//Cuatro//
Jungkook era guapo, si que parecía un poco más joven que yo pero no tanto, al menos un año menos que yo tenía, o eso creía. Llegó a la hora exacta en nuestro punto de encuentro, lo había citado en una cafetería cerca del departamento de Woonie porque me estaba quedando con ella, le había dicho a GongChan que me iba a quedar con ella porque iba a ayudarle con un trabajo, y me entristeció de una manera gigante que me dijera que estaba bien, que hiciese lo que yo quisiera. Era increíble como le importaba tan poquito al que una vez fue mi esposo, de verdad, me entristecía bastante saber su poco interés en mi.
Cuando vi al chico de cabello negro entrar a la cafetería lo reconocí, lo había dibujado en mi cabeza aquella vez que lloré y que él me consoló cantándome una canción. Venía abrigado a pesar de haber un sol bastante intenso fuera y su vestimenta era completamente negra. Era alto y tenía buen porte, lo que podía asegurar de que le gustaba ejercitarse bastante.
Me buscó por unos segundos con su mirada al pasarla por todo el lugar, cuando dio conmigo, no se me pasó desapercibido la sonrisa que se le pintó en los labios, por alguna razón, ese tipo de actitudes y las que había demostrado hasta ahora conmigo me hacía llegar a la conclusión de que tenía un gran interés en mi, no me interesaba, o al menos no en ese sentido, en momentos como estos al ver su sonrisa y su alegría al verme me hacía sentir culpable, ¿pero le iba a dar para detrás al plan? No, si me hundía después que sea doloroso, tal vez así aprendiera algo.
—Buenos días, noona —me saludó, animado, y toda la fachada de chico malo se le fue al usar un tono infantil, como si se convirtiese en un niño al verme.
—Buenos días, Jungkook —el chico tomó asiento —Y deja de llamarme noona, que me siento diez años más vieja que tú, ni siquiera sabes si soy mayor o no —le dije, el chico se sonrojó, como supongo que era normal y se encogió de hombros.
—Es verdad, no pareces para nada mayor —soltó, un comentario de ese tipo y que sea de él, no debería de afectarme, pero lo hacía, porque me puse roja, y creo que era por el hecho de recibir un elogio de un chico tan guapo como el que tenía delante.
—Venga ya, el que no parece menor aquí eres tú —intenté desviar mi sonrojo y lo que había provocado, Jungkook seguía sonriendo ensanchando cada vez más sus paletillas, era guapísimo —A ver. ¿Cómo sabes que soy mayor? Venga. Dime —le insistí.
El moreno no lo pensó dos veces para hablar.
—Porque eres del 95, y yo del 97 ¿no es así?
¿Dos años? ¿Dos putos años le llevaba a este chico? Aunque por su actitud yo ya le estaba poniendo menos de lo que tenía, aunque su porte no me dijera lo mismo.
—Sí, así es —confirmé —¿Quieres algo de beber? Te invité para agradecerte, así que no puedes decirme que no —le dije, apuntándolo porque por un momento me estaba dando la impresión de que me evitaría el tema de invitarle a algo, porque viéndolo como hasta ahora, es el tipo de chico que era educado y no le gustaba que la chica pagase.
Me confirmó mis palabras cuando habló.
—No tienes porque agradecerme nada, noona, de verdad, yo no hice nada, hice lo que tenía que hacer —me aclaró.
—No tenías que hacer nada, me ayudaste en la fiesta cuando estaba borracha y después hiciste el intento de consolarme cuando estaba mal, lo menos que puedo hacer es pagarte algo de beber cuando está claro que no hay momentos malos como para ayudarte yo a ti —él chasqueó la lengua.
—Es decir que la canción no ayudó ¿verdad? Digo, por lo de que hice el intento —rodé los ojos y sonreí pequeño.
—Bueno, digamos que la elección de la canción no era del todo acertada, no se, a lo mejor si hubieras cantado una más animada...
—Lo siento entonces —fruncí el ceño porque se había disculpado como si hubiese cometido el mayor crimen de su vida. Joder, este chico era...increíble.
—Venga ya, no tienes que disculparte. Sólo te lo estoy diciendo para la próxima —sus ojos se enfocaron en los mios, el arito que tenía en el labio brilló por el reflejo del sol que le daba justo en la parte derecha.
—Espero que no haya próxima, noona, digo, por lo de verte llorar —tragué saliva, recordar era lo que no quería y lo que no quiero.
—Si la recompensa es que me cantes otra canción, creo que vale la pena —le aseguré, sus mejillas volvieron a tomar color y él sonrió, era un tío que tenía una dualidad increíble. Quien no hablaba con él lo calificaba como un Bad Boy todo malote, cuando en realidad era todo lo contrario en cuanto a personalidad.
—Puedo cantarte sin que estés llorando, solo dímelo y lo haré —me aclaró. Yo asentí.
—Vale, lo pensaré para la próxima —sus ojos se iluminaron al oír que habría próxima, y por supuesto que tenía que haber próxima si quería llevar mi plan bien, no me hacía gracia y sabía que lo que hacía no me iba a hacer sentir mejor, pero ¿había vuelta atrás ahora? Si no buscaba yo a Jungkook, entonces él lo haría —Ahora sí, ¿Qué vas a pedir? —soltó una risa y negó. Seguro había pensado que había desviado bastante el tema.
—Vale, un batido de plátano —vale, su dualidad estaba a otro nivel.
Batido de plátano para el chico todo malo, por favor.
❣
¿Hace cuanto no actualizo esta historia? Siglos, para ser exactos. Estaba ocupada escribiendo Police que me olvidé de las demás, y además me estanqué en un capítulo de Mafia Kingdom que aún no salgo de él, por lo tanto, la actualización de esa historia queda aplazada. Mientras, un capítulo cortito de esta mini historia, porque no es que le quede poco, pero tampoco mucho.
Ahora si, me despido.
Lxs sarangheo❤
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