Parte 16
Al siguiente día
Ran y Conan decidieron salir a buscar ropa para la gran fiesta que se celebraría en unos días. No recibieron muchos detalles, sólo sabía que sería en la noche y contarían con la presencia de varias personas famosas e importantes.
Recorrieron varias tiendas, pero no tuvieron mucha suerte. La mayoría de los vestidos eran muy escotados o pasaban de su presupuesto. Al parecer, encontrar algo no tan revelador era muy difícil de encontrar en estos días. Estaban a punto de rendirse pero en ese momento vieron una tienda que ofrecía descuentos y su mercancía atraía la atención.
Decidieron entrar, Ran puso todas sus esperanzas en este lugar. Esa plaza era el único lugar que le brindaba tranquilidad, debido a que no suele haber mucha gente alrededor. Así podía ver si alguien los estaban siguiendo. Después de ese sueño, se dió cuenta de que alguien estaba detrás de ellos, o mas bien de Conan. Ese sueño le provocó muchas preguntas sin respuesta alguna. La mitad del sueño se había cumplido, aunque no de la misma manera. Por eso, debía tener mucha cautela en todo momento.
Cuando entraron a la tienda, una chica les dió la bienvenida y preguntó que estaban buscando y si les podía ofrecer alguna ayuda. Ran preguntó por alguna prenda para ella que cumpliera con sus peticiones. La chica trajo algunos trajes de diferentes modelos para que Ran se probara.
- Espérame aquí un momento Conan-kun.
- está bien - buscó algún asiento disponible y se sentó mientras esperaba que Ran se cambiase.
Al cabo de unos minutos, Ran salió puesta un lindo vestido. Era de un color azul marino, tenía un escote con forma de corazón poco pronunciado para que no se vea tan vulgar, había unas pequeñas joyas brillantes cosidas en la parte superior mientras que en la parte inferior era algo similar a un corte de sirena pero no tan apegado a su cuerpo, de modo que le daba más movilidad a sus piernas para caminar.
- este vestido está con un cincuenta porciento de descuento señorita, le queda muy bien.
- Y...tú qué piensas Conan-kun?- por alguna razón, le dio curiosidad saber la respuesta que daría el niño.
- ¡¡¡Estás hermosa Ran onee-chan!!!, deberías comprártelo.- no sabía porqué pero sentía que alguien más aparte de él y la señorita estaban opinando sobre cómo le quedaba el vestido a Ran.
Ran regresó al vestido para seguir probándose los demás; se probó uno verde oscuro con un corte en v, había una especie de franja que rodeaba su cintura que tenía un pequeño encaje en el centro para que luzca un poco más elegante. También se probó un morado que solo tenía una manga del lado izquiero y la falta era suelta, de tal manera que caía hasta el piso, tenía un pequeño corte del lado derecho de la falda del vestido, permitiéndose que su pierna se muestre levemento por lo que lo tomó como un poco revelador.
Al final decidió comprar el primero, se volvió a poner la ropa que llevaba antes. Le pidió a la señorita que lo aparte hasta que vaya a la caja para hacer la cancelación.
- Ahora te toca a ti Conan-kun.- llamó a la señorita para que los lleve a la sección de niños pequeños.
Había una gran variedad de trajes y diseños. El antiguo terno de conan se había dañado en el incendio pasado, así que buscaron prendas que tuvieran cierto parecido.
Después de mucha búsqueda, encontraron el terno perfecto. Era azul, como el anterior pero éste tenía dos bolsillos en el interior del saco y los botones eran un poco más grandes y elegantes.
Cogieron el saco junto con un pantalón, una camisa y un corbatín y se fueron probador para verificar si la talla es la adecuada.
- Ven Conan-kun, déjame ayudarte sacarte la camisa primero.
- Vale Ran onee-san. -Fue desabrochando poco a poco los botones de la camisa, desplazó cuidadosamente las mangas de los brazos de Conan, puesto que sus heridas no se habían recuperado aún por completo.
Cuando le sacó la camisa completamente, dejando a Conan-kun con el pecho al descubierto, se dio cuenta de algo impactante.
- Conan-kun...¿Recuedas cuándo te hiciste esta cicatriz?.
