¿Nueva conexión?
Quattro:
¿Nueva conexión?
—¿Alice, estás bien? Parece que no has dormido nada en años —me pregunta mi jefa y no puedo negar que no tiene razón. Pues jodidamente la tiene.
He pasado la última semana fatal, no he pegado ojo en ningún momento y eso comienza a jugar en mi contra. Vengo cansada a más no poder al trabajo y eso luego repercute en lo que hago. Mi jefa no lo ha dejado pasar y lo entiendo. Ella necesita que este activa y despierta para atender adecuadamente a los clientes. Pero no tengo cabeza para ello y no después de enterarme que cabe la maldita posibilidad de que Isaac siga vivo. ¿Pero como demonios podría ser eso cierto? Aún puedo recordar cuando Matt le disparó y como la bala había esparcido su veneno. Joder. ¡Él murió! ¿Quizá Nicolae se ha equivocado? No se puede tratar de mi Isaac, no puede. No debe ser él, no soportaría que fuera así.
Tal vez mi negación no me deja ver lo que hay más allá de mi nariz y por ello no logro aceptar la verdad. Suelto un suspiro cargado de frustración, esto es una mierda. ¡Una reverenda mierda!
—No he tenido una buena noche —expliqué, regresando al presente y obviando el porque de mis noches de desvelo.
Tampoco he querido hablar de esto con Sebastian, y sí, aún sigo enfadada. Vale, quizá no tenga toda la culpa y yo estoy siendo una imbécil. ¿Pero debía ocultarlo? ¿Acaso nuestros errores de hace un año atrás no fueron suficientes para comprender que las mentiras no son buenas y que a la larga traen situaciones desagradables? Pues parece que no lo fueron y que estamos destinados a mentir siempre que podamos. Y otra cosa, me ha ocultado que conocía a Nicolae. ¡Tengo una suerte de puta madre! De verdad que la tengo y no lo he sabido hasta ahora. Demonios.
—Cualquier cosa que necesites, no dudes en hablarlo conmigo —pide con una sonrisa mi jefa y por mi parte asiento. Luego la veo salir del cuarto de empleados y es mi momento de soltar un suspiro involuntario. Comienzo a creer que el universo planea alguna clase de conspiración en mi contra, os juro que comienzo a creerlo. ¡Podéis reiros! Pero es la verdad.
Termino de colocar mi uniforme de trabajo, para luego salir y comenzar mi día cargado de actividad. Al menos podría distraerme un poco y olvidar un momento los problemas que me agobian como nunca. Olvidaría que había una mínima posibilidad de que Isaac seguía vivo y que estaba asesinando alfas. ¿Pero porque lo haría? ¿Habría alguna razón en particular para hacerlo? ¿Qué ganaba con ello? Y volvía a ser la Alice de hace un año atrás, la que tenía más preguntas que respuestas contestadas. Mierda. Esta situación empezaba a darme demasiados dolores de cabeza.
—Al —me llamó una de mis compañeras y logró que saliese de mi ensimismamiento—. Una de tus mesas está ocupada —avisa y apunta hacia la misma. Asiento avergonzada de que tuviese que llamar mi atención y avisarme de ello. ¡Concentrate en el trabajo! No más divagaciones sobre este tema, no más. Total yo no obtendría las respuestas que deseo de esta forma. Caminé hacia la mesa y le regalé a mis clientes mi mejor sonrisa al atenderles.
(...)
Casi acababa mi turno y lo agradecía. Estaba realmente cansada y lo que más deseaba era regresar a casa, aunque eso implicase que debiese hablar con Sebastian. Porque sí, sabía a la perfección que teníamos una conversación pendiente y no podía prolongarla por más tiempo. Aunque eso deseara, pero tenía que ser valiente y afrontar esto.
Así como lo hice cuando Isaac murio, vale, sí hui. Quizá no era la manera correcta de afrontar su pérdida y menos fue la más valiente. En fin, quedé como una cobarde que sólo sabe huir si la situación se complica y no sale como quiere. Tenéis razón, pero era una cría asustada y que había perdido a una de las personas que más había amado en el mundo.
No fue la mejor de mis decisiones, por supuesto que no. Pero en ese momento era lo que necesitaba, debía alejarme y olvidar toda la situación ocurrida. Tal vez si me quedaba me habría destruido a mi misma y a los que estuvieran a mi lado. Suelto un suspiro cargado de frustración y observo el establecimiento que está lleno de personas. Desde que había comenzado a trabajar aquí, jamás había presenciado pocos clientes. Había que admitir que el ambiente aquí era muy familiero y eso era agradable.
