Chapter 19: Razones
Una noche que prometía mucho, una noche que bien pudo haberse vuelto inolvidable, termino por convertirse en una de las peores.
Han y Utakata, acompañaron a Hinata y Sasuke hasta el auto del moreno. Dado el "acuerdo", Sasuke no debía abandonar la fiesta hasta que esta llegara a su final, sin embargo el Uchiha poco le iba a importar lo que dijeran los amigos de su hermano, en su estado actual no quería seguir afuera, y solo anhelaba llegar a una cama cómoda, atender sus heridas y dormir hasta sentirse completo otra vez.
Hinata agradeció infinitamente la escolta de los dos Jinchurikis. Mientras Sasuke sacaba las llaves de su auto, la Hyuga miraba a los dos muchachos que se notaban demasiado tensos. Sabía que eso se debía a lo que ocurrió hace unos minutos. Aun no se podía creer que Gaara hubiera estado involucrado en aquella "Masacre".
Ella conocía perfectamente lo que era la traición de un muy buen amigo, y entendía cómo debía sentirse Naemi, aunque claro está que Hinata no conocía tanto a Naemi como le gustaría, por lo tanto no sabía cómo se lo estaría tomando. Su corazón le dictaba que fuera con ella, y le apoyara, consolara tanto como ella lo hizo, pero... ¿Y si Naemi era igual que Sasuke?, ¿Qué prefería estar sola y bebiendo hasta olvidar su dolor? La quería mucho, y calaba fuertemente el no poder ayudarla.
-S-Sobre Naemi...-hablo la tímida Hyuga, posando sus perlados ojos sobre los dos muchachos quienes se intercambiaron miradas. Si no podía ayudarla, quizá sus amigos sí podrían.
-Estará bien...Bee esta con ella.-respondió Han.-No tienes de que preocuparte- Ojala aquello sonara tan convincente, mejor aún, que fuera cierto lo que dijo.
Conocía a Naemi, y sabía que esa chica solía ser muy solitaria cuando lo quería. Había días en los que no quería que ni el sol le tocara, y otros en los que se recluía en su habitación, durando días encerrada en plena oscuridad.
Lo que hizo Gaara era algo realmente doloroso, no solo traiciono la confianza de sus amigos, sino que participo en una "Masacre" a dos chicos, dejo que golpearan a Naemi y que por poco la violaran.
Aquel acto no sería pasado por alto por los Jinchurikis, ya cuando las cosas estuvieran más tranquilas tomarían el asunto en sus manos y se encargarían del castigo a su integrante.
-Oye, no creo que sea buena idea que tu conduzcas- dijo Utakata mirando a Sasuke.
-Nadie pidió tu opinión-bufo molesto.-Andando Hinata- El moreno trato de abrir la puerta, pero su cuerpo estaba hecho añicos y al hacer fuerza en su brazo hizo una mueca de dolor.
Utakata sonrió cuando el moreno levanto su mirada, gruño entre dientes al ver que el Jinchuriki tenía razón. Pero sin duda lo que más le había molestado fue darle la razón al momento de hacer su mueca de dolor.
-Imbécil-refunfuño el Uchiha rodeando su auto para acercarse a su amada Hyuga.
-N-No te preocupes...yo p-puedo conducir-Ella sonrió dulcemente. Sasuke correspondió a esa sonrisa, besando sus labios en un corto beso.
-Está bien.-Giro a ver a aquellos dos que aún seguían mirándolos.- ¿Se les ofrece algo más?- Frunció el entrecejo levemente, dedicando una mirada molesta a ambos.
-Qué carácter-bufo Utakata sacando su cajetilla de cigarros.
-Regresen con cuidado-hablo Han, mientras que él y Utakata se alejaban.
-M-Muchas gracias por acompañarnos-agradeció Hinata con una pequeña reverencia. Ambos Jinchurikis sonrieron y terminaron por irse.
Hinata abordo el auto del lado del piloto mientras Sasuke subía al lado del copiloto. Su viaje fue en un completo silencio entre ellos, solo el sonido de la música del radio.
-Vayamos a tu departamento-rompió el silencio el joven Uchiha.-No quiero ir a mi casa-
-¿P-Por qué no?-
-Mis tíos están en casa...si me ven llegar así...-Razones para no regresar a casa podían ser muchas, y una de ellas era el interrogatorio al que lo someterían sus Tíos al verlo llegar en tan deplorables condiciones, y con Obito sería aún peor, puesto que este no dejaría de preguntar por su hija, y él no estaba de humor para morir en ese momento.
Hinata afirmo y tomo la ruta a su departamento.
Una vez que ambos habían llegado, y hubieron subido al departamento. Sasuke opto solo por cambiarse de ropa, gracias a sus estadías en el departamento de las chicas, había algo de ropa suya, entre esa ropa se encontraban unas bermudas negras y una playera de tirantes anchos en color blanco.
Hinata se había retirado su vestido para colorase algo más cómodo, una blusa de tirantes color lila y un short marrón.
Ya una vez ambos en ropas más cómodas, Hinata fue por el botiquín de primeros auxilios del baño para atender las heridas de Sasuke. Ahora mismo daba gracias a Ino y Sakura por su insistencia para que tomara un curso de enfermería básica con ellas.