- No...no sé cómo me la hice...lo siento.
- No te preocuopes Conan-kun, está bien. ven pruébate ésta.
Ayudó a Conan a ponerse la nueva camiseta. Pero...no lo entendía...¡¡¡Esa cicatriz se la hizo Shinichi hace más de 10 años!!!
*Flashback*
Era de tarde, estaban Ran y Shinichi esperando en el curso a Eri que se había retrado a verla.
Ese día, hubo un festival escolar y Ran se ganó un globo por golpear lo más fuerte posible a un muñeco que se encontraba en la entrada de la carpa.
- Shinichi, hace calor. Voy a abrir la ventana, ¿vale?.
- Vale pero ten cuidado, hay mucho viento allá afuera.
Rápidamente abrió la ventana, no podía aguantar ni un momento más con ese calor que había.
Efectivamente, un fuerte viento entró a la habitación. Tan fuerte que llevó el globo que tenía Ran en la mano al árbol que estaba en frente de ellos.
- ¡¡¡Mi Globo!!!- Ran empezó a llorar por aquel que había obtenido de feria.
- Te dije que tuvieras cuidado, Ran.
- Perdón, yo sólo quería...sniff...yo sólo quería...tener un poco de aire para refrescarnos.
- Calma Ran, no llores. Yo traeré de vuelta a tu globo.- no le gustaba que Ran llorara, en especial porque no podía ver la sonrisa que lo había cautivado aquella vez que se conocieron.
- ¿En...enserio?- sus lágrimas cesaron, esas palabras le dieron un poco de esperanza.
- Déjamelo a mí.
Salió hacia el patio y subió lentamente rama por rama hasta alcanzar la rama donde estaba el globo enredado. Cogió el globo y amarró su cuerda en la muñeca para que no se vuelva a escapar otra vez. Estaba dispuesto a bajar por dondé había subido pero un fuerte viento lo desequilibró y provocó que se resbalara. Empezó a caer desde esa altura chocando con ramas y cortándose con las hojas del árbol. Se estrelló boca abajo con unas rocas en piso.
- ¡¡¡Shinichi!!!, ¿estás bien?- se acercó y lo volteó para ver si no tenía nada malo.
- ¡¡¡Estás sangrando, debemos llevarte a un hospital!!!
Una de las rocas había apuñalado a Shinichi en el pecho derecho profundamente. Ran buscó ayuda pero no había a esas horas alrededor de la escuela. Por suerte, la mamá de Ran llegó y pudieron llevar a Shinichi a un hospital.
Varias horas después
La operación se realizó exitosamente. Para cerrar la herida, tuvieron que coserle cuatro puntos debido a la magnitud y la forma que tenía.
Shinichi estaba recostado sobre la cama del hospital, estaba leyendo un nuevo libro que le había regalado su padre sobre su detective favorito Sherlock Holmes "un estudio en escarlata".
El sonido de la puerta desplazándose interrumpió su placentera lectura. Ran había venido para hacerle una visita con su mamá quien llevaba un pequeño ramo de flores de varios colores.
- Shinichi, ¿Cómo te sientes?, ¿te duele algo?.
- No, solo las puntadas que me dejaron los doctores pero estaré bien.
- Yo...Yo...Lo siento mucho, Shinichi. Por mi culpa, ya no podrás ser feliz nunca más.- empezó a llorar, sintiéndose culpable del accidente.
- ¿De qué estás hablando?, tardaré sólo un par de meses para recuperarme.
- Es que...leí un libro en el que decía que las personas deben llegar sin ninguna cicatriz antes del matrimonio. Y ahora que tienes esta cicatriz,...ya no te podrás casar y tener una vida feliz... Perdóname Shinichi, lo siento mucho.
- No seas boba, una cicatriz no define un casamiento. Te pregunto: si amas a una personas y esa persona tiene una cicatriz, ¿la dejarías de amar sólo por eso?
- N...no, supongo que no.- sus lágrimas cesaron y se sintió un poco más aliviada.
- ¿Ves?, no pasa nada.
- Mientras a ti no te importe, todo estará bien.
- ¿Qué dijiste Shinichi?
Fin del flashback
La cicatriz que dejó los puntos no era grande pero aun así era notoria.
