Chapter 1: De un fin... a un comienzo
Dos amigos, dos casi hermanos, liándose a golpes en aquella mansión donde se celebraba la fiesta.
Aquellos dos chicos seguían peleando entre ellos como si no hubiera un mañana, entre golpes y patadas, cada uno cargado de dolor y odio.
Una chica llorando, dolida por la traición, otra arrepentida tratando de pedir perdón. ¿Qué fue lo que paso?, una larga historia.
Hinata Hyuga, la chica más dulce y tierna, considerada y amable, hermosa y amorosa...fue lastimada de la peor manera posible. Le rompieron el corazón, traicionaron su confianza dejándola ahora con un terrible dolor en el pecho, uno que parecía no querer ceder, uno que la mataba lentamente. Sus lágrimas recorrían sus mejillas sin ninguna restricción, cayendo por su rostro. Le dolía demasiado que sentía que dejaría de respirar aquel aire tan frio.
Sakura Haruno, estaba tratando de pedirle perdón a su "amiga", a quien había traicionado al haberse acostado con su novio, con el amor de su vida. Uzumaki Naruto, quien ahora se encontraba peleando contra Uchiha Sasuke, el novio de Sakura.
El rubio y la pelirosa, habían sido infieles. Y esta noche su teatro se calló ante sus narices.
Shikamaru, Kiba y los demás chicos trataban de separar a los dos chicos, pero no podían. Tenten alejaba a Sakura de Hinata, Ino solo mantenía una mirada perdida al saber lo que había pasado, y lo que era peor era ver a la joven ojos perla sufrir de esa manera, a fin de cuentas ella sabía de lo que hacía su amiga y jamás dijo nada.
Entre Sai, Suigetsu y Juugo, lograron retener a Sasuke, porque Naruto solo se defendía y no atacaba como debería. El ojo azul se sentía pésimo. Se sentía horrible, se sentía el peor ser humano. No solo lastimo a Hinata, sino a su mejor amigo. ¿Qué clase de ser humano era?
Sasuke luchaba como podía, solo quería descargar su ira, su rabia. Su dolor.
-¡Eres un desgraciado mal nacido hijo de perra!—Este y más insultos lanzaba el azabache, con la voz agitada.- ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!-
El contrario no respondía nada, solo mantenía la mirada baja. Sasuke se sentía humillado como nunca en su vida. Había descubierto a su mejor amigo y a su novia, en una de las habitaciones de la mansión donde se celebraba la fiesta, en pleno acto carnal. Tenía dolor y odio recorriéndole las venas, bombeando le el corazón. Aun quería desahogarse, aun quería golpearlo... pero incluso él sabía que aquello no le daría el desahogo que quería.
-¡¿Acaso no tienes nada que decir?!-volvió a gritarle, pero él no respondió.
El silencio en aquella mansión inundo el lugar, era algo que no a todo mundo le gustaría estar presente. Una ruptura amorosa, un pleito entre dos grande amigos, las lágrimas y sollozos de una chica inocente.
Sasuke se soltó del agarre de sus opresores, y se encamino a la salida, pasando por un lado de Naruto dándole un empujón con el hombro. El rubio solo se mantuvo con la mirada baja. Sakura trato de hablar con él, de darle alguna explicación, pero la mirada fría y sin vida de Sasuke, la detuvo y solo se quedó hay de pie, con las manos sobre su pecho conteniendo las lágrimas.
Las personas les miraban, sin saber qué hacer. Sasuke avanzo entre la multitud y tomo sus cosas para salir.
La joven Hyuga tampoco quería quedarse ahí y también se dispuso a irse, nadie detuvo a ninguno de los dos. Ni Tenten o Ino, ni Suigetsu o Juugo.
Sasuke salió de la casa hecha una furia, empujando a cualquiera que se le pusiera enfrente. Hinata movía a las personas dulcemente para salir, y una vez fuera empezó a caminar.
Ella había llegado con Naruto, y ahora se iría sola a casa. Sasuke subió a su auto y arranco en la misma dirección que la joven Hyuga.