Saco del pequeño botiquín un algodón, y la botella de alcohol, unto un poco en el algodón, dirigió su mano a la herida del labio del moreno. Sasuke al ver tan cerca el algodón hizo una mueca de dolor.
-¡Auch!-dijo. Hinata sonrió con diversión, había roto aquella extraña tensión que se había generado entre los dos. Desde que ambos habían subido al auto, el ambiente se tensó como una cuerda que cargaba un piano o un elefante.
Con una pequeña sonrisita en sus labios empezó a pasar el algodón sobre la herida del labio con todo el cuidado del mundo. Le dolía verlo así, en ese estado tan deplorable, con su labio roto, su ojo amoratado, su frente sangrante y la mejilla hinchada. Si él se veía mal...
-¿L-Lo sabias?-hablo Hinata mientras tomaba otro algodón y colocaba alcohol. Llevo de nueva cuenta el algodón, limpiando las heridas, y después poso sus perlados ojos sobre los de él. Tratando de ver en lo más profundo de aquellos orbes negros, esperando buscar una respuesta.
Sasuke le mantuvo la mirada, mirando a aquellos ojos perlados llenos de preocupación. Su oscuro corazón se amblando, suspiro.
-No...no sabía nada-Le dedico una pequeña sonrisa.
Aquello sin duda alguna relajo a Hinata, quien suspiro notoriamente aliviada. Sonrió de esa dulce forma que solo ella podía hacer y continúo limpiando las heridas de su novio, ignorando la pequeña mentira blanca que le dijo.
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En otro lugar, Naemi conducía rumbo al departamento de Naruto, con Bee en completo silencio. El mayor miraba de reojo a su amiga quien mantenía su mirada firme hacia delante, pero cuando tocaba alto o un semáforo en rojo, veía por el retrovisor al inconsciente muchacho que venía en los asientos traseros.
Después de verlo, suspiraba y apretaba el volante. Era demasiado difícil descifrar si estaba molesta, si estaba triste, si estaba decepcionada o las tres cosas al mismo tiempo.
Sin embargo para Naemi era demasiada la presión que sentía, quería llorar, quería gritar, quería ir a partirle la cara a Sasuke, quería sanar las heridas de Naruto, llorar en los brazos de Hinata, recibir un abrazo cariñoso de su Padre... en fin, quería muchas cosas en ese momento que era horrible no saber por cual iniciar.
Continuo conduciendo en completo silencio hasta que llego al departamento de Naruto, una vez estacionado el auto, apago el motor y se quedó quieta apretando el volante con ambas manos.
Bee la miraba, suspiro y acto seguido coloco una mano sobre el hombro de su amiga.
-Oye nena...-Naemi giro a verlo lentamente.-Recuerda que no estás sola-El mayor amplio una sonrisa que fue correspondida por la de la Uchiha. Sin embargo su sonrisa era vacía y triste.
Ambos bajaron del auto, Bee saco al muchacho del mismo y lo cargo en su espalda. Naemi tomo las llaves del bolsillo de Naruto para abrir la puerta del departamento. El vigilante les vio y sus ojos se abrieron enormemente al ver las condiciones en las que llegaba el inquilino. Desde el tiempo que llevaba trabajando ahí, sabía que aquel chico siempre se metía en problemas y ya no le era sorpresa verlo llegar cojeando y lleno de golpes, pero en esta ocasión incluso él estaba impactado por verle en tan deplorables condiciones.
Los dos Jinchurikis subieron hasta el último piso, usando las llaves que tenía abrió la puerta, y justamente en ese momento un hombre de cabello largo y de color blanco, ojos negros, vestido con una camisa blanca a juego con un pantalón de vestir en color negro apareció delante de ellos.
-Que acaso no te dije que vendría a verte, Naruto...-Y en cuanto sus ojos se posaron sobre su ahijado se preocupó enormemente.- ¡Naruto!, ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Y quiénes son ustedes?-
Naemi y Bee se intercambiaron miradas, el mayor lo hizo esperando a que su amiga le respondiera pero ni ella conocía a ese hombre.
-Me llamo Naemi Uchiha, y soy la novia de Naruto, ¿Usted quien rayos es?, y ¿Qué hace en casa de Naruto?- Claramente la ojos azul no estaba de humor para soportar a ese desconocido y menos a sus preguntas.
-Soy Jiraiya, el Padrino y tutor legal de este niño-Miro fijamente a la joven.- ¿Uchiha?- Aquel carácter sutilmente agresivo, esos ojos azul oscuro, el cabello y aquellos...-¡Ahh!, ¡¿No me digas que eres la hija de Obito y Midna*?!-Ella afirmo.- ¡Ya decía yo!, ¡Ese carácter y esos tremendos pechos!-
Bee se apartó un poco, mirando como Naemi apretaba sus dientes y sus puños, a tal grado que sus nudillos quedaron blancos.
-¡Como olvidar ese jugoso par...!-
-¡¡MALDITO PERVERTIDO!!-Aquel golpe de puño cerrado impacto directo a la mejilla de Jiraiya quien cayó al suelo a causa de tanta fuerza acumulada por la mano de la joven rubia.
