Chapter 17: Deseo Cumplido


Lunes por la mañana, y en la Universidad la vida comenzaba a hacerse presente. Los alumnos caminaban a sus salones, otros más iban con sus amigos que estaban en otro salón y otros más simplemente daban una vuelta esperando a que llegara la hora de entrar a clases.

El manto nublado del domingo aún seguía presente el lunes. Amenazando con dejar llover.

Sasuke iba a reunirse con Yahiko antes de las clases, según el líder de Akatsuki, quería hablar con él con respecto al plan y con respecto a lo que pasaría en la fiesta dentro de casi una semana. El líder le dijo que no quería que el espectáculo fuera demasiado grande y arruinara la fiesta. No iba a permitirle que arruinara la fiesta de felicitación a Sasori.

Él Uchiha le aseguro que no sería demasiado, solo una pequeña discusión, sepa sé que mentía, no sería tan torpe para decirle lo que realmente pasaría. Y con el gran talento que había adquirido en ese tiempo con el don de la palabra, no le resulto demasiado difícil mentirle.

Hinata Hyuga, estaba en su salón de clases, sentada sobre su pupitre, leyendo y repasando la lección que habría ese día. Su mente trataba de enfocarse en la lección, pero no podía pasar del primer párrafo, el cual ya llevaba leyendo más de veinte minutos y no entender nada.

Su mente estaba ocupada en muchas otras cosas... Al principio lo de su Familia era la causa, después fue el ver a la Haruno, y como último detalle, la desaparición de su amiga durante el sábado y domingo.

A pesar de que Sasuke le dijera que el trato ya estaba hecho y que su familia no tendría más problemas económicos, Hinata no dejaba de pensar en su Padre. Pensaba en lo difícil que sería para él llevar la empresa ahora que estaría vigilado.

La visita de Sakura le había desconcertado bastante, y por unos momentos llego a pensar muy mal de ella. Creyó por unos instantes que su visita fue para coquetear con el moreno, pero Sasuke le aclaro toda duda cuando le conto a que se debió su presencia. Sakura fue para aclarar dudas respecto a Naruto.

Y por parte de Naemi...ya la había notado extraña los últimos días. Pero ni Bee o Gaara habían hecho alguna mención con respecto a ella, haciéndola sentir que quizá solo eran sus nervios.

Habían sido semanas extrañas y difíciles, sino fuera por los exámenes que se aproximaban podría recabar más sobre lo que pasaba.

Conocía el plan de Sasuke, sabía lo que pasaría... Y eso le aterraba, le aterraba lo que pasaría una vez que todo llegara a su final. No sabría cómo afrontar ese hecho. Si bien era sabido que el karma se ocuparía de que Naruto y Sakura pagaran por lo que les habían hecho... Sin embargo... El karma ha llegado...y se llama Sasuke Uchiha.

Cada vez se sumía en sus pensamientos, cada vez se hundía más en ellos y sin darse cuenta termino con su barbilla apoyada sobre la palma de su mano, con la fina expresión pensativa, no olvidemos la mirada perdida que delata que estaba metida en lo más profundo de su mente.

-¿Hola?-hablo un muchacho que se había acercado a ella.- ¿Hinata?- La ojos perla salió de su ensoñación para ver al propietario de la voz, aquel joven de cabellera castaña y aspecto perruno. Su fiel amigo Kiba, con quien tenía mucho sin hablar.

-H-Hola Kiba-saludo, con una sonrisa nerviosa. Estaba apenada, ¿Qué tal mal se debió haber visto? Porque sabía que estaba soñando, sabía que su mente se había distraído.

-Pensé que no iba a poder sacarte de tu nube- bromeo.- Estas demasiado distraída, cosa rara en ti... ¿Ésta todo bien?- Sonaba preocupado, después de todo, ¿Cuánto tiempo tenían que no se hablaban?

-S-Si...solo pensaba...-respondió.- Han pasado t-tantas cosas...-

-Lo se...-tomo el lugar que estaba delante de la Hyuga.- Después de lo que paso en aquella fiesta...todo se ha ido al infierno...Pero, me alegra saber que lograste salir adelante después de todo...-Hinata le miraba con una pequeña sonrisa.-También...quiero pedirte perdón..-rasco su nuca en señal de nervios.-Quiero pedirte perdón por no haber estado ahí cuando más lo necesitabas, por dejarte sola y dejar que lucharas sola-

Su tono realmente sonaba arrepentido, y aquello, en su estado actual, le hablando el corazón más de lo que pudo haber pensado.