Hinata se abrazó a sí misma, justamente aquella noche hacia bastante frio, y aquel frio le empezaba a calar en los huesos, pero nada se comparaba con el frio que sentía por dentro, el dolor que bombeaba su corazón, estaba dolida y frágil, cual muñeca que estaba a nada de romperse. Si es que no estaba rota ya. El sonido de un auto pasó a un lado de ella, pero ni se tomó la molestia de levantar su mirada que se centraba solo en el piso.
Sasuke pasó a su lado, y la vio, vio aquella chica abrazada a si misma tratando de protegerse del frio de aquella noche, se veía tan mal como él o quizá peor. Algo calo en su corazón al verla así. Ambos habían sido lastimados por las personas que más amaban. Sasuke detuvo su auto y se echó de reversa hasta quedar cerca de ella.
-¿Quieres que te lleve?-Hinata levanto su mirada, aquella mirada que causo más dolor y tristeza en el azabache, esos ojos perlados bañados en lágrimas, sus labios encobrados y sus mejillas rojas e hinchadas.
-Y-Yo...-la voz de la Hyuga se escuchaba rota.-S-Si...gr-gracias...-
Subió al auto, sin mirar al azabache, quien solo arranco nuevamente el auto. Sasuke llevo su mano a la mejilla de Hinata, la cual se sentía muy fría. Hinata ni siquiera reacciono al toque de la mano del chico, porque él se sentía tan frio como ella.
Sasuke encendió la calefacción del auto y tomo camino a un auto servicio bastante alejado, donde aparco el auto. Ni él ni ella se podían decir algo, ¿que debían decirse?, ¿que debían hacer?, estaban tan rotos los dos que no se podían animar.
-¿Quieres que te lleve a tu casa?-él ni siquiera volteaba a verla. Hinata solo soltó un suspiro, sin mirar al pelinegro tampoco.-Bien. Entonces iremos a otra parte-ahora si los ojos de la Hyuga se centraron en él, dado que aquello le había sorprendido.
El joven Uchiha saco su móvil del bolsillo, al cual comenzó marcar, lo coloco en su oído y espero unos segundos a que la otra persona contestara.
-Hola. Oye...-la voz de Sasuke se escuchaba rota, pero no lo suficiente como para demostrarlo.- ¿Puedo pedirte un favor?...-
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Hinata no tenía idea de a donde se dirigía con Sasuke, solo le dijo que era alguien que les ayudaría, él le ofreció su móvil para que llamara a casa y avisara que no iba a llegar que se quedaría en casa de Ino o inventar otra mentira.
Ella no quería regresar y afrontar a su Padre, que lo más seguro que le diría era echarle en cara que tenía razón con respecto a Naruto. Ahora mismo se sentía como una tonta, como una idiota por no haberle hecho caso cuando pudo. Su familia le decía, sus amigos le decían. Pero ella no hizo caso.
Ahora tenía una herida que sentía que la terminaría por matar en cualquier momento.
Sasuke, por otro lado, él no quería ir a casa, su hermano siempre le decía que tuviera cuidado cuando se tratara de mujeres, y si llegaba a casa así en sus condiciones...mejor no quería ni imaginarlo. Él también se sentía mal, se sentía falta. Él estaba reteniendo su dolor y las lágrimas que amenazaban por salir. No quería demostrarse débil delante de Hinata. No quería.
Tomo camino por una carretera, una que llevaba algo lejos de la cuidad, y eso a Hinata le llamaba la atención. ¿A dónde iban?
Poco a poco fueron llegando a una zona de casas y edificios, uno de ellos de apartamentos. El lugar no era muy lejano, quizá unos veinte o treinta minutos de viaje.
Al llegar al edificio de apartamentos, Sasuke aparco fuera de este. Ambos bajaron, una vez fuera los dos, el ojinegro puso la alarma de su auto mediante el pequeño control de sus llaves.
El vigilante les abrió la puerta de cristal de aquel edificio al cual, Sasuke saludo con movimiento de su mano. Hinata solo podía seguirlo en silencio, aun no sabía quién era esa persona que los ayudaría, o porque acepto irse con él.