No había duda... esa chiquilla era la viva imagen de Midna, pero con el temperamento de los Uchiha en toda la expresión de la palabra.
Tras aquella "Bienvenida", Bee había dejado a Naruto sobre su cama mientras Naemi atendía sus heridas, aunque algunas fueran dolorosas la que más le había preocupado a la joven era la puñalada, cambio el vendaje y coloco algo de esa pomada medicinal, ya el lunes se encargaría de llevar a Naruto al medicó a que le echara una revisada. Mientras que ella estaba ocupada con eso, Jiraiya mantenía un paquete de comida congelada contra su hinchada mejilla.
-¿Qué fue lo que paso?-pregunto el peliblanco a Bee, quien había entrado a la cocina por un poco de agua.
-Unos tipos malos, llegaron haciendo estragos... Naruto se enfrentó a ellos con valor y fuerza, pero tenían su fuente de grandeza...-explicaba Bee en su habitual forma de rap.-No pudo contra todos ellos, y termino siendo lo que vemos-
Dada su extraña forma de hablar, Jiraiya no entendió del todo.
-¿Podrías explicarlo sin el rap?-pidió al ver que no entendió.
-Unos tipos fueron a buscarlo para golpearlo, pero ellos me tenían de rehén... lo dejaron así por mi culpa.-hablo Naemi, mientras entraba a la cocina y tiraba los algodones a la basura.- Por mi culpa termino así...- Sus palabras salieron de forma dolorosa de su garganta.
Tal parecía ser que estaba tan enfadada con Gaara como consigo misma por lo que había pasado.
-No es tu culpa, nena...-dijo Bee.
-¡Claro que lo es!-alego en voz alta.- ¡Fui una maldita débil que no pudo protegerlo!-Ella misma se aferraba todo su autocontrol por no estallar en llanto. Pero su voz no era tan sencillo y menos al escuchar sus palabras y su tono fuera quebradizo.
Estaba enfadada, y ya no sabía si era con su amigo o con ella misma. Ya no sabía nada... ya no quería nada, solo que esa noche terminara, que todo volviera a ser lo que era. Solo quería...
-No es tu culpa, niña-hablo Jiraiya mirando seriamente a la joven.-Conozco a Naruto, y sé que a él no le gustaría escucharte decir eso... Él dejo que le dieran esa golpiza para mantenerte a salvo, es porque eres muy importante para él... y no pienso tolerar que te eches la culpa por eso.-
Naemi se quedó mirándolo unos segundos y tras eso, agacho la cabeza, dejando escapar pocas lágrimas, solo las suficientes para que ese horrible nudo de su garganta dejara de estrangularla con tanta fuerza.
Hubo un silencio que reino la estancia, dejando escuchar solo el Tic tac del reloj de la pared. Tomo una bocanada de aire, y la dejo salir al cabo de unos segundos con sumo cuidado.
-Bee... debemos irnos.-hablo Naemi.
-¿Piensas dejarlo solo?-dijo Jiraiya.-Si es por mí, puedo ir a quedarme en un Hotel y dejarlos tener intimidad cuando despierte-
-No... no es por eso...- ella levanto la mirada, dejando a la vista la solitaria lagrima que caía por su mejilla.-Tengo que ocuparme de algo...-
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En el departamento Uchiha-Hyuga, estaba el moreno de Sasuke levantándose de la cama con todo el cuidado y silencio que le fuera posible para no despertar a su amada que dormía cómodamente.
Había recibido un mensaje de Naemi, no pidiéndole, sino exigiéndole que fuera a verla a su antiguo departamento.
Molesto por ser levantado a esas horas, con su cuerpo a medio recuperar y peor aún, el ser apartado de su amada Hyuga. Se colocó una chamarra que había dejado y que por suerte Hinata había lavado, se colocó sus zapatos y salió de la casa.
Condujo hasta llegar al departamento, la noche era horrible en ese momento, sin luna, y las estrellas siendo ocultadas por las nubes. El frío que se hacía paso cada vez más fuerte gracias a la fuerza con la que soplaba el viento. Horrible sin duda... Y lo que era peor, o quizá lo que lo llego a poner nervioso unos instantes, era ver las calles en completa soledad. Ni un auto, ni una sola persona...
Una vez que llego al departamento, y tras bajar rápidamente a causa de esos extraños nervios que le causaban escalofríos para nada agradables.
El vigilante le saludo como era costumbre y a continuación subió por el ascensor. Mientras esperaba a llegar a su piso, no dejaba de sentir una extraña sensación, esa sensación de que algo malo pasaría...
Ya se hacía una idea de por qué Naemi le había exigido que fuera a verla, pero honestamente deseaba con todo su ser que no fuera por eso.
El timbre del ascensor le saco de sus pensamientos para que bajara en aquel piso. Tras salir y caminar en dirección a la entrada, podía jurar que una voz le decía que se marchara. Ese extraño sexto sentido que le decía que estaba a punto de entrar a la boca del lobo y que si no se marchaba en ese mismo instante este le cerraría la mandíbula para destrozarlo por completo.
Se quedó delante de la puerta unos segundos, escuchando fuera de la misma una canción que le puso los pelos de punta. La música era triste, melancólica y claramente aterradora para ser escuchada a esas horas, pero lo que sin duda le causo más nervios fue escuchar la dulce voz de Naemi cantando al ritmo de aquella canción.