-N-No te preocupes, Kiba...-le sonrió dulcemente.-Ya todo está mejor-

-¿Lo está?- sus palabras le hicieron eco en su cabeza, resonando en un eco sin fin. ¿Realmente todo estaba bien?- Bueno, no quiero deprimirte ni nada...solo... quiero que volvamos a ser amigos como antes- el castaño sonrió ampliamente.

Pero Hinata aún seguía consumida por sus palabras, despertando un mar de emociones demasiado caóticas, pensamientos que le cayeron como un balde de agua fría. Se quedó pensando en todo, en todo lo que pasaba, en todo lo que pasaría. Una extraña presión se empezó a generar en su pecho, doliente y vacía. ¿Estaba bien?... ¿Verdad? ¿Lo estaba?

-¿H-Hinata?-volvió a hablar Kiba al verla estática. Le coloco una mano sobre el hombro y comenzó a moverla con cuidado, lo suficiente para que la joven reaccionara.

-L-Lo siento- Se apresuró a responder con una sonrisa un poco más nerviosa, no quería preocupar a Kiba.- Solo...pensaba en algo-

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En otra parte de la Universidad, estaba la parejita de rubios dentro del auto del Uzumaki. Naruto no había querido bajarse, ni siquiera quería estar ahí. Tras lo que había pasado el día de ayer, le dejo en un estado muy sensible. A pesar de estar seguro de lo que quería con Naemi, le había dolido ver a Sakura en ese momento. Ver sus ojos verdes llenos de lágrimas y con un extraño odio formado le dejo demasiado triste. Ya había lastimado a dos chicas que le importaban demasiado y en su estado, tenía ganas de pedirle a Naemi que se alejara de él o terminaría por lastimarla también.

Una extraña voz empezó a decirle que no merecía a nadie, que debía estar solo, porque solo era un imbécil, un perro infiel.

Pero cuando los brazos de Naemi le rodearon y lo apretaron contra su pecho en forma protectora, aquel dolor y esa tristeza que le dolía habían disminuido considerablemente. Y esa voz que antes sonaba en su cabeza fue reemplazada con el suave palpitar del corazón de Naemi. Ella era como su perfecto escudo, su perfecto lugar para sentirse a salvo del dolor que amenazaba con hacerlo volver a la bebida.

Para la Uchiha, le dolía verlo así, vulnerable y decaído. Un niño perdido, un niño al que habían lastimado demasiado, cuyas heridas no sanaban. Ese día ella lo llevo hasta la cama y se recostaron juntos. Naruto se había quedado dormido sobre su pecho, con pequeñas lagrimas adornando sus ojos, ella estuvo acariciando su cabeza, quería darle toda la protección que fuera necesaria.

Quería alejarlo de todo el dolor del cual era víctima en ese momento. Siempre lo dijo, siempre lo pensó, ella quería cuidarlo de todo, protegerlo de todo. Pero sin importar que tanto luchara contra aquellos que trataran de hacerle daño, no podría protegerlo por siempre de todos ellos.

Naruto estaba asustado, fue muy difícil para él hacer frente en la Universidad después de lo que paso con Hinata, y lo más seguro seria que esta vez, todo iba a ser peor. Tan solo pensarlo, le provocaba arrancar el auto e irse con su chica lejos, no habría sido un problema, pero para su mala suerte ese día habría una evaluación, si tan solo sus notas fueran mejores, podría darse el lujo de no presentarse...

Naemi le coloco su mano sobre la de él, y le dedico una sonrisa, una de esas sonrisas tan hermosas que solo ella podía hacer.

-Recuerda...hasta el final.- Respondió a su sonrisa, recuperando así un poco más su valor.

Y con eso fue suficiente para hacerlo bajar del auto, con Naemi tomando su mano entraron a la institución. Con sus manos firmemente tomadas, el ojos azul comenzó a darse cuenta que junto a ella no habría nada ni nadie que le hiciera sentir mal. Junto a ella se sentía indestructible, fuerte, y con el valor totalmente recuperado. Era extraño para él sentirse de esa manera, nunca antes se había sentido así con una chica, ni Sakura o Hinata provocaron aquella sensación de fuerza en él, no causaron que aquel vacío en su corazón se llenase a tope.

Caminaron juntos, siendo el centro de atención de los alumnos que estaban a su paso. Los murmullos no se hicieron esperar, y es que ver el romance de la Uchiha, la "Prima" lejana de Sasuke, con él mejor amigo/enemigo, del mismo, daría mucho de qué hablar.

Murmullos y miradas de desaprobación era lo único que la pareja sentía sobre ellos. Naruto comenzaba a enfadarse por aquellos que miraban y murmuraban descaradamente delante de ellos, pero lo que fue la gota que derramo su paciencia fue ver a la Uchiha cabizbaja.