Pero sabía que ya no había marcha atrás. Subieron al ascensor donde el pelinegro presiono el penúltimo piso. Aun iban en silencio, no era tan incómodo.
La puerta del ascensor se abrió, y justamente después de aquella puerta había un chico peliblanco que llevaba un collar, un saco gris y unos janes negros. Sus ojos eran blanco con una leve salpicadura de color turquesa. Sin duda era muy guapo.
-Oh ¿Qué tal Sasuke?-saludo aquel peliblanco con una sonrisa amplia. Pero el azabache no respondió de la misma manera.
-Hola. Toneri...-hablo de mala gana. Pero aquel muchacho no se molestó por el tono de él, solo amplio más su sonrisa.
Claramente no hacía falta ser un genio para darse cuenta que a Sasuke la caía mal. Sasuke se colocó más cerca de Hinata, como tratando de protegerla de Toneri, quien poso sus ojos sobre ella.
-Una bella dama no debería llorar-fue lo más que pudo decir, antes que Sasuke tomara la mano de Hinata y saliera con ella del ascensor rápidamente.-Nos vemos...Sasuke-fue su despida mientras el ascensor se cerraba.
Una vez solos, el pelinegro soltó la mano de la Hyuga, y le pidió que lo siguiera. Todo estaba siendo demasiado confundo, ¿Quién era ese tal Toneri?, ¿Y por qué a Sasuke le caía tan mal? Pero aquellas preguntas se quedarían sin respuesta. Al menos por el momento.
Caminaron por el pasillo hasta llegar a una puerta que se encontraba entre abierta. Sasuke empujo aquella puerta y entro a aquella casa como si nada. Hinata se quedó en la entrada debatiéndose si entrar o no.
-Tranquila. Conozco al habitante de aquí. No le molestan las visitas-hablo el, mientras dejaba las llaves de su auto sobre una mesita que estaba aún lado de la puerta.
Hinata entro a aquella casa la cual la dejo bastante sorprendida. Casi al entrar se encontraba la cocina equipada, una barrita con bancos que parecía ser donde comían, al lado opuesto de la cocina estaba un pasillo que llevaba a una habitación. Al fondo estaba la sala, con sofás negros y una alfombra morada. Una T.V de pantalla plana, sobre una cómoda que tenía cajones y una consola de videojuegos. Al lado de la sala estaba un piano, el cual quedaba a un lado del balcón con su pequeña terraza, donde había dos sillas y una mesa con una lámpara encima, varias plantas adornaban aquella terraza. Al lado opuesto de este estaba un escritorio con una computadora, una estantería y demás cosas que Hinata no podía admirar, dado que la decoración y el resto de la casa llamaban más su atención. El piso de madera oscura que contrastaba perfectamente con el tono lila de las paredes.
-¡Bienvenidos a mi humilde casa!-se escuchó una voz que provenía de una habitación que quedaba entre la sala y la cocina. La cual se conectaba también con la pequeña terraza.
-Gracias por aceptarnos a estas horas. Naemi-respondió el joven Uchiha.
-Gr-Gracias-dijo Hinata mientras hacia una leve reverencia.
-No hay de que-aquella chica que salía de aquella habitación llamo mucho la atención de Hinata.
Una chica de cabello rubio rojizo, corto por debajo de los hombros, un mechón de cabello le cubría el ojo izquierdo. Sus ojos eran de un tono azul muy oscuro, casi negros. Llevaba puesto una blusa de tirantes azul y short a cuadros negro con blanco. Su cuerpo estaba perfectamente esculpido. Sus piernas largas y torneadas, su cintura no eran muy marcada y tenía dos grandes atributos, ahora mismo se sentía feliz de no ser la única por tener pechos de gran tamaño.
La chica se acercó a ellos, saludo a Sasuke con un abrazo y una sonrisa brillante y hermosa. Saludo a Hinata de la misma manera, pero al momento de recibir aquel abrazo la Hyuga sintió alivio, como si aquel abrazo la armara o tratara de juntarla.