Toco a la puerta, esperando que la otra persona atendiera, pero no hubo respuesta. Volvió a tocar y esta vez se percató de que la misma puerta estaba abierta.
Entro por completo al departamento, si afuera hacía frío, allí dentro se sentía aún más. Camino hasta llegar a la sala, donde vio a la fémina de los Uchiha tocando el piano y cantando esa canción que no hacía más que ponerlo nervioso.
El balcón estaba abierto, eso explicaba el porqué del ambiente tan frío. Sobre la mesita de noche estaban algunas botellas de alcohol, había unas que ya estaban vacías.
Sin pensarlo, tomo una que estaba cerrada y con el destapador que estaba sobre la mesa, abrió una nueva botella, dándole un largo sorbo esperando a que ella se dignara a hablarle o mínimo a verlo.
Volvió a beber, esta vez dejando la botella por la mitad. Y en cuanto la dejo sobre la mesa, la canción de término.
Ambos se sumergieron en un silencio sepulcral, esperando a ver quién atacaba primero.
-No era parte de esto...-susurro Naemi.
-¿Qué?- La distancia y aquel suave susurro, le fue casi imposible escucharla.
-¡GAARA NO ERA PARTE DE ESTO!-grito Naemi mientras una de sus manos golpeaba las teclas graves del piano sacando un pequeño susto a Sasuke.
-No fue mi culpa...-chasqueo molesto el Uchiha.-Él se acercó a mí y me pregunto si tenía algún plan para vengarme de esos dos idiotas... Y a mí me hacía falta un mensajero...-
Naemi gruño apretando sus dientes a causa de la incontenible rabia que sentía en ese momento.
-¡PERO MIS AMIGOS NO ERAN PARTE DE ESTO!-grito de nueva cuenta, envuelta en su rabia.
-Deberías escuchar lo que tenga que decirte... Tenía sus razones para hacer lo que hizo...-Sasuke de puso de píe.
-¡¿Así?!¡¿Cómo tú las de Naruto y Sakura?!- Golpe bajo, directo a la boca del estómago.
-Tsk.-chasqueo molesto.-Ellos no tienen razones válidas, en cambio tu amigo Gaara si las tenía...-
Apretó sus puños, tratando de controlar las ganas que tenía de meterle un buen, (y merecido), golpe a la cara.
-No entiendo por qué haces tanto drama... A fin de cuentas, esto significa que le importas mucho al imbécil de Naruto- Ya no pudo controlarse, y su puño fue a dar contra la mejilla del moreno haciéndolo caer. Si su mejilla no estaba hinchada antes, ahora sí que lo estaba.
-¡MALDITO SINICO!-Gruño enfadada la joven Uchiha.-¡¿Cómo puedes ser así? ¡¿Cómo es que te has convertido en un maldito monstruo?!, ¡¿Por qué eres así de... insensible?!-Las lágrimas salieron de a poco por sus ojos, mientras su voz se empezaba a quebrar.
-¡¿Quieres saber?!-Sasuke se levantó, enfadado de la misma forma.-¡Desde que vi a mi mejor amigo y a la chica que amaba teniendo sexo!, ¡Desde que aquellos bastardos me traicionaron!, ¡Desde que aquellos mal nacidos traicionaron mi confianza y me apuñalaron por la espalda!- Estaba enfadado, lastimado y dolido, aun sin importar el tiempo que paso, aun sin importar cuantas cosas buenas hayan sucedido, aquel cuchillo que le enterraron en el centro de su corazón no había salido y seguía ahí, presente, clavándose más y más con cada día que pasaba- ¡DESDE ESE MALDITO MOMENTO ME CONVERTI EN LO QUE VES!-
Ambos se quedaron mirando el uno al otro a los ojos, una lucha de miradas de aquel par de ojos negros como la misma oscuridad del universo y el par de ojos azul oscuro como el más oscuro atardecer. Y en ese mismo momento, todo el autocontrol que tenían se evaporo.
Naemi cayó de rodillas mientras las lágrimas salían sin miedo alguno, cascadas que surgían de sus ojos. Se tapó la cara con ambas manos, y dejó escapar los sollozos, ya no pudo más, ya no pudo aguantar más aquellas lágrimas, ya no pudo aguantar más el dolor que cargaba su corazón.
Sasuke se quedó estático unos segundos antes de poder reaccionar ante la situación. Agacho su cabeza para ver a esa chica que lloraba a mares. Se colocó de rodillas a ella, y poso sus manos sobre los hombros de Naemi.
Ningún hombre resiste ver llorar a una mujer, y menos si es alguien importante para él. Aparto las manos del rostro de la Uchiha, para ver sus ojos hundidos en lágrimas, sus labios temblantes y esa horrible tristeza que expresaban sus ojos. Verla de esa forma le recordó a sus días de infancia, cuando ella solía llorar por que extrañaba a sus Papás, y era él quien la consolaba.
Naemi se sentía tan frágil en ese momento, que ya no podía más consigo misma. Se lanzó a los brazos de Sasuke, llorando sobre su hombro.