El sonido de la puerta del lugar me hizo espabilar y prestar atención a mi trabajo. Pero mis ojos se abrieron de la sorpresa al verle y más con la timidez que me miró. ¿Desde cuando Nicolae era así? Pues no lo sabía y tampoco debía importarme.
No hemos hablado desde aquella noche que me confesó quien era y tras de quién venía. Tampoco había venido por aquí, por eso me ha sorprendido. Toma asiento en una de mis mesas y no me es una sorpresa que lo haga. Sé que esto es una excusa para que hablemos, así sea un micro segundo. Respiro con profundidad y me acerco para tomar su pedido.
—¿Puedo tomar su pedido? —pregunté y me sorprendí del tono calmado en el que lo hice. Quizá en otro momento le hubiera echado o tal vez dado una paliza. Quien sabe, ahora lo estaba tomando demasiado calmada para mi gusto.
—Lo de siempre, princesa —dice y vuelve a llamarme de aquella manera. Debo decir que no me molesta en absoluto, más bien me agradaba. Sí, Nicolae no me caía mal. Al contrario, sentía algo y no podría explicaros que. Es una sensación conocida, pero que aún no logro descifrar. Joder.
—Vale —respondo—. Te lo traigo enseguida —informe, para luego girar sobre mi eje. Pero su mano en mi muñeca me impide alejarme, le observo de reojo.
Muerde su labio inferior y sopesa sus siguientes palabras. Suelta un suspiro.
—Esperaré a que termines tu turno, debemos hablar —avisa y asiento sin rechistar. Era como con la situación con Sebastian, no podría seguir evitando lo inevitable. Debía hablar con ambos y aclarar todas las dudas. También tenía que saber -aunque ello me hiciera el peor daño- lo de Isaac. Podía sentir que lo que dijeran de eso, podría lograr que cayera de nuevo en un pozo. Quizá exagero o quizá tengo razón de creer aquello.
Debo admitir que no fue buena idea regresar al pueblo y menos cuando esos rumores merodean por aquí. ¿Pero me hubiera enterado? ¿Me lo habrían dicho o lo seguirían ocultando? No podría asegurarlo, pero temo que sería de ese modo. Entiendo que quieran protegerme, pero esta no es la manera. Tengo derecho a saber lo que pasa y más si se trata de Isaac. Bueno, si es él en realidad. Son solamente rumores, nadie que le haya conocido realmente le ha visto. Suelto un pequeño suspiro, detesto los misterios y sin duda alguna estoy ahora mismo frente a uno. El cual no deja pistas y ni siquiera indicios por donde comenzar.
¿Qué no hay indicios? ¡Han estado frente a mí! Según la historia de Nicolae, un alfa que fue reconocido como Isaac atacó manadas en toda Europa. ¡Eureka! Ahí es donde debo comenzar, todo estuvo frente a mis narices.
—¿Sucede algo? —pregunta Karen y me saca de mi ensimismamiento—. De la nada tu rostro se a iluminado de alegría —se mofa de mí.
Niego con la cabeza con una sonrisa.
—No es nada, sólo creo haber descubierto algo importante —expliqué.
—Vale, pero no olvides atender tus mesas —me recuerda y asiento.
Prosigo a continuar con mi trabajo y a llevarle lo de siempre a Nicolae. Ahora podía ver todo esto de otro modo, tenía que saber que manadas atacó y la razón por la cual lo hizo. Porque estoy segura que debe habérselo dicho y eso sería de gran ayuda para comprender esto.
(...)
Cuelgo mi bolso en mi hombro derecho y cierro mi casillero. Mi turno al fin había acabado, ahora me tocaba tener esa conversación con Nicolae. Pero también hablar sobre Isaac y comprender todo este misterio que rodea el asunto. Seguía sin poder comprender cómo era posible que estuviera vivo, yo presencié cuando Matt disparó aquella arma y dio en Isaac. Mi hermano y Sebastian le vieron morir. Entonces como era posible que ahora luego de un año, estuviera asesinando alfas. Carajo.