-Y... ¿qué paso?-pregunto aun con aquella hermosa sonrisa. Casi por reacción los otros dos se intercambiaron miradas. Las lágrimas en los ojos de la joven Hyuga empezar a juntarse solo por recordar aquella horrible escena que había contemplado en la mansión.
La voz ronca de Naruto gimiendo retumbo en sus oídos y aquel dolor punzante se hizo más fuerte.
-Te platico después...-fue lo único que dijo Sasuke.- ¿Tienes algo de beber?-El azabache se encamino a la cocina, ignorando la mirada de reproche de su amiga.
Dado que ella no conocía a Hinata, lo único que le había dicho Sasuke era que les había pasado algo muy doloroso.
La peli azul se llevó las manos al pecho, conteniendo las lágrimas que podía, hasta que sintió dos brazos envolverla.
-Tranquila...si no quieres decirme nada no importa, ¿tienes hambre o quieres algo de tomar?, ¿quieres ir a dormir o tomar una ducha?-le decía Naemi, con una sonrisa.-Vente llevare a que te pongas algo más cómodo...-Y así la rubia tomo la mano de la ojos perla y la llevo por el pasillo hasta llegar a aquella habitación.
Una habitación pequeña, con un armario y una cama en medio de aquella habitación. Una puerta que de seguro era para el baño, una cómoda y una mesita de noche aun lado de la cama que tenía detrás una ventana tapada con una cortina.
-¿Quieres tomar una ducha antes o solo quieres cambiarte de ropa?-Hinata sí que estaba sorprendida de ver la amabilidad y hospitalidad de aquella joven. No todos los días te topas a alguien así de amable.
-Ohm. Y-y-yo...-pero ni toda esa amabilidad podía ayudarla a superar aquel dolor que la golpeaba tan intensamente.
Naemi saco un pijama del armario, junto con algo de ropa interior y una toalla.
-Toma una ducha para que relajes tu cuerpo, mientras yo te traigo un Té. Lo mejor ahora sería que descansaras...-esto acompañado de una sonrisa.-Y no te preocupes por la ropa interior...la compre hace poco...-
Hinata no se negó, así que hizo caso a lo que le dijo aquella chica.
-Ah cierto...-hablo nuevamente la joven antes de salir por la puerta.-Mi nombre es Naemi Uchiha-sonrió mostrando una dentadura blanca.
-H-Hinata Hyuga-respondió con la voz entre cortada.
-Un placer.-quizá era porque estaba demasiado dolida y no presto atención al apellido de la chica. De ser así se habría dado cuenta de que ella era pariente del moreno.-Bien, te dejo sola, ya regreso con tu Té-sonrió de último antes de irse.
Y una vez sola, la chica tomo lo que dejo Naemi sobre la cama y entro al baño.
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Aquella ducha realmente le había ayudado a calmar su cuerpo pero no a calmar su corazón. Dolía mucho, dolía recordar cómo fue que los vio. Los gemidos de ambos, verlos desnudos y besarse. Provocaban un dolor que ella jamás pensó que le pasaría. Tenten, Neji, Lee, Kiba, su hermana y su padre le decían que se cuidara, que Naruto no era tan bueno como ella creía...pero estaba enamorada, fue una tonta enamorada.
Las lágrimas salían nuevamente, y un nudo en su garganta se formaba otra vez. Sentía que no le dejaba respirar, le dolía...estaba dolida, estaba rota. Y aquellos pedazos rotos de su corazón se le clavaban cada que respiraba.
Termino de vestirse y simplemente se quedó ahí, sobre la cama llorando y abrazando sus rodillas, sin poder quitarse aquellas imágenes de lo que vio.
-Fui una tonta...-hablo para sí misma.-Lo supe...sabía que...había algo entre ellos...pero...-las lágrimas volvían a caer, y su respiración se aceleraba. Sentía que su corazón solo estaba bombeando le dolor, un dolor insoportable.
-Tocto...-levanto la vista rápidamente para ver a aquella amable joven quien traía una taza de Té y un plato pequeño con galletas.-Te traje algo.-Naemi camino hasta la mesita de noche donde le dejo el Té y las galletas.-Sé que no es de mi importancia pero, ¿cómo sigues?-una sonrisa pequeña se formó en los labios de aquella chica.