Sasuke le envolvió en sus brazos, y le permitió llorar sobre su hombro, después de todo, por su culpa ella había terminado así.
Era extraño... en ese momento no solo ella se sentía frágil, sino que él también. Pero no iba a llorar, ya no le quedaban lágrimas para hacerlo, aquel cuchillo en su corazón lo evitaba perfectamente. Lo único que podía sentir era dolor, un extraño dolor al ver a esa alegre chica que era su Prima, llorando y sollozando de dolor.
No solo era el hecho de que hubieran lastimado a Naruto, ni la traición que cometió Gaara, sino que pudo haber sido traumatizada de por vida. Sentir que estaba a punto de ser violada, que iban a convertirla en un trozo de carne, fue el acabose para ella. Fue el detonante para hacerla sentirse de esa manera, cual muñeca de porcelana que estaba a punto de ser quebrada.
Tras unos minutos así, ella se separó de él, y ambos se quedaron mirándose el uno al otro.
Sasuke veía aquellos ojos vacíos y opacos de los cuales aún escapaban lágrimas, Naemi daba pequeños hipitos a causa del llanto que había escapado de sus ojos hacia unos instantes.
-¿Estas mejor?-hablo Sasuke colocando sus manos sobre las mejillas de la fémina Uchiha, quien afirmo con un movimiento de su cabeza.
El moreno limpio las pequeñas lagrimas que escapaban aun de sus ojos con la yema de su pulgar, hasta que sintió algo sobre la mejilla de ella. Aquella pequeña cortada sobre su mejilla. Apretó sus dientes a causa de su molestia por ver que le habían lastimado más de lo que pensó.
Naemi aparto sus manos de sus mejillas al notar su desagrado por su herida. Los dos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro de nueva cuenta.
-Debemos irnos...-dijo Sasuke.-Naruto y Hinata nos van a necesitar cuando despierten-
Naemi le miro, soltando un suave suspiro. Sonrió aun tristemente, pero ya un poco mejor tras haber sacado un poco la presión que no hacía más que lastimarla por dentro. Se levantaron, y una vez de pie, ella se lanzó de nueva cuenta a sus brazos.
-Gracias...-le abrazo con fuerza, después de todo, le permitió llorar sobre su hombro y le dio consuelo, aunque él no fuera muy adepto a hacer esas cosas.-Gracias...Cacatúa-
-No empieces, miedosa- Sonrió de medio lado.
Naemi soltó algunas risas. Sasuke no había cambiado tanto... aún era el mismo niño que solía consolarla de pequeños...
Y seguía siendo la misma cacatúa de siempre.
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Domingo por la mañana, un joven de ojos azules se despertaba con todo el cuerpo adolorido. Incluso le había dolido el rostro al bostezar.
No recordaba bien cómo fue que termino así, y honestamente no quería recordarlo, si su cuerpo le dolía a ese grado era mejor no recordar cómo fue que paso. Estaba en su departamento, y una hermosa sorpresa entro a su habitación.
-Buenos tardes, bello durmiente.-Naemi entraba a la estancia con un delantal amarillo adornado con bellas flores de naranjo por el mismo. Su corta melena recogida en una coleta de caballo alta, sosteniendo una bandeja con comida.
-¿Tardes?... ¿Qué hora es?- Se sentó sobre la cama con sumo dolor.
-Las dos y media...-Camino rápido hasta él.-No hagas mucho esfuerzo...Tus heridas...y tu herida...-
Naruto se llevó una mano rápidamente a la puñalada de su vientre, tan solo colocar su mano sobre la misma basto para sacarle una mueca de dolor.
-No te toques... Mañana te llevare al doctor para que la revise mejor-Dejo la bandeja en la mesita de noche donde el Uzumaki vio lo que había preparado. Una pequeña torre de Hot-Cake con miel encima, un pudin de chocolate, un vaso de jugo de naranja y un vaso de agua con unas pastillas aun lado del mismo.-Y nada de protestas, ¿Ok?, te llevare y fin.-
Naruto simplemente se quedó callado ante la orden, conociéndola y sabiendo a que Familia pertenecía no le era conveniente discutir.
-Pero me duele todo mi cuerpo-respondió fingiendo su tristeza.
-Bien...abre la boca entonces-Naemi tomo la bandeja y la acomodo sobre su piernas. Poco a poco empezó a darle de comer a los ojos azules.
No había momento más extrañamente perfecto que ese. Una vez terminada la comida y que el rubio hubiese tomado las pastillas para el dolor de su cuerpo, ambos se quedaron mirándose.
Naruto llevo una mano a la mejilla de Naemi, para acercarla y agradecerle por sus cuidados con un beso, aunque no fuera con algo más. Pero en cuanto su mano toco su mejilla y sintió la cortada, los recuerdos de anoche llegaron a su mente como golpes precisos a la cara.
Frunció el entrecejo, y quito su mano de su mejilla para llevarla a la sabana, apretándola con fuerza.
-No te pongas así...-Naemi hablo, colocando sus manos sobre las mejillas del ojos azul.-No vale la pena que te pongas así-se acercó a él y beso sus labios tierna y cuidadosamente procurando no lastimarlo.-Gracias-
Se quedó desubicado cuando ella le agradeció.