Se detuvo en seco, haciendo que ella también frenara y le mirara sin entender el por qué se había detenido. Naruto se giró en dirección de los que murmuraban a sus espaldas.

-¡Cualquiera que tenga algún problema con mi novia y conmigo quede un paso al frente!-el silencio reino en ese momento, los alumnos se intercambiaron miradas esperando a ver quién sería el valiente que osaría hacerle frente al Uzumaki.- ¡¿Nadie?!- levanto su voz de nuevo, mas enfadado por ver que nadie hacia nada.

Si bien Naruto había adquirido una reputación, y esa misma se consiguió cuando una banda de la Universidad rival peleo contra él. Nadie ha vuelto a ver a esos tipos cerca, el rumor se esparció que él solo había podido contra todos esos tipos, y eran ciertos. Naruto era una autentica máquina de golpes y artes marciales.

-¡Bien!, ¡En ese caso cierren la puta boca o yo lo haré-ttebayo!-Y con esa amenaza los murmullos habían desparecido.

Naemi solo se había quedado mirándolo, sorprendida y con un sutil rubor sobre sus mejillas. En todo lo que llevaban juntos, ella siempre le había defendido, pero ahora él lo había hecho. Ella nunca había dejado que nadie le defendiera, era una mujer fuerte como toda Uchiha, y no entendía que tenía de bonito que un hombre peleara por ella o que la defendiera, pero justo ahora lo pudo entender.

Aquella sensación que le causo verlo, como todo un príncipe de brillante armadura que defendía a su princesa, fue tan maravillosa que sus mejillas se habían ruborizado sin que ella se percatase de eso.

Él era su príncipe, pero no era el príncipe azul, era su príncipe de Naranja.

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En el salón, Sasuke había hecho su acto se presencia y vaya fue su sorpresa al ver a Hinata hablando amenamente con Kiba y Shino. No supo porque aquello le lleno de celos, celos asesinos. Camino con paso firme y con una mirada nada agradable.

-Hinata-hablo el Uchiha una vez que había llegado hasta su lugar, le hizo casi saltar de su lugar a la pobre chica por la sorpresa.

-¡S-Sasuke!- Su mirada se paseó a ver a sus acompañantes.-E-Esto...Y-Yo...-comenzó a jugar con sus dedos como siempre que se ponía nerviosa.

Ni Shino o Kiba saludaron al moreno, pero este les dedicaba una de sus famosas miradas frías.

-Estas en mi lugar-hablo Sasuke con respecto a Kiba, quien gruño algo entre dientes mientras se levantaba del mismo. Jamás se había llevado bien con ellos, y ese no sería el principio.

-Bueno, te veremos luego, Hinata- hablo Kiba antes de alejarse de ellos y evitar estallar contra el Uchiha.

Hinata solo pudo tartamudear un "Hasta luego", seguido siguió jugando con sus dedos nerviosa por la mirada tan penetrante de los ojos negros. Los otros dos se alejaron antes de que el Uchiha estallase de celos.

Una vez solos, Sasuke siguió mirando a Hinata de esa forma tan intensa que le hacía erizar los pelos de la nuca a la pobre Hyuga.

-S-Sasuke...-tartamudeo Hinata, pero el Uchiha se adelantó.

-¿Quieres ayudarme a estudiar?-Por un instante pensó que le regañaría por hablar con sus amigos, pero aquello le lleno de alivio enormemente.

-Cl-Claro-afirmo con una sonrisa nerviosa. Abrió su libro nuevamente y retomo la lección en la que se había quedado.

Sasuke no quería regañarla por que hablar con sus amigos, si él podía hablar con sus amigos, Hinata también podía hacerlo...siempre y cuando él estuviera presente. Uno de sus más grandes defectos...según su hermano, es que es demasiado celoso y posesivo. Pero... ¿Cómo no serlo cuando tiene a una de las mujeres más hermosas y perfectas del mundo a su lado?, tenía razones para ser así.

Minutos después de que hubieran empezado a estudiar, algunos alumnos que estaban cerca de ellos comenzaron a hablar sobre la situación ocurrida en los pasillos hace unos momentos por causa de Naruto. Cosa que no pasó desapercibida por Sasuke ni Hinata.

Hinata rápidamente se sintió angustiada por lo que sentiría al momento de ver a los dos rubios entrando al salón tomados de la mano. ¿Le dolería?, ¿Se enfadaría con Naemi?

Y antes de que sus preguntas continuaran, la pareja hizo su aparición por la puerta, tomados de la mano. Llamando la atención rápidamente de los alumnos presentes.

