Tiró la colilla de cigarro que quedaba al suelo y la pisó con su pie.

- ¿Y se supone que ahora fumas? - Pregunte mientras me cruzaba de brazos.

-  Siempre lo he hecho, solo que no lo hacia en frente de ti porque sabía que te molestaba - Dio un paso más cerca de mí y cambió su expresión a una seria. ¿Ahora que? Cerró sus ojos por un momento y luego hablo - Amy en serio te pido que me perdones, se que fui-

- Ahorratelo, ¿Si? No necesito patrañas saliendo de tu boca - Realmente no necesitaba oír esto. No debía estar aquí.

Gire sobre mis talones para marcharme pero, él tomo mi brazo y hablo nuevamente.

- Entiendo que no quieras saber algo de mi o de los chicos pero... Maldición. Y-yo realmente me arrepiento no haber hecho algo cuando me entere de lo que... de lo que iba a suceder. - Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando escuche la ultima parte de su discurso.

Me solté de manera brusca de su mano y gire nuevamente para esta vez quedar a centímetros de su rostro, tome entre mis manos la bufanda que estaba amarrada a su cuello y la apreté con fuerza.

- ¿Tu lo sabias? - Pregunte entre dientes mientras fruncía el ceño, seguramente se me estaban haciendo arrugas sobre la nariz. Solo aparto su vista a otro punto evitando la mía - ¡Maldita seas Sonic, ¿Lo sabias y no hiciste nada?!

- No podía hacerlo, no podía hablar de lo contrario ella lo haría - Me quede en silencio esperando a que terminara de hablar y luego de unos segundos prosiguió - Me había chantajeado con mis padres. Si te decía algo a ti ella les contaría lo que hice...

- ¿Y qué hiciste como para que decidieras quedarte callado y ver como me hacían la vida imposible? - No respondió. Solo se quedo callado, solté su bufanda y lo empuje con fuerza hacia atrás, haciendo que se tambaleara un poco y luego recuperara el equilibro - Patético. Quedarte callado y ver como poco a poco como la persona que mas confiaba en ti se desmoronaba para que tus padres no te quitaran tu juguete favorito. - Abrió su boca para hablar pero levante mi mano para que no lo hiciera. - En vez de hablar y salvar a esa persona y afrontar el castigo de lo que hubieras hecho...

- Conoces a mis padres, ellos son muy estrictos Amy...

- ¡No me llames Amy desgraciado! - Grite alterada - Pudiste haberlo evitado pero no hiciste nada, ¡Sufrí tanto que llegue hasta el punto de intentar quitarme la vida, intente suicidarme Sonic! ¿¡Cómo demonios creías que me sentía cuando caminaba por los pasillos y me hacían tropezar o me llamaban de mil maneras?! Ver como las personas que más amaba y consideraba mis amigos me daban la espalda... Ver como mi novio me miraba con repudio y luego se besaba en frente de mi con otra. Todo eso pudiste evitarlo todo.

Necesitaba salir urgentemente de ahí. Sentía como las lagrimas amenazaban con salir y hacerme quedar como una débil, corrí nuevamente hacia mi bolso y baje por las escaleras corriendo, no me importaba si caía y me golpeaba la cabeza. Tal vez así olvidaría todo y podría comenzar todo con la memoria limpia, o simplemente morir y pudrirme en el infierno.

Cuando llegue al ultimo mis piernas fallaron y me apoye en la barandilla para no chocar de cara contra el suelo, por los pasillos seguían pasando algunos alumnos, entre todas esas caras pude reconocer a Marine; la querida periodista del colegio. Llevando noticias a los alumnos sin importar de que o quien se tratase el articulo.

Se dirigía al baño. Sola.

La seguí en silencio sin que se diera cuenta y entre segundos después que ella, sonreí cuando me di cuenta de que el baño estaba completamente vacío, solo nosotras dos.

- Vaya, pero si aquí tenemos a la periodista prodigio - Dije haciendo que ella se alejara de un salto del espejo y me mirara con sorpresa.

- Oh Amy, que alegría verte - Dijo mientras veía cómo prendía la grabadora que estaba sujeta a su cadera con una correa y extendía el micrófono hacia mi. - Dime, ¿Tienes una historia interesante que contarme?

No perdía la costumbre.

- Claro - Respondí mientras sonreía y tomaba el micrófono - Se trata de una periodista que publicó las fotos de una chica de que se intentó suicidar en los baños de la escuela - De un jalón hice que la delgada correa que sostenía la grabadora a su cadera cayera al suelo.

- ¿¡Pero qué haces?! - Se arrodillo intentado levantar nuevamente la grabadora pero con mi pie la atraje hasta mí y la pise, haciendo que esta empezara crujir - ¡Para, la romperás! - Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, finalmente se rompió.

Ahora solo habían unas pequeñas piezas y partes de la grabadora, y el sonido de fondo eran sus lloriqueos.

— ¡E-eso era costoso! Ya verás cuando la directora se entere, ella te va a- — Aproveché que estaba rodilla da frente a mi y la empuje con un poco de fuerza con mi pie, colocando el mismo sobre su pecho. Su cuerpo era pequeño y delgado por lo que podría lastimarse fácilmente; no quería dejar pruebas físicas.

 — Escúchame bien; yo vengo de una escuela de arte lo que significa que aprendí lo básico de la actuación. — A medida que iba hablando me acercaba de manera amenazante a su rostro, provocando que ella intentara retroceder sin ningún éxito producto de miedo que le estaba infringiendo — ¿A quien crees que le va creer la directora? ¿A la inocente alumna nueva o a la entrometida reportera que sumerge las narices en donde no le incumbe y que además se la pasa hurgando en la vida de los demás? Dímelo.

Abrió su boca intentando decir algo pero solo se empezaron a oír balbuceos. Retiré mi rostro unos centímetros y hable nuevamente.

 — Si llegas a abrir la boca y contárselo a alguien te las veras conmigo, tal vez rompa algo más que una grabadora — Quite mi pie de su pecho y solté el micrófono que aún seguía en mi mano. 

Salí del baño y comencé a andar por el pasillo junto con los demás alumnos, algunos iban a otras aulas y otros iban a patio para aprovechar su hora libre. Yo me dirigía al patio, sentía la necesidad de estar abajo de un árbol durmiendo. Tal vez me llegaron mas ideas para hacerles la vida imposible a mi próximo objetivo.

Este juego apenas había comenzado.