-Iré a limpiar la cocina y los platos... deberías darte un baño...-Sabía que estaba molesto.-Si necesitas ayuda, avísame- Llevo su mano a la cabeza del chico y revolvió su alborotado cabello, tras eso beso su frente.
Le dedico una radiante sonrisa y después tomo la bandeja en sus manos para salir de la habitación.
Se quedó sentado sobre la cama, había dejado que le hicieran daño, tan solo recordarlo se sentía horrible, y esa horrible impotencia de no haberla protegido. Apretó de nueva cuenta sus puños, y se hizo una promesa a sí mismo, una promesa de vida.
-Nadie más volverá a hacerte daño... Es una promesa- Y sus promesas siempre serían cumplidas, aún sin importar el que.
Relajo sus músculos que empezaban a doler, y se quedó pensando... pero sobre todo se quedó pensando en...
-Ayuda... ¿eh?-Una sonrisa perversa se formó en sus labios.- ¡Naemi!, ¡Si requiero ayuda para ducharme!-
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Hinata se despertaba, había dormido como una bebe, dado que por alguna razón su cama se había sentido tan cómoda en ese momento. Pero si se sentía más amplia.
-¿Sasuke?-se sentó sobre la cama, para darse cuenta de que el moreno no estaba.
Suspiro con tristeza... Lo quería demasiado, y le dolía que fuera así... que simplemente se levantara y él ya no estuviera. Con suma pereza se levantó de la cama, pensando en que habría pasado para que él no estuviera con ella esa mañana.
¿Habría sido algo grave?, ¿Y si tenía que ver con la empresa y su familia?...
Al momento de salir de la habitación, escucho sonidos provenientes de la cocina. Primero pensó en Naemi, pero ella no estaba en la casa, la puerta de su habitación estaba abierta. Y claramente ella jamás se levantaba temprano los domingos.
Camino hasta la cocina, y lo que sus ojos le mostraron le hicieron sonreír ampliamente. Sasuke estaba de un lado a otro, preparando algo. Se quedó mirándolo desde la distancia.
Mientras Sasuke hacía lo que podía, no era que fuera un gran cocinero, pero al menos el agua hervida le salía de maravilla... Eso y una deliciosa ensalada de tomates. Ahora mismo se maldecía a sí mismo y a Naemi, por tener razón. Bien ella siempre le decía que se fijara más en la forma en la que cocinaba ella o Hinata, por que algún día de su vida lo iba a necesitar.
-Ojala te salte aceite, Naemi-murmuro enfadado.
Pero por desearle el mal a su "Querida" prima, fue a él a quien le salto el aceite.
-¡Pedazo de M---¡-Soltó un gruñido, y apretó con fuerza los dientes, no le gustaba ser un mal hablado, pero siempre se puede tener un desliz.
-¿N-Necesitas ayuda, Sasuke?-Hinata entro a la cocina, mirándolo con una sonrisa divertida.
-No-respondió.-Puedo hacerlo solo- El huevo que había estado, (u intentando), preparar no opinaba lo mismo.
-D-Déjame ayudarte-ella se acercó al refrigerador y en cuestión de minutos ya tenían una rica comida.
Sasuke se mantuvo de brazos cruzados y con un adorable puchero de niño pequeño, no quería asumir que un simple desayuno no le saliera bien. Si a él todo le salía bien... Maldita cocina...
Su orgullo... (Como siempre), se encargó de molestarle, y no dejarlo disfrutar de su desayuno. Y como era Uchiha, no quiso si quiera tocar la comida... Por más deliciosa que esta se viera.
Hinata se controlaba todo lo que podía por no empezar a reír. Era tan adorable y graciosa la escena... Ver como Sasuke se controlaba para no comer, era para hacer reír al más serio.
Era un niño pequeño... y ella estaba complacida de darle de comer como un niño pequeño.
Tomo la cuchara, la lleno con el delicioso huevo que había preparado y lo llevo hasta su boca. Eso molesto al Uchiha.
-No soy un niño-Y ahí estaba otra vez ese adorable puchero de niño.
-Q-Quiero consentir a mi novio...-dijo Hinata sonriéndole de esa encantadora forma.-A-Abre...-
Se mantuvo unos segundos mirándola, y mirando esa adorable sonrisa, suspiro. Ese era su límite, no podía decirle que no a esa sonrisa y menos a ella.
Aun cruzado de brazos, abrió la boca y se permitió ser consentido como un niño pequeño. No tenía nada de malo... siempre y cuando nadie más que ella lo viera.
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La semana inicio tranquila... Solo rumores sobre la fiesta, sobre lo que le paso al amigo de un desconocido, que si la puta de la Universidad se enrollo con no se quien, y demás cosas que no eran de un sumo interés para nuestros protagonistas.
Los profesores estaban ocupados entregando y sacando resultados que no daban clases completas, así que en varias horas se la pasaban hablando o sin hacer absolutamente nada.
Así que llegar del jueves fue demasiado rápido.
En la hora del desayuno, Naemi caminaba molestando a Sasuke con el no saber cocinar, en esta ocasión a los dos Uchiha les había tocado ir a comprar el desayuno.