Sasuke mantuvo una sonrisa ladina, todo salió según lo pensado, su plan funciono. Y Hinata, no sintió nada. Fue verlos y nada más, como si se trataran de otra pareja más que veía por ahí, no hubo dolor, no hubo un vacío, ni rabia, ni ira...No hubo nada. Solo pudo sentir algo, algo que rápidamente se aseguro de eliminar...una punzada de celos. Pero...¿Por que eran aquellos celos?.Era extraño.

La angustia desapareció casi de inmediato cuando ambos se hubieron acercado y la joven Uchiha le saludara como siempre, Naruto solo le sonrió en señal de saludo y tomo su lugar a un lado de Sasuke, mientras que Naemi tomaba el suyo detrás del rubio.

-¿Ya son pareja o solo se tomaron de la mano porque querían?- dijo Sasuke sin borrar su sonrisa ladina.

-Bueno...ya somos novios-dijo Naruto rascando su nuca a conjunto de un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-Si que han llamado la atención-hablo de nueva cuenta el moreno.

-Demasiado-bufo Naemi.- ¿Qué les pasa?-

-Tras todo lo ocurrido... Vaya...No sé por qué llamen la atención-aquello lo había dicho de cierta forma lastimosa contra el Uzumaki. Quien agacho la cabeza, puede que ambos sean "amigos" otra vez, pero le dolía la forma en la que a veces le trataba Sasuke. Aunque claro, esta vez Naemi no se quedó callada. Dado que sus lugares no estaban muy separados, Naemi aprovecho para tirarle una patada a Sasuke.

-Ops, fue una reacción involuntaria-le sonrió ladinamente. El moreno solo pudo sobarse la parte afectada con una mueca de desagrado, fulminando a la Uchiha.

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Durante la clase, Hinata miraba con aburrición la pizarra. El haber estado estudiando antes de la clase le hizo comprender mejor el tema, ya había respondido los problemas, así que ahora solo se dedicaba a mirar a su alrededor.

Se percató de ciertas cosas, una de ellas era ver cómo le lanzaban a Naruto bolitas de papel, gracias a que una no había acertado y callo en sus pies, supo que es lo que decían estas o al menos en la que ella recogió.

"¡PERRO INFIEL!"

Decía en aquella nota. Le sorprendía de sobre manera la forma en que las noticias volaban en su Universidad. Otra cosa que se dio cuenta fue ver a Ino mirando "discretamente" hacia ellos con la mirada cargada de veneno. Otros más los miraban y murmuraban, e incluso algunos más miraban con desaprobación hacia ellos.

Le molesto, ¿Quiénes se creían ellos para juzgarlos?, ¡No eran nadie! Naruto era libre de elegir con quien quería estar, al igual que su amiga. Si Sakura no supo hacerlo feliz como debía, no tenía de quejarse... Y hablando de ella, ¿Dónde estaba?

Comenzó a buscarla con la mirada, pero no dio con la pelirosa. ¿Acaso estaba deprimida por lo que paso? Imposible, Sakura jamás habría amado a Naruto como se merecía. Pero... ¿Qué tal que se estaba equivocando?, ¿Y si realmente ella amaba al Uzumaki tanto o incluso más de lo que ella pensaba?

Por alguna razón la sola idea de pensar que Sakura estaba deprimida por que Naruto la haya dejado le angustio y peor aún, le hizo sentirse mal consigo misma. Como si fuera su culpa lo que paso... Como si ella fuera la responsable de su dolor.

Era extraño sentir eso, demasiado, tanto, que empezó a dolerle el pecho, posiblemente la culpa le estaba estrangulando y eso le hacía sentirse así de mal. ¿Pero por qué tendría que sentir culpa?, ¿Por qué tendría que sentirse mal por lo que le pasaba a aquella que alguna vez fingió ser su amiga? Su mente estaba estallando en demasiados pensamientos caóticos que incluso empezó sentir que el aire le estaba siendo insuficiente, que debía salir sino quería morir de asfixia.

Sin embargo, la risa de Naemi le hizo posar su vista sobre ella. La Uchiha con la goma del lápiz picaba la espalda de Naruto en diversos puntos, haciéndolo moverse de cierta forma graciosa. Pero él no se quedaba atrás, llevaba su mano a la pierna de ella y le daba pequeños apretones que le daban cosquillas a ella, siendo ahora la que se movía de forma graciosa.

Aquella escena le hizo sonreír, y por alguna razón calmarse antes de estallar en el caos de su que ocasionaba su cabeza. Por reacción giro a ver la espalda de Sasuke y después vio el lápiz que estaba sobre su pupitre, ¿Podría hacerlo? , Pero... ¿Y si se molestaba?