Me despido de mis compañeras y de mi jefa, una vez que salgo del cuarto de empleados. Respiro con profundidad y caminó hacia la salida. Donde me espera Nicolae, quien al verme salir me regala una pequeña sonrisa y se la devuelvo sin problema. Comenzamos a caminar a ningún lado en particular, en silencio. Quizá aún no encontramos las palabras correctas para aclarar todo lo que ha pasado.
—Lamento que te enteraras de esa manera que Isaac seguía vivo —se disculpa y puedo notar el arrepentimiento en su voz—. No sabía que tenías una historia con él y menos que le conocías —explica y niego con mi cabeza.
—He, tranquilo. ¿Vale? —sonreí—, No podías imaginar aquello y de alguna manera iba enterarme —me sincero—. Pero ya que has tocado este tema, hay algo que deseo saber. ¿Cómo estás seguro de que se trata de Isaac? ¿Cómo sabes que fue él quien atacó a esos alfas? —pregunté, dejando de caminar y mirándole con demasiada atención. Necesitaba respuestas y las quería ahora. No podía seguir esperando.
Nicolae por su parte se paro frente a mí y le veo tomar aire con gran profundidad.
—Conocí a Salvatore, hace un par de años —comienza—, Me ayudó a escapar del clan de los Black, unos vampiros bastante despreciables —podía notar la molestia en su voz y se podía decir que yo me sentía igual al mencionarlos—. Así que cuando las manadas vecinas fueron atacadas, su olor estaba en los cuerpos. Princesa, conozco perfectamente su aroma y sé que se trata de Salvatore. Así que pregunté y las respuestas me trajeron aquí —termina por relatar.
Intento procesar sus palabras, ambos se conocían e Isaac le ayudó a escapar de los Black. ¿Pero porque está atacando manadas? Eso es algo que no me explico y menos aún como es que sigue vivo. ¿Será que fingió su muerte? Pero para lograr aquello debió ser aliado de Matt y ambos estar de acuerdo de utilizar aquella arma. No puede ser cierto, él no puede haber estado del lado de Matt. Me niego a creerlo.
Las manos de Nicolae en mis mejillas, me obligan a verle. He comenzado a llorar sin darme cuenta alguna, demonios.
—He, tranquila —pide y me acerca a su pecho—. Son sólo especulaciones mías, quizá me he equivocado y no se trata de su olor. Los hombres lobo también podemos equivocarnos y nuestro olfato puede fallar —dice lo último en un tono divertido y logra que suelte una pequeña risa.
—Por algo le han identificado como el alfa de la manada Salvatore —tragué saliva al decirlo—. Nicolae, tengo miedo de que sea él realmente —me sincero y aparto de su pecho.
Sus ojos azules -como el jodido océano- conectan conmigo y una sensación demasiado conocida para mí, me recorrió entera. ¿Será? ¡Oh Santa mierda! ¡No de nuevo!
Una sonrisa se expande en su rostro al ver la expresión de sorpresa en el mío y se acerca peligroso a mis labios.
—Creo que lo has sentido —susurra—. Yo lo he hecho desde el primer día que te quedaste embobada viéndome, sentí la conexión, Al —admite y besa con dulzura la comisura de mis labios.
No me había equivocado al sentirlo, había vuelto a conectar con un alfa. ¿Nicolae lo es? Nunca lo menciono, demonios.
Respiro con profundidad, tenerle así de cerca me pone de los putos nervios.
—¿Hemos conectado? ¿Tan pronto? ¿Eres un alfa? —le acribille a preguntas y por su parte sonrió.
—Sí, sí y sí —responde con simpleza a mis preguntas—. No es cuestión de tiempo la conexión, princesa. Sólo con verte una vez, puedo saber si la conexión es real y lo es —se sincera y es cuando se acerca para presionar sus labios sobre los míos.
¿En que te has metido Alice? Otra conexión más, carajo.
(...)
Esos sois vosotros xD ¡Al fin tenéis capítulo nuevo! ¡Madre mía Willy! Espero os guste y gracias por tanto amor <3
Recuerden que hay grupo de Facebook: Lectores Vicky (Wattpad)
Estaré esperando vuestros comentarios y votos :3
Y sí, estoy mejor y he vuelto :3
Os jamo
¿Qué os parecería que Revelaciones entrará en los Wattys 2018? ¿Creéis que tengamos posibilidades de ganar?
Os mando un abrazo enorme :3
-Vicky-
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