La cicatriz parecía una pequeña cortada con pequeñas bolitas en el medio representando a los puntos que tuvieron que hacerle para cerrar la herida.
Pero...¿Cómo era posible que Conan tenga exactamente la misma cicatriz?. Es demasiada casualidad que los dos, a pesar de ser parientes muy lejanos, tengan la misma cicatriz en el mismo lugar.
¿Será que Conan realmente es Shinichi? Y si eso era real, ¿cómo era eso posible?. Había cosas que provocaban sospecha pero no encontró suficiente evidencia contundente para demostrarlo.
Se quedó varios minutos pensando hasta que se dio cuenta que conan la estaba mirando.
- Ran onee-san, tengo frío. ¿Me puedo volver a poner mi chaqueta?
- Claro, déjame ayudarte a ponértela.
- Atcho!- estornudó la chica que estaba con ellos.
- ¿Se encuentra bien?- preguntó Ran por su estado.
- sí, gracias. Hay mucho frío últimamente.
- Desea una pastilla para la gripe, creo que cargo algunas.- sacó de su bolso unas cápsulas que tenía blanco de un lado y rojo del otro.
- Tenga, espero que le ayude.
-Muchas gracias.- cogió un vaso de agua y se la trago con un solo sorbo.
-"Están traficando dinero"
- "Has visto bastante"
-"Has dejado que este mocoso te siguiera, ten más cuidado"
- "Usaremos el prototipo del veneno en él"
- "Nos vemos luego, Ran"
Varias escenas pasaron poe su mente provocando un repentino dolor de cabeza.
- Conan-kun ¡¡¿Qué te pasa?!!.- veía como el pequeño se quejaba, y sufría pero después de unos minutos el dolor paró y regresó a la normalidad.
- Ran onee-san, tengo miedo- las imágenes lo aterrorizaron, empezó a llorar.
- ¿Qué pasó Conan-kun?,¿Qué viste?.- Ran acariciaba su cabello para calmarlo mientras le daba un cariñoso abrazo para recomfortarlo.
- Había un señor con cabello largo, y uno con gafas y tenía un cuerpo corpulento, ellos daban miedo Ran-onee-san, ¡Ayúdame!.
- Onee-san te cuidará, te protegerá y siempre va a estar a tu lado.
- ¿Lo prometes?- esas palabras tranquilizaron al niño.
- Lo prometo.
Hicieron un cruce de meñiques en señal del juramento. Fueron a la caja para pagar los atuendos y tomaron el tren que los llevaría a la agencia antes de que fuera muy tarde.
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Cuando llegaron, Kogoro veía la televisión como siempre, mirando las carreras de caballos y el programa de su idol favorita. Ran dejó la ropa en los armarios, preparó algo rápido y se fueron a dormir.
Se acostó en su suave cama, muchas cosas había ocurrido. Sus sospechas eran cada vez más altas. Decidió no pensar mucho en ello. Se metió en la sobrecama y cuando estaba a punto dormir sonó su teléfono.
Era una llamada telefónica.
Lo cogió de mala gana, abrió la tapa, al leer su nombre hizo que su pulgar pulsara instictivamente el botón de contestar.
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Era una llamada de Shinichi.
Hola!! Lamento muuuuuchooo la larrgaaa espera. Han sido como 4 meses que no escribo. La verdas es que no conseguía la suficiente inspiración hasta un mes atrás pero sólo podía escribir de poco a poco. Han pasado muchos acontecimientos y aunque no me crean me faltan muchos. No saben las ganas que tengo que pase enero. Bueno, les agradezco mucho por seguir esta historia, muchas gracias por su paciencia, por esperar a esta lenta que se demora un siglo para publicar un capítulo. Les deseo una navidad y año nuevo pero muy perp MUYYYY atrasada.
PD: hace unos días publique un final alternativo de un libro llamado Paloma, si lo has leído puedes echarle una ojeada y decirme que tal que pareció. Tambien pueden hacerme preguntar random en el libro de nominaciones.
De nuevo, gracias por apoyar esta historia, nos vemos con otro capítulo en el que no este tan ocupada ni me demore mucho.
Adiós!!! :D
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