Si bien desde que estaba con él, sabía que Sasuke no solía ser tan meloso como lo era Naruto, no era tan atrevido o lleno de cariño como lo sería cualquier otro novio. Desde que lo conocía, y desde que Sakura era su novia, él jamás se había portado dulce. Siempre siendo más directo, siendo más distante... No era romántico, no era detallista, solo tomaba lo que quería y listo. A veces eso le ponía triste, pero no podía culparlo. Gracias a su Padre y a Neji conocía un poco de la historia de la Familia Uchiha. Ellos incluso podían ser más fríos con los sentimientos que los Hyuga. Y ella lo entendía a perfección, su Padre jamás fue muy cariñoso con ella, ni con su hermana, siempre siendo un hombre distante. Y como es de esperarse, no podía pedir que Sasuke fuera romántico, que fuera más cálido con sus sentimientos.

Apretó sus manos contra su pecho, suspirando tristemente. Si tan solo ella pudiera ayudarlo...

-Psss....-dijo Naemi. Hinata giro a verla, mientras la rubia le daba ánimos a que le picara la espalda al Uchiha.Ahora su mente se enfoco en otra idea. Si quería cambiar, si quería que esta vez las cosas fueran mejor, tenía que dejar de pensar en el pasado, dejar de pensar en lo que pudo haber hecho. Si quería que su relación con Sasuke fuera más especial, tenía que empezar a poner más de su parte, y a superar sus miedos.

Se armó de valor, y con sus mejillas notoriamente sonrosadas, tomo el lápiz y empezó a picar con suavidad la espalda de Sasuke, quien tuvo pequeñas reacciones. Hinata se mordió el labio inferior esperando a que el Uchiha hiciera o dijera algo, y cuando estuvo a punto de sentirse mal al ver que él no hacía nada, sintió el pequeño apretón en su pierna causado por la mano del Uchiha, se tapó la boca evitando soltar la pequeña risa que quería salir de sus labios.

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La hora del desayuno había llegado, y mientras los hombres iban a comprar la comida, las chicas fueron a buscar la mesa donde siempre solían sentarse. Justamente estaban Bee y Gaara, comiendo tranquilamente.

Una vez que ellas llegaron, iniciaron una charla sobre lo que había pasado el fin de semana. Bee le estaba contando a Gaara sobre la forma en la que entre él y Utakata habían sostenido a Naemi para pintarla y peinarla.

Ante claro hecho, el pelirrojo no pudo evitar molestarla por eso. Verla sonrojarse por esas cosas le causaba la más fina gracia en él, haciendo que Naemi le golpeara con suavidad el hombro.

Mientras que Bee y Gaara le hacían burla a Naemi, Hinata empezó a sentir nuevamente aquella angustia. Si Naruto iba a sentarse con ellos... ¿Cómo reaccionaría Gaara?, de antemano sabía que el ojos aguamarina no se llevaba bien con el ojos azul, y ahora su preocupación empezó con la sola idea de pensar en que ocurriría cuando ambos estuvieran juntos.

¿Y si se querían pelear en media Cafetería?

Mientras su angustia y preocupación crecían a medida que se llegaban los muchachos, Naemi miraba a Hinata, dado que Sasuke no se le había despegado, no pudo hablar con ella con respecto a lo que pensaba de su relación con Naruto. Quería hablar con ella sobre ese asunto, ser honesta y contarle... Bueno, contarle lo que tenía que contarle y no hablar de más. Necesitaba saber que pensaba Hinata con eso, no quería hacerla sufrir, ella no lo merecía. Pero, en esos momentos no podía, lamentablemente tenía que esperar a que estuvieran solas, y si no quería afectar el trayecto académico de Hinata, debía esperar hasta que pasara esta semana de evaluaciones.

Una vez que los chicos hubieron llegado a la mesa, Hinata se quedó mirando las reacciones del pelirrojo y el rubio. Naruto no era un mal educado, no del todo al menos, así que saludo a Gaara tal y como había saludado a Bee, chocando sus puños. Dejando a una pobre ojos perla, más que confundida.

Naemi por su parte sintió su cuerpo relajado al ver que ninguno de los dos empezó a insultarse. Pero a la vez le resultó extraño...

Sasuke mantuvo su mirada tranquila y serena mientras comía, se intercambió miradas con Gaara y después prosiguió a seguir comiendo.

Bee por su parte, miraba a su colega Jinchuriki, algo pasaba con Ichi, y por lo que su sexto sentido le decía, era que podría ser algo muy grave.

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Tras la hora del descanso y la segunda ronda de clases. Sasuke propuso ir a comer a la mansión Uchiha, puesto que quería ver la mirada de su Tío Obito cuando viese a su querido yerno. Aunque claro, eso nadie lo sabía.

Naemi estaba contenta y preocupada, en parte estaba contenta porque su Padre había ido a verla, pero preocupada porque ahora tendría que presentarle a su novio.

