca.-Hable con ellos, mis Padres llegaron apenas unas horas y tanto Madara como Itachi fueron a recogerlos al aeropuerto, pero debido al mal clima por haya han quedado atrapados en el aeropuerto, según les dijeron despejaran las vías tan rápido como sea posible-

-Que mal-hablo la Hyuga, sin saber que el Uchiha daba gracias a cualquier entidad divina por eso, ahora cuan mínimo no recibiría la regañada de su vida hasta en unas horas más. Eso si contaba con que pasaría mas tiempo con su amada Hyuga.

-Es normal en estas fechas-dijo Kakashi.-Lamentablemente ahora el hospital central está igual- explico el peligris.-Hemos tenido que enviar nuestras ambulancias a otros hospitales a causa de la nieve que esta fuera-

-Eso explica por qué Jiraiya tampoco ha llegado.-dijo la fémina Uchiha.

-Vean el lado positivo-dijo el médico, mientras unas enfermeras entraban para llevarse a Sasuke.-Podrán pasar más tiempo con ellos- una sonrisa por debajo de su cubre bocas acompaño sus palabras.-Bien, procedo a retirarme, permiso- 

Ambas se sonrojaron levemente, tras aquello, el doctor salió con Sasuke y las enfermeras, dejándolas solas, mismas que al momento de estar así, empezaron a dar brinquitos de alegría y empezar a reír.

Después de tanto tiempo, después de toda la espera... ellos por fin habían despertado...

---

Ok... ¿Alguien dijo, "Te amo" por fin?, ¡Claro que si!, Hinata al fin pudo decirlo y que mejor, Sasuke no solo escucho las palabras de Hinata, sino también la romantica canción que ayudo demasiado a este capitulo. :'D

Al final, después de todo, despertaron... aun que doloroso para Naemi, ya le tocara su pedazo de alegría. Pero esto aun no termina, aun se deben disculpas, regaños y momentos intensos.

Si actualice hoy es gracias a la casi sobre dosis de amor, dulces, chocolates y desvelos. ¡Hurra! (?)

Gracias como siempre, por su apoyo, comentarios y votos que me ayudan mucho a seguir. :') ¡Muchas gracias! 

Att:

Midna-Nightly ;u;7

PD: Ya tenía tiempo que no actualizaba así de tarde xD ¡Wuju! (?)

PD: ¡ ;u;7 amor amor! (?) Okno, ya dejo de ingerir dulces que luego terminare empalagando a la gente .-. xD 



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