Hinata ya estaba un poco más acostumbrada a la presencia de Naruto, a tal grado que ya no le molestaba hablar con él, y el dolor había empezado a desaparecer. Pero eso no quería decir que estaba perdonado,...no al menos aun.
Mientras que el Uzumaki y la Hyuga llegaban a la mesa de siempre con Bee, lograron ver a un pelirrojo que hablaba con el mayor.
Sin pensarlo los ojos perlados de Hinata se posaron sobre Naruto quien solo reacciono a tensar su cuerpo con solo verlo a la distancia.
Una vez que ambos llegaron a la mesa, Gaara se había levantado y saludo sin decir una sola palabra, solo con un movimiento de su cabeza y una extraña sonrisa. Naruto se sentó sin decirle o corresponderle a la sonrisa, solo Hinata le sonrió un poco más normal, no quería destacar que estaba nerviosa, y muy preocupada por lo que pasaría a continuación.
Sasuke y Naemi hicieron su aparición unos minutos después, donde la Uchiha se tensó al verlo. El moreno se quedó mirando a ambos, al igual que los presentes.
-Naemi...Necesito hablar contigo-hablo Gaara bastante serio. Naemi frunció sus labios, para seguido mirar a su novio.
Tras lo que paso el sábado, se prometió que hablaría con Gaara si él se lo pedía, si lo que dijo Sasuke era verdad, ella estaría dispuesta a escucharlo.
-Está bien-soltó usando su tono de voz más serio.
Tras aquello, los dos amigos salieron de la cafetería.
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Antes de la siguiente clase, Naemi había entrado al salón, notándose pensativa, confundida y notoriamente triste.
Sasuke conocía las razones por las que Gaara había hecho todo eso... el por qué accedió a ayudarlo. Pero como parte del trato, él no podía decir nada.
Hinata se quedó mirándola entrar y tomar su lugar a un lado suyo. Todo este asunto empezaba a preocuparla bastante, y lo peor fue ver a su amiga en ese estado. Si las cosas seguían así, se vería en la necesidad de entrar en acción. Ya no le importaría nada, estaba cansada de no saber nada.
Naruto la observo, y frunció sus labios, no sabía si debía preguntarle que le pasaba o no... así que prefirió quedarse callado hasta que estuvieran solos, quizá así ella le diría algo.
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El imperativo muchacho de ojos azules caminaba su paso hacia su auto, donde Naemi le esperaría con Bee para irse a comer. Caminaba por el largo pasillo de árboles donde tiempo atrás se había enfrentado a Sasuke.
Ansioso, y contento. Pero su felicidad duro poco.
-Naruto...-Aquella voz. El Uzumaki se dio la vuelta para ver al pelirrojo.
Automáticamente su cuerpo se tensó y el pasar saliva fue demasiado duro. ¿Qué hacia ese muchacho hay?
-¿Qué es lo que quieres?-respondió de mala gana.
-Hablar contigo... ¿Puedo?- Si por él hubiera sido, le habría mandado al diablo y se hubiera marchado en ese mismo instante. Pero algo en Gaara le recordó a él, esa mirada de arrepentimiento, y la forma en la que le pedía hablar con él.
Recordó cuando él quería hablar con Sasuke y pedirle perdón por lo que había pasado. Sabiendo en carne propia lo que se sentía, no tuvo el valor para rechazarlo.
-Está bien...habla- Gaara suspiro aliviado, y tras pasar saliva empezó a hablar.
-Sé que lo te hice estuvo muy mal...-comenzó.-Y honestamente me siento contento de verte así de mal...-Aquello no sonaba a una disculpa.-Quiero disculparme por lo que hice y esperar a que me perdones.-
-¿Por qué lo has hecho?-El Uzumaki frunció el entrecejo y le miro seriamente a los ojos.
-No tengo por qué darte razones a ti-contesto molesto.
-Tienes razón, no me interesa saber cuáles fueron tus malditos motivos, pero quiero saberlos por Naemi-Gaara se sorprendió.-Quiero saber por qué esta así, porque su sonrisa se borró cuando hablo contigo, porque me importa y por qué la amo quiero saber qué fue lo que le has dicho-
El pelirrojo apretó sus dientes al igual que sus puños con fuerza.
-¡Bien!-levanto el tono de su voz, molesto por una extraña razón.- ¡¿Quieres saberlo?!...¡Porque ella me gusta!-
Naruto abrió sorprendido sus ojos al escuchar aquellas palabras salir de los labios del Jinchuriki.
-Ella y yo teníamos algo especial... Pero tuviste que llegar tú, con tu maldito drama de chico inocente y golpeado para que ella te tuviera lastima y después enamorarla. Apartarla de mi-Estaba demasiado cabreado con la sola idea de recordarlo.-¡¿Tenías que fijarte en ella?!, ¡¿Enamorarte de ella?!, ¡¿Por qué no seguiste con tu novia la pelirosa?!-Si el ojos azul quería saber por qué hizo lo que hizo, se lo dejaría bien en claro.- ¡Eres poca cosa para una maravillosa chica como ella!, Ni siquiera puedo creer que alguien como Hinata se haya enamorado de algo como tu... Deberías alejarte de Naemi antes de que la lastimes como a Hinata... No vales suficiente para ella...-
Naruto mantuvo su mirada baja, en completo silencio escuchando cada palabra que tenía Gaara que decirle.