Y en cuanto a Naruto, bueno, el aparentaba seguridad, mientras que por dentro quería simplemente que la tierra le tragara y no escupiera hasta que su Suegro se hubiese ido. No era que no quisiera conocerlo, pero... es un Uchiha...y ha tenido malas experiencias con ellos.

Pero si quería una relación más seria con Naemi, tenía que conocer a su Suegro...por más miedo que este le pudiera dar.

-¿Estas nervioso?-hablo Naemi, una vez que había bajado del auto con Naruto.

-¡Para nada!-sonrió nerviosamente.- ¡Todo bien!- Ojala aquello fuera cierto y realmente pudiera sentirse así.

-No van a matarte... al menos no en la casa-Sonrió Sasuke de forma ladina y con cierta burla maliciosa.

-Gracias Teme...eso me ayuda-dijo Naruto frunciendo levemente el entrecejo con cierta molestia por el apoyo de su amigo.

Los cuatro caminaron al interior de la casa. A la cual solamente entrar, los brazos de un hombre envolvieron a la joven Uchiha en un abrazo "rompe costillas".

-¡Mi niña!, ¡Mi pequeña princesa!-Dijo Obito sin romper el abrazo y con pequeñas lagrimitas adornando sus ojos.- ¡Oh mi hermosa niña!-

-¡P-P-Pa-Pá!-hablo Naemi con el aire apunto de vaciarse de sus pulmones a causa del abrazo.

-¡Cuánto te extrañe mi querida hija!-Sasuke volvió a hundirse de la vergüenza en su lugar, de no ser por que Madara le había explicado el por qué Obito era tan alegre, pensaría que aquel hombre no pertenecía a los Uchiha.

Hinata mantenía una sonrisa nerviosa, de la cena de ayer y de lo que vio cuando lo conoció supo que era un hombre muy divertido, y bastante cariñoso. Y alguien que sin duda siempre sacaría una sonrisa a quienes estuvieran a su alrededor.

Por su lado el Uzumaki, mantenía una gotita imaginaria sobre su nuca, ¿A ese hombre era al que le tenía miedo? Ahora todo miedo había desaparecido.

Y por su parte, la joven Uchiha estaba feliz de ver a su Padre otra vez, pero en esta ocasión estaba exagerando con su "cariño"

-Calma ya, Obito...-la grave voz de Madara que hacia su acto de presencia.-De tanto amor la vas a matar-

-Gracias, Tío-agradeció Sasuke de que Madara hubiera entrado.

-Lo siento...extrañaba tanto a mi hija...-soltó a Naemi a quien se le escaba el alama por la boca y dejaba que el aire entrara de nuevo.

-G-Gr-Gracias...Tío...-agradeció infinitamente la Uchiha al sentir que el aire volvía a su pulmones.

-¿Naruto?, ¿Qué haces aquí?-hablo Madara al ver al Uzumaki ahí de pie.

-¡B-Buenas tardes, señor Uchiha!-saludo el rubio con una sonrisa nerviosa, porque a pesar de que el miedo a su Suegro haya pasado, el miedo a Madara jamás iba a desaparecer.

-¿Naruto?-dijo Obito mirando al ojos azul.- ¡Tú eres el hijo de Minato Namikaze!-hablo alegremente el pelinegro.

-¡Así es señor!-amplio el susodicho su sonrisa mostrando sus dientes.- ¡Uzumaki Namikaze Naruto!-

-No te había visto desde que eras un recién nacido.-Aquel detalle sorprendió a los presentes.

-¿Lo conoces?-dijo Madara.

-Mi esposa y la Madre de Naruto eran muy amigas...-hablaba con su cierto aire de nostalgia.- Y Minato y yo logramos hacer muchos contratos juntos- contaba el pelinegro.

-Eso suena muy bien Tío-hablo Sasuke, a la par que empezaba a empujar a Naruto hacia Naemi, para quedar delante de Obito.-Naruto quiere decirle algo- El ojos azul miraba a su amigo con molestia por apresurar las cosas, mientras que el pelinegro solo podía sonreír de aquella manera tan retorcida.

Obito se le quedo mirando, a él y a Naemi, paseando su mirada de uno al otro. Madara estaba igual, mirándolos, cosa que le puso nervioso al rubio. Tomo aire, tanto como fuera posible, tomo la mano de Naemi entrelazando sus dedos con los de ella, adquiriendo fuerza. No iba a perder la postura delante de aquellos dos hombres....por ella no lo haría.

-Señor Uchiha...-hablo firme el Uzumaki con expresión seria y mirándolo directamente a los ojos.-Quiero pedirle que me deje ser el novio de su hija-

Obito abrió los ojos sorprendidos, pero su sorpresa paso rápidamente.