Era impresionante ver como una completa desconocida mostraba más interés en ella que sus propios amigos, pero no tenía que pensar eso, no tenía ni idea de donde estaba su móvil.
Hinata no supo que responder, ¿debería decir que estaba rota?, ¿que estaba dolida?, ¿que se sentía muerta en vida?
-Lo entiendo...-Naemi puso una de sus manos sobre el hombro de Hinata y le dedico una mirada materna y llena de ternura.-Tomate tu tiempo...puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, por mí no hay ningún problema.-
Pero nuevamente la joven Hyuga no podía articular palabra alguna. Solo pudo mirarla a los ojos y tratar de sonreiré, pero no lo conseguía.
-Descansa, si quieres podemos hablar mañana o cuando te sientas mejor, ¿qué dices?-le sonrió, a lo que Hinata solo atino a asentir con la cabeza.-Bien. Si necesitas algo, dímelo. Te dejo dormir, y toma tu Té. Te ayudara a calmar tu dolor-le guiño un ojo y se levantó de la cama.
Ya estaba por salir de la habitación, y Hinata sentía que debía decirle algo, cuan minino le dijo antes de que saliera...
-Naemi. Gracias.-dijo con una leve sonrisa.
-No hay de que-sonrió ella antes de salir de la habitación y cerrar la puerta tras ella.
Hinata vio el Té y decidió darle un par de sobornos, no sería una mal educada sus modales se lo impedían. Al dar sorbos a aquel Té, sus párpados se fueron cerrando poco a poco.
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Abrió los ojos con pesadez. No supo cuánto había pasado, pero se sentía mejor, extraño, pero así era. Las galletas estaban intactas y la taza de té estaba vacía.
Se levantó de la cama sin saber qué hora era, se asomó por la ventana y aun se veía oscuro. No le dio importancia, tomo aquella taza y salió de la habitación para llevarla y fregarla, pero algo la detuvo y eso fue escuchar el sonido de una botella de vidrio moverse contra otra botella.
Se detuvo y se apegó a la pared, mirando hacia la sala vio al moreno Uchiha, acostado y con una botella en la mano. Naemi estaba en el otro sofá mirándolo, y con una botella ella también.
-Así que... ¿vas a ahogarte en alcohol toda la noche?-hablo Naemi.
-¿Y qué quieres que haga?, ¿que llore?-respondió el moreno.
-Tienes que sacar lo que traes dentro. No te juzgare si lloras-
-¡No pienso hacerlo!-elevo su tono de voz mientras se sentaba sobre el sofá, mostrando que solo estaba en pantalones y con todo el torso al descubierto.- ¡No voy a llorar!-frunció el entre cejo mirando a su compañera.
-¿No lo harás porque estoy yo o porque ella no lo vale?-el tono de voz de Naemi era tranquilo y sereno.-Sino sacas lo traes dentro te hará más daño-
-¡Ya no puedo estar más dañado! Ya no...-su voz parecía querer romperse.-Soy...un Uchiha, no debo ser débil-
-Y eres un chico que ha sufrido...debes de sacar el dolor que traes, llora, grita... si quieres voy por mi saco de box y lo golpeas hasta saciarte, pero saca tu dolor..-ambos se miraban a los ojos tratando de ver en lo más profundo de sus almas.
Esa noche, Hinata por primera vez, en todo lo que lo llevaba conociéndolo, vio a Sasuke Uchiha, llorando. Lo vio frágil y vulnerable, pudo apreciar el dolor y el sufrimiento que tenía, pudo ver. A un ángel caído.
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Bueno,pues..no se que mas decir,solo espero que les guste.Advierto que en este fic habra NaruSaku,muy leve no se asusten xD .
Habra escenas donde odien a Sasuke o a Sakura,e incluso a Naruto.Habra dolor y amor,infidelidad y lujuria :B
Asi que..solo espero que les guste tambien esta nueva idea.
Gracias por su apoyo! n.n!
Att:
Midna-Nightly ;
PD: u.u pobre Sasuke
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