-¿Por qué tenías que alejarla de mí?-aquello lo susurro tristemente.
-¿Por qué?...-Hablo Naruto, haciendo que Gaara posara sus ojos sobre él.-Tienes razón...Naemi es una gran chica...tanto como Hinata, ambas merecen a chicos como tú o como el teme...-aun mantenía su mirada sobre el suelo.-Pero... otro ángel me eligió a mi...-continuo.-Cuando Hinata me dijo lo que sentía, no me creí merecedor de ella... tú lo has dicho, ni podía creer que ella me quisiera, pero lo hizo... me quiso con locura y pasión, pero tanto era el amor que ella sentía por mí que no me sentí capaz de corresponderle como debería-
Gaara prestaba atención a cada palabra que decía Naruto.
-Cuando la aleje de mi lado, dese con todas mis fuerzas que alguien la amara como se lo merecía... Por qué ese ángel no era para mí, y creí que ningún otro ángel llegaría a mí, no después de lo que hizo... pero...-esta vez, levanto su mirada, y mirando directamente a los ojos a Gaara continuo.-Llego Naemi... el otro ángel que me eligió a mí, el ángel que se paseó por mi infierno sin quemarse, y que a pesar de mis errores, de mis defectos, de todo lo que represento... me eligió, y se quedó conmigo... En ese momento supe, que no podía dejarla ir...-Se llevó una mano al pecho, adentrando su mano por debajo de su playera para sostener el dije de la mariposa que cargaba sobre el mismo.- Sé que no soy perfecto, que no soy el más inteligente, ni el más guapo, no soy como tú, como Bee o como el teme de Sasuke... pero puedo darle todo el amor que ella quiera, que si ella me pide la luna la bajaría con mis propias manos, yo la haría feliz... me encargaría de mantener su hermosa sonrisa aun a costa de mi sufrimiento, aun a costa de mi vida. Y si debo pelear contigo cuantas veces sea necesario, si debo luchar contra un ejército entero solo para estar con ella, lo haría.-
Gaara se quedó en completo silencio, mirando la determinación de Naruto en sus ojos. No podía contra eso, no contra ese amor que había expresado el Uzumaki.
Era cierto que a él le gustaba mucho Naemi, pero por más que lo intentara no le podría jurar ese amor, sería demasiado hipócrita de su parte.
Por más que odiara la idea de dejar a Naemi en brazos de ese tonto, no podía negar que cada palabra que había dicho Naruto era cierta. Tan solo ver que durante su golpiza este no metía las manos en ningún momento para defenderse y evitar que lastimaran a Naemi, ver la determinación en sus ojos.
Odiaba con toda su alma dejar a Naemi con él, pero como había dicho hacía mucho tiempo su maestro Roshi, "Cuando amas de verdad a una persona, interpones su felicidad antes que la tuya". Y Naruto, aun que le molestaba, expresaba eso mismo.
Suspiro, frustrado...
-Solo, te pido una cosa...-hablo Gaara.-Promete que no vas a lastimarla-
-Moriría antes de hacerle eso-respondió sonriente.-Jamás la lastimaría-
-Eso espero...-El pelirrojo se acercó a él, y extendió su brazo con su mano hecha puño.-Mas te vale que lo cumplas-
-Es una promesa de vida-dattebayo-Y así ambos chocaron sus puños, en señal de perdón.
Sin darse cuenta de que Sasuke había escuchado todo, oculto detrás de un árbol, con ambos brazos cruzados y con una sonrisa demoniaca.
-Parte dos del plan... Completa-
2
Lamento la demora en actualizar, pero por mas que trataba mis dedos no cooperaban. >xc
Pero bueno, e aquí la continuación y los motivos que Gaara tenía para haber hecho todo eso, estaba enamorado y celoso... :( Les dije que tenía motivos.
Como dijo Sasuke, la segunda parte ya estaba hecha, y ahora solo queda el gran final. ¬w¬ Mi ser mala por decir eso (?)
*Midna- Si, ese el sobrenombre que uso aquí en Wattpad, y el nombre de la Mamá de Naemi. Y como yo la cree, eso me convierte en su Mamá (?) x3
Sobre Revenge.... Estaba haciendo algunos calculos y me quede pensando, ¿Gustarían un final Triste o uno feliz? Por que las cosas como yo las veo, puedo crear ambos finales... pero me gustaria saber cual es su opinión :3 (No se preocupen aún quedan varios capitulos antes del tan ansiado final... ¿O no? ¬u¬)
Y con eso me despido, no se que mas decir solo que darles las gracias por tenerme la bendita paciencia de esperar a que actualize y todos sus lindos comentarios que aun que a veces no tenga tiempo a responderlos siempre los leo *-*
¡Gracias, muchisimas Gracias!
Att:
Midna-Nightly ;D
PD: Tengo en mente dos fic Sasuhina, pero aun no tengo bien definido el segundo... :/ ¿Se imaginan a un Sasuke violador?
PD: Una cosa mas...que me a dado mucha intriga preguntar... ¿Que opinaron sobre la película de Naruto: The last? (No es obligatorio responder sino quieren :3 )
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