-Yo no lo permitiría-dijo Madara con cierta molestia en su voz. Aunque no fuera realmente su problema, Naemi era para él, y quizá para el resto de Uchihas, la princesa de la Familia, puesto que ha sido la última mujer en nacer de genes Uchiha. Más aparte que siempre veía a aquella niña como su propia hija. Y según lo que le conto Itachi, no quería permitir que aquel muchacho le hiciese daño a su princesa. Sin embargo, lo que hizo Obito después le dejo más que sorprendido. Su camarada, amplio una sonrisa sobre sus labios, mostrando sus dientes.

-Parece que su deseo se ha cumplido...-pronuncio sin dejar de sonreír.

-¿Su deseo?-dijo la pareja de rubios.

-Verán... Kushina y mi esposa siempre tuvieron el sueño de emparejar a nuestros hijos...-Continuo con una mirada nostálgica al recordar aquellos días.-Tras lo ocurrido, pensé que jamás se cumpliría aquel sueño, pero...ahora estas aquí, pidiendo ser el novio de mi hija... Curioso, ¿no les parece?-

Tanto Naemi como Naruto se miraban asombrados por lo que contaba el Uchiha, ¿Quién habría dicho que aquel sueño que sus Madres tuvieron se cumpliría?

-Bueno...yo consiento que sean pareja-sonrío ampliamente mostrando su aprobación con respecto a la relación de su hija.-Ven a mis brazos-Obito extendió sus brazos mientras se acercaba a Naruto para estrujarlo entre los mismos. El Uzumaki estaba aún sorprendido por lo que paso, y como pudo correspondió al cariñoso abrazo del hombre.-Solo te advierto algo...-susurro el Uchiha al oído de su nuevo yerno.-Intenta pasarte de listo con mi hija y pasaras de ser él, a ella... ¿entiendes?- Aquel tono frío y cortante, que había cambiado drásticamente le provoco que el alma quisiera escaparse de su cuerpo.

Naemi los miraba, ignorando lo último que había comentado su Padre a Naruto, mantenía una sonrisa cálida, su corazón danzaba alegremente.

Pero había alguien que no estaba del todo contento con aquella decisión...pero él no podía oponerse a lo que había decidido su colega...y menos aún, cuando vio aquella cálida sonrisa en los labios de su sobrina. Así que se quedaría callado...por ahora.

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Después de aquella "Gran" bienvenida, los chicos se hubieron puesto a practicar su cocina, mientras que las chicas les supervisaban. Itachi no se encontraba en casa en ese momento, según le dijo a Madara, tenía que ir a hacer unas cosas con sus amigos.

Así que mientras los más jóvenes hacían sus locuras en la cocina, los dos mayores se encontraban en la sala del hogar, bebiendo un poco. Madara quiso aprovechar que estaban solos para hablar con su colega, tanto de cosas de trabajo, como de aquella gran duda que le surgió cuando acepto a su nuevo yerno.

-Sí que me has sorprendido mucho esta vez, Obito-hablo Madara rompiendo el silencio entre los dos.

-¿Y ahora qué hice?-giro a ver a su colega, para después darle un trago a su bebida.

-No sabía que Tu y Minato hubieran sido amigos.-Este bebió de su bebida esperando la respuesta de su colega.

-Mph...-sonrió en respuesta, sin mirarlo, dejándose caer de nueva cuenta en pequeños recuerdos de aquellos días.-Tenía una vida antes de conocerte a Ti y al resto de Uchihas.-le respondió a su amigo.-Minato me ayudó mucho en la vida, dentro de los negocios y fuera de estos...-

-¿Más que yo?-Aquello lo pregunto con una tristeza fingida.

-Mucho más-le sonrió ladinamente.-Gracias a ellos conocí a mi maravillosa esposa, tuve contratos que me han dejado hasta ahora mucho dinero, me ayudaron como persona, y le han asegurado un futuro maravilloso a mi hija- Los ojos de Obito mostraban alegría, felicidad, y cierta pizca de melancolía.

A pesar de todo lo que ellos habían hecho por él, él jamás había hecho algo por ellos, o al menos no que él recordara. Pero sin duda, lo que más le dolía era aquella palabras que le dijo días antes del nacimiento de Naruto.

//Flashback//

-Obito, entiéndeme...-hablaba aquel hombre de ojos azul.- ¡SI haces ese contrato las repercusiones serán terribles!, ¡Esos tratos así terminan siempre!- alegaba preocupado por el contrato que quería hacer su colega.

-Por favor, Minato, ¿que acaso no has hecho cálculos?, ¿Tienes idea de cuánto dinero podríamos ganar?- hablaba el hombre con los ojos brillosos por la codicia del dinero que estaba a punto de obtener.

-La vida no solo se trata de dinero-respondió con más seriedad.-Algún día veras que el dinero siempre trae problemas-

-¿He?, ¿Ya vas a empezar a reprocharme?-se quejó el pelinegro cruzándose de brazos.-Siempre eres un amargado...-

-Lo hago por tu bien-dijo Minato colocando su mano sobre el hombro de su amigo, mirándolo muy preocupado.-Ya tienes una familia ahora...si sigues con tu deseo de hacerte millonario...lo perderás todo-

-¡Calla de una maldita vez!-grito enfadado el pelinegro.- ¡Todo esto lo hago por ellas!, ¡Para que ambas tengan una vida de Reinas!-

-Obito...-

-¡Mierda, Minato!, ¡¿Puedes dejarme tranquilo?!- Ya estaba muy enojado por la forma en la que su colega le estaba hablando.-Me largo- el Uchiha emprendió su camino a fuera del despacho.

-Entonces estarás solo en esto...-aquellas palabras le dolieron y calaron como dagas que se clavaban en su espalda. Minato jamás había declinado las ofertas u contratos que solía ofrecer su colega, sin importar los riesgos.

Obito mantuvo la cabeza gacha, coloco la mano sobre la perilla de la puerta para salir y antes de marcharse hablo.

-Bien...si así es el caso....-levanto su cabeza, mientras giraba la misma hasta quedar de perfil hacia su colega, Minato vio aquellos ojos negros, tan oscuros como una noche sin estrellas y sin luna.- De ahora en adelante, cada uno ira por su camino-

Y sin más que decirse, el Uchiha salió del despacho....

//Fin del Flashback//

Tras el nacimiento de Naruto, lo que llevo a la muerte de Kushina. Obito y su esposa apoyaron a Minato como les fuera posible.

Claramente Minato no rechazo la ayuda, no con su pequeño retoño recién nacido. Al paso del tiempo, Obito hablo nuevamente con su colega, y trato de arreglar aquel mal trago que ambos pasaron.

Gracias a la insistencia del pelinegro, Minato logro pasar por alto aquello y volver a su antigua amistad.

Pero, tal y como el Namikaze había dicho, el dinero siempre atraería problemas, y aquellos problemas obligaron al Uchiha y su familia a irse lejos.... Años después, se enteró de la muerte de su querido amigo.

Cuando fue al funeral de su amigo, se lamentaba por las cosas que jamás pudo hacer por él. Cosas que jamás pudo agradecerle. Así que quiso hacerse cargo de Naruto, y asegurarse de que no le faltara nada al muchacho, pero Jiraiya rechazo toda ayuda que proviniese de él.

-E de suponer que sabes lo que paso con ese muchacho-hablo Madara sacándolo de su trance de recuerdos de aquellos días.

-Lo se...Itachi me lo conto-respondió, bebiendo su bebida.

-Aun sabiéndolo... ¿vas a dejar que este con tu hija?-Era más que obvia su molestia.

-Deberíamos entenderlo...Madara-Obito poso sus ojos sobre su colega.-Creció sin el amor de una Madre, y con muy poco cariño de su Padre... No me sorprende que sea así, buscando quien pueda darle el amor que tanto necesita-Madara torció sus labios, demostrando que aun así le molestaba el pensar de su camarada.

-Eres demasiado blando-soltó, molesto.-Yo no le permitiría que se acercara a mi hija-

-Si yo soy blando, tú no tienes corazón-gruño entre dientes.-Además...sé que Naemi le dará el amor que necesita...así como esa Hyuga a nuestro sobrino-

Aquel comentario sorprendió al Uchiha.

-Sasuke cambio demasiado desde aquel accidente-volvió a hablar Obito.-Y tanto como Naruto, necesita mucho amor-

-¿Lo crees?-hablo Madara.

-Tanto como que me llamo Uchiha Obito-

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Pues e aquí la actualización, no se que mas poner, solo que espero les esta gustando, y que disfruten de la tranquilidad de este hermosos capitulo, por que el siguiente...y sin riesgo de dar Spoilers, si que sera intenso a mas no poder... ¬u¬

Dado que el siguiente se realizara durante la fiesta de Sasori... y solo volvera nuestro misterioso y sensual encapuchado ;)

Sin mas que decir, solo espero que les este gustando este bello fic. Muchas gracias por el apoyo y por todos esos comentarios que dejan, aun que no tenga tiempo a veces de contestarlos.

¡Gracias por el apoyo! :D

Att:

Midna-Nightly ;u;/

PD: ¿Quien creen que es el encapuchado? ¬w¬

PD: Ese Madara sin corazón (?) u.u


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